SYMBOLOS

Revista internacional de
Arte - Cultura - Gnosis

TABERNA HERMÉTICA
Comedia radiofónica III

EL LENGUAJE DEL AMOR EN LA CÁBALA

BEATRIZ RAMADA

Locutor 1: Bienvenidos a “Taberna Hermética”, espacio radiofónico auspiciado por Hermes, el heraldo divino, donde podemos compartir los hallazgos en esta navegación invisible por las ondas, una aventura en pos del Conocimiento.

Locutor 2: Nada más empezar, reconocemos estar embriagados de júbilo por todas las novedades que se han ido presentando. Estamos encantados de hacerles partícipes de ellas, si así lo desean, y dispuestos a compartir este espacio, la taberna, que citando los versos de W. Blake es “sana, placentera y caliente”.1

Locutor 3: Nuestra hoja de ruta será trazada por los testimonios de cierta Academia muy bien relacionada con las altas esferas, otra forma de designar a la Cadena Áurea, cuyo eje viene siempre a auxiliarnos en todas nuestras labores, recordando especialmente la obra y figura de Federico González Frías, sin cuya labor de transmisión nada de esto sería posible.

Locutor 1: Testimonios que irán tejiendo el hilo de este programa radiofónico, que de una forma un tanto misteriosa y asombrosa parece ser una invitación reiterada a un rito nupcial de alcances insospechados, del que iremos refiriendo a nuestros oyentes todo lo que acontece en esta celebración.

Locutor 2: Contaremos de nuevo con la participación del los actores del Ateneo del Agartha; ellos, a través de sus voces, serán los encargados de dar lectura a los textos que han inspirado el guión de este programa. Agradecer su generosidad y disposición y recordar a todos nuestros oyentes que pueden escuchar sus voces en diversos podcasts y en otros tantos videos subidos al canal de SYMBOLOS en Youtube.

Locutor 3: Lo propio de toda celebración es brindar, y más cuando se trata de una taberna, así que mejor empezar por el principio, y brindar por los dioses y los ancestros, guías y mensajeros que propician esta navegación por las ondas.

Voz del Ateneo: Por el Árbol de la Vida y sus senderos.

Voz del Ateneo: Por las 10 sefiroth.

Voz del Ateneo: Por las 22 letras sagradas.

Voz del Ateneo: Por las aves que anidan en su ramas, por la Academia Celeste.

Voz del Ateneo: Por el jardín del Edén.

Voz del Ateneo: Por el Príncipe de la milicia celeste.

Voz del Ateneo: Y por la presencia de lo Real.

Locutor 1: Quizás estos brindis hayan sorprendido un poco a nuestros oyentes por ser términos relacionados con la tradición esotérica judía, es decir, con la Cábala:

Voz del Ateneo: “Sabiduría hebrea en torno a la Torá y al Árbol de la Vida sefirótico que se ha transmitido oral y escrita (comentada) hasta el día de hoy”.2

Locutor 2: Doctrina que, “recibida por el pueblo de Israel por medio de Moisés, junto con las tablas de la ley”3 proviene –como toda Enseñanza verdadera– de la Tradición Unánime.

Locutor 3: Actualizada y vivificada hasta el día de hoy por todos aquellos seres aptos y dispuestos a recibir su mensaje, que no es otro que la transmisión y recepción de la Sabiduría Universal.

Locutor 1: Dado su alcance, no podría ser considerada bajo puntos de vista que la limiten o acoten por supuestos dogmáticos, literales, o la circunscriban a ámbitos religiosos particulares.

(Canción de boda)

“Sé que te amaré siempre
yo sé que te amaré
hasta el fin del fin.
Te prometo que siempre
te daré este mismo sí”…4

Voz de cómico: Esta canción pone los pelos de punta.

Voz de cómico: Sí, sí, pero, ¿qué traes ahí?

Voz de cómico: Algunas cosillas para la celebración: dátiles, granadas, leche y miel… ¡Ah!, y unos sandwiches que siempre tienen mucho éxito.

Voz de cómico: Aquí hay varias botellas de vino aromático que nunca están de más.

