RENE GUENON 
CARTAS A VASILE LOVINESCU (6)
 
 
facsimilEl Cairo, 6 de junio de 1936. 
Estimado señor, 

Sus dos cartas me han llegado, no al mismo tiempo, pero con dos días de intervalo. En cuanto recibí la primera, escribí apresuradamente unas líneas al Sr. Avr., pues lo que usted me decía de sus intenciones me inquietó, y también me sorprendió; creía en efecto que la historia del artículo de Choc le habría obligado a ser más desconfiado; y muy cierto es, en todo caso, que ya ha cometido demasiadas imprudencias un poco por todos lados… Hoy mismo, me llega una carta del Sr. Avr. que me tranquiliza algo, pues parece que ahora tenga más bien la intención de efectuar su ligazón al Islam en Bâle, en cuanto le sea posible hacer el viaje; ciertamente esto sería mucho mejor. – En cuanto a la cuestión de la revista, me parece menos inquietante, pues por ese lado no hay peligro inmediato; pienso, por otra parte, que nada se hará antes del otoño, y, si se constituye un grupo en ese momento, podrán ustedes examinar mejor juntos qué es oportuno o qué no lo es, pues es cierto que cada cual puede darse cuenta, al respecto, de algunas cosas que hubieran escapado a los otros. 

El Sr. Avr. me dice que se alegra mucho de la reanudación de las relaciones entre ustedes, y también que han convenido, así como el Sr. Vâl., ponerse de acuerdo a partir de ahora sobre las preguntas a plantearme; les pediría pues que se comuniquen aquello que, en mis respuestas, no tenga un carácter "personal"; esto me evitará volver a escribir varias veces las mismas cosas; ¡la verdad es que me falta el tiempo cada vez más! 

Desde que le escribí a usted, no he tenido otras noticias del Sr. Sch., excepto indirectamente, de manera que no sé si ha recibido su carta; tal vez haya un cierto retraso debido a sus cambios sucesivos de dirección en estos últimos tiempos. Esta semana, he recibido una del Sr. Burckh., quien, a su vez, reclama también noticias de usted … Clav., por el contrario, me ha dicho que recibió una carta vuestra. 

Las noticias que me da usted de los proyectos actuales de B. Z. tampoco son verdaderamente muy tranquilizantes; sería realmente curioso saber si van a designarle a usted para formar parte de ese grupo… Este autollamado "Rey del Mundo" de 16 años de edad no me dice nada bueno tampoco; me parece no obstante que Arm. debería ser aún más joven, pero no podría afirmar nada al respecto. – Por otro lado, es muy cierto que la c.-in. intenta siempre establecerse sobre todo allí donde hay posibilidades en el sentido contrario, para intentar oponerse al desarrollo de éstas, o también allí donde hubo antiguamente centros espirituales, a fin de aprovechar lo que estos lugares pueden tener de especial para favorecer la difusión de influencias psíquicas. Este último punto me recuerda que ya había observado en otro tiempo cosas bastantes singulares en cuanto a los lugares donde los bolcheviques habían establecido sus principales núcleos de influencia en Asia; desgraciadamente, no recuerdo ya todo esto en detalle, y sería incapaz de volver a encontrarlo en este momento… 

En cuanto a la pregunta que me hace en su 2ª carta, pienso que no hay que exagerar el peligro, ya que todo lo que es de orden espiritual está forzosamente fuera del alcance de un c.-in.; éste más bien puede tener entonces la impresión de hallarse en presencia de un "muro", de algo que es incapaz de penetrar; pero eso mismo, debiéndose precisamente a la protección de la influencia espiritual, no puede tener consecuencias desfavorables. 

