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PHOENIX 33 ALBERTO PITARCH |
Sintonía del programa. “Unforgettable”, por Natalie Cole y Nat King Cole.
Locutor: Bienvenidos a una nueva emisión de Phoenix 33, un podcast donde se hace memoria viva de la obra de Federico González Frías. Y desde donde a partir de hoy vamos a ir adentrándonos capítulo a capítulo en las diversas creaciones que el autor escribió para ser teatralizadas. Así que tomen asiento y preparen sus billetes porque empezamos… ¡En el tren! Sonido de máquina de vapor antigua, como que el tren va a partir. Sintonía del programa. Locutor: Si han ido siguiendo las entregas anteriores de Phoenix 33 ya estarán familiarizados con la obra simbólica, cosmogónica y metafísica de Federico González. Si hacemos un poco de recapitulación hemos visto obras tan importantes como Hermetismo y Masonería, Simbolismo y Arte, El Simbolismo de la Rueda, o Esoterismo Siglo XXI: en torno a René Guénon. Bien, hay que decir que aunque la producción puramente doctrinal emanada de la mano de Federico sigue tocando temas tan interesantes como la cábala, el tarot, la utopía o la alquimia, también escribió una fecunda obra literaria y teatral, y sobre esta segunda es en torno a la cual va a girar el podcast de hoy. Pero antes de levantar el telón, vamos a saludar como es habitual a nuestros oyentes siempre presentes en la otra parte del estrado dispuestos a recibir con su escucha y su silencio el mensaje de la Tradición. Y saludamos también a los colaboradores del Ateneo del Agartha que participan en esta travesía por las ondas. Qué tal ¿Como están? Sólo queda dar la bienvenida al público que nos acompaña en el estudio: ¡Hola a todos! Y…Ahora sí, ¡arrancamos! Pausa musical. Judy Gardland. “The Trolley Song”. Voz del Ateneo: Se preguntarán, ¿por qué el teatro? Bien, déjenme que les lea unas líneas sobre lo que simboliza en realidad el teatro: “El Teatro es una de las artes tradicionales con las que realizar un trabajo de transmutación interna; por eso es sagrado en muchas civilizaciones y culturas, entre ellas la griega que lo ponía bajo el patrocinio de Talía y Melpómene, la comedia y la tragedia, las dos carátulas de la escena griega. El mundo entero es un gran teatro donde se produce la ilusión de la existencia de los personajes, por eso su emulación es una forma indicadísima de la labor iniciática donde se conjugan la memorización de los textos (una forma del Arte de la Memoria) junto con la comprensión del personaje y lo que éste dice, su situación y movimiento en el espacio teatral, el tono de la voz, sus gestos, etc., a lo que debe agregarse los ensayos, el estreno y la suma que resulta de todo ello que abre en la conciencia mundos siempre renovados que mantienen perennemente vírgenes a quienes se prestan para ello y que mueren y nacen con cada personaje, al que actualizan de modo permanente en la representación”.1 Voz del Ateneo: Muy interesante lo que se dice sobre el teatro. Siendo esto así, cada representación toma otra dimensión. Diríamos que se abre un espacio mucho más amplio situado más allá del escenario donde se representa al mismo tiempo que se abre una brecha en la linealidad del tiempo. Diríamos que el actor presiente que detrás de la secuencia de esta gran obra que es la representación de la vida se esconde un secreto, otro escenario … más allá del tiempo y el espacio ordinario. La vivencia del eterno presente. Voz del Ateneo: Bueno, pues la verdad es que entendiendo la vida, nuestra existencia, así, cambia mucho la película, ¿no? Voz del Ateneo: Sí, es bien sorprendente. Dejadme que siga leyendo, que esto no acaba aquí: “El teatro ha sido siempre una representación de la vida. En el Teatro sagrado chino, japonés y balinés se manifiesta la cosmogonía, la intervención de los dioses y sus andanzas como es el caso también de los hindúes. En cuanto al Occidente judeo-cristiano y greco-romano al que pertenecemos –igual que en las Tradiciones Precolombinas– el teatro además tiene orígenes sagrados y en él se suelen representar no sólo las aventuras de sus dioses, sino también las de sus héroes y guerreros unánimemente presentes en todas las culturas, asimismo con formas ligadas a la danza, por lo que ésta y la música se presentan como entrañablemente unidas y conjugadas