Voz de Federico: “Crecer es una oportunidad y un derecho que todos los seres humanos poseemos. Si todo está en la mente y en el corazón del hombre es muy importante que éste reconozca su propia naturaleza y actúe de acuerdo a ella. A su nivel, no hay nada más importante que el hombre mismo. Y conociendo éste sus infinitas posibilidades, y también sus limitaciones, podrá hallar paz para sí, dicha en su trabajo y alegría general”.¹

Locutor: Con estas palabras de Federico González Frías saludamos a nuestros oyentes y les damos la bienvenida a Phoenix 33.

Sintonía del programa.

Locutor: Un nuevo programa en ivoox del Ateneo del Agartha que forma parte de una serie de audiovisuales concebidos con motivo del décimo aniversario del paso al oriente eterno de Federico González Frías, al que acabamos de escuchar.

Phoenix 33 es un programa al que hemos subtitulado Un viaje hacia la libertad, un viaje con nuestro maestro, amigo y compañero, quien transbordó a la barca de Anubis y Hermes hace ahora ya diez años para emprender una singladura, una navegación hacia la libertad absoluta más allá de las condiciones de espacio y tiempo que ciñen a nuestro estado del ser. Un viaje del que nos ha hecho partícipes a través de su magisterio y de su obra escrita, la cual va a ser el hilo conductor de los episodios de este programa.

Saludamos a nuestros invitados que están en la sala de grabación y también al público que nos acompaña en el estudio.

Quizás muchos de nuestros oyentes no conozcan a Federico, un autor cuyas obras sobre la ciencia sagrada, la simbólica tradicional y la metafísica en el sentido más profundo de la palabra no tienen parangón por más que sobre ellas se haya cernido un silencio tremendo desde los medios oficiales y académicos, y lo mismo sobre sus obras literarias y las piezas de teatro que escribió. Algo que es propio del tiempo oscuro en que vivimos en el que se suele matar a los mensajeros de la verdad para que el personal pueda continuar distraído. Cosa que en ningún momento disuadió a Federico de continuar con su labor, más bien todo lo contrario: o sea que lo que hizo fue redoblarla y multiplicarla hasta el fin de sus días entre nosotros. ¿Sabían que con casi ochenta años de edad escribió un diccionario de símbolos de 926 páginas a doble columna?

Voz del Ateneo: Leo unos fragmentos de la introducción al Diccionario:

“Gemini”, de Erroll Garner y sigue como fondo sonoro.

Voz del Ateneo: “Cada diccionario tiene el problema, en primer lugar, en la selección de los términos que se van a desarrollar. Más aún un diccionario sobre símbolos ya que éstos no sólo son múltiples sino también polivalentes, es decir tienen muchos significados que se superponen los unos a los otros sin que sean, por eso, todos igualmente verdaderos. Pero no es el momento de hablar estrictamente sobre símbolos, lo que el lector encontrará en la entrada correspondiente —y en todo el diccionario—, sino la de explicar las características de este tratado que hoy damos a luz”. (...)

“La palabra tratado, que acabamos de mencionar, aún puede ser equívoca porque debido a la razón apuntada más arriba creemos imposible tal tarea. Tampoco corresponde la de glosario o vocabulario ni pretendemos que este libro sea una obra de consulta para ser estudiada y buscada en los últimos estantes, almacenada como palimpsestos en viejas bibliotecas y tampoco que la tenga el estudiante en su mesita de noche, al lado de la cama, como en los hoteles americanos donde la Biblia cumple esa función”. (...)

“Por otra parte, la consulta a cualquier diccionario es siempre insuficiente y por eso hemos querido que este lexicón tuviera una estructura circular, cosa que se evita en otros diccionarios, donde se quiere expresar de una sola vez los conceptos vertidos, como si fuesen definiciones. Nosotros preferimos que una entrada lleve a otra y ésta a una tercera para que entre todas, cercando el tema, pudiera obtenerse la comprensión de lo que se informa. Pues ello es una manera de ligar analogías y correspondencias que producirán un concepto más cabal del asunto el cual de por sí es casi imposible de definir exactamente, ya que si cualquier expresión es simbólica todo en el mundo lo es —cuestión que es valedera para nosotros—, y por lo tanto no es posible aprisionarla en un texto del que se evadiría necesariamente”. (...)