Voz de cómico: Descorchemos una para catar y empecemos con los preparativos.

Voz de cómico: Habrá que colocar las cosas con arte.

Voz de cómico: Disposición: en el centro los novios y los invitados alrededor, en círculo.

Voz de cómico: El sacerdote ya sabe cuál es su lugar.

Voz de cómico: No se alboroten, un poco de orden.

Voz de cómico: ¿Por dónde empezamos?

Voz de cómico: Lo típico: “del punto a la línea, de ésta a la figura y finalmente de esta primera forma al volumen, o sea al bulto”.5

Locutor 1: Recién hemos comenzado y como acaban de oír estamos en plena ebullición; y no es para menos, ya que se trata de hacer las cosas con arte, esto es, con inteligencia, tomando como modelo los arquetipos e ideas universales que nos han sido enseñados.

Locutor 2: Tal como la forma geométrica del círculo, que al dibujarla con un compás determina el radio que establece la relación entre el punto central inmóvil y su circunferencia, que es la imagen del movimiento o gesto efectuado.

Locutor 3: En relación a la obra artística, la inteligencia traza el radio que comunica la idea concebida por el pensamiento: el punto central, con su realización formal, esto es, la circunferencia.

Locutor 1: Como marineros osados en este viaje a lo desconocido siguiendo las pistas de un tesoro oculto, no podemos dejar de interrogarnos acerca de lo que el hecho creacional significa en lo Universal, la Creación con mayúsculas. ¿Quién es el autor cuya Voluntad ha generado el gesto que ha hecho manifiesto al Cosmos, hombre incluido?

Locutor 2: Vaya con la preguntita. Tratemos de profundizar en el conocimiento de la Cosmogonía, que es una sola y la misma en todo tiempo y lugar como paso previo a abordar semejante misterio, si ello fuera posible, que no sabemos.

Locutor 3: “En el Sefer Yetsirah o ‘Libro de las Formaciones’, también conocido por el nombre de ‘Libro de la Creación’, uno de los textos fundamentales de la Cábala y en el que se hallan plasmadas las más antiguas concepciones cosmogónicas judías”,6 podemos leer acerca del tema que se acaba de plantear:

Voz del Ateneo: “Con 32 senderos místicos de Sabiduría grabó Yah
el Señor de los Ejércitos
el Dios de Israel
el Dios viviente
Rey del Universo

Voz del Ateneo: El Shaddai
Clemente y Misericordioso
Elevado y Exaltado
que mora en la Eternidad
cuyo nombre es Santo
–Él es sublime y Santo–

Voz del Ateneo: Y creó Su Universo
con tres libros (Sepharim)
con texto (Sepher)
con número (Sephar)
y con comunicación (Sippur).

Voz del Ateneo: Como se aprecia desde el comienzo hay 32 sendas en que el Inmanifestado se manifiesta y en forma invertida éstas también conforman las vías para llegar a Él. Estos senderos se articulan en el Árbol sefirótico y sirven para que las sefiroth se vinculen entre sí, comunicándose, como la sangre y su sistema dan vida al cuerpo por el que circulan”.7

Locutor 1: Con la poética propia de estos textos se nos está transmitiendo la idea de un modelo concebido por la Sabiduría divina, cuyos 32 senderos constituyen el trazo o radio por el que la Inteligencia conforma al Cosmos y cuya manifestación visible es la grafía que revela la presencia del autor.

Locutor 2: Presencia que pone de manifiesto una Identidad, y toda identidad está signada por un nombre.

Voz del Ateneo: “Para la Cábala el nombre indica la esencia de lo nombrado y por lo tanto la identidad. Esto es así porque ella configura una metafísica del lenguaje, y como tal, las letras del alfabeto son producto del Verbo y la Grafía divinos, de su Palabra y su Escritura”.8

Locutor 3: Sí, hay una identidad, hay un nombre que la manifiesta, ya que nombrar es dar existencia inteligible a las cosas.

Locutor 1: Es por la emanación del Verbo divino a través de los 32 senderos de Sabiduría que se articula la existencia inteligible del Universo.

