rosa cruz, 1615
Missiva... Am die Fraternitet
des RosenCreutzes, 1615
 
RENE GUENON
CARTAS A ARTURO REGHINI

Publicamos esta correspondencia entre Guénon y Arturo Reghini,  inédita en castellano, publicada en la revista Atanòr –fundada por éste último– y como apéndice a su libro Les Nombres Sacrés dans la Tradition Pythagoricienne Maçonnique (Archè, Milano).

 
París, 4 de enero de 1923
51, rue St. Louis-en-l'Ille (IVe)
 Señor,

Debo empezar disculpándome por haberle hecho esperar tanto tiempo mi respuesta, y también agradeciéndole su folleto "Noterelle iniziatiche" que me envió hace ya algunos meses, y del que no pude acusar recibo al no conocer entonces su dirección.

En cuanto a su Revista, seguramente no puedo hacer otra cosa que aceptar en principio un ofrecimiento de colaboración tan amable, tanto más cuando apruebo enteramente su intención de crear un órgano totalmente independiente de cualquier agrupación o escuela: por lo además no es sólo en Italia que hace falta un órgano como éste. Desgraciadamente, no me es posible prometerle una colaboración muy regular, pues ya tengo muchas ocupaciones.

Ahora es necesario que le pida algunas explicaciones complementarias; y, en primer lugar ¿cuándo piensa realizar su proyecto? ¿Quiere comenzar próximamente la publicación? Luego, ¿cuáles serán el formato y el número de páginas de la Revista? Esto para saber qué tipo de artículos convendrá más; ¿cuáles deberán ser aproximadamente las dimensiones medias? ¿Prefiere los artículos cortos, para publicar de una sola vez, o también aceptaría estudios más extensos, incluso si tuvieran que aparecer en varios números? Sea tan amable de responder a todas estas preguntas cuando tenga algún momento, para que yo vea un poco qué podría hacer.

Tengo un cuarto volumen, Oriente y Occidente, que está completamente listo y sin duda aparecerá pronto (sólo depende del editor), y en estos momentos estoy preparando una obra sobre el Vêdânta.

Le ruego que transmita mis recuerdos a Armentano y a Guerrieri, me ha alegrado mucho haber tenido noticias de ellos por su carta, y usted reciba un muy cordial saludo.
 

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París, 13 de enero de 1924
51, rue St. Louis-en-l'Ille (IVe)
Estimado Sr.

Esta vez no quiero que pase tanto tiempo antes de responderle, con mayor razón cuando veo que tiene la intención de comenzar muy pronto la publicación de su Revista. Me doy cuenta que me sería totalmente imposible preparar algo en el tiempo requerido, pero lo que usted me propone viene felizmente a sacarme del apuro. Acepto de buen grado que dé, para empezar, una traducción de mi artículo sobre "la enseñanza iniciática"; creo que no habrá ningún inconveniente en suprimir cualquier indicación de fecha y de procedencia, ya que no es útil que los lectores sepan que es un artículo ya antiguo y que no ha sido escrito especialmente para la Revista.

De manera general, me parece que lo mejor será que haga la traducción de los artículos como me los ofrece; si se publicaran en francés, sin duda habría demasiados lectores que no comprenderían por entero.

Quiero repetirle cuánto apruebo que haga una revista completamente independiente, y también que esté decidido, como le veo, a descartar todos los elementos poco serios y poco interesantes. También quiero agradecerle su amable intención de publicar un estudio sobre mis obras.

No he recibido la carta de Mikulski; si la ha enviado a otra dirección, es muy probable que no me llegue, y lo lamento mucho, pues me habría gustado recibir sus noticias directamente. Cuando tenga la ocasión de volverle a ver, sea tan amable de decírselo y transmitirle también mis recuerdos. Si no es abusar de su confianza también me permitiría darle todavía otro encargo para él: nuestro amigo Faugeron, que siempre había mantenido una correspondencia bastante seguida con él, no ha recibido ninguna carta desde hace ya bastante tiempo, y teme haber olvidado comunicarle su nueva dirección cuando cambió de domicilio, de tal manera que quizá las cartas se han extraviado o han sido devueltas. Aquí tiene pues la dirección actual de Faugeron: "29, quai d'Anjou (IVe)"; ¿quiere dársela a Mikulski diciéndole que también él estaría muy contento de tener noticias suyas? Y podría decirle al mismo tiempo que mi dirección no ha cambiado, es exactamente la que usted me ha escrito.

Gracias por anticipado, estimado señor. Atentamente,

El último número de la Gnose que ha aparecido es el de Febrero de 1912.

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París, 30 de enero de 1924
51, rue St. Louis-en-l'Ille (IVe)
Al Dr. Arturo Reghini

Estimado Sr.

Aprovecho que finalmente puedo responder a nuestro amigo Mikulski para contestar también al mismo tiempo su última carta, y le ruego que tenga a bien transmitírsela.

En el intervalo, me ha llegado mi carta enviada por M. Ciro Alvi a Chacornac; es anterior a mi primera respuesta, pero sólo se me ha comunicado hace tres semanas.

También he recibido, hace dos o tres días, como usted me lo anunció, algunos ejemplares de la circular de la Revista; podré comunicarla a las personas a quienes pueda interesar.

Es molesto que se haya retrasado la salida, veo que no es solamente en Francia donde uno está obligado a todo tipo de formalidades administrativas más o menos fastidiosas. En fin, como Vd. dice, hay que resignarse, y tal vez será mejor comenzar con un número más importante.

Tiene mucha razón cuando dice que si quisiéramos ser demasiado rigurosos, al final nos quedaríamos solos; en la Gnose, en efecto, es más o menos lo que nos acabó pasando, después de haber eliminado todos los elementos molestos o poco interesantes; lo difícil es encontrar la manera de guardar un justo medio, pero espero, según lo que me dice, que lo logrará.

En cuanto a la explicación que me pide, he aquí como se puede considerar la cosa según me parece: al igual que todo lo que es expresión, por tanto manifestación, el simbolismo debe forzosamente tener un origen. Pero, por otro lado, como hay un fundamento natural, este fundamento puede confundirse con el origen mismo de la humanidad (e incluso, en un sentido, con el del mundo, si consideramos al mismo orden de la naturaleza simbolizando el orden de los principios, traduciendo o expresando éste en cierto modo). Luego tal vez no cabe preguntarse por un origen histórico del simbolismo en general; y además, desde este punto de vista histórico, en todo caso sería una cuestión insoluble. No pienso que se pueda admitir que el modo de expresión simbólico resulte de una convención cualquiera (su razón de ser es demasiado profunda para que eso sea así), ni que haya aparecido en una época determinada; lo que ha podido comenzar históricamente es solamente el uso de tales o cuales símbolos particulares, y aún esto debe remontar muy lejos en la mayoría de los casos, pues por todas partes encontramos símbolos que están muy cercanos los unos de los otros, aunque hayan podido modificarse por adaptación a diversas condiciones de tiempo y de lugar.

