ESOTERISMO SIGLO XXI.
En torno a René Guenon.
Federico González.
401 págs.
ISBN: 84-8010-105-9.
Muñoz Moya Editores.
Sevilla 2000.


INDICE    


PROEMIO
1ª PARTE

CAPÍTULO I
    RELIGIÓN Y METAFÍSICA EN EL FIN DE CICLO

CAPÍTULO II
    ESOTERISMO Y FIN DE CICLO

CAPÍTULO III
    ¿QUÉ ES LA TRADICIÓN?

CAPÍTULO IV
    BREVE SOBRE LA NECESIDAD DEL ESOTERISMO

CAPÍTULO V
    ALGUNAS EXPRESIONES DEL ESOTERISMO ACTUAL

CAPÍTULO VI
    GUÉNON EN EL CORAZÓN

CONCLUSIÓN

2ª PARTE
ALGUNAS CORRIENTES, AUTORES Y OBRAS

CAPÍTULO VII
    SOBRE RENÉGUÉNON

CAPÍTULO VIII
    ACERCA DEL HERMETISMO

CAPÍTULO IX
    MASONERÍA

CAPÍTULO X
    OTRAS CORRIENTES, PENSAMIENTOS Y OBRAS

APÉNDICES
    1. CONVENCIÓN MASÓNICA, MÉXICO 82
    2. SCHUON VERSUS GUÉNON
    3. INTERNET

PROEMIO

Tenía la intención de escribir un libro con el título que lleva éste, cuando advertí que ya estaba escrito. En efecto, el panorama que trataba de fijar en él para este siglo XXI en relación a la Metafísica, incluía a la vez los poquísimos grupos e individualidades serias y de tipo iniciático que trabajan en Occidente, con la enorme masa de personalidades, células, y finalmente sectas, que pululan alrededor de la Ciencia Sagrada, desvirtuándola, y que han traído la confusión, el caos y el error propios de la oscuridad de todo eón que termina; por lo que se hace imprescindible un enderezamiento, al menos doctrinal, en aras de preservar los valores tradicionales, las Ideas Universales sin restricción de tiempo y lugar, directamente relacionadas con la esencia del Cosmos y su constante recreación y por lo tanto con la conservación de la Vida, la Libertad, y el Conocimiento que hacen posible la regeneración.

Advertí entonces que describir este momento actual en el Esoterismo era lo mismo que limpiar de paja el grano (ver Mateo 13, 24-31). En efecto, el ambiente reinante en este comienzo del siglo XXI, signado también en el escenario esotérico por la mentira y el engaño, la falsificación y el robo, la ignorancia y la traición, no escapa a las generales de la ley que caracteriza a los tiempos modernos. Así, un estudioso que tratara estos temas debía incluir una información de primera mano del tema en cuestión, como también de los roles que juegan los actores en el reducido tablado de las ideas esotéricas contemporáneas. Una obra de este tipo debía reunir entonces una abundante documentación que abonara cualquier investigación en ese sentido y que ordenara el camino de modo general.

Y entonces comprendí que el libro ya estaba escrito y había sido burilado por mi propia mano.

Ello ha sido así por el hecho de dirigir la revista SYMBOLOS, en la cual he ido dando cuenta del panorama esotérico general en los once años anteriores al fin del milenio, lo que es lo mismo que poner en valor los elementos que, como simiente, generarán el siglo XXI y distinguir entre ellos los pertenecientes a distintos órdenes, atestiguando así la existencia de una Ciencia Sagrada, es decir de una Tradición Unánime, tan viva hoy día, y tan verdadera como sus orígenes increados.

Muchos pensamos que el representante más autorizado de la Ciencia Sagrada en Occidente para este tiempo (aunque hay igualmente otros autores de la misma auténticos) es René Guénon; y su obra, que toca pluralidad de ámbitos, el testimonio sintético y global de esta Ciencia en este momento por el que atraviesa la Civilización Occidental que muchos esoteristas equiparan a un Fin de Ciclo.

Pero no es sólo el aspecto doctrinal u ordenador de su Trabajo el que se destaca, sino igualmente su influencia en los medios esotéricos, y en la Historia del Esoterismo en general, a través de la autoridad que ha ejercido en distintos grupos, escritores y lectores que han juzgado su figura como providencial, muertos y vivos que han bebido de su fuente aunque muchos de ellos apenas lo mencionan, o posteriormente se han vuelto contra él, sumándose al colectivo que no podría sino negar las ideas esotéricas, por su propia naturaleza, que las hace incomprensibles para aquellos que –con toda razón– las ven como invertidas a toda lógica o ciencia.