en el teatro que las acoge. Con frecuencia el teatro es asociado a la irrealidad de la existencia, visto así por los propios autores teatrales; igualmente la vida como un sueño, o la realidad en la que acreditamos como el gran Teatro del Mundo según Calderón de la Barca. Shakespeare tampoco es una excepción al pretender que la vida está hecha de la misma materia de los sueños, o que es la narración de un idiota lleno de furia y confusión”.2 Voz del Ateneo: Ah, por cierto, el fragmento es de la entrada “Teatro” del Diccionario de Símbolos y Temas Misteriosos de Federico González Frías. Pausa musical. Glenn Miller. “Fools Rush In (Where Angels fear to Tread)”. Locutor: Bien, pues tras esta pausa musical, vamos a presentar la obra de teatro de Federico González Frías en torno a la cual gira este podcast. La obra en cuestión se titula En el Tren. Voz del Ateneo: ¡Qué buena que es! Cada vez que lo pienso… En ella se va entreviendo entre la locura de los diálogos de cada uno de los personajes el viaje iniciático. Pero, ¡qué maravilla cómo está presentado! ¿verdad? Desde la sencillez y la simplicidad de la experiencia cotidiana. Es decir, desde el ahora, sin pompa ni grandes ceremonias, pues finalmente es en el interior de uno mismo donde todo acontece, ¿dónde sino? Voz del Ateneo: Así es. Como si hubiera otro lugar donde ir o algún momento ideal que esperar… Pausa musical. Alexandre Desplat. “You´ll Never Know”. Voz del Ateneo: En esta obra un desfile de personajes realiza un viaje en tren hacia un destino desconocido. En sus diálogos se van entrelazando temas recurrentes de la vida ordinaria junto con profundas reflexiones metafísicas, otorgando al conjunto de la obra un dinamismo y una frescura únicos. Además, como toda la obra teatral de Federico, actúa de forma subliminal, pues hace aflorar profundas reflexiones sobre el sentido de la vida casi sin darte cuenta, no sólo durante la lectura o representación de la obra sino durante todo el día. Ah y sin olvidar el tono humorístico que constantemente serpentea entre los distintos personajes. Voz del Ateneo: Sí, podríamos decir que este maridaje entre los temas recurrentes de la vida ordinaria y las reflexiones metafísicas son muy propios de la Tradición, que siempre se ha adaptado a tiempos y lugares diversos con tal de poder ser transmitida, vivida y comprendida. Y al mismo tiempo también es una cualidad del autor, Federico González, que tan pronto estás tomando un café en una terraza hablando de cualquier tema de actualidad como de repente la conversación toma una fuga y se alza sobre los siete cielos, los dioses y los hombres. Voz del Ateneo: En la obra aparece la instructora, quien dirige el viaje de estudios en tren, la revisora y la mesera, quienes van ayudado a las distintas tareas en el transcurso del viaje y 11 pasajeros, todos ellos dispuestos a emprender el viaje que cambiará para siempre sus vidas. Voz del Ateneo: ¿Qué os parece si dejamos que sean directamente los personajes los que nos hablen? Locutor: Buenísimo, claro que sí, vamos a ello. A continuación les presentamos una pequeña muestra de esta pieza teatral titulada En el tren, interpretada por los actores del Ateneo del Agartha, incluyendo a los colaboradores habituales de este podcast y un servidor, con el fin de poder cubrir el elenco de personajes que intervienen en la obra. También decir que este libreto ha sido publicado por Libros del Innombrable junto con otros dos textos teatrales también de Federico, en una edición que se titula Tres Teatro Tres. Las escenas que van a escuchar a continuación irán intercalando diversos temas musicales que van a servir para diferenciar distintos momentos en la obra. Dicho lo cual, ¡disfrútenlo! Pausa musical. Glenn Miller. “Little Brown Jug”. “Jovita: Este es un plantel de personal perfectamente cualificado. Enrique: Un grupo de estudiantes, es una manera de decir. Instructora: Pero es lo que somos. Este es un viaje de estudios. Enrique: ¿Sobre el más allá? Instructora: No, por favor, esa es una espantosa manera de decir. Marta: Además suena muy pretenciosa. Minnie: Y también equívoca, por que la doctrina nos enseña verdaderamente que el más allá es el más acá en algunos casos, puesto que se trata de la intimidad del corazón, de nuestra alma. Instructora: Eso puede