Locutor: Les damos la bienvenida a Phoenix 33, un nuevo programa dedicado a la figura de Federico González Frías y su obra. En esta ocasión con un podcast al que hemos titulado Federico González y la Francmasonería.

Sintonía del programa.

Locutor: Ya ha quedado patente en anteriores emisiones que la obra de Federico González Frías vehicula una enseñanza extraordinaria que introduce y profundiza en lo que se ha dado en llamar la Ciencia Sagrada.

En occidente esta enseñanza se expresa bajo la forma de la tradición hermética. Tradición que está relacionada con cierta organización iniciática de la que todo el mundo habrá oido hablar alguna vez. Me estoy refiriendo a la Masonería. A Federico obviamente no le pasó desapercibido que los ritos, símbolos y mitos pertenecientes a esta organización iniciática son depositarios de un conocimiento de orden esotérico —es decir oculto, resguardado— que de recibirse y encararse con la adecuada disposición, va a ir operando el despertar intelectual-espiritual, “una de cuyas estaciones terminales es el reconocimiento de nuestra más absoluta ignorancia en cualquier materia que fuese, junto con el descubrimiento de la falta de realidad de los numerosos supuestos en que nos refugiamos hasta el fin”. Todo esto fue lo que llevó a Federico a llamar a la puerta de esta organización con el propósito de ser iniciado. Posteriormente fundó la G.L.O.L.Y.A. que dio cobertura a distintos talleres que trabajaron por años en esta vía de Conocimiento, aportando escritos –o planchas grabadas, que es como se las conoce en esta organización–, las cuales están disponibles en internet, en la dirección web: hermetismoymasonería.com

En el texto que encabeza la Home de la web, se dice que La G.L.O.L.Y.A es “una Federación de Talleres de Europa y América, vinculados con la Tradición, donde se enseña el uso de los útiles para el trabajo de pulir la Piedra bruta”. La piedra bruta, por supuesto, hace referencia al propio individuo que se dedica a su desbastado y pulido a través de un largo proceso de transmutación en el que “lo mejor aflora y la tontera queda. Se van quitando las capas brutas hasta ir llegando al brillante central. El refinamiento auténtico, la realeza sin impostura”, como dice uno de los poemas de la obra En el vientre de la ballena escrita por Federico que por cierto publica ahora Libros del Innombrable en una edición muy especial en formato audiolibro, conmemorando el décimo aniversario de su paso al oriente eterno.

Con todo lo dicho, creo que está bastante claro que este podcast va a girar en torno a la obra de Federico en su vertiente masónica, para lo cual contamos con la presencia en el estudio de grabación de los miembros del Ateneo del Agartha a quienes saludamos, e igualmente al publico que nos acompaña.

Muy bien, pues hechas las presentaciones, creo que lo suyo es empezar directamente con la lectura de algunos fragmentos escogidos del libro Hermetismo y Masonería escrito por Federico Gonzalez y editado por Libros del Innombrable en el año 2016.

“Der Vogelfanger bin ich ja”, perteneciente a La Flauta Mágica de Mozart y sigue como fondo sonoro.

Voz del Ateneo: “Toda la sabiduría antediluviana fue escrita en dos grandes columnas. Después del diluvio de Noé, una de ellas fue descubierta por Pitágoras, la otra por Hermes el Filósofo, los cuales se dedicaron a enseñar los textos allí grabados. Esto se encuentra en perfecta concordancia con lo atestiguado por una leyenda egipcia, de la que ya daba cuenta Manethon vinculada también con Hermes.

Es obvio que esas columnas, u obeliscos, asimilados a los pilares J. y B. son las que sostienen el templo masónico —y a la vez permiten el acceso al mismo— y configuran los dos grandes afluentes sapienciales que nutrirán la Orden: el hermetismo que asegurará la protección del dios a través de la Filosofía, es decir del Conocimiento, y el pitagorismo que dará los elementos aritméticos y geométricos necesarios, que reclama el simbolismo constructivo; se debe considerar que ambas corrientes son directa o indirectamente de origen egipcio.

