SYMBOLOS
Revista internacional de
Arte - Cultura - Gnosis
 
 

EL SIMBOLO DE LA CRUZ EN EL GENESIS
Y LA PALABRA BERISHIT (cont.)

ANA EMILIA AGUERO DE CHAZAL

La cruz tridimensional en la palabra Berishit

El septenario, la cruz tridimensional, está representada en el relato del Génesis, pero también está reflejada en la palabra Berishit. Porque entre el tema que aborda este capítulo y la palabra que lo encabeza existe una relación hologramática. Para poder visualizar esta cruz tridimensional en dicha palabra, debemos retornar al tema de las dos clases de ternarios presentes en Berishit, representados por los dos triángulos invertidos que formaban la imagen de la cruz.

Por un lado vimos que el ternario que representaba al Padre, la Madre y el Hijo30 (según el orden de jerarquía metafísico), pero enunciado en Berishit como Madre, Padre e Hijo (siguiendo el orden cosmológico), estaba compuesto por las tres letras: בּ bet, א alef y י iud (en בְּרֵאשִׁית Berishit); y que además esta clase de ternario estaba reflejado en las tres letras restantes que conformaban la palabra רשת reshet: ר resh, ש shin y ת tav; a este género de ternario le correspondía la figura del triángulo invertido.

Luego observamos que estas tres letras: bet, alef y iud, también pasaban a representar desde otro ángulo, otro tipo de ternario, aquel compuesto por un principio original indivisible del que partían los otros dos complementarios que representaban al Padre y la Madre; esto era cuando al alef lo considerábamos como la unidad indivisible en relación a su valor 1, y ya no bajo el aspecto axial (que viene del valor 111 de su nombre); entonces la letra que representaba la simiente divina, la iud, deja de ser el hijo y pasa a representar al Padre (porque la simiente viene del Padre); a este ternario le correspondía la imagen el triángulo con el vértice hacia arriba.

Estos dos triángulos se complementaban formando la imagen del cuaternario, donde se manifestaba la cruz bidimensional. Pero la imagen de los dos triángulos invertidos es una forma expresada también con en la Estrella de David, es decir, la estrella de seis puntas. Entonces si colocamos en los dos triángulos de la Estrella de David, las letras que constituyen ambos ternarios y que conforman la palabra Berishit, obtenemos que:

Para el ternario al que le corresponde la forma del triángulo derecho, constituido por un primer principio que representa el origen primordial del que surgen los otros dos principios complementarios, utilizaremos la tríada de letras א alef, ב beth y י iud; ubicando en el vértice el principio que corresponde a la unidad, el alef, y en la base los otros dos que representan al Padre y la Madre, los principios complementarios, en este caso representados por iud y beth.



Y para el segundo género de ternario conformado por los dos primeros principios complementarios representados como Padre y Madre y un tercer principio que simbolizaba la síntesis complementaria de ambos, el Hijo, ternario al que corresponde el triángulo invertido; vamos a emplear la tríada de letras que conforman la palabra reshet en Berishit, es decir, ר resh, ש shin y ת tav (porque éstas únicamente representan este género de ternario).



Al reunir ambos triángulos entonces obtenemos la siguiente imagen: la Estrella de David o Sello Salomónico, en donde se puede leer la palabra Berishit en sentido inverso a la agujas del reloj, comenzando con el ángulo derecho de la base del primer triángulo donde se ubica la Bet.



Esta Estrella o Sello Salomónico, simboliza como la cruz, la conjunción del principio activo masculino con el principio pasivo femenino, representados en el triángulo derecho el primero y en el triángulo invertido el segundo.

En esta Estrella de David, compuesta por los dos géneros de ternarios presentes en la palabra Berishit, si trazamos las líneas directrices de los triángulos, marcando su estructura interna, entonces se manifestará la forma del septenario, es decir, los seis ejes más su centro, representado en el número 7. Esta es la imagen bidimensional del septenario.

Si ahora unimos sus vértices por el exterior, completando la estructura, entonces la figura que obtenemos nos muestra la forma del octaedro (dos pirámides unidas desde su base), cuya estructura interna es la propia cruz tridimensional, es decir, la cruz de tres dimensiones que señala las seis direcciones del espacio: norte, sur, este, oeste, arriba y abajo; la misma imagen descripta en el capítulo del Génesis.



Para visualizar mejor dicha forma (el octaedro), compuesta por dos pirámides unidas desde su base, remarcamos los contornos exteriores en la siguiente figura, y señalamos en azul la cruz tridimensional que constituye es la estructura interna de esta forma. Esta es la representación tridimensional del septenario.