Y es a través de esta masa de lectores que lo idolatra o que lo detesta –pues su pensamiento crítico tuvo desde el comienzo hasta su muerte innumerables enemigos–, con todas las variantes intermedias, como el pensamiento de Guénon se ha difundido en el medio esotérico, tanto por sus referencias a la Masonería y al Hermetismo, o a las Religiones del Libro, o al Hinduismo, Lamaísmo, Taoísmo y aún los aborígenes americanos, como por el espíritu que irradia su trabajo y las analogías deslumbrantes que realiza, alimento para la inteligencia y vehículo para la comprensión. Y esto es así hoy día cincuenta años después de su muerte, lo que se comprueba al observar cómo está actualmente viva su obra, tal vez más aún que durante su propia existencia temporal; celebraciones, simposios, números de revistas, libros, artículos, atestiguan los diversos homenajes en su honor.

Así, de modo natural la figura de Guénon se articuló como el eje de este libro sobre el esoterismo en el siglo XXI.

Por los mismos motivos él se había constituido como el guía intelectual de la revista SYMBOLOS y el grupo de redactores que la conforman. Por ello resulta absolutamente normal que publique aquí lo que escribí en esa revista sobre el propio Guénon, la Masonería y la Tradición Hermética, lo cual por sus propias características conforma una mirada sobre el esoterismo contemporáneo ya que como director de SYMBOLOS me tocó contactar con las principales ideas y medios esotéricos de estos últimos once años, tanto en Europa como en América, así como con los autores actuales.

Desde el comienzo de la publicación de esta revista, que distribuimos entre los principales medios esotéricos, ella tuvo una favorable acogida, en especial entre aquéllos que conocían, o estaban al tanto de la obra de Guénon, con los que intercambiamos ejemplares de nuestras publicaciones y artículos en diversos idiomas que editamos en SYMBOLOS, así como a su vez distintas colaboraciones nuestras fueron traducidas y difundidas en esos medios. A ello debe sumarse el envío de numerosa correspondencia de Guénon, que aún no se había publicado, y de estudios del autor, que habiéndose editado en revistas de su tiempo, no habían sido recogidos en sus libros, y que gentilmente me hicieron llegar algunos corresponsales. Se debe mencionar también que dada la calidad de los artículos iniciales, se recibieron numerosos trabajos de autores que espontáneamente deseaban sumarse a SYMBOLOS y publicar en sus páginas, cosa que se hizo dado el valor de muchos de los textos enviados aunque esos autores no participaran de todo lo manifestado en el medio y no pertenecieran al núcleo de escritores que conforman la redacción de nuestra revista.

Por lo que SYMBOLOS se constituyó así, y sin que lo hubiera pretendido, en una especie de atalaya desde donde observar el panorama del ambiente esotérico de su época; un punto de vista privilegiado ya que había intervenido directamente en las cuestiones de las que trata el tema, incluso de modo polémico, a la par que daba cuenta a través de comentarios, recensiones, y aun de la fotográfica reproducción de sumarios –que aquí hemos conservado– del movimiento esotérico en general; en tanto que Guénon, la Tradición Hermética y la Masonería, como medios de acceso al Conocimiento en particular, es decir, como guías y senderos de realización, constituían el temario en el que insistía especialmente nuestra revista.

De hecho, SYMBOLOS ya ha publicado hasta el presente más de 4.000 págs. sobre temas esotéricos de todas las grandes tradiciones, incluida la Tradición Precolombina, que Guénon apenas trató, y a la que, sin embargo, igualmente SYMBOLOS, y el de la voz, en particular, dedicó varios trabajos; este último temario ha sido eliminado en vista de esta colección que incluye sólo los dedicados a las vías anteriormente nombradas y a su vigencia, documentada por publicaciones y autores que atestiguan de ello, en un sentido o en otro, pues de ninguna manera se excluye la polémica, y al par que se señalan conceptos y caminos, símbolos e ideas o puntos de vista igualmente válidos, se rechazan muchos errores en la interpretación, casi siempre interesada, de conceptos concernientes a la doctrina tradicional emanados de fuentes que, hoy más que nunca, están en contra de esa doctrina, a la que empero pretenden manipular y usar en su provecho, que es idéntico al del Adversario. En este último sentido se insiste particularmente en las diferencias entre religión y metafísica, exoterismo-esoterismo y Ser y No-Ser, que han llevado a tantas confusiones, especialmente agravadas por personas y grupos, que o bien por ignorancia –que desemboca en odio– o por deseos de hegemonía y poder, han adulterado el pensamiento de Guénon desde que éste aún vivía. Para botón de muestra la apropiación de su figura y obra con propósitos religiosos lindando en lo fanático, o políticos, en este último caso por grupos fascistas y tradicionistas de tipo rudo, embanderados hoy en la "inocente" Nueva Derecha.