Igualmente que esas dos columnas son las piernas de la Madre logia, por las que es parido el Neófito, es decir por la sabiduría de Hermes, el gran iniciador, y por Pitágoras el instructor gnóstico”.¹

Voz del Ateneo: “Los Antiguos Usos y Costumbres, los símbolos y los ritos y los secretos del oficio, se han transmitido sin solución de continuidad desde fechas muy remotas —y desde luego en las corporaciones medioevales— y el paso de lo operativo a lo especulativo no ha sido sino la adaptación de verdades trascendentes a nuevas circunstancias cíclicas, haciendo notar que el término operativo no sólo se refiere al trabajo físico o de construcción, proyección o planeamiento material y profesional de las obras, sino también a la posibilidad de que la Masonería opere en el iniciado el Conocimiento, por medio de los útiles que proporciona la Ciencia Sagrada, sus simbolos y ritos. Precisamente esto es lo que procura la Masonería como Organización Iniciática y lo confirma la continuidad del paso tradicional que hace que igualmente pueda encontrarse en la Masonería especulativa, de modo reflejo, la virtud operativa y la comunicación con la logia Celeste, es decir la recepción de sus efluvios que son los que garantizan cualquier iniciación verdadera, máxime cuando las enseñanzas son emanadas del dios Hermes y del sabio Pitágoras”.²

Pausa musical “Laut verkunde unsre Freude, KV623-5 Allegro Laut verkunde unsre Freude” de Mozart.

Voz del Ateneo: “Hermes y el Hermetismo son una referencia habitual en la Masonería, como lo es también Pitágoras y la geometría”.³

“Der Holle Rache”, perteneciente a La Flauta Mágica de Mozart y sigue como fondo sonoro.

Voz del Ateneo: “Por otra parte ambas corrientes históricas de pensamiento derivan a través de Grecia, Roma y Alejandría, del Egipto más remoto y por su intermedio de la Atlántida y la Hiperbórea, como en última instancia acontece con toda Organización Iniciática, capaz de religar al hombre con su Origen.

La logia masónica, como se sabe, es una imagen visible de la logia Invisible, como el logos es el despliegue de la Triunidad de los Principios.

La influencia del dios Hermes y las ideas del sabio Pitágoras no han desaparecido totalmente de este mundo crepuscular que habitamos, de hecho son todo lo que queda de él.

Ni siquiera pudiera ser el mundo sin ellos, tanto en el aspecto de las energías perpetuamente regeneradoras, atribuidas a Hermes y su Filosofía, como el de las ideas-fuerza pitagóricas, sin cuyo orden numérico (y geométrico) hoy no es posible la menor operación”.⁴

Voz del Ateneo: “La raíz H. R. M. es común a los nombres Hermes e Hiram y este último forma con Salomón un paredro donde se aúnan la sabiduría y la posibilidad (la doctrina y el método), señalándose a la Tradición (Cábala) hebrea, en la que nació Jesús, como la vehiculadora de esta revelación sapiencial, real, y artística (artesanal), que constituye la Ciencia Sagrada, la que es aprendida y enseñada por símbolos y ritos en la logia, ‘libro’ cifrado que los Maestros decodifican hoy, tal cual lo hicieran sus antepasados en el tiempo mítico, puesto que la Masonería no otorga el Conocimiento en sí sino que muestra los símbolos e indica las vías para acceder a él, con la bendición de los ritos ancestrales, que actúan como transmisores mediáticos de ese Conocimiento.

O sea, que la actualización de la posibilidad, es decir, el Ser, la comprobación de que todo está vivo, de que el Presente es Eterno, la simultaneidad del Tiempo, la idea de Triunidad del Único y Solo, conforman un Conocimiento al que los masones arriban por la propia experiencia que proporciona un aprendizaje gradual y jerarquizado.

El Maestro Constructor lleva su logia interior a todas partes, él mismo es eso, una miniatura del Cosmos, diseñada por el Gran Arquitecto del Universo. Pero la obra está inacabada, se necesita que pula (con Ciencia y Arte) su piedra bruta tal cual cinceló el Creador su Obra”.⁵

Sintonía del programa.

Locutor: Estamos en el podcast de Ivoox Phoenix 33: Federico González y la Francmasonería, conversando en torno a la enseñanza que vehicula esta organización iniciática que es la masonería.

Ahora vamos a compartir unos fragmentos de una plancha grabada muy potente firmada por Phoenix que como ya dijimos en el primer podcast, es el nombre simbólico que el propio Federico Gonzalez tomó para sí en la masonería. La plancha grabada que vamos a leer se titula “Eblis-Caín-Hermes-Hiram” y también está disponible en la web de la G.L.O.L.Y.A., cuya dirección recordamos de nuevo: hermetismoymasonería.com escrito todo junto.

Quizá sea conveniente hacer una advertencia antes de dar lectura a estos textos cuyas ideas pueden provocar un cierto rechazo, ya que se oponen al aprendizaje con tintes religiosos que todos hemos recibido acerca de los mitos de Cain y Abel y de los llamados ángeles caídos —que no son otra cosa que mensajeros divinos—, un aprendizaje en base al contexto cultural en el que nos ha tocado vivir. Ahora van a entender el porqué de esta aclaración que estoy haciendo, ya que el tema que toca no es sencillo de explicar, y menos aún de aceptar, dados los numerosos condicionamientos que modelan nuestra manera de ser. Adelante con la lectura.