Podemos contemplar entonces cómo la imagen de la cruz de tres dimensiones, así como está descripta en el texto del Génesis también lo hace en la palabra que encabeza este texto, Berishit. Cruz compuesta por un plano horizontal donde están localizadas las letras: ב (bet) al oeste, la ש (shin) al este, la י (iud) al norte y la ר (resh) al sur31; y un eje vertical donde están localizadas: el (א) alef, en la parte superior de éste, marcando el vértice de la pirámide superior, y la tav, en la parte inferior de este eje vertical, donde está localizado el vértice de la pirámide invertida.

Observemos que estas dos letras dispuestas en el eje vertical, א alef y ת tav, son la primera y la última letra del alfabeto hebreo, que corresponden al alfa y la omega del alfabeto griego. Y observemos también cómo ambas letras representan: el alef, el principio indivisible, indiferenciado, del que todo parte; y la tav, el hijo divino, la simiente divina que trae la regeneración; ambas letras relacionadas entre sí a través del eje vertical de la cruz, se encuentran en el centro de este eje, el centro de la cruz, formando la partícula hebrea את (et), que contiene todas las otras letras del alfabeto hebreo. Este eje vertical de la cruz se correspondería con el axis mundi, el cual es representado en el árbol de la vida ubicado en el centro del Pardes, en la descripción del Génesis.

Todo esto nos está indicando que en el nivel de la Regeneración, el retorno de todas las cosas a su estado original (representado en el primer principio del primer ternario señalado con el alef), está ligado al tercer principio del segundo ternario, representado en el hijo divino, que dijimos simboliza al Mesías, siempre ligado con la cruz (ya sea cuando este es expresado con la letra iud de la primera tríada de letras o con la letra tav de la segunda tríada de letras de Berishit).


Esta forma presente en la palabra Berishit, si la rodeamos por un círculo, es la misma imagen del Génesis; que considerada bidimensionalmente muestra la Estrella de David, o sello Salomónico, de seis puntas cuyo centro corresponde al siete. Y vista tridimensionalmente, la Estrella de David se convierte en un octaedro32 (dos pirámides unidas desde la base), cuya estructura interna es la cruz tridimensional.

El centro de esta cruz tridimensional es representado en el número 7; número relacionado con la palabra Mesías en hebreo (Meshiaj), cuyo valor es 358.


358 = 16 = 1+6 = 7

El valor de la palabra Mesías vuelve a señalar la forma de la cruz tridimensional, 1+6, el centro de las seis direcciones, centro relacionado con el 7, si el número 7 señala el centro es porque se corresponde con la unidad


7 = 1+2+3+4+5+6+7 = 28 = 2+8 = 10 = 1+0 = 1

Así como el valor de la palabra Mesías responde a la relación de los 6 ejes y su centro vinculado al 7, lo mismo sucede con el valor de la palabra Berishit, 913:

913 = 9+1+3 = 13

Porque 13 es la sumatoria de 6+7.

Tengamos en cuenta que si separamos la palabra בְּרֵאשִׁית Berishit entre el nombre de la Bet (בת), y el punto luminoso representado en la letra י iud, la (ראש) cabeza de la Creación, entonces tenemos que:




O sea que Bet (בת) es 6, y la י iud, (ראש) cabeza de la creación es 7. En este sentido la Bet representa a la matriz de los seis ejes del espacio, y el centro de los seis ejes vinculado al siete es representado en la iud, la cabeza de la Creación.

Y si la división de la palabra בְּרֵאשִׁית Berishit, la hacemos según el principio femenino representado en la palabra בית Bait y el masculino en ראש rosh, entonces tenemos que: בית Bait es (412) 7 y ראש rosh es (501) 6. El valor 7 que representa al centro, está donde está dispuesta la letra iud, cuyo valor 10 también se reduce a la unidad (1+0 = 1).

El 7 se relaciona con el Mesías que representa el centro de la cruz tridimensional, pero también el número 8 está vinculado al Mesías. Recordemos que la cruz tridimensional de Berishit es la estructura de un octaedro, figura de 8 lados, 6 vértices y 12 aristas. En este sentido tengamos en cuenta que el valor del nombre Emmanuel (197) se reduce a un 17 y este a un 8, al igual que el valor del nombre Ieshua (386) se reduce a 17 y luego a 8; y que éste resucita al octavo día, número que representa la regeneración y el nuevo nacimiento luego de la muerte anterior. Y así como el 8 el 12 también se vincula con el Mesías, ya que 12 son los apóstoles (como las tribus de Israel y como las constelaciones zodiacales), el 12 es la duplicación del 6; si en la estrella de seis ejes el siete representa el centro, en la de 12 (la rueda zodiacal), el centro es representado en el 13 (6+7), porque así como el 7 se relaciona con la unidad, lo mismo ocurre con el 13.