Sea tan amable de decirme si esta explicación le parece bastante clara, y si corresponde a lo que había comprendido: quizás es la palabra "origen" la que podría prestarse a equívoco. Usted mismo verá si conviene modificar su traducción en este punto para no plantear cuestiones inútiles. Desde luego, si me tiene que pedir otras aclaraciones, estaré siempre a su disposición para proporcionárselas.

Atentamente,

Recuerdos a Armentano y a Guerrieri
 

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París, 19 de febrero de 1924
51, rue St. Louis-en-l'Ille (IVe)
Estimado Señor,

Me he retrasado un poco en responder su última carta, pero usted ha debido pensar, al no recibir nada mío, que no tenia ninguna objeción que hacer respecto a la traducción que me indicó para el pasaje del que habíamos hablado. También creo que lo que ha añadido está muy bien, y que así no podrá ocasionar ninguna dificultad.

Cabe esperar que sus problemas y atrasos con el transporte del papel y la impresión terminen pronto, y que el primer número podrá aparecer antes de fin de mes. Veo en todas partes lo mismo: respecto a mi libro, creía poder contar con que aparecería el 15 de febrero, después de la promesa que me había hecho el editor, pero lo he recibido hace algunos días, y ¡parece que ahora es aplazado al uno de marzo! ¿Será al menos esta vez la fecha definitiva?

Aunque no sepa bastante italiano para escribirlo de una manera correcta, lo comprendo y lo leo con soltura; podré pues enterarme de todo lo que se publique en Atanòr.

Creo tener algunas notas sobre el esoterismo de Dante; si le puede interesar como pienso, podría ordenarlas y desarrollarlas cuando tenga un poco de tiempo libre, y enviárselas enseguida.

Por desgracia todavía no podemos pensar en ir este año a Italia; los viajes son demasiado costosos en este momento. Pero Mikulski, por su lado, nos había hecho esperar, en la carta que había escrito a Faugeron, que tal vez pronto tendría la ocasión de venir a París; ¿tiene todavía él ese proyecto? Cuando lo vuelva a ver, sea tan amable de decirle que, aunque yo tenga noticias suyas a través de usted, espero que no tarde mucho en dármelas directamente.

Muy atentamente,

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París, 10 de marzo de 1924
51, rue St. Louis-en-l'Ille (IVe)
Estimado Señor,

Le envío en este pliego, un poco más tarde de lo que hubiera querido, el comienzo de mi trabajo sobre Dante. Este trabajo no está terminado, pero no quiero hacerle esperar más, y le enviaré el resto dentro de algún tiempo. Además, ciertamente es demasiado largo para aparecer de una sola vez; y si incluso esta primera parte ocupa demasiado espacio, naturalmente puede usted reservar un poco para el número siguiente.

Le agradezco el envío del Nuovo Patto, que le devolveré tal como me pide cuando haya terminado. He leído su artículo con mucho interés; como verá estoy totalmente de acuerdo con usted en el fondo de la cuestión, aunque haya una diferencia de punto de vista que indico desde el principio. Por otra parte, he encontrado en el estudio del profesor Benini consideraciones interesantes sobre los números, que utilizaré a continuación. En fin, me acaban de comunicar un trabajo sobre las influencias musulmanas en la obra de Dante, el cual también habré de tener en cuenta. El asunto, por lo demás, es demasiado extenso para que tenga la pretensión de tratarlo completamente y, sobre muchos puntos, tendré que limitarme a dar indicaciones que quizás podrán servir de punto de partida a otros trabajos. Ciertamente quedará mucho para decir, tanto por usted como por otros que intenten retomar el tema más tarde.

En la primera parte, he creído útil citar cierto número de cosas ya conocidas, pero que no podía dejar de recordar, y que además me brindaban la ocasión de precisar cómo considero la cuestión. La continuación sin duda contendrá más apreciaciones verdaderamente nuevas; en todo caso, pienso que el conjunto podrá presentar cierto interés para sus lectores.

Estoy muy sorprendido de no haber recibido todavía el primer número de la Revista, ¿ha tenido un nuevo retraso imprevisto? Espero recibirlo dentro de poco, y también espero que enseguida podrá, tal como dice, recuperar este atraso.

Muy atentamente,

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París, 19 de junio de 1924
51, rue St. Louis-en-l'Ille (IVe)
Estimado Sr,

Recibí su carta el pasado lunes y, a la mañana siguiente, el paquete que contiene mi manuscrito con la traducción, así como el número de Rassegna Massonica que me anunciaba; gracias por todo. Me alegra saber que su salud está completamente restablecida. No es usted el único en lamentar la falta de tiempo para hacer todo lo que le gustaría; me encuentro en el mismo caso.

Comienzo por hablarle de lo concerniente a mi artículo; y, en primer lugar creo que tienen razón en cuanto a las sortes virgilianae. No sé porque he escrito virgiliani, sin antes verificar. Me parece que he visto esta fórmula en alguna parte, pero probablemente está equivocada, a menos que sortes pueda ser de dos géneros en latín, lo que no creo. Una vez me sucedió algo similar para clypeum o clypeus; había encontrado las dos formas y me preguntaba cuál era la correcta; pero enseguida me di cuenta que las dos existían.

Ha hecho muy bien en aprovechar el pasaje donde se trataba del "Santo Imperio" para aludir a aquello de lo que me había hablado. No me sorprende lo que esta vez me dice acerca de Goblet d'Alviella. No hace más que confirmarme la opinión que ya tenía, pues para mí, su mentalidad es más o menos la de un sabio "profano", y su concepción de la "ciencia de las religiones" no difiere esencialmente de la de un Frazer, un Reinach o un Loisy.

Para Kan, el acercamiento con el alemán no me parece tan inverosímil; hay palabras que tienen una similitud, no solamente por la forma, sino también por el significado; y pienso que también hay ahí una idea de fuerza expresada por el hebreo Qaín. Por otra parte, para Tubal-Caín, es cierto que Fludd al atribuirle la invención de la música, lo confunde con Jubal; también es cierto que a menudo se lo ha asimilado a Vulcano, pero esto quizás no es tan erróneo en cierto aspecto; sea lo que sea, lo que usted me dice a propósito de este antiguo libro de alquimia que se pretende del siglo XIV es muy curioso. A menudo me he preguntado, también yo, a qué época se remonta la representación del Rebis con el compás y la escuadra, pero nunca he podido encontrar ninguna precisión al respecto. Encontramos esta representación en las figuras de Basilio Valentín, pero no sé exactamente en que época han sido grabadas, y no pienso que sea anterior al 1600. – Volviendo a Tubal-Caín, mi nota se justifica por el hecho que, en el rito francés, es la palabra de paso del primer grado (en lugar del tercero). El diccionario hebreo que tengo no da la explicación del nombre; en todo caso, incluso si la traducción ordinaria es errónea, no es menos cierto que este sentido le es atribuido, y no es inútil tenerlo en cuenta.