Locutor 2: Una arquitectura de letras y números cuya dialéctica establece un vínculo indisoluble que comunica todas las cosas entre sí y con su Principio.

Locutor 3: Sin embargo, la identidad del “autor” permanece incognoscible, oculta en su Infinitud, pero en su Obra está grabado un modelo inteligible que revela su presencia inmanente en todo lo creado.

Locutor 1: Este modelo se halla simbolizado, como venimos explicando, por el Árbol de la Vida sefirótico conformado por diez sefiroth o atributos divinos, que junto a las 22 letras del alfabeto constituyen los 32 senderos por los que la Sabiduría comunica la Luz primera a la Creación Universal.

Voz del Ateneo: “A partir de la emanación de la Sabiduría y de su fulgor, Él difundió la luz primordial; de aquí ha emanado la luz, verdad ésta que el Génesis Rabba formula así: “¿De dónde fue creada la luz?” Dios se cubrió con un manto e hizo irradiar de Él el fulgor, desde una extremidad a otra del universo”.9

Locutor 2: Luz primordial que trasluce la Perfección infinita de lo Absoluto como modelo inteligible, abriendo así las puertas del Conocimiento.

Locutor 3: Meditar en este modelo permite reconocer la estructura interna de lo creado como la grafía de la pluma divina, cuya escritura revela en síntesis una única y sola identidad oculta en todas las cosas.

Locutor 1: Haciendo presente la luz emanada de la Sabiduría, evoquemos en esta navegación el nombre de las diez sefiroth, aspectos o atributos de una sola y misma energía, emanación del Uno sin Par. Luz comunicada que habrá de propiciar la unión de los contrayentes.

Voz del Ateneo: “(…) Recordar siempre que este Árbol constituye una unidad indisoluble e indivisible y que todas sus partes son aspectos inseparables de esa unidad.

Voz del Ateneo: La primera sefirah, Kether (palabra que significa ‘Corona’) es la realidad única, el misterio absoluto, la esencia pura de la que emanan las restantes sefiroth.

Voz del Ateneo: La número dos, Hokhmah, la emanación primera, es la Sabiduría divina por la cual la Deidad se conoce a Sí Misma, y permite a todo ser reconocer la Unidad en su interior.

Voz del Ateneo: La tercera esfera, Binah, la Inteligencia, es la Gran Madre o Matriz Universal, generadora de todos los mundos y seres, a los que discrimina y forma sólo para devolverlos nuevamente al Uno. Estas primeras tres sefiroth son en realidad una sola: Kether es el Conocimiento, Hokhmah el sujeto que conoce (activo) y Binah el objeto conocido (pasivo).

Voz del Ateneo: La cuarta sefirah, Hesed, es la Gracia, el Amor o la Misericordia que se irradia a toda la creación; la quinta (Gueburah o Din) es el Rigor o Juicio divino que niega todo lo que no es el Uno; y Tifereth, la sexta, es la Belleza que entrelaza a todas las sefiroth entre sí.

Voz del Ateneo: Netsah, la número siete, la Victoria, es la energía que produce todos los mundos manifestados; y la ocho, Hod, la Gloria, se encarga de reabsorber estos mundos aparentes nuevamente en la Unidad; Yesod, la novena, es el Fundamento que equilibra a las dos anteriores; y finalmente Malkhuth, la número diez, el Reino, constituye el descenso de Kether al mundo material y representa la Omnipresencia e Inmanencia divina en todas las cosas”.10

(Pausa musical)

Locutor 2: Acabamos de oír a través de las voces del Ateneo del Agartha el mapa de ruta al completo, en su recorrido de lo inmanifestado a lo manifestado, el descenso de las energías espirituales:

Voz del Ateneo: “(…) hasta desembocar finalmente en el plano de Asiyah, con una única numeración, la decena, esencia de Malkhuth. Llamada la esposa del Rey, Kether (Corona), y recipiendaria del flujo de vibraciones que la conforman y que constituyen el ‘cuerpo’ de las emanaciones; es allí donde se aloja la Shekhinah, la inmanencia divina, que por el camino de retorno a las fuentes (tikún) encontrará a la Primera triunidad sintetizada en Kether con el que se desposará gracias a los oficios de Metatrón, (Tifereth) el heraldo divino, análogo a Henoch y Elías”.11

Locutor 3: Timonel, toca cambiar de dirección y retornar a las fuentes a través de la unión de lo femenino y lo masculino en un recorrido ascendente identificándose con las energías sutiles e internas del Árbol de la Vida.

