SYMBOLOS
Revista internacional de 
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PAR - IMPAR (2)
V
eamos ahora un ejemplo de cómo les fueron dados los Números del Calendario del Cielo a los Héroes civilizadores, según recoge un mito de la tradición extremo-oriental.

"¡Ah! ¡es de manera misteriosa que el Cielo fija a los hombres de aquí abajo los dominios en los que unos y otros vivirán en armonía! ¡Y yo no sé nada del orden que rige las relaciones regulares (de los seres)!"

– "Antiguamente Kouen obstaculizó las Grandes Aguas y arrojó la confusión sobre los 5 Elementos; al no habérsele entregado al Soberano, que temblaba de cólera, las 9 Secciones del Hong fan10, las relaciones regulares (de los seres) se pervirtieron. Pero Kouen [monstruo nefasto y tortuga de tres patas (las tortugas representan tan bien el Mundo que figuran necesariamente en los mitos en los que se ve a un Héroe trabajar para consolidar el orden universal; si algún Genio malvado, rompiendo una de las columnas del Mundo, y no dejándole más que tres, hace bascular el Cielo y la Tierra y libra el Universo al Diluvio, un Genio bienhechor puede restablecer la estabilidad volviendo a darle al Mundo cuatro columnas hechas con las patas cortadas de una tortuga)] pereció ejecutado en las Gradas del Mundo y Yu accedió al poder. El Cielo, entonces, entregó a Yu las 9 Secciones del Hong fan y las relaciones regulares de los seres volvieron a encontrar su orden."

"(...) Esto no significa que el Cielo ofreciera a Yu una disertación en nueve puntos. (...) Hong fan quiere decir "gran modelo" o "plan supremo". ¿Qué podían representar las Rubricas del Gran Plan, sino una agrupación de símbolos capaces de suscitar lo real así como de imponer al espíritu las ordenaciones de categorías que evocan el orden universal? Dispuestas alrededor del número 5 (emblema del poste soberano y centro del Espacio), ¿qué podían ser estas 9 Rúbricas numeradas, sino, simplemente, los 9 primeros símbolos numéricos?"

"Ciertamente, lo que el Cielo dio a Yu, no fue la glosa del texto, sino su misma letra, o más bien su cifra: fue, modelo a descifrar, imagen hecha de números, el Mundo mismo."

"Sabido es que Yu el Grande, como convenía a un Fundador o a un Demiurgo, fue a la vez un maestro de forja11 y un maestro agrimensor. Recorrió y midió las 9 Montañas, los 9 Ríos, los 9 Marjales, ordenando el suelo que se pudo al fin cultivar, es decir, que se dividió en campos, los cuales eran cuadrados y divididos en 9 cuadrados: en suma se nos dice, Yu dividió el Mundo en 9 Regiones."

"También poseía 9 Trébedes. Los 9 Pastores ofrecieron el metal en tributo y, sobre sus calderas, Yu pudo dibujar los "emblemas" de los seres de todos los países, ya que estos "emblemas" le fueron remitidos a título de homenaje por las 9 Regiones. El poder incorporado en ellos mediante estos símbolos era tal que los 9 Calderos valían el Mundo, gracias a ellos, reinaron el orden y la paz en todo el Universo: los diversos seres se mantuvieron quietos en sus dominios, de tal modo que fue posible recorrer sin peligro los 9 Marjales, los 9 Ríos, las 9 Montañas (...). Así fue asegurada "la unión de lo Alto y de lo Bajo" y "recibido el favor del Cielo". A Yu, que poseía con sus 9 Trébedes una imagen del Mundo y el poder sobre el Mundo, el Cielo transmitió las 9 Rúbricas (las 9 secciones del Hong fan)."

"El diálogo que abre el Hong fan expresa ciertamente la idea de que la ordenación del Universo implica una repartición de las cosas y de los hombres, la cual puede traducirse tanto por una ordenación en 9 Rúbricas como por una distribución en 5 Elementos."