El nº 6 de Atanòr me llegó a la mañana siguiente de escribirle. Como usted pensaba, sólo tengo reservas respecto al artículo de Evola; pero usted mismo las ha señalado de la mejor manera. ¿Qué necesidad hay de complicar las cuestiones con todas estas consideraciones copiadas de la filosofía alemana? Prefiero la apreciación hecha por Fichte en la reseña del libro que acaba de ser traducido al italiano; me parece totalmente justa. – Querría preguntarle qué es la "Lega Teosofica"; ¿es una rama de la S. T. o una organización disidente? Según su carta, me pregunto si no está relacionada con Steiner; y sin embargo, en este caso, ¿habría conservado esta denominación? Steiner ha dado a su organización el título de "Sociedad Antroposófica".

Lo que ha escrito sobre la "contemplación" está muy bien; creo que no cambiaría ni una palabra.

Los textos que cita en su artículo de la Rassegna Massonica son muy curiosos, y no los conocía en absoluto. La conferencia sobre los orígenes del rito escocés es también interesante; sin duda es Vd. quien la ha traducido. Si puede enviarme la continuación cuando aparezca me hará un favor. – ¿Se ha dado cuenta que se ha impreso dos veces Juana por Janua?

Gracias por haberme dado la dirección de Armentano; trataré de escribirle dentro de un tiempo.

Gracias también por haberme señalado el artículo de Kremmerz sobre el "error espiritista", lo ignoraba por completo. Voy a escribir al Prof. Banti para pedirle los dos números de O Thanatos que me indicó. Conozco a Kremmerz desde hace mucho tiempo, pero nunca he tenido ninguna información sobre él. ¿Podría darme otras indicaciones sobre esta Orden hermética de la cual él es el jefe? ¿Es él quien la ha fundado? – Me habla del Mondo Occulto; ¿hubo también alguna cosa sobre mí en esta revista? Sólo he recibido una cubierta en la que figuraba el anuncio del Error espiritista. – Me di cuenta, en el último número, que el nombre Kremmerz había desaparecido de la lista de colaboradores de Atanòr, y precisamente le quería preguntar si había alguna razón particular para ello. Lo mismo en referencia a Russo Frattasi; ¿es también un miembro de la misma escuela?

Respecto a la otra frase sobre la que me ha llamado la atención, su traducción es totalmente exacta; pero en este caso, se puede decir en francés indiferentemente "c´est" o "ce sont"; en este punto por tanto los dos tenemos razón.

Respecto a la interpretación de la palabra Altri, estoy totalmente seguro de haberla visto en algún sitio, pero desgraciadamente, he sido incapaz de encontrarla. Las palabras latinas eran las que había dado, pero con terminaciones más fantasiosas. En cuanto a la primera palabra, estaba ortografiada "Arrago", y el autor, no sabiendo lo que significaba, se preguntaba si había que leer "Aragon" o si no se trataba del navío "Argo", dos hipótesis que no concordaban en absoluto con el resto de la interpretación, mientras que, si leemos "Arrigo", no hay ninguna dificultad con el sentido. Ahora bien, ¿por qué tiene este nombre una forma italiana? Primero, la letra A no daría una palabra que se pudiera pronunciar; y luego es posible que la forma "Arrigo" haya sido adoptada especialmente por los miembros de la "Fede Santa". Por lo demás, creo que se podrían encontrar otros ejemplos de asociación de elementos provenientes de lenguas diferentes, y no cabe sorprenderse más de la cuenta.

Naturalmente, el equivalente lingüístico de agni en latín es ignis y no agnus; la modificación de la vocal inicial no tiene importancia y se produce frecuentemente (por ejemplo en el sánscrito antar y el latín inter). Ahora bien, no digo en absoluto que los primeros cristianos hayan tenido conocimiento del término sánscrito; no hay más que una correspondencia o una concordancia que de ninguna manera supone una comunicación directa, tanto más cuando la aproximación podía muy bien hacerse entre las mismas palabras latinas, agnus e ignis; las hay más extraordinarias, y que tampoco suponen un vínculo etimológico. Por lo demás, hay algo más que la relación verbal; en el simbolismo hindú, el morueco se atribuye a Agni; y sobre todo esto habría muchas consideraciones a desarrollar, lo que quizás haré algún día.

Vuelvo ahora a su traducción, para señalarle algunas inexactitudes de vocabulario que he notado. Pienso que mi carta le llegará lo suficientemente pronto para que pueda corregirlas; y además quizás las ha visto usted mismo.

Primero p. 1, ¿no hay, en italiano, otra palabra que mago para traducir "magicien" y que sea como "mage"? En francés, hay una gran diferencia de sentido entre estas dos palabras.

Ha tenido razón al añadir la nota de la p. 2; por otra parte había pensado en ello después de haberle enviado el artículo. El nombre latín de la fiesta es "dominica in palmis"; pero la palma tiene también el mismo simbolismo, como vemos especialmente en la palma de los mártires. – Transcribiendo la denominación francesa, ha escrito "la dimanche des Rameaux", habría que poner le (o il), puesto que domingo es masculino en francés.

El nombre del autor español citado en las págs. 3 y 4 es Asín y no Asén Palacios. Seguramente el acento agudo sobre la i le ha engañado, y quizás también mi mala manera de hacer las e.

En la segunda mitad de la p. 5, tiene que decir: "nel viaggio notturno di Mohammed", y no "di Mohyiddin", se trata evidentemente de una distracción.

Al principio de la p. 6, pienso que es mejor escribir Buddhismo que Buddismo, sólo la primera forma es correcta desde el punto de vista de la transcripción sánscrita.

Al comienzo de la p. 7, tendría que decir: "la teoría india dei mondi" en lugar de "del mondo".

P. 13, ha escrito Roberto en lugar de Rodolfo Benini.

En el paréntesis que se encuentra al final de la p. 12, debe decir: "alcuni 10 solamente", y no 11.

P. 15, en una frase citada de Benini, somiglianza ha sido reemplazado por rassomiglianza, lo que al fin y al cabo no cambia el sentido.

P. 22, una vez pone 55 en lugar de 65, y también, en letras latinas, LUX en lugar de LVX: seguramente ya se habrá dado cuenta.

En la penúltima línea de la p. 30, me parece que habría que poner "si sviluopparono" en lugar de "si sviluppano"; el sentido de la frase pide un futuro.

En fin, p. 32, "propensione" me parece una posibilidad para traducir "attrait", aunque no sea exactamente lo mismo; no sé si podríamos encontrar un mejor equivalente.

Es bien molesto que su colección de la Gnose esté incompleta, y no sé como hacer para procurarle los números que le faltan. En efecto, hace varios años que he tenido que deshacerme de los números sueltos, ya que ocupaban demasiado espacio. En cuanto a las colecciones completas, las he cedido todas a Chacornac por el mismo motivo: es pues a él a quien su amigo tendrá que dirigirse para procurarse uno; los vende a 20 F. – Si por casualidad tuviera la posibilidad de encontrar los números que me indica, tenga la seguridad que pensaría en usted.