“Muchos diccionarios de símbolos son consultados de modo oracular y éste, tal vez, siga igual suerte, lo que he comprobado por la utilización que de él hacen mis amigos y alumnos.

Para finalizar estas líneas introductorias sólo quiero desearles la mayor ventura a quienes se adentren en la lectura de estos textos, esperanzado en que les puedan ser de alguna ayuda, incluso en su arbitrariedad”. (...)

“El de la voz, cree, igualmente, que no ha sido otra cosa en su vida que un contador de sueños por su capacidad de soñar y de narrar lo soñado”.²

Pausa musical. “Como la cigarra”, por Susana Rinaldi.

Locutor: Estamos en Phoenix 33: un viaje hacia la libertad con Federico González Frías. Por cierto, no hemos explicado que Phoenix era el nombre simbólico que Federico adoptó para sí como iniciado en la Francmasonería. Para quien no lo sepa, la francmasonería es una orden iniciática en la que fue recibido en una logia del valle de México. Más adelante vamos a dedicar uno de los podcasts del programa a toda su obra masónica.

Voz del Ateneo: ¿Y el 33 tiene también que ver con la Masonería?

Locutor: Pues sí, es el grado que Federico alcanzó en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado que de hecho es el que corona este rito de 33 grados. Y también alude al año en que Federico nació en Buenos Aires, 1933. Pero a él no le gustaba mucho hablar de su vida particular. Cuando le tocaba hacerlo, decía que su individualidad no tenía ninguna relevancia y que lo único interesante era su obra, o como gustaba decir, “que los libros lo habían escrito a él”. De lo biográfico, quizás a lo sumo explicaba que era argentino, aficionado al fútbol y seguidor de Messi.

“Misty”, de Ella Fitzgerald y sigue como fondo sonoro.

Voz del Ateneo: “Tus palabras siempre son evocadoras, páginas en las que reconocerse, un espejo; una descarga eléctrica que sacude y despierta, la puerta que se abre a lo real, el derrumbe de la ilusión y la simultánea revelación de un mapa arquetípico replegado en el Silencio insondable, que al inventar el número y el alfabeto y conjugarlos, alumbra el Universo.

No hablas en nombre propio; lo que fluye es un discurso otro, fruto de la audición concentrada en un punto-no-punto, que al expandirse se torna poema, gesto geométrico, estocada de espada, vibración musical, construcción, demolición y renacimiento. Varita siempre presta a reinventar el mundo, veneno que purga y mata el apego y aviva el furor de la escalada al Origen. Voz que pone voz a la Voz porque ambas se han fusionado.

Nombrando lo Innombrable testimonias lo que conoces y lo que ignoras, la huella del Misterio y el Secreto sin rastro de atributo, todo en ti. Tú y Yo son dos pronombres que en la lengua santa valen Uno; lo polar es estrategia que puede derivar en separatividad irreconocible, cuando en realidad es el más inteligente juego para conocer la identidad entre el Uno y lo Otro.

Nunca el discurso es igual aunque el esquema es inmutable. Ir y venir de ti a ti es lo mismo que decir que voy y vengo de mí a mí, o de ti a mí o de mí a ti; igual con la expansión y la concentración, el subir y bajar, disolver y coagular, excretar y extraer el elixir: juegos del Todo en sus dimensiones simultáneas de conciencia, desde las más densas a las diáfanas, las que conviven además con lo que ni tan siquiera quiere ni necesita tornarse consciente de sí”.³

Locutor: La verdad es que son muy bellos estos párrafos del libro Viaje en pos de un destino, escrito por Mireia Valls. Párrafos que la autora dedica a Federico y que aparecen en la introducción de este libro publicado en 2009. Se trata de un poema en prosa con el que uno vibra y se identifica plenamente. Y en el capítulo primero de esta obra la autora glosa de una manera preciosa el itinerario vital de Federico desde que decidiera dejar su ciudad natal y emprender la primera etapa de su viaje hacia el misterio. Si les parece podemos leerla también.