Locutor 1: Unión que se produce gracias a los oficios de Metatron. ¿Cómo no advertir la presencia del heraldo divino? ¿Qué sería de esta navegación por las ondas sin su guía?

Voz del Ateneo: “Rabí Ismael dice: el ángel Metatron, el Príncipe de la Faz, lustro del cielo más alto, me dice:

Voz del Ateneo: A causa del abundante amor, de la gran compasión con la que el Santo, bendito sea, me ama y me quiere, más que a todos los niños de las alturas, él escribió con su dedo, tal como una pluma de llama, sobre la corona ceñida encima de mi cabeza,

Voz del Ateneo: las letras por las cuales han sido creados el cielo y la tierra,

Voz del Ateneo: las letras por las cuales han sido creados los mares y los ríos,

Voz del Ateneo: las letras por las que han sido creadas las montañas y las colinas,

Voz del Ateneo: las letras por las cuales han sido creadas las estrellas y las constelaciones, los relámpagos, los vientos, los truenos, los sonidos del rayo, la nieve, el granizo, el huracán y la tempestad,

Voz del Ateneo: letras por las cuales han sido creadas todas las cosas necesarias al mundo, todas las disposiciones del principio sin excepción.

Voz del Ateneo: Cada letra nace, golpe sobre golpe, como una aparición de rayo, golpe sobre golpe como una aparición de antorcha, golpe sobre golpe como una aparición de llama de fuego, golpe sobre golpe como una aparición de la salida del sol, de la luna y de las estrellas”.12

(Pausa musical)

Locutor 2: Hay algo en estos textos, ¿verdad?, cuya vibración resuena en lo más interno de uno mismo, produciendo un encantamiento, análogo al del amor, como si el alma se acompasara con otros espacios más reales y armónicos.

Locutor 3: Algo que tiene que ver con un secreto, con una identidad presentida en la interioridad de la conciencia.

Locutor 1: Tal el secreto de la Shekhinah, de la inmanencia divina, la imagen divina, emanada de él mismo, en la que reside la armonía de todas las cosas, por eso uno de sus atributos es la Belleza.

Locutor 2: Siguiendo este tono poético, en ella reside el anhelo del alma por reconocer su identidad, y por ello es causa u objeto en que reposa el amor al Conocimiento, cuyo fuego irradiado a toda la creación posibilita el retorno a la Unidad en todos los planos.

Locutor 3: Y su paradero, Metatron, la potencia divina en acción, es el fuego mismo, el eje por el que ascienden y descienden las emanaciones espirituales, religando así el mundo superior e inferior.

Locutor 1: Como mensajero divino, comunica el conocimiento que abre y cierra las puertas del cielo, y como demiurgo del lenguaje, genera y destruye mundos conjugando en sí el rigor y la misericordia divina.

Locutor 2: Todo esto son sólo maneras de decir, canciones de navegantes enamorados rememorando el mundo por venir, la consumación del Amor.

Voz del Ateneo: “Por el contrario, la unión consiste en una efusión que proviene de la unión de lo masculino y lo femenino, es decir que se sitúa en Hokhmah y Binah que son el Padre y la Madre superiores, o bien en Tifereth y Malkhuth que son el Padre y la Madre inferiores, y éste es el misterio de la unión que es a imagen de la unión de lo masculino y lo femenino, cosa que el pensamiento humano es incapaz de concebir.

Voz del Ateneo: Éste es por otra parte un asunto muy importante, ya que es con esta [unión] que se logra la expansión maravillosa de los seres y las almas. Esta unión según [la modalidad de] lo que de ella nos llega puede a veces interrumpirse incluso cuando se encuentra al nivel de las tres primeras [sefiroth], y es a nosotros a quienes corresponde completarla y unificar [las sefiroth] como se debe a fin de que continúe [difundiéndose]”.13

Voz de cómico: Ya están los asientos y vamos a colocar los platos.