tener dimensiones incalculables… Verdaderamente se pierden en lo indefinido. Pausanias: ¿Se pierden? Instructora: No, no se pierden, parece que se pierden. Pausanias: (Cambiando de tema). Estoy satisfecho con las ofertas de precios que nos han dado. El viaje en tren, el hotel y la estadía por dos días, con comidas y todo. Jovita: ¡Ay!, viajar siempre resulta demasiado caro. Instructora: Parecemos niños, lo único que falta es que abramos las canastas del picnic. Enrique: No lo creo, todos estos son sabios en ciernes. ¡Que Zeus los libre de los males, y de todos ellos el peor, o sea de la tontera que siempre anda rondando y buscando sus víctimas! Minnie: No seas tan pesimista. Enrique: No se trata de ser pesimista u optimista, sino de atenerse a la realidad de lo que ven nuestros ojos. En definitiva, lo que termina diciendo la experiencia. Instructora: No vamos a discutir lo que ha sido obvio para nosotros. No. Y aunque las cosas tomen permanentemente formas cambiantes, indican siempre la pertenencia a un mundo que les excede. Enrique: Lamentablemente. Minnie: ¿Lamentablemente? ¡Cómo uno se va a compadecer de los destinos de los otros, de los que no se sabe absolutamente nada! Qué sabemos de éste o aquel, perfectamente disfrazado para la ocasión. ¿Acaso conocemos si no estamos tratando con un sinvergüenza… aquél, aquél de más allá (gesticulando lejos con el brazo), que parece un probo padre de familia, no será finalmente un matón de barrio? ¿Y aquél que aparenta ser un intelectual, no será un truchimán cualquiera? Instructora: Y eso pasa con nosotros mismos porque constantemente gira la rueda de la fortuna y no hay nadie que esté fuera de ella. Minnie: Eso es verdad, pero también te recordaré que rectificando encontrarás la piedra. Enrique: ¿Quién puede con su destino, al fin y al cabo, con su suerte? Julia: ¿No será verdad que uno no escoge su futuro, sino que es él quien nos selecciona a todos? ¿No estaremos condicionados por el futuro?”3 Pausa musical. Glen Miller. “Tuxedo Junction”. “Minnie: Y no hay nadie que conteste, que corrija mis aseveraciones. ¿Quién es el que pregunta y quién el que responde? ¿Qué es lo que se enuncia y qué debería ser lo enunciado? Julia: Aquello desconocido. (Pausa). Enrique: (Desde la primera fila). Se llama la frontera del silencio, del misterio, aquí nace la raíz del que revela lo oculto. Minnie: Dicen los chinos que lo único permanente es el movimiento. Max: Queremos tocar lo inasible. ¿Cómo podemos ser individuos tan descompuestos? Pausanias: Es la ignorancia, amigo. Minnie: Y el no poder aceptarla pues hay que seguir creyendo en el juego del tira y afloja, en el permanente ir y venir, entre el uno y el otro. Jovita: ¡Pero que no nos vaya a fallar el tren! Por lo menos es algo concreto. Julia: ¡Cómo hemos trabajado! Enrique: De nuevo es una manera de decir. Marta: En realidad hemos escrito obras en lo invisible. Alberto: (Regresa del baño e interviene desde el pasillo y se ubica en la segunda fila, junto a Jovita). Sí, efectuar los ritos, de eso se trata, pero su proyección es indefinida, inmensa y siempre, que necesariamente, como un boomerang, ha de retornar a uno mismo, al Uno Mismo. Max: En verdad todo esto me resulta vagamente conocido. Alberto: (A Jovita). Tenías razón con eso de mirar el paisaje por la ventanilla. Acabo de ver un burro de cinco patas. Jovita: Eso es otra cosa… Alberto: ¿Será otra cosa? ¿No habrá también mulas de cinco patas? Jovita: (Intencionadamente). Burro y yegua da mula, pero las mulas no se reproducen. Max: ¡Qué quieres que te comente! ¿Acaso debiera compadecerme?”4 Sintonía del programa. Locutor: Estamos en el podcast de Ivoox Phoenix 33 dedicado a la obra de teatro En el Tren de Federico Gonzalez Frías. Vamos a seguir escuchando nuevos diálogos de este libreto tan extraordinario en el que constantemente se está sugiriendo la paradoja y donde además está muy presente el sentido del humor, y para muestra, la escena que vamos a oír tras una breve pausa musical. Pausa musical. Glenn Miller. “(I’ve Got a Gal In) Kalamazoo”. “Minnie: Estamos todos metidos en el mismo barco, digo, en el mismo tren. Y no sabemos que hacemos, salvo que tenemos un proyecto en común. Pausanias: Y eso ya nos parece mucho decir, imagínate poner el símbolo en acción, manejarse entre un