No creo de ninguna manera que aquéllos que son capaces de alcanzar una realización completa, quiero decir de un modo efectivo y no solamente virtual, puedan ser tan numerosos como usted parece suponerlo; en cualquier caso, lo son ciertamente mucho menos en nuestra época que en cualquier otro tiempo; y podría decirse que las condiciones mismas de esta época aportan al respecto toda clase de obstáculos interiores y exteriores… 

En cuanto a lo que dice con respecto a s. Juan, cabe naturalmente, como en cualquier otro caso de este tipo, hacer una distinción entre el personaje y la función; pero, en el fondo, es la perpetuidad de la función el único punto verdaderamente importante (incluso si esta ha de cumplirse sucesivamente por distintos individuos, estos no dejan de ser "el mismo" para todo lo que se refiere a ella). – La función de s. Juan no puede asimilarse pura y simplemente a la del Rey del Mundo; sería más bien como una "especificación" de esta en relación más particularmente con la forma tradicional cristiana. Por otra parte, si se considerara a s. Juan como al futuro Manú, su función no concerniría al ciclo actual, y no es eso lo que indica el Evangelio: puesto que el retorno de Cristo coincide con el fin de este ciclo las palabras "hasta que yo vuelva" implican que aquello de lo que se trata está comprendido en éste. 

La leyenda de Ahaswerus se refiere sobre todo al estado de "errancia" del pueblo judío; la actual tentativa de darle de nuevo un sitio fijo es claramente, en este sentido, un "signo de los tiempos". Lo que también es muy notable, es que, precisamente al mismo tiempo, se hagan a su vez esfuerzos en diferentes países para fijar a los bohemios; ambas cosas evidentemente van unidas… 

En cuanto al Tarot, pienso que su uso no es aconsejable, y que incluso es preferible abstenerse de él (se lo he dicho también hace un tiempo al señor Candr.), porque parece que fácilmente sirve de vehículo a influencias psíquicas que no son siempre de la mejor calidad. Se ha querido ver en él muchas cosas, pero esto es ciertamente exagerar su importancia; en todo caso, es perfectamente desconocido fuera de Europa. Su origen es por lo demás bien oscuro, y su conexión con los bohemios no es precisamente una recomendación, pues éstos parecen no haber tenido sino una iniciación de orden inferior (limitada al dominio de ciertas ciencias tradicionales), y que se presta fácilmente por eso mismo a muchas desviaciones. 

Crea, le ruego, estimado señor, en mis mejores sentimientos. 

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facsimilEl Cairo, 25 de junio de 1936. 
Estimado señor, 

Algunas palabras a toda prisa para comunicarle noticias bastante curiosas que he recibido hoy. 

En la famosa lista figura el nombre de Ed. Laurent, que estaba entre los que me resultaban desconocidos, tanto que me preguntaba si no había que unirlo con el de Eynac que inmediatamente le precedía. Pues bien, he aquí que me entero de que, en las primeras sesiones de la nueva Cámara francesa, un diputado llamado Ed. Laurent se ha manifestado, de forma inesperada, como uno de los principales jefes de la minoría; los periódicos de la oposición le cubren de elogios ¡y dan una importancia extraordinaria a sus menores palabras! ¿Hay que concluir de ello que B. Z. se las ha arreglado para tener al mismo tiempo gente suya a la cabeza de partidos contrarios? Esta táctica de su parte seguramente no tendría nada de inverosímil… Por otra parte, he recibido una carta de alguien que ha residido bastante tiempo en Rumania y que ha estado en relación con los medios teosofistas. Al relacionar lo que él me cuenta y lo que ya sabía por usted, parece que, cuando la permanencia de B. Z. y Mrs. Besant en Transilvania, de la que usted me ha hablado, cierta señora Lazar, de Turda, desempeñó determinado papel, ¿conoce usted a esta persona o ha oído hablar de ella? – Hay también una historia extraordinaria de una señorita Brannstein, originaria de Alemania (probablemente de Munich), y que se hallaba en Bucarest en la época de la guerra; pretendía hallarse en relación constante con los "Maestros", y especialmente con el cde. de S.-G.; finalmente, fue presa de un ataque de locura furiosa en Londres, adonde había ido a dar un concierto (era música), y fue internada en un asilo de locos. – También es cuestión de una señorita Seculici, que fue presidenta de la rama de Bucarest, y que murió en Port-Said al volver de un congreso en Adyar; la historia de esta muerte está mezclada con algo relacionado con mi libro sobre el Teosofismo, pero de una manera que no llego a desenredar exactamente. – Si supiera usted alguna cosa sobre estas distintas personas, sea tan amable de hablarme de ello, pues a menudo una indicación permite completar otra… 

En fin, recibo una carta de Bâle, por la que me entero de que Sidi Aissa ha recibido una carta suya, pero que parece haberse perdido una anterior. – Sidi Ibrahim me dice también que le ha hablado usted de un cierto "ejército del arcángel Miguel", respecto al cual os preguntábais si no tendría alguna relación con las apariciones de Maglavit; pero no entiendo exactamente de qué se trata. 