Estos últimos días he preparado los envíos de Oriente y Occidente; pienso pues que muy pronto recibirá el ejemplar que le está destinado. Le agradezco su intención de hablar en esta ocasión extensamente sobre mis obras en Atanòr. – Adjunto en esta carta algunas hojas del editor, que podrá utilizar para dar a conocer el libro en su entorno.

Muy atentamente,

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París, 13 de julio de 1924
51, rue St. Louis-en-l'Ille (IVe)
Estimado Sr,

He recibido sus dos cartas, y también, pero sólo anteayer, el nº de julio de Atanòr. He visto que ha introducido las pequeñas correcciones que le había indicado; se lo agradezco. No había mayor inconveniente en cortar mi artículo por esa parte; no pasa lo mismo con el suyo, es cierto, como usted dice no se ve muy bien la intención parándose en ese punto; esperaré pues el nº de agosto-septiembre para hablarle nuevamente de ello.

Ahora bien, para la cita de Aroux relativa a tale y altri, hará muy bien adjuntándola en nota tal y como me propone. Por lo demás yo mismo lo habría hecho si la hubiera tenido a mi disposición cuando escribí mi artículo.

Gracias por lo que me dice acerca de mi artículo; estoy contento de ver que estamos siempre de acuerdo en lo esencial. En cuanto a la observación que me hace sobre la posible persistencia de una tradición occidental, es muy justa, y esto corresponde a una cuestión que me preocupa como a usted; si todavía hay representantes auténticos de esta tradición, ¿cómo entrar en relación con ellos? Hay ahí una dificultad que tal vez usted estaría mejor situado que yo para resolver, puesto que yo estoy, intelectualmente, mucho más cercano de Oriente que de Occidente. ¿Querría decirme qué piensa sobre este tema? Además, he aludido a todo ello en mi libro; cuando lo haya releído con más tiempo, espero que me vuelva a hablar sobre él.

Finalmente he escrito a Armentano estos últimos días; pienso que no dejará de darme noticias suyas como me había prometido antes de su partida.

He recibido, hace unos quince días, una carta de Mikulski, enviada desde Capri; me decía que se había encontrado muy agotado, lo que explica su silencio, y que se había visto obligado a tomar unas vacaciones; ha tenido que regresar a Roma el 3 de julio.

El profesor Banti me ha enviado los números de O Thanatos que le había pedido, todavía no he tenido tiempo de leerlos. Según lo que he visto hojeándolos, Kremmerz no parece haber comprendido muy bien mi punto de vista, aun reconociendo que El Error Espírita es un libro muy diferente de todo lo que se publica ordinariamente contra el espiritismo. Si hubiera leído mi "introducción", cuya existencia parece ignorar, tal vez me habría comprendido un poco mejor. En todo caso, tiene el aire de atribuirme un punto de vista especialmente "francés", que no es en absoluto el mío, que incluso está completamente fuera de mis intenciones. Además, considera el espíritu de una manera que no es siempre la más afortunada. En fin, parece particularmente vinculado a la idea de la reencarnación, y creo que no hay nada más molesto para alguien con pretensiones en el esoterismo.

He ido a casa de Chacornac para pedirle que envíe a su amigo la colección de la Gnose; me ha prometido hacerlo enseguida. También le he dado su dirección para el envío de sus catálogos. Felizmente ha encontrado que tenía números sueltos, entre los cuales precisamente estaban los que le faltaban a usted. Me los ha dado (no le había dicho que no eran para mí), y se los he enviado el viernes; quizás ya los haya recibido.

No he olvidado en absoluto hablar a Chacornac del libro sobre el que usted me pidió que me informara; no ha podido decirme nada de momento, sólo que existía una traducción francesa de esta obra, pero me ha prometido buscar en los catálogos y bibliografías. Tengo que verle de nuevo en unos días, y si me da alguna información se lo transmitiré en una próxima carta.

Ahora bien, tengo que referirle lo que me ha contado Chacornac: le han dicho, a propósito del diseño de la cubierta de Atanòr, que había tres errores (pero no ha podido decirme cuáles) en el símbolo pitagórico que en ella figura, errores que además debían ser probablemente voluntarios. Y sobre todo le han hecho notar que la mano colocada encima de este símbolo es ganchuda, lo que indica, parece, ¡todo tipo de intenciones diabólicas! No me ha dicho de dónde ha sacado todo esto, pero no me cuesta adivinar que sólo puede venir de Bricaud. Pienso pues que debemos esperar algún ataque por este lado, tanto más cuando el susodicho Bricaud está particularmente resentido desde hace mucho tiempo.

Por otro lado, Chacornac pretende tener que quejarse personalmente de Alvi, ya que éste ha editado sin su autorización la traducción de una obra de Eliphas Lévi, la cual según él es de su propiedad (debe ser el Libro de los Esplendores, pues creo que los otros han sido editados por Alcan). Quiero que esté al corriente de todo esto, aunque tal vez no haya que darle mucha importancia.

Lo lamento mucho pero no me será posible enviarle una reseña del libro de Vulliaud lo bastante pronto como para que pueda aparecer en el número de agosto-septiembre. Ciertamente no tendré tiempo de leer estos dos grandes volúmenes de aquí a final de mes; quizás pueda hacerlo durante las vacaciones. En todo caso, puede contar que lo haré, pero no me atrevo a comprometerme para una fecha determinada. Pienso dejar París en diez días; pero antes de partir quiero terminar finalmente mi trabajo sobre el Vêdânta, que me vi obligado a dejar completamente de lado después de varios meses; sólo hace una semana que lo he podido retomar.

¿Qué es este "Neotemplarismo" que se trata en O Thanatos, y al cual usted alude en el penúltimo nº de Atanòr? ¿Es una invención de Sacchi?

Si Frosini publica una nueva revista, ¡seguro que no faltarán tonterías!

Referente al "Prince de Mercy", no tengo más informaciones que las que he dado en mi artículo y las que contiene el manual de Vuillaume. No sé si Ragon ha dado un ritual de abertura y de clausura, y me pregunto dónde lo puede haber hecho. Aunque tengo una buena parte de sus rituales (dónde hay concepciones muy discutibles), me falta el de Kadosh, pero pienso que sólo hay un simple análisis de los once grados precedentes, sin ninguna indicación ritual, pues así es en el ritual de Rosa-Cruz para los grados que van del 4º al 17º. Por otra parte, lo que sí es cierto es que la interpretación budista de Goblet d'Alviella es enteramente fantasiosa; el otro nombre del grado, el de "Escocés Trinitario" se basta para demostrarlo. La analogía entre los nombres de "Prince de Mercy" y de "Señor de Compasión" es muy superficial. Por lo demás, no veo como una influencia búdica real habría podido introducirse ahí dentro, aunque sea desde el simple punto de vista histórico. Esta fascinación que ejerce el Budismo sobre la mentalidad de todos los orientalistas e "historiadores de las religiones" es verdaderamente algo extraordinario. Envíeme la copia de su trabajo cuando esté preparado; le diré sinceramente lo que pienso de él y, si veo que se pueden hacer algunas adiciones o modificaciones, esté seguro que se lo señalaré.

