SYMBOLOS
Revista internacional de 
Arte - Cultura - Gnosis
 

COLECCIÓN ALETEO DE MERCURIO

LA MÁSCARA REAL Y SU SIMBÓLICA
Mireia Valls y Marc García.
61 ilustraciones. 95 págs. 1ª edición, marzo de 2017.
ISBN: 978-84-92759-92-7

LAS DIOSAS SE REVELAN
Mireia Valls con la colaboración de Lucrecia Herrera.
129 ilustraciones. 171 págs. 1ª edición, mayo de 2017.
ISBN: 978-84-92759-96-5

Libros del Innombrable

http://www.librosdelinnombrable.com/


             

Presentación novedad editorial
Librería Alibri, Barcelona
8 de junio de 2017

El pasado 8 de junio de 2017 tuvo lugar en la librería Alibri de Barcelona la presentación de la nueva colección Aleteo de Mercurio y de los dos primeros números editados dentro de dicha colección: La Máscara Real y su simbólica y Las diosas se revelan. El acto fue presentado por el editor de Libros del Innombrable Raúl Herrero, así como por los autores de los citados cuadernos, Lucrecia Herrera, Marc García y Mireia Valls.

Aleteo de Mercurio es el nombre de la colección que en forma de cuadernos evoca al espíritu que sopla donde y cuando quiere, constituyendo el hálito divino que profiere el heraldo de los dioses, revelador de la Palabra, conductor y guía de los hombres en su viaje de retorno al Origen.

Este Aleteo de Mercurio ha dado a luz dos obras extraordinarias que vienen a ser la coagulación del mensaje proferido por el dios civilizador y psicopompos Hermes, mensajero divino que se presenta con su soplo regenerador. Se trata del despertar a otra concepción de uno mismo, lo que nos brinda la posibilidad de conocer otros estados de la conciencia, despertar a otras realidades que pueden ser experimentadas mediante la iniciación en los Misterios. Esto ha sido posible gracias a la enseñanza transmitida por Federico González, recibida por quienes se abrieron a esta posibilidad, y cuyas voces devuelven ahora este legado sapiencial, actualizándose lo recibido. De esta manera, impulsados por el Aleteo de Mercurio, se hace efectivo el gesto de las tres Gracias: Dar o darse, recibir y devolver, emitiéndose un pensamiento único y universal que se hace Verbo. Se trata de reconocer y encarnar el Ser, lo verdaderamente desconocido, asumiendo que la creación está inacabada. El Aleteo de Mercurio constituye el espíritu que se cierne sobre las aguas dando la posibilidad de que las cosas sean y el hombre pueda devenir en aquello que conoce, pues esa es la dinámica de estos trabajos enfocados al conocimiento de uno, por medio de la creación artística. Este es un largo camino “cuajado de analogías, tachonado de iluminaciones, apasionado de memorias, (…) de asombros y aventuras y empedrado de tragedias y alegrías”1. Camino que se recorre de la mano de Eros, Hermes y otras deidades que están ahí para guiarnos en el tránsito por los distintos planos o niveles de la realidad, representados en el mandala cósmico del Árbol de la Vida cabalístico. La oración del corazón es el método fundamental del que se vale el iniciado para realizarlo.
Himno a las Musas. ¡Abrid con premura la celosía del corazón y restituid el recuerdo del Paraíso que mora virgen en el centro de todo ser! ¡No dejéis de salmodiar cómo lo eterno se revela en el tiempo circular, y aun en el lineal, a través de la armonía y la memoria! Y a aquéllos que todavía os mentan, señaladles con sutiles toques el sendero ascendente del eje diamantino del mundo. Inspirad la doctrina inmutable que al proferirse es siempre novedosa y actual. Que el susurro del Verbo primigenio se torne en vosotras palabra ritmada, melodía o canto, danza, tragedia o comedia, vehículo mágico de revelación de la sublime arquitectura del cosmos. ¡Y velad, hasta la última exhalación, por el linaje de los que os escuchan en silencio y se hacen eco vivo de vuestros versos imperecederos!2
El leit motiv de la colección Aleteo de Mercurio es despertar del sueño de la razón y acceder a la realidad del pensamiento inspirado. Es un hecho mágico el soplo del espíritu, tan mágico como el encuentro por azar de un libro de grabados hallado en un anticuario y que dio pie al primer número de la colección. En él se representa en catorce láminas las celebraciones que tuvieron lugar con motivo de la llegada a la península Ibérica de Carlos III para ser coronado como rey de España. La ciudad en la que fondea fue Barcelona. Para recibirlo, el Ayuntamiento encarga a los Colegios de artistas y Gremios que organicen un gran festejo y en ello se vuelcan, brindándose la oportunidad de ver desfilar a las deidades del Olimpo por las calles de la ciudad condal, un hecho mágico con precedentes señalados, como los que tienen lugar durante el Renacimiento (particularmente en la época isabelina) con motivo de la entronización de algún príncipe o sus desposorios. Hechos significativos que ratifican la inauguración de una nueva era, un nuevo tiempo, equivalente al despertar a una nueva realidad. Hay que decir al respecto de estos Colegios y Gremios, que tienen sus orígenes en los collegia fabrorum de la antigua Roma, que eran escuelas iniciáticas dedicadas al conocimiento interior y la realización espiritual utilizando como soporte el conocimiento de tal o cual oficio, desde una perspectiva eminentemente simbólica. Por cuestiones cíclicas estas organizaciones terminan por caer en el olvido, y si bien la Masonería es la depositaria de todo este legado sapiencial, como entidad también está sujeta a la degradación inherente a las leyes cíclicas.