Crea, le ruego, estimado señor, en mis mejores sentimientos. 

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facsimilEl Cairo, 28 de agosto de 1936. 
Estimado señor, 

Me excuso por haber tardado tanto en escribirle; recibí sus dos cartas del 6 de julio y el 11 de agosto, pero, habiéndome ausentado durante algún tiempo (lo que no me ocurre sino muy raramente), me encontré con ellas a mi vuelta. Se ha acumulado tanta correspondencia durante este tiempo que ahora ya no sé muy bien cómo llegaré a salir de ello; así que voy a quedar obligado, por hoy, a resumir un poco mi respuesta, pensando que por lo menos esto es mejor que retrasarla todavía más… 

Sidi Ibrahim me ha hablado también, por su lado, de lo que le había escrito usted respecto al sentido de la petición que habíais dirigido a Clav.; tanto mejor si todo está explicado ahora, pero me pregunto verdaderamente ¡cómo ha podido producirse un malentendido semejante! – A propósito de esas manifestaciones "alquímicas" de la que me habla, en resumidas cuentas no veo nada imposible en que ciertas cosas tomen a veces esta forma especial; pero pienso que en el fondo hay que ver más bien en ello simplemente un modo de expresión particular, y que las mismas cosas podrían al fin y al cabo traducirse también de un modo diferente, que no tuviera nada de específicamente alquímico; por otra parte, no creo que este simbolismo pueda llegar a aplicarse a estados informales. 

La división que usted considera entre los iniciados, en relación con la realización metafísica, es ciertamente justa; pero es evidente que es el paso a la realización efectiva (3er. grupo) lo más raro y difícil de obtener, sobre todo en unas condiciones como las de la época actual, en la que casi todo es un obstáculo para ello. 

El Sr. Vâl. no me ha escrito hasta ahora, como usted me anuncia, sobre el tema de Maglavit y otras cosas más o menos similares a las que usted alude; debo pues esperar aún para saber más exactamente de qué se trata… 

En cuanto a la "Guardia de Hierro", lo que me dice no me parece completamente tranquilizador; desconfío siempre de ciertas "revelaciones" y "misiones" (no he visto sino demasiadas cosas de esa clase); y no pienso que actualmente un movimiento "exterior" cualquiera, en Europa, pueda realmente estar fundado sobre principios tradicionales. Me parece lo mejor el mantenerse todo lo posible al margen de todas esas actividades, que no pueden ser más que inútilmente peligrosas. Habría que entenderse por otra parte sobre el sentido exacto de lo que llama usted una "restauración shivaíta"; no pienso que ello deba implicar forzosamente un uso exterior de la violencia… 

Nunca he oído decir que Anatole France haya estado ligado a nada que fuere; es probable que haya servido simplemente de "instrumento" como muchos otros; lo que de consciente había en él era sobre todo asunto de "erudición", y de una erudición que llegaba a veces hasta un verdadero plagio. 

Aquello de lo que le hablé con respecto a la Sra. Lazar tuvo lugar en 1925, según nuevas informaciones; parece pues que corresponde bien al asunto del castillo de Huniade. – En cuanto al rol de la reina Isabel, parece en efecto bien extraño; pero ¿hasta qué punto piensa usted que haya podido tener conciencia de él? Los "clarividentes" a menudo juegan el papel de los engañados aún más fácilmente que los demás… 