Espero con interés su nota relativa a las dos puertas "solsticiales"; tengo por ahí cierto número de datos bastante curiosos, y, si consigo ponerlos en orden algún día, tal vez podré escribir algo para Atanòr.

Muy atentamente,

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París, 16 de noviembre de 1924
51, rue St. Louis-en-l'Ile (IVe)
Estimado señor,

Recibí sus cartas y sus varios envíos; esta misma mañana me ha llegado su carta colectiva, por la que le ruego agradezca en mi nombre a todos los firmantes.

Cuando escribí a Mikulski, no creía que pasaría tanto tiempo antes de poder enviarle a usted mi artículo; pero, desde mi retorno, me he encontrado estorbado por numerosas visitas y, además, con una fuerte gripe en estos últimos tiempos; le ruego pues que me excuse. Por lo demás espero que este paquete llegue hacia el 20 tal como usted me pidió.

Quizá el artículo sea demasiado largo como para publicarlo de una sola vez; en ese caso, puede muy bien dividirlo en dos. Si dispone de tiempo para enviarme una copia de la traducción tal como hizo con el estudio sobre Dante, me gustaría mucho. En cualquier caso, le pediría que me devolviera el manuscrito para que pueda dárselo a conocer a algunos amigos que no entienden el italiano.

Por otra parte, le rogaría también que hiciera que se enviase un ejemplar del nº ó de los nos de Atanòr que contengan este artículo al:

Sr. Ferdinand Ossendowski,
por medio del Sr. Robert Renard,
25, rue Nicolo,
Paris (XVIe)
Cuando conocí a Ossendowski, tuve claramente la impresión de que, si había sido acogido tan fácilmente en algunos lugares, es porque se le había hecho desempeñar, sin que él mismo se diera cuenta, el papel de una especie de "agente de enlace"; pero, naturalmente, no podía escribir eso en mi artículo. Hay otros puntos sobre los que podría darle explicaciones complementarias en una próxima carta; lástima que no podamos vernos, pues sería mucho más fácil.

Por hoy, como le escribo con un poco de prisa, paso inmediatamente a las otras cuestiones de las que he de hablarle.

En primer lugar le agradezco muy vivamente el que haya hecho que la Biblioteca Nacional Vittorio Emanuele compre mis libros; es un medio excelente de darlos a conocer.

Gracias también por haberme citado como lo ha hecho en su artículo de La Vita Italiana. Por otra parte este artículo está muy bien de principio a fin; su forma es muy moderada y no creo que pueda contrariar a nadie. Yo tampoco comprendo muy bien las dudas y reservas de la dirección de la revista; parece que no han entendido muy bien lo que usted piensa realmente. Igual que las personas que, cuando se habla de la constitución de la élite intelectual, ¡se imaginan que se trata de constituir una sociedad! Ya había tenido oportunidad de constatar semejante confusión, y es por eso por lo que tuve el cuidado de expresarme claramente sobre ello en Oriente y Occidente.

Ya ve que no me equivocaba cuando le decía este verano, a propósito de lo que me había contado Chacornac, que debíamos esperar algún ataque por parte de Bricaud. Son siempre las mismas historias, y creo que haría mal en atormentarse por ello. El asunto de Turbine, en resumidas cuentas, y aparte de los ataques contra usted que han venido a sumarse al mismo, no es otra cosa que la reedición de lo que Bricaud ya había publicado hace casi dos años en sus Annales Initiatiques; nunca pude procurarme ese nº, pero vi luego su reproducción en la Revue Internationale des Sociétés Secrètes. Desde luego, si usted tiene la posibilidad de escribir en Turbine, podrá responder como mejor considere, pero creo que es mejor que no parezca se le otorga a esta gente más importancia que la que en realidad tienen; sería hacerles demasiado honor el responderles de modo directo. Como verá, yo solamente he añadido algunas líneas al final de mi artículo, y creo que esto es suficiente por lo que a mí concierne. En cuanto a lo demás, lo que usted haga estará ciertamente bien; puede muy bien hablar de mí en Turbine, sin cargar demasiado las tintas sobre los poco interesantes cuentos de Bricaud y Cía. ¿Origene y Minaci son el mismo personaje?

Todavía a propósito de Turbine: he visto allí artículos del Dr. Ferrua; éste había fundado en Inglaterra, poco antes de la guerra, una tal "Orden Iniciática reformada de los Rosacruces"; no sé qué ha sido de esa organización, que no debía de ser muy seria, y que, según lo que supe de ella en esa época, me parece que tenía un carácter más bien "comercial". En cualquier caso, los artículos que acabo de leer están llenos del más ordinario espíritu "cientificista".

No creo que Mme. Blavatsky haya hablado nunca del Agarttha; sin embargo habla algo de una ciudad llamada Shamballa, que estaría situada por el desierto de Gobi, y que habría desaparecido bajo tierra; verá usted, por otra parte, lo que digo respecto a su "Gran Logia Blanca".

Me he preguntado durante mucho tiempo igual que usted de dónde podía venir la historia de la aparición de Tubalcaín a Hiram, tanto más cuanto que nunca vi que se hiciera mención a la leyenda de Hiram en la "Masonería de Adopción". Cuando usted me pidió la información al respecto, recordé algo de lo cual me había hablado Faugeron, y le he rogado lo verificara. He aquí pues de qué se trata: la historia en cuestión se encuentra en una narración de Gérard de Nerval titulada "La Reina de Saba y el rey Solimán", o también "La Reina de la Mañana" (sebah significa "mañana" en árabe). Gérard de Nerval (quien por lo demás era masón) pretende haber escuchado esta narración durante sus viajes a Oriente; debe de haber algo cierto en ello, pues los elementos musulmanes que se encuentran no se explicarían de otra manera; pero es probable que la haya "arreglado" un poco. Sea como fuere, esta obra se imprimió en 1850; así pues es muy anterior a la de Saint-Albin, y puede muy bien suponerse que es ésa la verdadera fuente de la que éste ha sacado su historia, que otros han repetido tras él sin controlar su procedencia, como ocurre muy a menudo.

Lo que me dice respecto a la etimología de caelum es muy interesante; no sabía que también se encontraba la forma caelare en lugar de celare; ¿es la más antigua? De esta manera, el parecido con el griego Oúranos no es puramente accidental; en efecto, este último término es idéntico al sánscrito Váruna, y la raíz var (que cambia fácilmente en ur) significa "cubrir"; entre este sentido y el de "ocultar", hay un parentesco muy estrecho.