13 = 1+2+3+4+5+6+7+8+9+10+11+12+13 = 91 = 9+1 = 10 = 1

Las dos pirámides que forman el octaedro, representan como los dos triángulos invertidos de la Estrella de David, el matrimonio del principio activo representado en la pirámide derecha con el principio pasivo representado en la pirámide invertida.


En esta figura creada a partir de la Estrella de David que representa un octaedro, si la consideramos ahora bidimensionalmente, podemos observar además un triángulo derecho mas pequeño en la parte superior, que forma la palabra ראש rosh (cabeza), representando también el principio activo y otro triángulo invertido que forma la palabra בַּית Bait (casa) representando el principio pasivo. Podemos observar entonces cómo el concepto de Tzim Tzum se expresa a través de la palabra Berishit, porque בְּרֵאשית Berishit está compuesta por dos palabras: ראש rosh (cabeza) que representaba al Padre o al principio activo, y la palabra בַּית bait (casa) que representaba a la Madre o al principio pasivo, la cual está abrazando la palabra cabeza, como aquel espacio libre dejado de la concentración de Dios para formar la cabeza de la Creación. Al disponer la palabra Berishit en esta forma geométrica33, ambos conceptos que la constituyen: la ראש rosh (cabeza) y la בית bait (casa), señalan también a través de su ubicación a los principios a los que ellas representan (el activo masculino y el principio pasivo). Por otra parte esta estructura forma la figura básica sobre la que se compone el árbol sefirótico.

La cruz tridimensional en relación al misterio de la unidad de Dios y el Matrimonio del Rey con la Shekinah

El misterio de la unidad de Dios y el del Matrimonio de Dios con la Shekinah, están estrechamente vinculados entre sí y con el simbolismo de la cruz tridimensional, los seis ejes que señalan las seis direcciones del espacio, más su centro.

Shemá Israel, es el nombre de una de las principales plegarias de la tradición judía, que proclama la unidad del Nombre de Dios.


“Escucha Israel, YHVH, Nuestro Dios, es un solo Dios”.


שמע ישראל ,יהוה אלוינו,יהוה אחד.


Shemá Israel, Adonai Elohenu, Adonai Ejad.


Esta plegaria está compuesta por seis palabras en hebreo. “Estas palabras designan las seis direcciones”34, las cuatro direcciones cardinales, arriba y abajo. La Unidad de Dios representa el centro de estas seis direcciones.

Con el nombre de Matrona, Esposa o Novia es llamada la Shekinah35, concepto que designa el fundamento femenino de la Divinidad. La Shekinah representa para algunos cabalistas la parte inferior del Árbol Sefirótico, esta parte inferior del árbol representa el espacio libre dejado por Dios para que emerja la creación, y la zona superior corresponde a la concentración de la luz de Dios. Por ello la parte superior del árbol sefirótico representa el principio activo, el Mundo de Arriba, y la parte inferior el principio pasivo, el Mundo de Abajo. A éste último está asociada la Shekinah, especialmente a Maljut (Reino). Por esto el enlace de Dios con la Shekinah produce la unión del Mundo de Arriba y el Mundo de Abajo, que podríamos llamar también el Cielo y la Tierra.

La tradición hebrea nos dice que la Shekinah, llamada también Divina Presencia, habitaba en el lugar más sagrado del Templo, el Tabernáculo, allí donde se encontraba el Arca de la Alianza. El habitar de la Shekinah en el Templo que simboliza el centro sagrado del mundo, el corazón del mundo, permite el enlace entre ésta y Dios, como la comunicación entre el Cielo y la Tierra. Pero desde que el templo ha sido profanado y destruido, la Shekinah se encuentra en exilio junto al pueblo de Israel, nos dice la tradición. Este exilio produce el alejamiento de Dios y la Matrona, como la separación de Cielo y la Tierra; dicha separación ocasiona que nuestro mundo caiga bajo el dominio del rigor porque la misericordia de Dios entonces no puede descender hasta los hombres.

La destrucción del templo y el exilio del pueblo, es análoga a la pérdida del paraíso terrenal por la caída adánica; mientras que la reconstrucción del Templo representa el retorno al centro sagrado del mundo, el corazón del mundo, en el que se produce la comunicación entre Cielo y la Tierra.