"A los 5 Elementos está destinada la Rúbrica 1. No olvidemos que (1) la unidad simple no difiere del (10) la decena, unidad plena. Los 5 Elementos constituyen un total. A cada uno de ellos debe pues corresponder un valor numérico12. Esto es precisamente lo que dice la sección I del Hong fan:

'I: 5 Elementos. 1: Agua; 2: Fuego; 3: Madera; 4: Metal; 5: Tierra', entendiendo que el Agua viene la primera y el Fuego el segundo porque 1 y 2 expresan de manera emblemática la esencia y el rango que le son propios. 1, 2, 3, 4 y 5 deben ser contemplados como índices que especifican el valor de los diferentes Elementos13."

"El Hong fan se propone, evocando una progresión de categorías, revelar la constitución del Universo. Cuando, para comenzar (sección I), indica una repartición en elementos, está emprendiendo a describir un dispositivo espacial, y lo describe marcando, si puedo decir, las etapas de su construcción."

"En efecto, la enumeración que determina a la vez el dominio y el valor numérico de los diferentes Elementos reproduce el trazado de un templum y marca los tiempos de la operación. El Agua [= Norte = 1 (= 1 + 5 = 6)] y el Fuego [= Sur = 2 (= 2 + 5 = 7)] se oponen en las dos extremidades de la rama que se dibuja primera y que se traza verticalmente comenzándola por lo Bajo [= Norte = Agua] (...) para ir hacia lo Alto [= Sur = Fuego]; la Madera [= Este = 3 (= 3 + 5 = 8)] y el Metal [= Oeste = 4 (= 4 + 5 = 9)] se enfrentan en los dos extremos de la segunda rama que corta perpendicularmente a la primera y debe trazarse horizontalmente yendo de la Izquierda [= Este = Madera] a la Derecha [= Oeste = Metal]; la Tierra [= Centro = 5 (que equivale a 10 = 5 + 5)] ocupa el punto central que la cruz sirve para determinar y que define el lugar del Jefe.

"Ligados a los Elementos, los Emblemas numéricos no pueden imaginarse sin que se les vincule también a Espacios y Tiempos concretos. (...) Pero, además, la imposibilidad de concebirlos fuera del Espacio-Tiempo concreto (...) tiene como consecuencia arrancar los emblemas numéricos de la disposición lineal abstracta que parece exigir el carácter ilimitado de su serie. Se ven forzados a ordenarse en forma de ciclo (...)."

"Es mediante los números que conviene representar los sectores lógicos, las categorías concretas que componen el Universo. Y si se pretende representarlos conforme a su esencia y a ese orden constitucional que el Hong fan llama –las relaciones regulares de los seres–, es con ayuda de la disposición de los números que se piensa llegar a ello (...)".14

"Yu, que era hijo de Kouen, mas un Héroe perfecto por la virtud como por el cuerpo, restableció el buen orden. Supo encontrar la gloria en trabajos míticos que se vinculan al tema del Mundo salvado de las Aguas: una tortuga debía pues figurar en su historia. Yu el Grande, en efecto, redujo las Aguas y disciplinó los Ríos. Por lo tanto pues, un caballo-dragón o el mismo Río, dios con cuerpo de pez o de tortuga, debió de salir del Río Amarillo y entregarle la Tabla del Río (Ho t'ou); una tortuga debió de salir del río Lo para presentarle el Lo chou (Escrito del río Lo) que es –dice la tradición– el Hong fan."

"Imagen del Mundo, una tortuga trajo a Yu esta imagen, a Yu quien, él mismo, por su voz, su talla, su paso, podía servir de patrón a todas las medidas: a todo lo que los números están destinados a evocar. Como los 9 Trébedes de Yu, las imágenes salidas de las Aguas fueron conservadas, dice la historia, en el tesoro de los Reyes, Hijos del Cielo; ellos figuraban entre las garantías y los principios de su poder; cuando pereció la Realeza, los Trébedes se desvanecieron en las Aguas y nadie sabe lo que fue entonces del Ho t'ou y del Lo chou (...). El Lo chou y el Ho t'ou no reaparecieron más que bajo los Song, en el siglo XII de nuestra era (...)".

"(...) el Lo chou y el Ho t'ou de los Song (...) son ordenaciones de números; tras largos siglos de civilización brillante, los entendidos chinos no dejaban de atribuir a los emblemas numéricos la función de representar el Universo (...)".