El boletín de Frosini me ha parecido bien vacío desde el punto de vista de las ideas; él intenta sobre todo justificar sus sucesivos cambios de actitud; lo que no me explico muy bien, es la insistencia con la que afirma seguir a d'Annunzio. Lo que es curioso también, es que continúe alardeando de sus relaciones con la pretendida "Masonería universal", que usted y yo hemos conocido demasiado bien en otro tiempo; ¡es igualmente extraordinario que aún haya gente a quienes se engañe con ello! Con su título de "Gran Hierofante" y su "Gran Estrella de Sirio", debe hacer que se rían de él en buena cantidad de sitios.

¿No ha aparecido otro nº de Rassegna Massonica desde el de julio-agosto que recibí durante las vacaciones? – En cuanto a la fecha de la muerte de J. Molay, el día quizá sea discutible, pero el año es con seguridad 1314, y no 1313.

No me sorprende que tenga cierta dificultad para encontrar colaboradores serios; cuando no se quiere aceptar no importa qué cosa, siempre es así, y yo supe algo al respecto cuando la época de la Gnose. – Espero recibir muy pronto el nº que me anuncia. Veo que usted, como yo, difícilmente queda satisfecho de lo que escribe; pero estoy persuadido de que su artículo es mejor de lo que me dice; en fin, le hablaré de nuevo de él la próxima vez.

¿Qué ha de pensarse de ese pretendido descubrimiento de las obras de Tito Livio en torno al que se hace tanto ruido desde hace algún tiempo? ¿No es más que una simple mixtificación, o ha de verse otra cosa? Si tiene alguna opinión al respecto, sea tan amable de compartirla conmigo.

El Dr. Peyre me escribe por su parte que le había satisfecho mucho Atanòr y que se había suscrito. – ¿Le ha escrito a usted el Sr. de Giorgio? También tuve ocasión, últimamente, de recomendar Atanòr a un español, el Sr. Juan de Nogales, a quien igualmente le he dado su dirección.

Muy atentamente,

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París, 29 de noviembre de 1924
51, rue St. Louis-en-l'Ile (IVe)
Estimado señor:

Recibí sus dos cartas, de las cuales la primera se ha cruzado con mi envío, así como la revista Gerarchia, y finalmente, aunque hace solamente tres o cuatro días, Atanòr en dos ejemplares.

En primer lugar debo agradecerle las palabras tan amables y elogiosas con respecto a mí que contiene su artículo sobre Oriente y Occidente, y también por la reseña misma, que es totalmente exacta y traduce muy bien mi pensamiento. Por otra parte me hubiese sorprendido que no fuera así, y es por eso que le decía que debía usted estar siendo demasiado riguroso consigo mismo cuando me escribía que no estaba satisfecho con ello.

Ya me parecía que mi artículo sería demasiado largo para aparecer de una sola vez; pero eso no importa, puede dividirse muy bien. En toda su traducción, no he encontrado más que dos palabras que no me parecen exactas; muy poca cosa. En la p. 5 de la traducción, en la nota 1 habría de decir: venuta al pensiero, y no alla penna de alguien; en efecto, Maritain, en quien sobre todo pensaba yo aquí, ha hecho la reflexión de la que se trata oralmente, pero no la ha puesto por escrito; es Frédéric Lefévre quien la anotó en Nouvelles Littéraires, en la narración de nuestra entrevista con Ossendowski del mes de julio último. Después, p. 14, nota 2, debería ser: intesa (entendida) y no estesa (extendida) nel suo senso superiore. – Ahora, dos o tres pequeños detalles: p. 9 nota 2, AVM y no AUM, pues en la época en que se empleaba el símbolo en cuestión (con anterioridad al siglo XV), no existiendo aún la forma U, V era entonces, al igual que I, indiferentemente vocal y consonante. – En la misma página, Swayambhû debe llevar la primera a breve (sin acento); esta a no se vuelve larga más que en el derivado Swâyambhuva. – Por el contrario, harían falta a largas en Dwâpara (p. 12, nota 2) y Râma (p. 16, nota 1).

A propósito de las palabras sánscritas, me permito señalarle algunas que han quedado muy desfiguradas, sin duda por los impresores, en el artículo "Yoga ed arte": p. 329, e Ram en lugar de ekam; p. 330, Dyama por Dhyâna, y, algo más lejos, una extraña deformación del nombre de Çankarâchârya, sin hablar de Buddho repetido varias veces en lugar de Buddha. En fin, hacia el comienzo de la p. 331, hay un nombre que no he podido entender: Hsich-Ho; podría ser un nombre chino algo alterado, pero con seguridad que no es indio. – Sobre el propio artículo, sólo tendría una reserva que hacer: lo que el artista puede realizar inconsciente (o subconscientemente) en algunos casos no es el Yoga en el verdadero sentido del término, sino solamente un estado preliminar.

El artículo relativo al "Sepher Jetsirah" contiene partes bien desiguales; se diría que el autor teme comprometerse con afirmaciones demasiado claras; ¿está justificada esta impresión?

Lo que le ha respondido usted a Minaci y otros me parece totalmente suficiente, al menos por el momento. ¿Así pues, O Thanatos ya no aparece? En cuanto al artículo de Gerarchia, hará bien en responder, pues puede ser el tema de una discusión más interesante que los cuentos de los otros. Sea quien fuere el autor de ese artículo, muestra claramente, hacia el final, que no ha comprendido la distinción esencial entre el conocimiento iniciático y metafísico y el saber profano (cuando habla de "una nuova Accademia", etc.), y también que no conoce nada de las doctrinas orientales: ¡su clasificación de las obras "místicas" y "morales" es más bien divertida!

Quizá tenga usted razón al querer que Atanòr aparezca cada dos meses con 64 páginas; los artículos quedarían así menos cortados. Si se separa usted de Alvi, ¿no cree que tal vez ello le suscite enemigos en relación con el título, debido a su casa editorial?

No había pensado en lo que me dice con respecto al "timor panicus", pero la relación es muy verosímil. – En cuanto al nombre que ha buscado, se trata de Melquisedek; me sorprende que no lo haya encontrado por medio del pasaje donde se trata de la "Justicia" y la "Paz". Se ha acercado usted no obstante al pensar en Abraham; pero se trata en realidad de un poder superior al de Abraham, ya que confiere a éste una verdadera investidura.

No conozco el libro de Slowatsky sobre los chamanes; ¿cuál es su título exacto? – En cuanto a Bulwer-Lytton, se inspiró en antiguas tradiciones americanas, según las cuales cierta raza humana habría venido del interior de la tierra, en donde por lo demás una parte de ella se habría quedado; pero esto no parece tener ninguna relación con la cuestión del Agarttha.

Por lo que se refiere a Tubalcaín, no había pensado más que en la Masonería de adopción ordinaria, y no en la de Cagliostro; no tengo toda la colección de Initiation, pero, cuando tenga algo de tiempo libre, veré si tengo los nos donde se hallan los rituales en cuestión. No es Papus quien tenía el manuscrito, sino Marc Haven; quizá lo tenga aún. En cualquier caso, estoy persuadido de que la fuente directa de Saint-Albin es la narración de Gérard de Nerval; ahora bien, no es inverosímil que éste haya conocido el ritual de Cagliostro y haya tomado algunos elementos para añadirlos a lo que había recogido en Oriente.

