Symbolos n° 29-30 : Celebraciones

En su Carta editorial, Josemanuel Río señala desde el principio que este número doble va a celebrar más de un aniversario, además del que corresponde al nacimiento de la revista Symbolos hace quince años. Aprovecha para dirigir, por su parte y por parte de otros colaboradores, un vibrante homenaje a Federico González por su obra, a la cual deben todo lo que han "comprendido, escrito y enseñado", así como los trabajos que su Maestro "realiza desde hace más de treinta años", trabajos gracias a los cuales han podido "beneficiarse de esta increíble posibilidad que constituye la Tradición Hermética" y de todo el simbolismo que yace de estas enseñanzas (p. 9).

"La verdadera novedad, en todo ello, está pues en la actualización asombrosa en el interior de la conciencia, de aquello a lo que el símbolo se está refiriendo aun cuando ya lo hiciera directamente desde siempre, cosa que no podríamos saber fehacientemente en su plenitud, aunque lo presintamos, hasta la irrupción de lo sagrado por sí mismo," (p. 10).

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A partir de finales de 1978, el grupo de Federico González se da a conocer a través de pequeños cursos y conferencias impartidos en Barcelona, y el éxito desemboca en la formación del Centro de Estudios de Simbología, que se presenta como "un organismo dirigido a adquirir el Conocimiento por medio de una búsqueda a través de la investigación en los códigos de distintos pueblos y culturas (…). No se trata, sin embargo, de una acumulación enciclopédica de información o de una erudición vana (…). Más bien se buscaría el despertar, en el estudiante, la posibilidad de la comprensión del símbolo", especialmente con la ayuda de las "culturas tradicionales de la Antigüedad" (p. 11). Hay un esfuerzo constante asimismo por corregir las falsas perspectivas espirituales, provengan éstas de impulsos afectivos o bien de creencias demasiado materializadas. Así pues, en cuestión de dirección en la vía iniciática, hay que insistir en que "el verdadero Maestro es una energía celeste que se hace en nosotros (…). El auténtico Maestro es divino: es el Cristo interno como lo fue para los cristianos primitivos, y como lo es para todos los que no tienen una visión infantiloide de las cosas" (p. 12).

En Diciembre de 1979, el CES se retira "al exilio interior y voluntario", pero también "por desconfianza en la institucionalización" (p. 14). Se manifestará de nuevo en Enero de 1982 (p. 15).

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En las aproximadamente seiscientas páginas de Celebraciones de este número doble de Symbolos, se desea "destacar la originalidad de la obra de Federico González, es decir sus características propias" en el ámbito de lo sagrado que es el de la Tradición Universal. He aquí un corto resumen:

"En cuanto a la escritura, el lenguaje directo, sencillo en la medida de lo posible de acuerdo al temario del que se trata (…). El orden en el discurso, en el que puede advertirse una didáctica de fondo, observándose también la reiteración de una estructura circular (…). La unidad de pensamiento", de hecho (p. 16).

"En cuanto al contenido, la visión de conjunto de las diversas disciplinas esotéricas (…). Una vía simbólica de acuerdo con la Tradición Hermética (…) y la Tradición Unánime". Perspectivas sobre la Cábala cristiana y el Tarot. "La reforma de la Masonería por el regreso a sus orígenes tradicionales (…). El Renacimiento, la Filosofía y la Mitología griegas (…), Platón y el Neo-Platonismo". Todo ello, "en un orden estrictamente guenoniano", sin hablar de un "Cristianismo evangélico que destella a lo largo de toda la obra". Finalmente, "una interpretación verdadera de Guénon, efectuada desde el punto de vista hermético y del de la Cosmología y de la Ontología como soporte de la Metafísica. Basada en un conocimiento directo de aquello a lo que ella se está refiriendo, e iluminando muchísimos de sus aspectos ocultos (…). Énfasis sobre el No-Ser y sobre la diferencia entre Metafísica y Religión (…). Simbolismo Precolombino (…). La ciclología como vía de conocimiento (…). Importancia dada al libro (…) como soporte del Conocimiento propia de la Tradición Hermética y la Alquimia" (p. 17).

"Todos estos aspectos aparecen de un modo u otro en las aportaciones que constituyen el monográfico de este año" del que vamos a ofrecer un breve resumen.

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En su artículo, "20 años no son nada", Josep M. Gràcia se refiere a las Editoriales de la Revista. En "La Rueda, una clave de acceso al sí mismo", Antonio Guri nos habla de este sorprendente trabajo, primera publicación del director de Symbolos. Mireia Valls consagra su "Manifiesto sobre el Programa Agartha" al trabajo colectivo Introducción a la Ciencia Sagrada que Federico González nos propone junto con Francisco Ariza, F. Trejos, J.M. Río, L. Herrera, Mª V. Espín y Mª A. Díaz, trabajo retomado en Symbolos 25-26. En "El brillo del icono", Alicia Wiechers escribe  "sobre la celebración del arte y la belleza". "Glosa sobre El Simbolismo Precolombino" es un comentario detallado que nos ofrece Rosa Mª Quílez Domínguez sobre este libro de Federico González. Homero Moreno es el autor de "La Tradición en América, (non) plus ultra".

Viene a continuación la importante participación de Francisco Ariza, intitulada "Federico González: La Tradición Viva", donde se habla de todos los libros del autor. La contribución de Marc García lleva por título "Guénon en la obra de Federico González". "La Buena semilla" es el artículo donde Ester Llecha comenta sobre el libro de Federico González, Esoterismo Siglo XXI, en torno a René Guénon. Finalmente, Mireia Valls, en "Las Utopías del Renacimiento, Esoterismo y Símbolo", nos habla del "libro espejo, fuente y cauce para el conocimiento de sí mismo" (p. 381), y que constituye el trabajo más reciente del director de Symbolos (p. 18).

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Josemanuel Río acaba su Carta al Lector con una verdadera profesión de fe. "Nuestro agradecimiento, dice, va dirigido a quienes constantemente nos preceden, a los cuales nos une la Cadena Áurea que ellos han manifestado para nosotros, y para quién si no? (…). Encontramos la verdad de sus palabras al reconocer lo que nos dicen gracias al tejido permanente del Noûs que une todas las cosas entre sí y nos desvela paulatinamente su íntima esencia"…

"Fraternalmente unidos a las voces que invocan y despiertan a la Diosa Memoria donde quiera que ellas hablen, comulgamos en una unidad de pensamiento trascendente que ha dado lugar a la Ciencia Sagrada y que en nuestro caso, hemos conocido –y seguimos aprendiendo– gracias a la enseñanza y obra de quien es el director de esta publicación, Federico González, quien en su momento indicó también la de René Guénon, al cual él mismo ha señalado, ya lo saben nuestros lectores, como guía intelectual de todos nosotros".

John DEYME de VILLEDIEU
Traducción: Anna Contreras