Por lo que se refiere a la respuesta de B. Z. con respecto a la venida del "Gran Instructor", esta es verdaderamente singular, pero, aparte de la indicación de la fecha, poco clara acerca de muchos puntos. Me pregunto cuál puede ser el "gran acontecimiento astronómico" del que se trata; veré de hallar alguna información sobre ello, tanto más cuanto que esto tal vez podría aclarar al mismo tiempo el pasaje en el que se trata de la Virgen… En cualquier caso, algunas observaciones que he hecho en estos tiempos ya me dieron a pensar que B. Z. podría muy bien contar con una utilización especial de la astrología en sus proyectos. – La designación del "Compasivo" parece no ser otra cosa que la traducción del nombre de Maitreya; ¿hay en ello simplemente una "adaptación" a las concepciones teosofistas? Lo que no parece dudoso es que el personaje sea el mismo que el pretendido "Rey del Mundo" que tendría actualmente 16 años; pero, si en realidad se trata de lo que usted piensa, el papel de los árabes no podría ser otro que el de combatirlo; la tradición islámica es totalmente formal sobre ello. Solamente, me parece que se intenta provocar confusiones entre unas manifestaciones de carácter opuesto, que deberán producirse quizá simultáneamente o casi; por otra parte, ¿no debe ser Arm. de alguna manera una "parodia" mesiánica? – En cuanto al teatro de su acción, no comprendo muy bien por qué no sobrepasaría vuestro país; hago notar solamente que se dice "hacia el Norte", no "hacia el Oeste" como parece usted interpretarlo. – En fin, por lo que se refiere al nombre "Hombre blanco", me parece que también se relaciona con la "falsificación" (como el número de 12 de quienes le asistirán), ya que el color blanco siempre se ha atribuido simbólicamente a los centros espirituales. 

Lo que es igualmente bastante inquietante, son ciertas concordancias con esas "profecías" que se dicen basadas sobre las medidas de la Gran Pirámide; tal vez haya oído usted hablar de esto. También hay ahí cosas de un carácter totalmente sospechoso; recuérdeme que le hable de esto una próxima vez… 

La 7ª forma tradicional que añadir a las que usted enumera es el Mazdeísmo; pero debo decir que no me refiero a los parsis, que no han conservado más que fragmentos más o menos incoherentes de él, aunque esto sea todo lo que se conoce ordinariamente como Mazdeísmo. 

Crea, le ruego, estimado señor, en mis mejores sentimientos. 

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facsimilEl Cairo, 10 de noviembre de 1936. 
Estimado señor, 

He aquí que hace tiempo en efecto que no había tenido noticias suyas, pero pensaba que sin duda no había regresado usted a Bucarest. – En cuanto al Sr. Avr., me ha explicado efectivamente el cambio en sus intenciones, pero hace mucho tiempo también que no he recibido nada de él. 

Sobre el tema de la comunicación de B. Z. he intentado por varios lados obtener alguna información sobre el "gran acontecimiento astronómico" del que hablaba, pero nadie ha podido descubrir nada realmente importante en este orden; sigo pues sin saber qué pensar de ello… – Con respecto a Z., tal vez ha visto usted que recientemente se había hecho correr el rumor de que se estaba muriendo e incluso de que había muerto; por otra parte no es esta la primera vez, y todo ello ha sido desmentido seguidamente por T. S. F. 

Con respecto a las historias de la Gran Pirámide, verá usted en E. T. de este mes mi reseña del libro en cuestión; parece que este ha tenido un éxito increíble y que se venden miles de ejemplares, gracias por otra parte a una propaganda demasiado sabiamente organizada como para no ser asimismo bien sospechosa… Una vez que lo haya leído usted, ya me dirá si tiene preguntas acerca del tema sobre las que quisiera especialmente algunas aclaraciones. – Continúan apareciendo por todas partes predicciones sobre la entrada en una "nueva era" en este fin de año; eso debería ser el "fin de la gran tribulación", y, con el cariz de los actuales acontecimientos, verdaderamente no se percibe hasta el momento nada de ello… Sea como fuere, mi impresión es desde luego que se quiere hacer que ocurra "algo" alimentando todas estas sugestiones, que desgraciadamente influyen con demasiada facilidad sobre la mentalidad de nuestra época… 

Se dice aquí que Gog y Magog son pueblos que viven bajo tierra, y que saldrán poco antes del "fin de los tiempos"; cosa bastante curiosa, es que tan pronto se los ve como enanos, tan pronto como gigantes, y no es este el único caso en que estas dos ideas que parecen opuestas se encuentran en cierto modo confundidas… 

Se habla siempre de 7 Polos secundarios, aunque, naturalmente, su correspondencia haya cambiado según los periodos. El "Rey del Cielo" puede haber sido uno de ellos, pues desde luego las designaciones que convienen en primer lugar al Polo supremo pueden aplicarse también a sus representantes en relación con esta o aquella forma tradicional. – El Mazdeísmo verdadero casi no existe ya más que en el Turquestán; no tiene ninguna relación con los parsis de la India, que sólo han conservado algunos fragmentos de su tradición (esto es todo lo que de él se conoce en Europa), y son generalmente muy ignorantes y muy "modernizados". Parece igualmente que también hay mazdeos en la misma Persia, en ciertas partes poco accesibles de la provincia de Mazanderan, lo sé por el hijo de un antiguo gobernador de esa provincia, quien por otra parte se había sorprendido mucho cuando hizo este descubrimiento. 