bosque de símbolos vivos y actuantes. Hay que estar loco para eso, loco de amor y de un frío desapego. Julia: Yo no sé si tengo eso. Pero estoy aquí, en la fila. Jovita: El encuentro con algo bueno y verdadero se lo hemos de agradecer al dios Hermes. Max: Ahora es el momento, siempre. Jose María: (Irónico). ¿Será este tren la imagen del movimiento del sol en el día? (Silencio, dudando). ¿O en el año? Enrique: Siempre es ahora. Marta: (Aparece la Instructora con una mesera que le sigue). Ahí viene la Instructora con una mesera. Instructora: ¿Que tal la están pasando? Qué gusto verlos bien, ¿cómo les resulta este viaje de estudios en tren? Atención, les vamos a ofrecer unos sándwiches. Coman bastante porque es lo único que hay para merendar. (Pasa la mesera con una canasta con sándwiches de miga y se retira dejándola en escena). Alberto: La norma es mantenerse en forma. (Todos se sirven y comienzan a comer). Jovita: Pon tu parte, como si fuera un arte. Julia: Bien se relame, con los de salame. Max: Para bajar de peso están los de queso. Pausanias: Refrigerio no es adulterio. (Ríe). Instructora: (Jovial, leyendo un librito que trae en su mano). Y como dice Platón en el Banquete: “A continuación –siguió contándome Aristodemo–, después que Sócrates se hubo reclinado y comieron él y los demás, hicieron libaciones y, tras haber cantado a la divinidad y haber hecho las otras cosas de costumbre, se dedicaron a la bebida”. (Pasa la mesera con las bebidas y a medida que les acercan unos vasos de plástico se lo toman de un trago). Pausanias: Un traguito, es para abrir el apetito. Enrique: Aquí el copetín no tiene fin. Julia: Mucha cerveza aleja la pereza. Max: Comer sin vino es falta de tino. Pausanias: El aguardiente no es para los dementes. Instructora: Muy bien, queridos amigos, recordemos que la anarquía es orden. (La mesera pasa con otros tragos que se beben igualmente de una sola vez). Enrique: ¡Salud! Marta: ¡Salud y alegría! Pausanias: ¡Salud y alegría hasta el fin!”5 Sintonía del programa. Locutor: Entre brindis y celebraciones, creo que este es un buen momento para agradecer al autor de esta obra por la generosidad con que devuelve lo recibido utilizando las artes escénicas como soporte de conocimiento, para lo cual concibió esta pieza teatral absolutamente inclasificable y que como ya habrán advertido navega constantemente entre la rotundidad de las verdades eternas y el absurdo de lo ordinario, tal como la vida misma. Se presenta una idea e inmediatamente su contraria. Voz del Ateneo: Y a esto además se le suma el misterioso destino al que van accediendo con el viaje en tren, pues nadie les ha asegurado nada… Voz del Ateneo: Y no olvides el tema del secuestro. Aparentemente todo el plantel ha sido encerrado en el vagón número seis, confundidos con unos dentistas holandeses en gira y un tema de terrorismo. Voz del Ateneo: ¡Qué locura! Voz del Ateneo: Ah, ¡y el pesado del traidor! Que como sabemos no está fuera de nosotros mismos. Breve pausa y continúa la obra. “Mecha: Tal vez José María tenga algo de razón, afuera hablan muy mal del Subcomandante. He oído decir que en las reuniones del Bar Tántalos nos llaman displicentemente “los platoncillos” y me he preguntado por qué es que nos desprecian tanto, ¿qué razón hay para ello? Max: Es por nuestro Subcomandante que dicen que no es virtuoso. Mecha: ¿Y cuáles son las virtudes para el Conocimiento? Josefina: Todos las hemos aprendido en nuestros cursos: la valentía, la generosidad, la paciencia y la sabiduría. Minnie: De hecho, hay que agregarle las cualidades de Hermes. Mecha: ¿Y cuáles son? Pausanias: Están perfectamente descriptas en el Himno que Homero le dedica. Mecha: ¿Y el Subcomandante las tiene? Minnie: Sí, son sus formas de ser. Mecha: Yo también sospecho del Subcomandante. Pausanias: Cuidado Mecha, es muy mala la postura que estás adoptando. Acuérdate lo que hemos leído sobre el héroe y el traidor, que uno de estos personajes no es sin el otro. Minnie: Es clarísimo. El héroe y el traidor son dos aspectos de uno mismo, son dos caras de la misma moneda. Es un personaje interno que cuesta identificar, puesto que son la misma cosa en dos aspectos diferentes. Mecha: Puede ser, pero en mí ha entrado el espíritu de la duda y no soy capaz de poner las manos en el fuego por