Me alegra saber que tiene la intención de venir a París en la próxima primavera; esperemos que, de aquí hasta entonces, no suceda nada que le impida poner en práctica este proyecto.

Cordialmente,

El Sr. de Giorgio me ha escrito que se ha suscrito a Atanòr.
 

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París, 6 de abril de 1925
51, rue St. Louis-en-l'Ile (IVe)
Estimado señor:

Recibí su carta, así como el paquete con mi manuscrito y la copia de la traducción, hace ya casi quince días. Me excuso por no haber podido responderle más pronto; la culpa es de los impresores que, después de haberme hecho esperar varios meses, se han puesto a trabajar con tal velocidad que he tenido que pasar todo el tiempo dedicado a la corrección de las pruebas, sin poder disponer de un instante para ocuparme de otra cosa. En fin, si consiguen recuperar el tiempo perdido, no hay que lamentarse; pienso que mis dos volúmenes estarán listos para la publicación dentro de un mes aproximadamente.

Solamente ayer por la tarde pude ver su traducción, que está muy bien como siempre, y en la cual no he encontrado más que tres pequeñas inexactitudes (o que, al menos, me parecen tales). La primera, por otra parte, no es más que una simple distracción: es la primera referencia indicada en la p. 8 de la traducción; el pasaje relacionado con Descartes es T. II, p. 235 y no 285. – Arriba del todo de la p. 17, ha traducido "envisagé" por "intravisto"; si esta palabra tiene en italiano el mismo sentido que su equivalente francés "entrevu", no da sino la idea de un conocimiento imperfecto y lejano, lo que sería contrario a la intención que tenía al escribir el pasaje en cuestión. – En fin, casi al comienzo de la p. 18, hay esto: "le due vie che., e che sotto forma exoterica era rappresentato"; sería necesario el plural, ya que esto se refiere a las due vie. – Eso es todo lo que he encontrado; como ve, es bien poca cosa.

En cuanto a la cuestión de la tipografía con la que debiera componerse el artículo, no tiene gran importancia, y no me importaría nada que usara la más pequeña; incluso creo que es mucho mejor eso que verse obligado a publicar el artículo en dos veces.

El último nº de Ignis me ha llegado hace dos días; en efecto se presenta mejor que el precedente. He visto que ha puesto los "errata" de mi artículo anterior, y se lo agradezco.

La carta de Minacci prueba que él por lo menos tiene buena fe, y no podemos más que felicitarnos de este primer resultado de la denuncia del plagio de Sacchi; dudo mucho que este último pueda llegar a justificarse.

No había visto lo que me dice con respecto a los metodistas americanos, pero no me sorprende; ¡concuerda mucho con la mentalidad de esa gente!

Espero que encuentre los caracteres hebreos en Florencia, donde debe hallarse usted en este momento, y a donde le envío esta carta según su indicación. – Si va a Bolonia y si ve a Gallo, sea tan amable de transmitirle mis amistosos saludos, con mis excusas por no haberle escrito después del tiempo que ha transcurrido desde que recibí una carta suya; intentaré hacerlo dentro de algún tiempo, pero tengo mucha correspondencia retrasada.

Lo que me dice respecto a Tahra Bey corresponde totalmente a lo que pensé desde el comienzo, y me alegro de que no se haya comprometido usted con él. Lo sorprendente es que tanta gente vaya a él; pero sin duda no les atrae otra cosa que los fenómenos y es probable que apenas se preocupen de las cuestiones doctrinales.

La librería Ch. Bosse, 16-18, rue de l'Ancienne-Comédie (IVe) dispone en este momento, al parecer, de muchos libros interesantes sobre el hermetismo; podría usted escribirles dándoles su dirección y pidiéndoles que le envíen los catálogos. Es en esa casa donde trabaja Faugeron, y se las ha arreglado para hacer que figure la dirección de la misma en sus ediciones, pues, por lo respecta a la venta, le hubiera sido difícil tenerlas en su casa.

Nosotros saldremos pasado mañana para Blois (74, rue du Foix), y volveremos aquí el 20 de abril; espero que le sea posible venir a París por esa época, y espero también estar entonces un poco más tranquilo, cosa que no ha sido así en estos últimos tiempos. – La cuestión del alojamiento siempre es difícil aquí; ya no es como cuando estaba Mikulski; y, con la exposición que va a inaugurarse, es de temer que aún se complique más; en fin, ya volveremos a hablar de todo esto.

Le escribo apresuradamente, y puede que se me olvide responderle sobre algunos puntos; excúseme por ello.

Cordialmente,

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París, 21 de abril de 1925
51, rue St. Louis-en-l'Ile (IVe)
Estimado señor:

Recibí sus dos cartas, la primera en Blois, y la segunda aquí donde llegamos ayer como le había dicho. Ahora mismo recibo también Era Nuova, que usted me anunciaba; los impresos tardan siempre más que las cartas.

Me apresuro a contestarle con respecto a la falta que me señala y que se me había escapado; pero la corrección que usted ha hecho es muy exacta. En efecto, he aquí exactamente lo que escribí:

. además, Malaki, "mi enviado" (es decir, el enviado de Dios, o "el ángel en el cual está Dios", Maleak ha-Elohim), es el anagrama de Mikael.

No hace falta pues paréntesis delante de Maleak ha-Elohim, que es el equivalente hebreo de las palabras que preceden inmediatamente entre comillas.

Lamento no tener nada que enviarle para llenar las pocas páginas que aún le faltan; pero, en este momento, no tengo absolutamente nada preparado y no puedo encontrar el tiempo para hacer alguna cosa.

Espero las últimas pruebas de mi libro sobre el Vêdânta, y espero que estará listo para salir a comienzos del próximo mes. En cuanto al estudio sobre Dante, creo que aparecerá en estos días.

Ignoraba la muerte de Steiner; creo que haría usted bien sacando un artículo sobre él, diciendo netamente lo que piensa, sin preocuparse demasiado de la opinión de la gente.

En cuanto a Minaci, habría que ver si es capaz de redactarle artículos interesantes; a menudo es muy difícil, desgraciadamente, no ofender a alguien cuando no se quiere aceptar el publicar no importa qué.

Todavía no he podido escribir a Gallo; pensaba aprovechar las vacaciones para poner al día mi correspondencia, que la corrección de las pruebas me había hecho dejar de lado, pero he tenido demasiadas otras ocupaciones, y estos pocos días se han pasado muy rápido.

Sólo conozco la Revue Juïve de nombre; por otra parte me parece que no hace mucho tiempo que existe. En cuanto a Symbolisme, ya no lo veo desde hace años; Wirth me lo enviaba en otro tiempo, pero dejó de hacerlo sin que sepa por qué.