“…pues a través de la verdad Israel será liberado del último exilio. Esta palabra está grabada en el sello del Rey. Si las liberaciones realizadas hasta el momento han sido sólo temporales, es porque la verdad no se ha aplicado con la perfección necesaria para provocar la unión sagrada.” Zohar (II, 216b-217a).

El Zohar nos dice que a través de la verdad el pueblo se libera de su último exilio, y la unión entre Dios y la Shekinah será permanente y perfecta. Aquí tenemos que el reencuentro con la verdad representa una especie de reconstrucción del Templo, lo que nos conduce a la idea que mencionamos al principio, del Templo invisible escondido en la Arquitectura interior de las escrituras, donde se aloja la luz de la verdad. Este párrafo también menciona a la verdad en relación al sello del Rey, este es el Sello Salomónico o Estrella de David, que representa a través del septenario, la unión entre los dos aspectos, activo masculino y pasivo femenino, matrimonio que simboliza la unidad de Dios.

Sobre la Unión del Esposo y la Matrona en relación con el símbolo de la cruz tridimensional y la unidad del Nombre de Dios, el Zohar describe que:

En el momento de la unión del Esposo con la Matrona, resuena del lado sur una voz que dice: «¡Despertaos, legiones y ejércitos celestes, en este momento se manifiesta el amor de vuestro Señor!»

Un gobernante superior que capitanea numerosas legiones llamado Bonal se presenta entonces, llevando en sus manos las cuatro llaves de los cuatro puntos cardinales. Una de estas llaves está marcada con la letra Yod, otra con la letra He y la tercera con la letra Waw. Las coloca al pie del Árbol de la vida y allí se unen para formar una única llave. Consumada la unión, la cuarta llave, que es el resumen de las otras tres, se une a ellas.

Éste es el significado de las palabras: YHWH, nuestro Dios, es un solo Dios (YHWH) (Ex. 6:4). YHWH corresponde a la letra Yod, inicial del Nombre Sagrado. Elohenu (nuestro Dios) es el misterio del He supremo, segunda letra del Nombre Sagrado. El segundo YHWH corresponde a la letra Waw del Tetragrammatón que une las dos otras [letras]. Así pues, la letra Waw, emanente de la fuente celeste y del palacio interior, hereda del Padre y de la Madre.

Es entonces cuando la Matrona se presenta ante su Esposo y toda suerte de bienes se expanden por el universo, pues todos los miembros están unidos formando una unidad. La entrada de la Matrona se produce en un lugar secreto y por tanto, la fórmula recitada en esta ocasión es emitida en voz baja, para que ningún extraño participe en el regocijo, tal como está escrito: Ningún extraño participará de su alegría (Prov. 14:10).

De la misma manera que Arriba la unión se produce en las seis direcciones, así la proclamación de esta unión aquí abajo tiene lugar pronunciando fórmulas de seis palabras, de suerte que este nombre coincide Arriba y Abajo, tal como está escrito: YHWH es uno y uno es su nombre (Zac. 14:9). Por ello, el versículo Escucha, Israel. (Deut. 6:4), al igual que la fórmula: Bendito sea el nombre glorioso de su Reino están formados por seis palabras.

Actualmente, la Matrona sólo es introducida en el tálamo nupcial para contemplar por un instante la Gloria del Rey, mientras que en los tiempos futuros, la unión será constante y perfecta, tal como está escrito: Salid y ved, hijas de Sión, al Rey Salomón (Cant. 3:11).36

Observemos que en esta descripción del matrimonio de Dios con la Shekinah, se vuelve a presentar la imagen de la cruz tridimensional como en la descripción del Génesis, donde se encontraba representada a través de los cuatro ríos que atraviesan el Pardes, simbolizando el plano horizontal de la cruz que señala los cuatro puntos cardinales, y el Árbol de la Vida representando el eje vertical de la cruz que marca la dirección arriba y abajo. Ahora el eje horizontal de la cruz es descripto por las cuatro llaves de los cuatro puntos cardinales, y el eje vertical nuevamente representado por el Árbol de la Vida. Este símbolo, la cruz tridimensional, queda aclarado cuando más adelante nos dice “De la misma manera que Arriba la unión se produce en las seis direcciones”, estas seis son: norte, sur, este, oeste, arriba y abajo, que nos describen la cruz tridimensional; las que en el Génesis son representadas a través de los seis días de la Creación, como también en las primera frase de este capítulo, y en la primera palabra.