nadie. Instructora: Por favor, volvamos a nuestras cosas, os pido que olvidemos este asunto. Retornemos a lo nuestro que tan interesante estaba aunque va a ser difícil recomponer nuestro diálogo del que quiero rescatar la idea de que somos nosotros mismos los que nos narramos nuestra existencia, tal lo que hacemos con un niño al leerle un libro antes de que se duerma, pero a la vez somos los protagonistas de esta historia que se despliega ante nuestros ojos y que va constituyendo, curiosamente, el propio destino en el que estamos implicados, al punto de advertir de que somos los primeros actores; son realidades que debemos rescatar, antes de que mejor intentemos dormir”.6 Pausa musical. Frank Sinatra. “Come fly with me”. Sintonía del programa. Locutor: En fin, qué más podemos decir desde aquí. Invitar a los oyentes a la lectura de esta pieza teatral que además de ser muy divertida es actuante, en el sentido de que facilita la vivencia de otros mundos que acontecen de forma simultánea ahora mismo, quitándole hierro a la aplastante monotonía de nuestros días. Y ahora ha llegado el momento de conceder la palabra a quien desee hacer uso de ella. Si alguien cree oportuno compartir algún pensamiento a micrófono abierto, adelante con ello. Voz del Ateneo: He visto muy interesante todo lo que se ha dicho sobre el teatro sagrado. Y que es fundamental para la iniciación y que las culturas lo han reconocido. Es importante volver a ello. Muchas gracias por todo. Voz del Ateneo: Pienso que hemos estado en una obra de teatro nueva, actuándola, escuchándola, contemplándola, viviéndola y viviendo este nuevo script que está apoyado e inspirado en esta magnífica obra que escribió Federico González y que en su momento también fue representada por La Colegiata, pero que ahora ha dado pie a una nueva creación, porque la tradición es esto, es ir actualizando permanentemente en el gran teatro de la vida unas ideas que son universales y que no son propiedad de nadie y todo ello a través de la vivencia de lo que son, una paradoja constante, pues estamos en este viaje. Y seguimos navegando, y seguimos hacia ese destino desconocido pero que sabemos que es el origen, o sea que muchas gracias por este nuevo script y por la oportunidad de ser actores y espectadores al mismo tiempo. ¡Gracias! Locutor: Muchas gracias por vuestras palabras. Esperamos que hayan disfrutado el podcast y si es así, con gusto les emplazamos a una próxima emisión, donde seguiremos tratando la obra teatral de Federico González Frías. No se lo pierdan, promete ser bien interesante. Muchas gracias. Sonido de tren que se pone en marcha mientras se producen los diálogos. “Max: (El tren comienza a moverse). ¿Cómo es que vamos para atrás? Varios: ¿Cómo, vamos para atrás? Voz de computadora: Vuestro destino es el origen. (Voz de computadora que se repite tres veces. Todos tienen caras y actitudes de extrañeza y terror). Minnie: Les recuerdo lo que decíamos hace un rato. Me refiero a al término de Basilio Valentino VITRIOLO que significa ‘visita el interior de la tierra y rectificando encontrarás la piedra oculta’. Pausanias: (Muy interesado). Muy interesante. Minnie: Viste, pero no pude evitar hacer el comentario. Puesto que es lo mismo que decir que nuestro destino es nuestro origen. Pausanias: (Entusiasmado). Vamos camino a la victoria. ¡Un brindis por el Subcomandante! Enrique: (Eufórico). ¡Nos llama la Belleza! ¡Volvemos al Amor! Max: No hay precio para la libertad. Enrique: Apenas sí conocemos nada, pero es lo suficiente. Alberto: Un poco de atención señores o seremos… Marta: (Interrumpiendo a Alberto). No, nada de advertencias. Así puros y sin contaminarse regresamos a nuestros verdaderos hogares. Una vara desmedida de esperanza es lo que somos. Un retorno al palacio de la sabiduría, aquello que es imposible de contar, de medir o de pesar”.7 Música Glenn Miller. “Chatanogga cho-cho”. ![]() Podcast |
NOTAS | |
1 | Federico González Frías. Diccionario de Símbolos y Temas Misteriosos. Entrada: “Teatro”. Ed. Libros del Innombrable, Zaragoza, 2013. |
2 | Ibid. |
3 | Federico González Frías. Tres Teatro Tres. “En el tren. Pieza en un acto”. Ed. Libros del Innombrable, Zaragoza, 2011. |
4 | Ibid. |
5 | Ibid. |
6 | Ibid. |
7 | Ibid. |
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