Criticado por otros medios por la divulgación de ciertos temas esotéricos en general, pero que al mismo tiempo procuró a la obra de René Guénon ámbitos menos exclusivos y más amplios que los de ciertos cenáculos cerrados, donde había permanecido, su intención está clara en la cita de Luc Benoist con la que se abre este Nº especial de PLANÈTE dedicado a René Guénon: "No habría que confundir a la tradición verdadera con sus caricaturas humanas que tan bien sirven para camuflar las ignorancias y codicias. Se trata aquí exclusivamente de la tradición integral y primordial que todos los hombres en su aparición sobre la tierra han recibido en depósito con la vida misma, ya que la vida es una de las manifestaciones de esta verdad." 

El Nº incluye el mismo artículo de Schuon aparecido en  Etudes Traditionnelles. Más adelante en una entrevista con Abellio este nos cuenta de los problemas filosófico-político-críticos de ese Occidente del que habla en primera persona y de lo que siente con la lectura de la obra guenoniana. Nuestra impresión sin embargo es que, aparte del fastidio que trasluce -si no es una pose- en tener que hablar de ella o "de Guénon", aunque aparentemente se verse al respecto -bien que poco tienen que ver las respuestas con las preguntas- en el fondo no se trata de nada de todo ello. ¿Por qué se habrá dignado en conceder esta entrevista aun afirmando que "está claro que la enseñanza de la Tradición tal como la concibe Guénon presenta una importancia capital"? ¿Para dejarla a un lado mientras se "construye la filosofía final ('obra admirable' según él) de Occidente, cuya convergencia con la Tradición, incluso si no es aún consciente de ello, será una de las características mayores de la próxima asunción", aunque no queremos negar que la obra de R. Abellio es válida ante nuestros ojos? Ciertamente la obra de Guénon no es filosofía, y mucho menos filosofía moderna, y no tiene nada que ver con ninguna "crítica 'externa' " de nada que fuere, mucho menos "de la Tradición". 

En la entrevista con Danièlou, este se limita a expresar ciertos pensamientos de la ortodoxia dogmática católica, ya expresados en su obra Essai sur le mystère de l'Histoire, cap. "Grandeur et faiblesse de René Guénon" y en el cual el cardenal desde su punto de vista histórico y fundado en la divinidad cuasi-material de Jesús de Galilea, rechaza con toda razón la obra metafísica de Guénon, que va mucho más allá de las pretensiones religiosas.