(Ruido de platos rotos)

Voz de cómico: Se ha hecho añicos la vajilla buena, la de los tatatatarabuelos, y ahora ¿qué hacemos?

Voz de cómico: Recojamos los trozos a ver si podemos hacer algo y tiene arreglo la cosa.

Voz de cómico: Necesito un trago para pasar el disgusto. ¿Nos quedamos sin celebración?

Voz de cómico: Que no cunda el pánico, pongámonos a trabajar y recuperemos los pedazos dispersos; cuando lleguen, todo estará en su sitio.

Voz de cómico: Te diré que algunos vasos siguen dando vueltas y han quedado algunas escorias sueltas por ahí.

Voz de cómico: Barramos y dejémoslo todo bien limpito, para que pase la prueba del algodón.

Voz de cómico: Esto siempre se esta haciendo.

Voz de cómico: ¿Pasar el algodón?

Voz de cómico: No, la Creación.

Voz de cómico: ¿Bailamos un poco?

Voz de cómico: Después de las bendiciones.

Locutor 3: Quizás sea el momento de recordar a nuestros oyentes que estamos escuchando “Taberna Hermética”, y que estamos de celebración, en pleno banquete nupcial esperando que hagan aparición inminente los novios.

Locutor 1: Empieza la parte erótica del programa. Esperamos no se produzca ningún tipo de censura interna y se consume la unión.

Voz del Ateneo: “La descripción del ascenso a la copa o corazón del Árbol halla su forma de expresión más pura en el lenguaje del Amor. La Cábala en general, y este texto –Comentario al Cantar de los Cantares– de manera muy destacada, da muestras de la profunda carga erótica que se despierta en el interior del adepto cuando es raptado o aspirado verticalmente por esa energía copulativa. Ella tiene el poder de disolver los errores y la ignorancia, de conjugar todas las polaridades, de religar lo que está disperso, de difundir la luz de la Unidad y reunir la vivencia de todo lo cognoscible con lo Innombrable e Infinito.

Voz del Ateneo: El enlace del novio y de la novia, o el del Rey y la Sulamita del ‘Cantar’, son símbolos de todos los posibles maridajes que conforman el universo: el del hombre y la mujer, el del alma y el Espíritu, el del ser humano y su Principio, el del Cielo y la Tierra, reflejos sexuados todos ellos de una Unidad que se polariza, la del No-Ser y el Ser, la Suprema Identidad.

Voz del Ateneo: Ya hemos dicho que para revelar tan esplendorosa realidad, el autor del ‘Cantar’ y su comentarista se apoyan en el lenguaje ardiente del Eros, construyendo un relato no sólo conmovedor y de gran belleza, sino teúrgico, es decir, con poder para provocar la identificación del iniciado con las energías sutiles e interiores del Árbol de la Vida, con sus nombres de poder, por intermedio del ritmo evocador de la poesía.

Voz del Ateneo: La cual pone en consonancia la conciencia del cabalista con toda la escala de vibraciones del universo, trazando el camino de la Liberación si aquél se entrega sin prejuicios, pero asido al mástil de la doctrina, a la llamada del Amor (Ahabah), que por cierto es otro de los nombres de la Unidad (Ehad) y que en hebreo son dos palabras con idéntico valor numérico (13, es decir: 13 = 1 + 3 = 4 = 1 + 2 + 3 + 4 = 10 = 1 + 0 =1)”.14

Locutor 2: Asidos al mástil de la doctrina y siguiendo las huellas del camino trazado que unifica todos los senderos, hemos llegado a la conclusión que la Creación Universal es una gran paradoja.

Locutor 3: Y la Suprema Identidad un Misterio Incognoscible, ¿qué podría decirse de la unión del Ser con el No-Ser?

Locutor 1: Y en definitiva, como el misterio es el misterio, no es algo que en algún momento vayamos a resolver, pero la Cábala nos permite entrever la esencia de esta gran paradoja, la Creación, a través de la teoría del Tsim Tsum.