"El Ho t'ou de los Song representaba [mediante círculos blancos (yang) o negros (yin) según que sean impares o pares] los diez primeros números dispuestos en cruz, con 5 y 10 en el centro (fig. 3): ésta es (...) la disposición que, para los emblemas numéricos de los Elementos, Orientes y Estaciones, suponen el Yue ling15 y la primera sección del Hong fan. En cuanto al Lo chou, el diagrama que pretende restituirla se inspira en los datos formalmente testimoniados desde la época de los Han16. En este diagrama (fig. 4) (...), los 9 primeros números están dispuestos aquí en cuadrado mágico (alrededor del 5) – así como se podía prever para una tabla del Mundo ofrecida (por intermedio de una tortuga) a un Héroe que dividió la Tierra (cuadrada) en 9 Regiones (cuadradas)."

 


" Yu, para organizar el Mundo, lo midió. Lo recorrió efectivamente. Los soberanos que no son Fundadores se contentan, como se sabe, con circular en la Casa del Calendario. Su circumambulación sobre el emplazamiento sagrado del Ming t'ang basta para ordenar el Espacio y el Tiempo y mantener un exacto vínculo de las Estaciones y los Orientes."

"Redondo en su techo de bálago y cuadrado en su base, el Ming t'ang es una imagen del Mundo – tan perfecta como pueda serlo una tortuga."

"(...) en el Ming t'ang, el Espacio, –en el cual la circulación real debe suscitar la aparición del ciclo completo de días que compone un año–, no se divide más que en 5 dominios denominados (y consagrados a los 5 Elementos) de los cuales uno corresponde al Centro y al pivote del Tiempo, mientras que los otros 4 representan los Orientes y las Estaciones reales. Y sin embargo, en el Ming t'ang, también se encuentran dispuestos, de manera que corresponda a 12 estaciones reales propicias a la promulgación de las ordenanzas (yue ling) que convienen a los 12 meses, 8 emplazamientos, de los cuales 4 ocupan posiciones angulares y los otros 4 (únicos denominados) posiciones cardinales. Esta ordenación del Espacio sagrado puede expresarse mediante dos disposiciones arquitectónicas; ambas fueron preconizadas, en la época de los Han, por los entendidos que pretendían suministrar a los Emperadores los planos verdaderos de un Ming t'ang. Según unos, la Casa del Calendario debía dividirse en 9 salas; según otros, no comprendía más que 5 construcciones o habitaciones."

"Hecho de habitaciones contiguas o de construcciones independientes, el Ming t'ang de 5 salas (fig. 5) dibuja una cruz simple inscrita en un cuadrado (o un rectángulo); el Ming t'ang de 9 salas (fig. 6) ocupa completamente este cuadrado; pero, comprendiendo ambos una sala situada en el centro y, si puede decir, sin vistas, ambos poseen igualmente 12 caras al exterior: en efecto, cada una de las salas cardinales del Ming t'ang en forma de cruz tiene tres fachadas exteriores (4 x 3 = 12), mientras que, en el Ming t'ang cuadrado, estas mismas salas no tienen más que una fachada, teniendo las cuatro salas en ángulo, en cambio, fachada doble [(4 x 1) + (4 x 2) = 12]. Las dos disposiciones arquitectónicas convienen tanto una como la otra si se trata de disponer alrededor de un centro 12 vistas o 12 estaciones cíclicas."

"De hecho, los dos sistemas de construcción no se oponen sino porque tienen por objeto traducir dos disposiciones diferentes de los números."

"(...) El Ming t'ang de 5 salas es concebido, se ve, para evocar la disposición de los números en cruz simple que el Ho t'ou de los Song debía ilustrar y que el Hong fan implicaba ya."

"(...) el Ming t'ang de 9 salas tiene igualmente una base numérica (...) cuya tradición se halla defendida por el Ta Tai li ki. Esta obra, precisamente, destina a cada una de las 9 salas (como el Hong fan a cada una de las 9 Rúbricas) uno de los 9 primeros números, y, estos números, los enuncia en un orden (2, 9, 4; 7, 5, 3; 6, 1, 8) que supone una ordenación en cuadrado mágico (fig. 7). Esta disposición (que es la del Lo chou de los Song) (...) parecía constituir una imagen del Mundo que importaba encontrar en el plano del Ming t'ang (...)"17.