“Overture”, perteneciente a La Flauta Mágica de Mozart y sigue como fondo sonoro.

Voz del Ateneo: “Es poco conocida aún por investigadores especializados la filiación directa de los iniciados herméticos y masónicos a su propia Tradición. Muchos de ellos conocen su origen cainita y la figura de Tubalcaín sin que sin embargo puedan fijar con claridad esta genealogía espiritual supracósmica y por lo tanto no humana. En efecto Caín no es hijo como Abel de Adán y Eva, sino del mensajero de la Luz, Eblis, o Lucifer en la tradición bíblica, que fecundó a aquélla; así Abel hijo de la pareja humana es fruto de la tierra, mientras que Caín es un ser espiritual nacido de la Luz y por lo tanto engendrado por los efluvios celestes y sin padre terrenal conocido”.⁶

Voz del Ateneo: “Como se ve claramente, la generación de Abel, que se corresponde por otra parte con el nomadismo, el tiempo y el pastoreo, es distinta a la de Caín, que se vincula con el espacio, la agricultura, el uso del intelecto de manera práctica en el sentido del dominio de la naturaleza, en especial en lo que toca al arte y la ciencia de la construcción. Bajo este aspecto, Caín es un hijo ‘contranatura’ con respecto a la ‘naturalidad’ propia de la especie representada por Abel”.⁷

Voz del Ateneo: “Eblis, el Espíritu de Luz, es pues el antecedente de una gran dinastia que, como veremos, se reproduce de modo paralelo a las genealogías de los hombres comunes. Sin embargo, este Espíritu de la Luz, o Lucifer, ha sido siempre odiado por estos últimos que sin poder comprenderlo se han vuelto siempre contra él de modo radical, a tal punto que en el Corán se lo equipara con el mismo Satán.

Por eso es que Caín corrió la misma suerte y sobre sus espaldas se descargó la furia no sólo de Adán sino también de su madre Eva y su hermano Abel, es decir de toda su familia meramente humana y es por ese motivo que Caín tuvo que asesinar en defensa de su auténtico linaje a Abel, lo que además de indicarnos un cambio de ciclo signado por la salida del paraíso (donde se recolectaba directamente de los árboles) y posteriormente por el abandono de la actividad pastoril frente a la cultura del agro, igualmente, en la polivalencia de los símbolos, señala la destrucción del hermano humano que cada uno de nosotros lleva también dentro de sí”.⁸

Pausa musical “Die Maurerfreude, KV 471-2 Drum singet und jauchzet, ihr Bruder” de Mozart.

“Introduktion” perteneciente a La Flauta Mágica de Mozart y sigue como fondo sonoro.

Voz del Ateneo: “Siguiendo con Eblis o el Espíritu o Angel de Luz, se dice que fue denigrado por no querer obedecer a Adán, un simple humano, y por ese motivo expulsado del Paraíso constituyéndose en un espíritu que da origen a la estrella Polar al desprenderse el brillante luminoso que tenía sobre su frente y que esa misma condensación de la Luz, llamada Estrella Polar, como se ha dicho, es también la residencia espiritual del auténtico Rey del Mundo, el Agartha; estos últimos símbolos, o mejor realidades espirituales, son los que han guiado a los auténticos iniciados de este Manvántara y de la descendencia de Eblis, o Iblis, y a la cual pertenecen tanto Enoch, y Hermes, como Hiram Abif, constructor del Templo de Salomón”.⁹

Locutor: Con este último fragmento que voy a leer, pondremos el cierre al episodio de hoy: “Queremos referirnos ahora a aquellos buscadores del Conocimiento que comenzaron ya hace un tiempo el camino de regreso a la Unidad, símbolo supremo del Ser Universal, que se refleja analógicamente en la unidad del ser individual.

Por lo que hemos expuesto hasta aquí, se ve que los llamados al conocimiento necesitan desarrollar un trabajo ritual en el que deben destacarse el estudio y la meditación y purgar su psicología para ser verdaderamente elegidos, es decir, traspasar los términos de sus limitaciones intelectuales-espirituales, para acceder a una nueva raza: la de los cainitas, en detrimento de las ataduras, múltiples egos, y la ignorancia del ‘inocente’ y correcto Abel, sujeto a la tierra y a lo meramente humano, y sin posibilidades de acceso a otros estados superiores del Ser Universal. Es decir, que lo que es sólo virtual debe efectivizarse mediante una labor concentrada, sujeta a un orden y a la concepción de una nueva visión, que va apareciendo y tornándose cada vez más clara a medida que se va recorriendo la Vía Simbólica”.¹⁰

Sintonía del programa.