Locutor 2: Lo infinito (En-Sof) no tiene limites, de aquí la dificultad de tratar de concebir este hecho majestuoso.

Locutor 3: Es en su seno que se produce la contracción de la deidad en Sí misma generando ese punto de luz que la sefirah Kether simboliza y que es causa y principio de las emanaciones que generarán el Cosmos.

Voz del Ateneo: “Debe saber que ‘Eyn-Sof no es Keter como muchos creen, sino que ‘Eyn-Sof es la causa de Keter, y Keter el efecto del ‘Eyn-Sof que es el principio de los principios. Debe saber también que ‘Eyn-Sof es la causa principal de todas las existentes, y que no hay ninguna superior a ella, su primer efecto es Keter y es a partir de Keter que prosigue el encadenamiento de los demás efectos.

Voz del Ateneo: No recusamos por ello el hecho de que Keter forme parte de las diez sefirot, como muchos han creído: forma parte de ellas pero solamente desde el punto de vista de los emanados mismos; sin embargo, según la modalidad del conjunto de la emanación a partir de las diez [sefirot], Keter no aparece entre los emanados a causa de su grandeza, y estos últimos, en lugar de estar incluidos en él, son entonces incluidos en Da’at (Conocimiento)”.15

Locutor 1: En respuesta a la llamada del Amor, hemos sido conducidos a través de la poética del símbolo a la navegación por mares cada vez más sutiles hacia el límite de lo ilimitado.

Locutor 2: Ante el misterio del Dios Inefable, cuya Presencia, siendo inmanente transciende su propia Obra.

Locutor 3: Si la Voluntad divina no hubiera querido darse a conocer no se habría producido esa primera determinación, la del Ser único que es el origen de todo lo conocido.

Locutor 1: Ya que si no fuera así, ésta, la Creación, dejaría de ser inteligible para el pensamiento. ¿Qué habría que conocer más allá del propio conocimiento?

Voz del Ateneo: “La piedra imán de la trascendencia es llevada por mediación de las estrellas a su origen y fin. La trascendencia es activa y generativa mientras la inmanencia es femenina, oscura y fría. Las dos expresan la misma forma que toma la Unidad al polarizarse.

Voz del Ateneo: La trascendencia es por lo más alto, la inmanencia es la potencia de los elementos combinados del mundo que atrae y es atraído a su opuesto una y otra vez.

Voz del Ateneo: Obsérvese bien que lo trascendente tiene como paredro a lo inmanente y no a lo intrascendente. Las corrientes catárticas de las energías de la tierra reclaman el coito del cielo, mientras éste se conjuga con ella en un abrazo de amor”.16

Locutor 1: Abrazo de amor por el que nace en el alma la vana pretensión de tratar de nombrar lo Innombrable...

Locutor 2: y aún así, osamos, porque el amor es atrevido, a referirnos a En Sof como el Infinito o la Nada Supraesencial, la Potencia Universal…

Locutor 3: …y a Kether como el Misterio absoluto, indeterminado en cuanto a su esencia y simultáneamente, desde el punto de vista de sus emanaciones, la primera determinación.

Voz del Ateneo: “De entrada, la resolución del Rey dejó el trazo de su retrato en la transparencia suprema.

Voz del Ateneo: Una llama oscura brotó del estremecimiento del Infinito, en el encierro de su encierro, como una forma en lo informe, inscrita sobre el sello.

Voz del Ateneo: Ni blanca, ni negra, ni roja, ni verde, ni de ningún color.

Voz del Ateneo: Cuando seguidamente reguló lo conmensurable, hizo surgir los colores que iluminaron el encierro.

Voz del Ateneo: Y de la llama brotó una fuente, río abajo de la cual aparecieron las tinturas de esos colores.

Voz del Ateneo: Encierro dentro del Encierro, estremecimiento del Infinito, la fuente traspasa y no traspasa el aire que la envuelve y permanece incognoscible.

Voz del Ateneo: Hasta que, por la insistencia de la perforación, ilumina un punto tenue, encierro supremo.