Veamos ahora por otra parte, a modo de comparación, otro ejemplo de "entrega" de los números a los hombres, esta vez perteneciente a la cábala, tomado del Sefer Yesirah, o Libro de la creación, atribuido al patriarca Abraham, en cuyo capítulo I está escrito:

"I-1; Con 32 senderos (...) creó Su universo, con tres libros (Sefarim), con texto (Sefer), con número (Sefar) y con comunicación (Sippur). I-2; Diez Sefirot (...) y 22 letras (...) Tres Madres, Siete Dobles y doce Elementales (...); I-7; Diez Sefirot (...), su fin está contenido en su principio y su principio en su fin (...). Porque el Maestro es único, no tiene segundo, y antes del Uno ¿qué se puede contar?"18

Y comenta aquí A. Kaplan:

"Aunque se dice que las Sefirot representan los diez dígitos básicos, de hecho no son números. Más bien son las fuentes en las que los números se originan";

lo cual equivale a contemplar a las diez sefirot, que se corresponden a los diez primeros números, la década, como los principios, mediante los que se determina el cosmos, o como las categorías que componen el Universo.

Otro ejemplo más de esta "entrega", al que se ha aludido ya antes cuando se ha tratado del diagrama del T'ai ki, lo constituye la tétraktys (1 + 2 + 3 + 4 = 10) perteneciente a la tradición órfico-pitagórica.

Por otra parte, el tema del hieròs gámos, del que se ha empezado a hablar al comienzo poniendo algunos ejemplos, como el del diagrama del T'ai ki, domina también como se va a ver la mitología de la tradición extremo-oriental, la cual presenta la oposición de sexos, como aspectos complementarios a modo de Pareja, enfrentándose para unirse.


Una (vez) Yin, una (vez) Yang (yi Yin yi Yang) esto es el Tao!" 19. "Una (vez) frío, una (vez) calor" o "un (tiempo de) frío, un (tiempo de) calor". "¡Una (vez) cerrada, una (vez) abierta, éste es el ciclo de evolución (pien)! ¡un vaivén (wang lai) sin término, ésta es la interpenetración mutua (t'ong)!"20. "Un (tiempo de) luz, un (tiempo de) oscuridad (yi ming yi houei)"21. "Aquí de lo tenue, allí de lo pesado" o "Primero de lo agudo, después de lo grave (yi ts'ing yi tchouo)"22. "El Yin y el Yang conciertan (tiao) y se armonizan (ho)"23. "Esta unión armónica, esta acción concertante (tiao ho) a la que se imagina asir en el fondo de toda antítesis y que parece presidir la totalidad de contrastes que constituye el Universo es la que se atribuye a la pareja Yin-Yang" 24. "El macho y la hembra mezclan sus esencias (tsing = líquidos sexuales) y los diez mil Seres se producen"25. "¡Un (aspecto de) dragón, un (aspecto de) serpiente!26 exclama Tchouang tseu, cuando quiere dar la fórmula de una vida bien regulada; nadie puede sustraerse a la ley universal del ritmo27; el Sabio sabe doblegarse a un régimen alterno hecho de actividad liberada y de retiro restaurador."

Lo mismo expresa el hermetismo mediante el matrimonio del Rey (azufre de los sabios u oro filosófico) y de la Reina (agua mercurial de los filósofos), o mediante la operación solve et coagula, equivalente también al "atar y desatar" del cristianismo.

"Los juegos del Yin (hembra) y del Yang (macho) tienen por principio una inversión de atributos (par e impar) que resulta de un cambio hierogámico.

"Mientras que los números del ciclo duodenario [llamados las doce ramas (tche)] están dispuestos, uno por uno, en el contorno de un círculo [lo redondo se tiene como significativo del Cielo, simbolizado por 3 (macho, yang, impar)], y los números del ciclo denario [llamados los diez tallos (kan)] están agrupados en cinco binomios, cuatro parejas que marcan los puntos de una cruz [la escuadra y el cuadrado se tienen como significativos de la Tierra, simbolizada por 2 (hembra, yin, par)] y la quinta el centro, a los primeros se les califica de terrestres (ramas terrestres: ti tche) y a los segundos de celestes (troncos celestes: t'ien kan). Esta inversión significativa atestigua la interdependencia de los dos ciclos."28

