SHONGAI 2. REGISTRADO POR NUEVOS MEDIOS. 1994.
Hace tres años se encontraron por vez primera, el legendario músico de Mali, Toumani Dia Bate, el grupo flamenco Ketama y el cantaor Carlos Soto. El motivo fue trabajar en una de estas experiencias del "mestizaje cultural" y producir un disco con los resultados. Y en ello poco después y bajo el título de Shongai se presentaba al público su primera aportación. El LP era formidable, tal vez sin una cadencia definida y con algunos sobresaltos en los diferentes estilos fusionados, pero la atmósfera de frescura y alegría rezumaba brillantemente en todo el disco que parecía además completamente al margen de este tipo de experiencias Nueva Era electrificadas y dulzonas. De alguna forma se diría que los músicos de Ketama siempre aceptaron la dirección de este encuentro con Toumani Dia Bate y en esta respetuosa relación encontraron como grupo el mejor de sus espacios artísticos, pues a partir de entonces encontraron asentamiento y rango. Igualmente Carlos Soto el cantaor andaluz, se encontró en este clima y cantó bellos romances. 

Tres años después, viene presentada la segunda entrega de Shongai y en ella, Dia Bate, Ketama y Soto nos regalan uno de los más impecables discos producidos este año, hasta tal punto que lo que era un alegre encuentro de canciones, se ha convertido en una atmósfera musical homogénea, donde el auditor es embriagado por una poética de firme trazo. El duende flamenco de Ketama reposa en la magia de Dia Bate y se encuentra en un espacio indefinible. Sus canciones suenan con más hondura que nunca y a cada romance de los cantaores se constata con tempus y con embrujo, lo que da a la audición una alta frecuencia. 

Parece que una nueva continuación al flamenco clásico, cuyo linaje se preserva celosamente, está servida y no sólo ello sino que de forma rotunda. 

El trabajo de renovación que hace unos quince años emprendieron Camarón de la Isla, Tomatito, Paco de Lucía y otros, llega ahora a un segundo ciclo: Ketama, Chocolate, El Bola y otros se entroncan al timón de los antiguos, y aún en ciertas experiencias coyunturales como ésta de mestizaje cultural u otras como la inclusión de instrumentos orientales o súbitos acercamientos a la rumba, respetan con celo el legado flamenco. 

En medio de las dificultades de linaje y pureza que plantean concienzudamente los antiguos flamencos, el clamoroso encuentro celebrado en Granada en mayo de 1994, en el que se han encontrado todas la generaciones vivas del flamenco parece certificar que estos jóvenes grupos y cantaores que hemos citado, cuentan con el respaldo de los antiguos. A. C. 

 
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