Respecto a los caracteres hebraicos, se me ha ocurrido una idea: ¿no podría encontrar algunos en Livourne, que es un centro judío muy importante? Tal vez me equivoco, pero me parece que, si se encuentran en alguna parte de Italia, debe de ser allí. Es molesto, en muchos casos, no poder dar más que una transcripción; es verdad que más vale eso que fabricar caracteres fantasiosos e indescifrables reuniendo trazos como se hizo en otro tiempo en Voie.

No había oído hablar, si no es por usted, de ese alemán que se encontraría actualmente en París y haría experiencias de lectura de escritos ocultos; ¿dónde ha visto usted la reseña de esas experiencias?

El Sr. de Giorgio me pregunta qué valor puede tener la traducción del Tao por Evola; no la he leído, pero, según lo que usted me ha dicho, no me fío de ella, ya que el autor no conoce la lengua. A propósito de Evola, ¿en qué está su trabajo sobre el Tantra? Será sin duda una reproducción más o menos arreglada de las obras de sir John Woodroffe; lo peor es que éste tampoco sabe de sánscrito, y lo más singular, es que comete faltas inverosímiles escribiendo en inglés, que sin embargo es su propia lengua.

Parece que existe otra traducción italiana del Tao por Evans; ¿la conoce?

Lamento vivamente que su viaje a París se encuentre de nuevo pospuesto; espero sin embargo que pueda llegar a realizarlo bastante pronto y en todo caso antes del mes de julio, época en que nos ausentamos por las vacaciones de verano.

No tengo noticias de Mikulski tras las pocas palabras que añadió a una de sus cartas; no obstante me anunciaba que no tardaría en escribirme; ¿qué es de él? Transmítale mis saludos cuando tenga ocasión, así como a Guerrieri si, como pienso, lo sigue viendo de vez en cuando. ¿Tiene noticias de Armentano?

Cordialmente,

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El Cairo, 19 de abril de 1935
Estimado señor:

Poco tiempo después de escribirle, recibí una carta de Mikulski, dándome las explicaciones que usted me anunciaba, y también la información relacionada con Fidi (que igualmente yo le pedía a usted, pero que había debido haberle pedido a él en una carta más antigua). Por lo demás quizá le haya dicho que me ha escrito, si es que ha tenido usted oportunidad de volver a verle desde ese entonces, aunque él también parece siempre muy ocupado a pesar de que se supone que ahora está retirado.

He leído su libro con interés, y me parece muy bien; ciertamente no hay nada, en las hipótesis que plantea para llegar a esa reconstitución, que no sea totalmente plausible; y la relación con las teorías cosmológicas, etc., para estar únicamente indicada, es particularmente importante.

Permítame señalarle una pequeña cosa que no es más que un detalle colateral, y que ha de deberse a una distracción: no creo que pueda decirse en inglés "flaming star", o al menos no he visto esa expresión en ninguna parte. Se dice "flaming sword", pero "blazing star", mientras que, tanto en italiano como en francés, no hay sino un único y mismo término en ambos casos.

He hecho una reseña que aparecerá en el nº de mayo de Voile d'Isis; esto a la espera de un artículo que me propongo escribir, desde hace ya cierto tiempo, sobre algunos puntos tocantes precisamente a la geometría pitagórica, la Tetraktys, etc., y en el cual tendré seguramente la oportunidad de citarle.

Espero que, a pesar de sus ocupaciones, pueda darme de nuevo noticias suyas.

Muy cordialmente,

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El Cairo, 25 de abril de 1935
Estimado señor:

Acabo de recibir su carta del 14 de abril, que se ha cruzado con la nota que le escribí la semana pasada en la que le hablaba de su libro. No creo que haya en él errores matemáticos, y por lo demás, tal como usted dice, sería muy sorprendente que nadie se hubiera dado cuenta de ello todavía; no me sorprenden, por otra parte, las objeciones que le han planteado y los prejuicios que oponen; esto es bastante acostumbrado. Las cosas que usted me señala sí que son, desde nuestro punto de vista, las más importantes, y es sobre ellas que tengo intención de volver en algún artículo; es por eso por lo que no insistí más de la cuenta en la reseña, con la que únicamente no quería retrasarme. Todo lo que pueda contribuir a restituir la antigua noción de la "ciencia sagrada" tiene ciertamente gran alcance, aunque pocos la comprenden; también yo lamento mucho que no podamos llegar a vernos algún día para hablar más ampliamente de todo ello.

Según lo que me ha dicho Mikulski, la casa Fidi todavía existe, e incluso me ha dado su dirección actual (Via Borgazzi, 4, Milano); pero es verdaderamente singular que no respondan las cartas. De todas maneras, creo igual que usted que no hay gran cosa que esperar en lo que se refiere al pago de los derechos!

He leído el libro de Buonaiuti; siempre es interesante en efecto estar un poco al corriente de todo esto, pero no hay ahí en verdad ideas muy profundas; incluso es más bien impreciso. En cuanto a "." aún no he tenido tiempo de leerlo, de modo que le hablaré de ello en otra ocasión. Tengo que comenzar por ver los libros y revistas que he de reseñar, lo cual me obliga a veces a posponer el resto durante cierto tiempo. – Por lo que respecta al otro libro que me había anunciado y que no he encontrado en el paquete, como no me dice nada de él supongo que no se ha perdido y que simplemente no lo puso usted en él.

Acerca del asunto de los Polares, lo que me dice del detentador del "método" no me sorprende a mi vez; mi impresión desde hace largo tiempo es que todos los de este grupo están más o menos en el mismo caso, y, en otro tiempo, algunas palabras de Ar. ya habían despertado mis sospechas al respecto; desde entonces, múltiples asociaciones no han hecho sino confirmarlo. – En cuanto a la cuestión misma del oráculo, soy de la misma opinión que usted, que hay algo ahí, pero, debo decir, algo "siniestro", en ambos sentidos de la palabra.

Por lo que se refiere a los ataques contra mí, ha comprendido usted muy bien que hay ahí toda otra otra cosa que las apariencias exteriores; lo más curioso es que esto parece venir desde todos los lados a la vez, incluso de los más opuestos; pero detrás de todo eso, está lo verdaderamente "diabólico", y ello aún va más lejos que todo lo que usted pueda suponer. Para darse una idea, podría releer atentamente las respuestas contenidas en mis reseñas, y también lo que se refiere a la "contrainiciación", las "siete torres del diablo", etc. Todas estas cosas, en el fondo, están muy relacionadas entre sí; el resto no son más que instrumentos más o menos inconscientes, pero a veces tanto más peligrosos por su misma inconsciencia. – A buen seguro, estoy mucho más tranquilo aquí; por otra parte, el último año que pasé en París, la vida allí ya se había vuelto casi imposible, y no hay duda de que, aún hoy, todavía sería otra cosa. Imposible decirle todo lo que he descubierto desde entonces y cuántos supuestos amigos se han quitado la máscara poco a poco.

Muy cordialmente,

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René Guénon

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