Esta imagen de la cruz tridimensional descripta en el matrimonio de Dios y la Shekinah en el Zohar, es la misma imagen descripta en el Génesis cuando nos habla de la Creación del Mundo, y en la palabra Berishit; porque esta Creación del mundo parte del matrimonio de las dos naturalezas divinas que hemos representado como el Padre y la Madre en Berishit.

La expresión: YHVH es un solo Dios, está relacionada con este matrimonio entre ambas naturalezas divinas que conforman una unidad, y ligado al símbolo de la Cruz. Por esto la oración Shemá Israel, que proclama la unidad de Dios, está compuesta por seis palabras, al igual que la primera frase del Génesis, de la que parten seis palabras, luego de Berishit, describiendo las seis direcciones del espacio, más su centro, representado en Berishit, formando la cruz de tres dimensiones.

Las tres letras del nombre divino: iud, hei y vav, del que nos habla el texto citado del Zohar, son las que a través de su séxtuple permutación, siguiendo las seis direcciones del espacio dan origen a la creación en la cábala. La suma de estas tres letras (iud 10 + hei 5 + vav 6) es 21, número que representa la mitad de 42, cifra que se corresponde con el nombre divino de 42 letras al que se refieren los cabalistas; 42 es el producto de 6 x 7.

Todo este simbolismo nos está señalando la cruz tridimensional relacionada a la unidad de Dios, la cual está ligada al matrimonio de Dios con la Shekinah. Y el último párrafo del texto nos dice que la unión entre el Esposo y la Matrona será constante y perfecta solo en los tiempos futuros:

Actualmente, la Matrona sólo es introducida en el tálamo nupcial para contemplar por un instante la Gloria del Rey, mientras que en los tiempos futuros, la unión será constante y perfecta, tal como está escrito: Salid y ved, hijas de Sión, al Rey Salomón (Cant. 3:11). Zohar (II, 133b-134a).

La expresión “los tiempos futuros” donde la unión es permanente se refiere a la esperanza mesiánica que “…supondrá la reunificación de ambos de forma definitiva…” Porque la unión perfecta y definitiva entre Dios y la Shekinah, el aspecto masculino y femenino de la divinidad, que posibilita la unión del mundo de arriba con el de abajo, la producirá el Mesías. Y esta unión está representada en el símbolo de la cruz.



Continuación

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NOTAS

30 Recordemos que nombramos al ternario de acuerdo al orden de jerarquía Metafísico, como Padre, Madre e Hijo. Pero que en Berishit, el orden de enunciación es Madre, Padre e Hijo, de acuerdo al punto de vista cosmológico, el que no anula el primer orden.

31 Hemos ubicado las direcciones teniendo en cuenta que en la cultura semita se utiliza la mano para designar los puntos cardinales. Mirando al levante (el este) con los brazos extendidos, la mano izquierda indica al norte, y la derecha al sur. El este será entonces representado por la shin, que es activa con respecto a la bet que representa el oeste, y la iud señala el Norte, siendo activa con respecto a la resh que señala el sur.

32 El octaedro es un cuerpo geométrico regular, compuesto por dos pirámides invertidas, con 8 caras, 12 aristas, y seis vértices.

33 Esta estructura que forma la palabra Berishit, está en relación con la estructura básica del árbol sefirótico.

34 Zohar. Obelisco, Barcelona 2014, p. 225.

35 Shekinah es un complejo concepto de la tradición hebrea, mencionamos antes que su raíz shakan significa residir, habitar, la misma raíz de Miskan (Habitáculo), el Tabernáculo. Los judíos tardíos la utilizaban para designar la presencia de Dios en el Tabernáculo y más tarde en el Templo de Salomón. Muchos sostienen que la Shekinah representa el aspecto femenino de la presencia de Dios, y en este sentido es llamada la novia del Shabat, la Kalah, que en la víspera del sábado se une con el Rey, de dicha fecundación nacen las almas de los Justos. En el Zohar se identifica a la Shekinah con la comunidad de Israel.

Según el diccionario bíblico Easton, Shekinah, es una palabra caldea que significa “lugar de descanso”, en este sentido podemos mencionar también la palabra árabe mencionada en el Corán, Shakina, Tranquilidad, termino que Guénon encuentra emparentado con la idea de “Gran Paz” de los rosacruces. En este sentido la Shekinah está relacionada con la idea de Paz, pero también ella está vinculada a la idea de Justicia al ser considerada la Gloria de Dios, se la representa a veces a cargo de la dirección de los guerreros y las armas de Dios (Cant. 3:7-8). Es que la Shekinah representa la síntesis del Arbol sefirótico nos dice Guénon en El Rey del Mundo.

36 Zohar. Obelisco, Barcelona 2014, p. 201.




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