Napoleón había sido iniciado en Malta (en 1798 si no me equivoco) en la Masonería y puede que también en alguna otra cosa más; cuando llegó aquí, se adhirió al Islam y tomó el nombre de Alí, hecho que parece bastante poco conocido. Las Logias militares que existían en la mayor parte de sus regimientos parecen haber jugado, sobre todo en Alemania, en sus conquistas, un papel quizá mayor que el de las propias batallas; la rendición de las poblaciones se trataba bien a menudo entre estas Logias militares y las Logias locales. – Su rol habría debido ser el de realizar una especie de unificación, que tendría incluso un lazo con Oriente (a través de Egipto si la cosa hubiera triunfado por ese lado). Es difícil decir con exactitud cuándo comenzó su "desviación", pero lo cierto es que esta había llegado a ser definitiva cuando su divorcio y segundo matrimonio. 

El papel de Enrique IV puede explicarse muy bien por la educación protestante que había recibido. En cuanto a Richelieu, quien consumó la destrucción del feudalismo, es probable que haya sido instrumento de algo que podría muy bien tener que ver con la c.-in.; pienso en el papel desempeñado en relación con él por ese personaje al que se sobrenombra la "Eminencia gris", y que parece no haber sido nunca bien clarificado… – A propósito de los Borbones, ¿sabe usted que los Médicis eran de origen judío? Descendían, como por otra parte indica su nombre, de una familia de médicos judíos establecidos en Florencia. 

Lo que ha reunido usted con respecto al Monte Kaliman es verdaderamente bien curioso también; pero ¿qué quiere decir el nombre "Nedeia"? – La historia de la "Oca de oro" es particularmente significativa, en efecto; esto me recuerda otras historias relacionadas con "tesoros subterráneos"; he oído hablar de "asientos de oro" ocultos en grutas, tanto en Francia como en Africa del Norte; en Provenza, hay también la historia de una "cabra de oro", y el simbolismo de la cabra, en esta conexión, parece tener una importancia bastante grande; pero, en lo que se refiere a la oca, su interpretación me parece totalmente justa. – Las demás cosas concernientes a esos bandidos, la hierba, etc., son bien extrañas también; y lo más sorprendente es que todo esto se haya mantenido hasta una época tan reciente. Ahora, la pregunta que se plantea delante de todo ello es sobre todo esta: ¿hay todavía actualmente alguien que conserve conscientemente el depósito de la tradición dácica? Parece claro que sería esta la condición esencial de la posibilidad de "renacimiento" que usted visualiza. 

Por lo que se refiere a su otra pregunta, pienso que las ventajas de la contemplación apoyada por medios tales como el dhikr son en efecto las que usted dice, y que por consiguiente conviene aprovecharlas; la contemplación pura y simple puede parecer algo más directo, pero de hecho, en cuanto a los resultados a obtener, es más bien lo contrario lo que puede tener lugar en muchos casos. Sin duda, no hay que generalizar nunca, pues los mismos medios no convienen igualmente a todo el mundo; pero, casi siempre hay que observar por lo menos una cierta "gradación" y proceder en cierto modo por etapas. Por eso me pregunto si una contemplación directa de Parama-Shiva, como usted dice, aún siendo posible en principio, puede ser muy "practicable"; en cuanto al despertar de la Shakti, va de suyo que no es sino un método entre los otros, y sin duda uno de los más peligrosos… Pero no sólo es ese el que es "tántrico": este término tiene en realidad un sentido mucho más amplio que lo que se piensa habitualmente, y también, hay que decirlo, menos netamente delimitado. 

Crea, le ruego, estimado señor, en mis mejores sentimientos. 
 

Continuación
 
 
 
H. Austral. Enciclopedia de Diderot, Astronomía, pl. IX
 
 
René Guénon
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