Voz del Ateneo: Por lo demás, este punto –lo desconocido–, también es denominado: ‘Principio’, declaración de lo primero de todo”.17

(Pausa musical)

Voz de cómico: Van a cerrar ahora a las 12, a medianoche.

Voz de cómico: Recién acaba de salir el sol.

Voz de cómico: Iban vestidos preciosos, ella con un traje jalonado de estrellas y él con una esmeralda en la frente, muy regios.

Voz de cómico: ¿Ya se han casado?

Voz de cómico: No te enteras de nada.

Voz de cómico: Siempre acabamos igual, ¿cuánto llevamos aquí?

Voz de cómico: 7 x 7, 49.

Voz de cómico: ¿Días, años, semanas?

Voz de cómico: Todo a la vez.

Voz de cómico: ¿Un último traguito?

Voz de cómico: Arriba, abajo, al centro y para dentro.

Voz de cómico: Venga todos a su casa, a descansar.

Locutor 1: Parece que ha llegado el momento de concluir este programa, una alegría el haber compartido con ustedes esta celebración en torno al lenguaje del Amor en la Cábala.

Locutor 2: Se podría haber dicho más, o más acertadamente, siempre hay cierta torpeza en la expresión, por eso es gracias a los testimonios de la Cadena Áurea, al brillo de sus certezas que podemos decir de esta celebración a la que hemos asistido:

Voz del Ateneo: “El que crea, el que transforma, el que conserva, ha sido convocado bajo espesas polvaredas de ignorancia, apareciendo esta vez como un amigo, más bien un hermano, posiblemente un padre, o algo que jamás se ha tenido. Un aliento invisible, tan sutil, que es más real que cualquier otra presencia, la presencia misma. Algo que nada tiene que ver con un amigo, ni con un hermano, ni con un padre”.18

Locutor 3: Les dejamos con el brillo de unos últimos testimonios, a los que pondrán voz lo integrantes del Ateneo del Agartha, aprovechando para agradecerles de nuevo su participación, y despidiéndonos hasta un nuevo programa.

Voz del Ateneo: “(...) El tema central en el discurso del Zohar y en el del corazón de aquél que se entrega a vivificar lo vertido en sus rollos es justamente el del Amor y las formas de lograrlo, directamente vinculado a la Inteligencia, pues determinadas certezas y brillos de la energía denominada Binah producen Amor, las cuales van imponiéndose poco a poco en el interior de la conciencia y como tales actúan en todo el ser humano, el que va viviéndose de otra manera, modificando conductas, abriéndose cada vez más a la Posibilidad Universal.

Voz del Ateneo: Este Eros que el ser humano es capaz de realizar en sí mismo, o sea en el microcosmos, se extiende y expande de forma natural al macrocosmos, dada la analogía entre uno y otro orden, e incluso llega a acrecentarlo y aun a modificarlo, lo que se traduce en la liberación del microcosmos de todas sus ataduras y condicionamientos, en clara correspondencia con la que experimenta el macrocosmos, con lo cual el Creador ya no es su creación, se redime de ella y se reintegra en lo nunca manifestado.

Voz del Ateneo: Esto es lo que todos los textos sagrados hebreos denominan el jubileo y es lo más cercano a la experiencia plena del Amor: ausencia de límite, vivencia de lo eterno e infinito.

Voz del Ateneo: En el tratado Sifra di-Tzeniutha se expresa así esta realidad: (Ex 34, 29) ‘Y Moisés no se percató que la piel de su rostro resplandecía’. Esto es porque está escrito (Gn 3, 21): ‘túnicas de piel’. Resplandecía, como está escrito (I Samuel, 16, 13): ‘Y Samuel cogió el cuerno de aceite’. No hay unción si no es por el cuerno. (Sal 89, 18): ‘Y por tu voluntad nuestro cuerno será elevado’. (Sal 132, 17): ‘Allí saldrá el cuerno de David’. El es el décimo rey. El procede del Jubileo que es la Madre. Como está escrito (Josué 6, 5): ‘Cuando el cuerno del carnero suene todo el pueblo prorrumpirá en un gran jubileo’, resplandor del jubileo, la décima está coronada por la Madre, por el cuerno se reencontrará la liberación y la abundancia, para hacer retornar el espíritu a sí mismo. Este es el cuerno del Jubileo. El Jobel es el He. Y el He, es el soplo del espíritu sobre todo, y todo retornará a su lugar”…19