Voz del Ateneo: Si queréis, comienzo yo.

Locutor: Claro que sí, vamos a ello.

Voz del Ateneo: “Un buen día, no sé cuándo, ni cómo, ni desde dónde, te lanzaste a recorrer el Nuevo Mundo, la tierra que vio tus alumbramientos, muertes y renacimientos. Un viaje larguísimo para cumplir con un destino”.⁴

“Country Roads”, de John Denver y sigue como fondo sonoro.

Voz del Ateneo: “La necesidad imperiosa de dejar de ser alguien, éste o aquél con tal o cual acento, y de ser todo, y nada, y todo y nada a la vez. Te sometiste al orden anárquico del universo que se hizo en ti, y de derrotero en derrotero recalaste en la Ciudad Condal. Aquí fundaste el Centro de Estudios de Simbología [de Barcelona], y por años transmitiste con lengua de fuego las ideas perennes de la cosmogonía operativa. Aquí has editado muchos de tus libros y la mayoría de números de la revista SYMBOLOS que diriges. Aquí has fundado recientemente la ‘Colegiata Marsilio Ficino’ y el movimiento del ‘Teatro de la Memoria’. En Barcelona se han estrenado dos de tus obras teatrales y una de tus novelas discurre en la ciudad fundada por Hércules. Lazos estrechos unen Latinoamérica con Barcelona y también con Zaragoza, pues algunos de los navegantes se instalaron en la ciudad del Ebro y fundaron allí el CES de Zaragoza, y varios de sus miembros han bebido de las enseñanzas de los dos núcleos, y ahora viajan con frecuencia a la Ciudad Condal para los ensayos de la Colegiata, y el flujo es continuo entre ambas urbes; también con Buenos Aires, y sobre todo con Guatemala, país donde resides y en el que en más de una oportunidad hemos sido acogidos en tu casa”.⁵

Voz del Ateneo: “Cada uno ha iniciado este viaje en un lugar ‘x’ de un momento ‘y’. Una intersección que es el punto de partida del viaje mítico y arquetípico en búsqueda de la Identidad que es el Destino. Venidos de aquí y de allí y con interrogantes abiertos en el corazón, dimos o fuimos atraídos por la enseñanza que reuniste y viviste en tu interior, volcándola en charlas, clases y conferencias, o en los escritos que has ido publicando ininterrumpidamente. No es con la persona con lo que conectamos —aunque luego también hemos tenido oportunidad de entablar una amistad y conocer al ser humano franco, directo, amigable y con un gran sentido del humor—, sino con el corpus de ideas perennes y universales que aquí en Occidente están atesoradas en la Tradición Hermética, y que son el motor y el sustento de todo el universo, tradición que aunque muy oculta, has sacado a la luz en medio de la oscuridad de los momentos terminales que vive nuestra civilización”. (...)

“Desde que iniciaste el ‘viaje en pos de un destino’ que ha comportado la recuperación de la esencia de la Tradición Hermética, apoyado en el legado de muchos de los sabios que la han integrado y especialmente en la labor del metafísico francés René Guénon, no la has dejado de revigorizar día tras día, porque la has encarnado, porque se ha hecho en ti este conjunto de enseñanzas que son expresiones de realidades interiores, de estados de la conciencia o vivencias de índole espiritual”.⁶

Pausa musical. “Country Roads” (fragmento final), por John Denver.

