La Cábala (tradición) como la Shekinah (la permanente inmanencia divina) siempre se está haciendo y no es letra muerta, pues está presente en el corazón del ser humano, en su alma, y por lo tanto en todas las cosas y tiempos y sería matarla como el racionalismo ha hecho con Occidente, si se la tratara com algo fijo e inflexible, o como un estudio meramente histórico y no como siempre viva, paradójica y cambiante como es la cosmogonía que describe, en vez de algo estático, como por otra parte lo demuestra su desarrollo en el tiempo. Es decir, una poética del espacio y la vida, permanentemente actual, de donde deviene su inmenso poder transformador. |