Locutor: Llegamos al final del programa. Hemos estado hablando en torno a la enseñanza esotérica tradicional en su vertiente masónica, guiados por la obra de Federico Gonzalez Frías. Por supuesto, invitamos a todos a navegar por la web de la G.L.O.L.Y.A, cuya dirección les recuerdo que es hermetismoymasonería.com, donde encontrarán artículos, planchas grabadas, documentos, textos y reseñas de libros, y demás material de interés para el buscador.

Fuera sintonía del programa.

Locutor: Ha llegado el momento de conceder la palabra al público. Si alguien cree oportuno preguntar o aportar algo a lo dicho, adelante.

Voz del público: Hola, buenas tardes. En primer lugar agradecer por el testimonio que se da hoy aquí en torno a esta enseñanza esotérica, y me gustaría preguntar si la masonería es una opción como vía iniciática. Muchas gracias.

Locutor: Muchas gracias a ti por tu pregunta. Decirte que René Guénon, un metafísico francés contemporáneo del siglo XX, dice creo que acertadamente, que mediante la iniciación masónica se recibe una ‘influencia espiritual’ que es comunicada regularmente por medio del rito iniciático correspondiente, y tiene como fin la conquista del Conocimiento integral. Este Conocimiento es la gnosis en el verdadero sentido de la palabra. Gnosis entendida como “la Sabiduría más alta, y la puerta de entrada a unas valoraciones distintas sobre todas las cosas (grado a grado), en contraposición con el conocimiento corriente al que se denomina profano”.¹¹ Ahora bien, hay que decir también que esta influencia espiritual comunicada regularmente por medio de la iniciación, permanecerá en modo virtual —por decirlo así—, en tanto quien la recibe no la vivifica por los motivos que fueren, lo que tiene que ver con una falta de cualificación para realizarlo.

Voz del público: Hola ¿qué tal? Muchísimas gracias por este encuentro de hoy. Si fuera posible me gustaría aportar una meditación.

Locutor: Muy bien. Adelante con ello, claro que sí.

Voz del público: Se trata de lo que se ha revelado a través de la lectura de esta plancha grabada que escribió Federico González acerca de Hermes, Hiram, Eblis, Iblis, estas entidades espirituales que son análogas y que están presentes en todas las tradiciones del mundo. En este sentido agradecer muchísimo esta labor que realizó Federico de reunir lo disperso. Él fue investigando y dió con este mito que estaba depositado en un libro aparentemente profano de un escritor que era Gérard de Nerval que en su viaje a Oriente oyó esta historia mítica de unos cuentacuentos en Estambul. Y ésta es precisamente una de las labores de los masones, la de reunir lo disperso y seguir difundiendo la Luz. No porque sí se denominan los hijos de la Luz y esta plancha grabada lo revela con toda su nitidez.

Esto que aquí se dice de que Caín no es hijo de Adán sino que es hijo de Eva y el Ángel de la Luz no es una alegoría, sino que el iniciado lo que tiene que descubrir es que ésta es verdaderamente su auténtica ascendencia. Claro que todos hemos nacido de un padre y una madre humanos, pero el segundo nacimiento que procura la iniciación le hace a uno reconocer que su origen es no humano y si esto se va encarnando verdaderamente es algo extraordinario. Tiene que ver con la conquista de los estados superiores del ser humano hasta alcanzar ese punto luminoso que es la estrella Polar, que además se nos ha dicho que es la residencia del Agartha, o sea el centro del mundo. Llegar a reconocer esto y llevarlo hasta las últimas consecuencias es la auténtica labor del iniciado y uno diría que es aquello para lo cual hemos venido a la tierra, para volver a este origen no humano. Esto que se dice así tan rápido y de corrido nos lleva toda una vida realizarlo, pero es que no hay otra y no hay nada mejor a lo que dedicarse. Muchísimas gracias por este programa de hoy, por vuestras palabras y por esta presencia de Federico tan viva.

Locutor: Muchas gracias a ti por lo que has dicho y nada, aquí lo dejamos.

Sintonía del programa.

Locutor: Muchísimas gracias por escucharnos y hasta el próximo programa en el que abordaremos una de las obras más emblemáticas de Federico González Frías, un libro extraordinario que se titula El Simbolismo de la Rueda, editado por Libros del Innombrable. No se lo pierdan, promete ser bien interesante. Muchas gracias.

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