En ese sentido la Masonería es Universal y sus talleres otros tantos templos de la Iglesia Secreta. En ellos se expresa la Voluntad Perenne del Constructor, llamado Gran Arquitecto del Universo, mediante el Símbolo y el Rito, y se aprende a conocer la Obra del Creador, y por sobre todo el Pensamiento que la ha organizado. Por lo que ser masón no es simplemente una adscripción a una institución cualquiera por esotérica que fuere, sino el hacerse cargo, el encarnar su cuerpo doctrinario manifestándose en la totalidad de los mundos físico, anímico y espiritual. Para ello es necesario un trabajo que actúe de modo operativo sobre los postulantes y los lleve a comprender no sólo la majestad de los conceptos con los que está alternando, sino también la dignidad feroz de esta labor de áccesis al COnocimiento, principio y motor de todo trabajo, inclusive material y profano; esta dignificación del trabajo es pareja con toda idea de Orden propia de la Construcción, y se encuentra presente en la Masonería (una Orden) desde la época de las corporaciones y gremios medioevales hasta hoy. |