Locutor: Estas enseñanzas a las que Mireia alude en su libro Viaje en pos de un destino son las que Federico vertió en su obra escrita, obra que vamos a ir espigando a lo largo de este programa en sus distintos podcasts. Entre otras cosas Federico concibió un manual que tituló Programa Agartha cuya introducción va dedicada a quienes por alguna razón o circunstancia han topado con este venero que es la Ciencia Sagrada y la simbólica universal; una enseñanza sintetizada en este manual que como digo fue concebido por Federico, y que tituló Introducción a la Ciencia Sagrada. Programa Agartha. Un manual que por cierto está disponible en internet. Federico mismo nos explica el alcance de esta Introducción a la Ciencia Sagrada de la siguiente manera, vamos a oírlo.

Voz de Federico: “Agartha que es el nombre del Programa es un compendio, un manual, que traduce hoy día la Doctrina y la Tradición de todos los pueblos y tiempos bajo la forma de la Tradición Hermética. Su curso está específicamente diseñado para promover el Conocimiento por la efectividad de su realización. En el conjunto de sus lecciones y temas se tratan los vehículos herméticos (Alquimia, Aritmosofía, Cábala, Astrología, Simbolismo, Tarot), así como Filosofía, Metafísica, Cosmogonía, Mitología, y de manera particular los símbolos universales y las artes liberales. También se refiere al Arte como forma de ver (poesía, literatura, música, teatro, danza, arquitectura, artes plásticas), a la Historia (sagrada) y a la (auténtica) Ciencia. Este método, o mejor, este medio, incluye igualmente gráficas y grabados; lo visual tiene un papel en él.

Como se podrá observar el entrecruzamiento rítmico, periódico, cíclico y armonioso de estos temas produce una serie de interrelaciones, lo que nos obliga a establecer vínculos insospechados entre ellos, que se van complementando los unos a los otros y amplían e iluminan nuestro entorno, a la par que se despierta la conciencia. Por eso los que participan de esta enseñanza están seguros de obtener resultados positivos con personas que se interesan por descubrir los misterios que cada uno lleva dentro de sí y que también observan en el mundo.

Esta transmisión de ideas-fuerza, de Conocimiento, liga a los integrantes del Programa Agartha, hombres y mujeres de muchas nacionalidades, personas que viven en distintos países y que entre ellas no se conocen, pero que trabajan unidos por ese vínculo invisible expresado en este manual”. (...)

“Este nuevo aprendizaje ha de ser gradual y ordenado. Y el aspirante recorrerá un camino, participará de un proceso, que se reflejará en sí mismo y en las personas y cosas de su entorno de una manera casi mágica. El mundo misterioso de los símbolos será nuestro guía en este recorrido paulatino y ellos se manifestarán también en nuestro pensamiento y en las acciones y hechos de nuestra vida diaria haciéndonos vivir un mundo más rico, feliz y asombroso, que cada hombre o mujer, sin discriminación de edad, raza o condición, puede adquirir, pues se trata de descubrir lo que lleva dentro, aunque lo desconozca o apenas lo sospeche. Para este fin nos valdremos de los símbolos fundamentales del Arte y la Ciencia Sagrada tal cual nos los ha legado la Tradición Hermética, con la ventaja de que estos vehículos podrán ser aprendidos sin necesidad de cambiar el ritmo de la existencia cotidiana.

Como ya se ha dicho, algunos de los métodos y medios de que se vale este Programa para transmitir la Enseñanza y el Conocimiento de otra realidad a la que se aspira son: Cábala, Aritmosofía, Alquimia, Astrología, Cosmogonía, Metafísica, Teúrgia, etc. Asimismo se hace especial hincapié en aquello vinculado con el Arte (Música, Danza, Plástica, Arquitectura, Literatura, etc.) como forma de Conocimiento y tomado como vehículo apto para la contemplación de la Belleza. Igualmente se insiste en una reubicación con respecto a las ciencias modernas. Todo esto genera otra dimensión del espacio y el tiempo que, sin embargo, está ocurriendo aquí y ahora en lo más oculto del corazón del hombre; lo que constituye su auténtico Ser, su Identidad, el alfa y el omega de estos estudios y trabajos.