"Por otra parte, esta fórmula de la tradición extremo oriental, tomada a los etimologistas indígenas, puede resumir la concepción china de los números: Para explicar que un brujo pueda ser designado por el emblema gráfico (wou) que significa 'bruja', pero que merece, por otra parte, poseer una designación (hi) que le sea propia, dicen: la bruja es yin, el brujo es yin-yang. La expresión yin-yang nunca ha dejado de designar al brujo, y el brujo no ha dejado tampoco, privilegio que tiene de la práctica de la hierogamia, de ser hombre y mujer a la vez, y mujer a voluntad. Lo Impar contiene a lo Par y puede producirlo. En él y por él se mutan lo Par y lo Impar."29

"Los números, pares e impares, tienen como primer empleo distribuir el conjunto de las cosas en las categorías Yin y Yang. A esta función clasificadora se une inmediatamente una función protocolar. El Yang supera al Yin: lo Impar es una síntesis de lo Impar y de lo Par."30

"Lo Par no es siempre más que una proyección doble (derecha e izquierda, yin y yang) de lo Impar. Ni lo Impar, ni la Unidad se añaden a lo Par. Ellos centran lo Simétrico y lo transforman en Impar. Ni lo Impar, ni la Unidad se añaden a lo Impar: ellos transforman una disposición centrada en una ordenación simétrica. Estas mutaciones no son más que cambios de aspectos, cambios de formas, verdaderas metamorfosis: no parecen implicar un cambio cuantitativo. Por lo demás, todos los Pares valen igualmente como expresión de una disposición simétrica, y todos los Impares como expresión de una ordenación jerarquizada. También los Impares valen además como expresiones de lo Total, es decir de la Unidad contemplada bajo su aspecto más o menos complejo. Uno es lo Total, y todo Impar, que es una especie de Total, es Uno."

"Sin que haya motivo para pensar en una adición, sino más bien evocando un reparto diferente del conjunto, un cambio interno de organización, lo Impar opera el paso de lo Par a lo Impar o de lo Impar a lo Par. El paso de lo Par a lo Impar no es el de lo Ilimitado a lo Limitado o de lo Indeterminado a lo Determinado, es el paso de lo Simétrico a lo Centrado, de lo No-Jerarquizado a lo Jerarquizado. Este paso se hace sin sugerir representación propiamente cuantitativa. Lo Doble (Yin) y lo Indiviso (Yang), lo Cuadrado (Simétrico) y lo Redondo (Centrado) se producen uno a otro (cheng cheng), o más bien alternando rítmicamente. El ideal geométrico (representado por el célebre diagrama del T'ai ki, el Hecho supremo) sería una asimilación (sucediendo a una oposición) de lo Derecho y de lo Curvo, del Diámetro y de la Semicircunferencia, de 2 y de 3 [3 = 2 + (1)], es decir la prohibición de dar un valor a 1 31."

Aquí, la unidad se puede decir que no suma sino que opera, como si de metal alquímico se tratara, una mutación del Yin al Yang, y del Yang al Yin. Esta idea se liga también a la tendencia de los Chinos de ajustar los conjuntos y de determinar las proporciones reservando siempre en esta operación el juego de una unidad; reservando un juego en el conjunto, y la parte, del giro operativo, Obra real.

"Uno siempre es lo Entero, y Dos no es, en el fondo, más que la Pareja. Dos es la Pareja caracterizada por la alternancia (y la comunión, pero no la suma) del Yin y del Yang. Y Uno, lo Entero, es el pivote que no es ni yin ni yang sino por quien se halla gobernada la alternancia del Yin y del Yang; es el cuadrado central que no cuenta, pero que (como el cubo del que los autores taoístas dicen que, gracias a su vacío, puede hacer girar la rueda) gobierna el giro de la cruz; es lo Indivisible que no puede sumarse, ya que no es una síntesis de par e impar; es la Unidad que no puede valer 1 porque es Todo y que, por otra parte, no puede distinguirse de Dos, pues es en ella que se reabsorben todos los contrastes y oposiciones, pero que también se unen, la Izquierda y la Derecha, lo Alto y lo Bajo, lo de Delante y lo de Atrás, lo Redondo y lo Cuadrado, el conjunto del Yang, el conjunto del Yin. A un tiempo Unidad y Pareja, lo Entero, si se quiere darle una expresión numérica, se encuentra en todos los Impares y, ante todo, en 3 (Uno más Dos). 3 vale como una expresión apenas debilitada de la unanimidad."32

"Aparte la categoría de Pareja (ligada a la idea de enfrentamiento y de alternancia simples así como a la imagen de un eje lineal), todas las clasificaciones numéricas derivan de 3, lo Impar, creador de lo Cuadrado y emblema de lo Curvo, síntesis de lo Doble y de lo Indiviso, Número yin-yang, Número macho, principio de jerarquía, símbolo de lo Total numerado, primer Número33."

