PRESENTACIÓN
Si bien Noche de Brujas está situada históricamente en el Siglo XVI o XVII, el mensaje que subyace en ella es plenamente actual. Su tema es el Sabath o Aquelarre, palabra de origen vasco que significa "prado del macho cabrío". Tal y como se celebraba durante la Edad Media y el Renacimiento, el Sabath se introdujo a través de la magia judía, mezclándose con prácticas de similar tipo que pervivían en Europa desde muy antiguo. De ahí que determinados términos y expresiones, e incluso las letras inscritas en los amuletos utilizados en los aquelarres, fueran de origen judío, y más concretamente cabalístico, empezando por los nombres de las energías, númenes o ángeles invocados, algunos de los cuales también lo son en la obra. Y esta transmisión nos parece importante de ser reseñada ya que la magia semítica recibió a su vez la influencia de las culturas de claro signo matriarcal que se desarrollaron a lo largo de toda la cuenca mediterránea, influencia que debe extenderse a determinadas formas de la magia egipcia y de Oriente Próximo (Mesopotamia y Persia fundamentalmente), en todas las cuales se veneraban a las divinidades femeninas, lunares y telúricas. Pensamos que es bajo este marco de influencias que el Sabath ha de ser considerado, esto es, como un rito mágico-teúrgico cuya estructura cosmogónica es en gran parte heredada de cultos muy arcaicos ofrecidos en honor de las diosas terrestres, expresiones de la Diosa primordial.
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