A estos efectos se brinda al lector una preparación teórica alternando las distintas disciplinas en forma gradual y en orden analógico. Se recomienda especialmente la meditación sobre los textos, ya que son capaces según creemos de actuar como despertadores de nuestra conciencia dormida. La gota de agua horada la piedra”.⁷

Pausa musical. “Gymnopédie no. 1”, de Erik Satie.

Voz del Ateneo: Tal vez se haya dicho mucho, aunque uno siempre tiene la sensación de quedarse corto hablando de Federico González Frías. O de no haber sabido transmitir fielmente lo que él ha significado para la Historia de las Ideas y para nosotros como seres humanos. Llega el momento de dar la palabra a nuestro público, si es que alguien quiere hacer uso de ella ya sea para formular alguna pregunta o bien quiera aportar una meditación a lo dicho.

Voz del público: Si me permitís, sí que me gustaría decir unas palabras. Agradecer en primer lugar la creación de este espacio y la posibilidad de encontrarnos en este lugar que podríamos decir que está aquí y ahora pero que al mismo tiempo está en otra dimensión. También comunicaros que ha sido verdaderamente conmovedor escuchar la voz de Federico hablándonos de aquello a lo que él entregó su vida. Son palabras que ahora hemos vuelto a escuchar y que es posible que muchos de nosotros escucháramos ya hace muchísimos años y que en su momento nos tocaron profundamente y las reconocimos como aquello que estábamos buscando. Lo cierto es que ahora han resonado de una forma totalmente virgen y aunque haya una distancia y un camino recorrido, todo es posible aquí y ahora. Verdaderamente nos encontramos totalmente adheridos a este pensamiento que es auténticamente fecundador y liberador en el que Federico acreditó y del que dio testimonio. Según lo que hemos escuchado decir a Federico, quien va vivenciando y llevando todas estas enseñanzas a su vida cotidiana va hallando paz para sí y alegría, o sea como que el entorno mágicamente se va ordenando y claro que esto es así, uno ha advertido estas cosas, pero también advierte la gran dificultad para llevarlo a cabo hasta las últimas consecuencias, porque desde luego hay que estar dispuesto a trascender... a soltar la individualidad, aunque ésta sea el vehículo, se trata de ir más allá de ella ¿no? Y esto es posible. Este espacio que se ha generado ahora se ha abierto en otra dimensión, y aquí está este coro de voces articulado en torno a quien vino a dar testimonio en el siglo XX-XXI de que la tradición hermética está completamente viva. Muchas gracias.

Locutor: Muchas gracias a ti por tus palabras a las que nos adherimos plenamente. Concluimos con un par de frases de un libro que se va a publicar ahora cuyo título es En el vientre de la ballena. Textos alquímicos, escrito por Federico González. Una es: “Este es un negocio en grande donde los egos pequeños no tienen cabida por su propia condición”.⁸ Y la otra es que “La luz está siempre presente, sólo nos separa de ella un abismo psicológico de incomprensión”.⁹

Voz del público: Es otro mundo este espacio del que hablamos. Es utópico, una navegación hacia planos cada vez más sutiles en la que se adivina el eje del cual Federico es una imagen y al cual nos adherimos. Y esto es así, ¿por qué? Quién sabe. Pero sí, claro que “la luz está siempre presente”. En esta entidad hay algo cada vez más prístino, más sutil. Y sí, es absolutamente “un negocio en grande” (risas). Es porque es, no porque haya pretensiones de nada, sino porque en esencia eso es el ser humano... y que nos vengan a decir...

Sintonía del programa.

Locutor: Pues aquí lo dejamos. Muchísimas gracias por la escucha y hasta el próximo programa en el que abordaremos una de la obras del gran Federico González Frías, concretamente, la que lleva por título Simbolismo y Arte. No se lo pierdan, promete ser bien interesante.

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