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Capítulo XVIII |
Se
pretende a veces que con el estudio de la abstracción comienza el
estudio del entendimiento humano en lo que éste tiene de especial;
esto no parece exacto ya que es muy verosímil que el niño,
antes de manifestar una [...] propiamente humana, y el mismo animal,
hacen abstracciones en cierta medida. Si se dice que estas son abstracciones
de un orden inferior, esto es una diferencia de grado, no de naturaleza. Lo que constituye quizás la mayor dificultad para un estudio de la abstracción es que no se da habitualmente a este término un sentido suficientemente preciso y que se le atribuye indistintamente varias acepciones muy diferentes; en el lenguaje corriente se llega a confundir una idea abstracta con la idea de algo no sensible, lo cual es propiamente absurdo, dado el sentido etimológico de la palabra abstracción. Otra confusión que es importante disipar es la siguiente: los psicólogos señalan de ordinario como el grado más elemental de la abstracción aquel que consistiría en distinguir una cosa de todas las otras con las cuales es dada simultáneamente, o sea, bien considerar un objeto aparte de los otros objetos que percibimos al mismo tiempo, bien contemplar en un objeto una cierta parte separada del conjunto al que pertenece. En realidad, no hay ahí ninguna abstracción, y no se puede decir que una parte de un objeto sea más abstracta que el propio objeto, ya que la parte y el conjunto al cual pertenece son de un mismo orden de realidad; hay motivo a propósito de esto para distinguir entre una idea extraída y una idea abstracta: la idea de la parte no es abstracta sino extraída de la idea del conjunto. Para que una idea sea verdaderamente abstracta, es necesario que no sea de una misma [...] que aquello de lo que ella está sacada: la abstracción propiamente dicha consiste en contemplar una cualidad de algo independientemente de este algo al cual pertenece y que es el sujeto de esta cualidad. Así, al percibir objetos blancos si contemplamos la blancura aparte de estos objetos, la contemplamos abstractamente y la idea de blancura es una idea abstracta. Debemos pues insistir sobre este punto que es esencial: la abstracción consiste en aislar mediante el pensamiento una cualidad del objeto al cual ella pertenece y no, como se dice a veces, en aislar una cualidad de un objeto de las otras cualidades de este mismo objeto. Estas dos definiciones serían equivalentes si se supusiera que un objeto no es nada más que la suma o el simple ensamblaje de sus cualidades, pero para mostrar la insuficiencia de tal concepción necesitaríamos abordar la cuestión metafísica de las substancias, lo cual estaría fuera de lugar aquí. Planteado esto, se puede contemplar diversos grados en la abstracción: así en lugar de considerar aisladamente una cualidad como la blancura, se puede considerar solamente un modo de esta cualidad, como el brillo de la blancura. Esta es en cierta manera una abstracción en segundo grado, ya que una calidad juega, con respecto a sus modos secundarios, un papel análogo al que juega un objeto con respecto a sus cualidades: este papel es, en ambos casos, el del sujeto lógico con respecto a sus atributos. Finalmente, se puede contemplar una semejanza, o una diferencia, o cualquier otra relación entre dos cualidades, o entre dos modos de una misma cualidad, como se hace entre dos objetos. La abstracción, en todos sus grados, es esencialmente análisis, y de manera general la atención juega aquí un papel muy poco importante; pero hay motivo para distinguir la abstracción espontánea no voluntaria, que puede ser muy poco complicada, y la abstracción voluntaria hecha con la intención de síntesis ulteriores. Traducción:
Miguel Angel Aguirre
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![]() LA GENERALIZACION |
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