Voz del Ateneo: “Nupcias que culminan en la restitución de la Androginia Primordial y en la vivencia, a cada instante, del jubileo o liberación de cualquier determinación:

Voz del Ateneo: Un rey está preso en tu cabellera. El acercamiento de las dos Glorias y su unión. El autor compara su talle a la palmera, árbol que es macho y hembra, un solo cuerpo, dos ramas.

Todo el edificio se eleva en comunión y unión hasta el infinito, sin que la huida del Espíritu Santo turbe la armonía”.20

Locutor 2: Muchas gracias.

Locutor 3: Hasta la próxima.

NOTAS
1 William Blake. Cantos de experiencia. Citado en Federico González Frías. Diccionario de Símbolos y Temas Misteriosos. Entrada: “Iglesia”. Ed. Libros del Innombrable, Zaragoza, 2013. Integramente en versión online: Diccionario de Símbolos y Temas Misteriosos.
2 Entrada: “Cábala”, ibid.
3 Ibid.
4 Demis Roussos. “Canción de boda”.
5 Federico González y Mireia Valls. Presencia viva de la Cábala, “El Sefer Yetsirah y el Bahir: Sefer Yetsirah (Libro de las Formaciones)”. Ed. Libros del Innombrable, Zaragoza, 2006. Versión online: Presencia viva de la Cábala.
6 Federico González y cols. Introducción a la Ciencia Sagrada. Programa Agartha. Mód. II, acápite 9, “Cábala: Las 22 letras del alfabeto hebreo”. Revista SYMBOLOS nº 25-26, Barcelona, 2003. Integramente en versión online: Introducción a la Ciencia Sagrada.
7 Federico González y Mireia Valls. Presencia Viva de la Cábala, “El Sefer Yetsirah y el Bahir: Sefer Yetsirah (Libro de las Formaciones)”, op. cit.
8 Federico González y cols. Introducción a la Ciencia Sagrada. Programa Agartha. Mód. III, acápite 38, “Cábala: El Nombre II”. Revista SYMBOLOS nº 25-26, op. cit.
9 Federico González y Mireia Valls. Presencia Viva de la Cábala, “La Cábala de Provenza y Gerona: Ezra y su Comentario al Cantar de los Cantares”, ibid. 
10 Federico González y cols. Introducción a la Ciencia Sagrada. Programa Agartha. Mód. I, acápite 9, “Cábala: Las diez sefiroth”. Revista SYMBOLOS nº 25-26, ibid.
11 Federico González y Mireia Valls. Presencia Viva de la Cábala. “El Sefer Yetsirah y el Bahir: Sefer Yetsirah (Libro de las Formaciones)”, ibid.
12 “La Cábala de Castilla: El Libro hebreo de Henoch”, ibid.
13 “La Cábala de Safed”. Cita de Moshe ben Ja’acob Cordovero La Dulce Luz (’Or Né’érab), ibid.
14 “La Cábala de Provenza y Gerona: Ezra y su Comentario al Cantar de los Cantares”, ibid.
15 “La Cábala de Safed”. Cita de Moshe ben Ja’acob Cordovero, ibid.
16 Federico González Frías. Diccionario de Símbolos y Temas Misteriosos. Entrada: “Inmanencia”, ibid.
17 Federico González y Mireia Valls. Presencia Viva de la Cábala. “La Cábala de Castilla: El Zohar”, ibid.
18 Federico González. En el Vientre de la Ballena. Textos Alquímicos. Ed. Obelisco, Barcelona, 1990.
19 Federico González y Mireia Valls. Presencia Viva de la Cábala. “La Cábala de Castilla: El Zohar”, ibid.
20 “La Cábala de Provenza y Gerona: Ezra y su Comentario al Cantar de los Cantares”, ibid.
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