El juego de una unidad, al que se acaba de aludir, está presente también, como no podía ser de otra manera, en la música y la arquitectura chinas. La escala musical china, con su teoría de los Doce Tubos y de las Cinco Notas, a la que se ha comparado con las teorías musicales de los Griegos, y el Ming t'ang, la Casa del Calendario, del que se ha hablado ya antes, están constituidas por relaciones numéricas precisas –y sus geometrías respectivas– sujetas igualmente al juego de la unidad, y que ponen de manifiesto la alternancia de lo par y de lo impar. En esta operación, o fórmula numérica, 1 no suma sino que transmuta, a modo del oro filosófico en la alquimia. El manejo de los números, en la tradición extremo-oriental, es realmente una operación tanto aritmética como alquímica, o mejor dicho es una operación aritmético-alquímica, si así se puede decir, mediante la cual los números, como verdaderos principios que son, ordenan y jerarquizan los diferentes conjuntos, expresando todos el orden universal.


 
Cont. (3)

NOTAS
10 Hong fan, pequeño tratado que se considera comúnmente como el ensayo más antiguo de la filosofía china (hacia los siglos VI, V a. C.), cf. M. Granet, op. cit., p. 140 y 146.
11 Recuérdese igualmente a Tubalcaín y a Hiram Abbi, bíblicos.
12 Cf. M. Granet, op. cit., p. 141, nota 27, en donde se dice: "Los 5 Elementos, como se va a ver, valen respectivamente 1, 2, 3, 4, 5, es decir para su conjunto (5, emblema del centro, no debiendo, como se verá, ser contado) 1 + 2 + 3 + 4, o sea en total precisamente 10 (que equivale a 1). Obsérvese que esta fórmula es la misma que la de la tétractys pitagórica.
13 Ibid. p.141.
14 Ibid. pp. 143, 144 y 145.
15 Este tratado, el Yue ling, (cf. Li ki, C., I, pp. 330 sgs.), nos ha llegado en tres ediciones conservadas por el Lu che tch'ouen ts'ieou, Houai-nan tseu, y el Li ki.
16 Se verá más adelante que parece que ellos se remontan por lo menos al Hi ts'eu, obra apenas menos antigua que el Hong fan.
17 Cf. M. Granet, op. cit., pp. 149 a 152.
18 Aryeh Kaplan, Sefer Yetzirah, cap. I. Editorial Mirach, 1994.
19 Yi king, L., 355; cf. M. Granet, op. cit., p. 104, nota 174.
20 El Hi ts'eu; cf. M. Granet, op. cit., p. 105.
21 El Kuei tsang; cf. M. Granet, op. cit., p. 106.
22 Ibid. p. 107.
23 Tchouang tseu; cf. M. Granet, op. cit., p. 107. Ho y tiao evocan la idea de una armonía a la vez musical y sustancial (alimenticia) cuya imagen es el caldo; cf. M. Granet, Civ. chin., p.283.
24 Cf. M. Granet, La pensée chinoise, p. 108.
25 Yi king, L., p. 393; cf. M. Granet op. cit., p. 118, nota 213.
26 Tchouang tseu, El P. Wieger, Les pères du système taoïste, p. 369; cf. M. Granet op. cit., p. 116, n. 212. [Hay ed. castellana de la obra de Chuang Tsé: Chuang Tsé: Zhuang Zi. Ed. Kairós, Barcelona 1996.]
27 Como expresa también Eclesiastés 3.
28 Cf. M. Granet, op. cit., p. 131.
29 Ibid. p. 232.
30 Ibid. p. 231.
31 Ibid. pp. 233 y 234.
32 Ibid. pp. 232 y 233.
33 Ibid. p. 242.

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Notas
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