Por otro lado y con respecto al término persona, decir que en latín designa tanto la máscara como el personaje que la porta. En definitiva eso somos, personajes que revelan el único actor de esta tragicomedia cósmica a la que denominamos cosmogonía. El Ser actúa a través de nosotros que somos las máscaras de la deidad. Lo que los dioses están expresando se expresa a nuestro través, de modo que puede decirse que somos el siendo del Ser.

Las deidades son las fuerzas vivas actuantes del cosmos, cada lámina de La Máscara Real tiene una lectura oculta, esotérica, que no excluye otras, sino que las contiene dándoles su razón de ser. La edición de estos cuadernos significa devolver todo lo recibido, tal cual nos han enseñado: con Arte. Son obras que nos adentran en el mito y su simbólica de una forma fácil, directa y entretenida. Si la cosmogonía es un gran teatro, sólo hay que jugarlo, actuarlo, y en la medida en que esto se realiza se va revelando el Misterio, es decir, la deidad en sí misma. Con estos cuadernos se inaugura un nuevo ciclo, una nueva manera de transmitir unas ideas que se regeneran permanentemente.

En cuanto al segundo cuaderno Las diosas se revelan, recoge toda una serie de relatos míticos y su extraordinaria simbólica, un trabajo nacido de la verdadera necesidad de Conocer, o sea de ser. Se trata de un viaje que uno mismo puede realizar de la mano de estas diosas, que no son sino facetas de la deidad. A través de cada una de ellas se puede conocer la totalidad, encarnarla. De esta manera se vive de modo fehaciente que a uno lo conforman estados superiores o universales y esto es precisamente lo que son las diosas, que descienden y se hacen patentes mediante su adecuada invocación. Estas invocaciones son auténticos ritos y provocan un furor por el que el alma se ve raptada, transportada a instancias superiores. Como señala Marsilio Ficino en el De Amore, Comentario al Banquete de Platón:
El furor divino es aquél que nos eleva a las cosas superiores, como indica su definición. Cuatro, entonces, son las especies del furor divino: el primero, el furor poético, el segundo, el furor de los misterios, el tercero, la adivinación, el cuarto, el afecto del amor. La poesía procede de las Musas, el misterio de Dionisos, la adivinación de Apolo, el amor de Venus. Ciertamente el espíritu no puede volver a esta unidad, si él no se hace uno. (…) Por tanto, en primer lugar hace falta el furor poético, que con los tonos musicales despierta las partes que duermen, y con la suavidad armónica calma aquéllas que están turbadas, y finalmente por la concordancia de diversas cosas elimina la discordia disonante y modera las diversas partes del espíritu. Y esto no es aún suficiente. Porque en el espíritu queda todavía la multitud. Se añade entonces el misterio que concierne a Baco, que por sacrificios y purificaciones, y todo el culto divino, dirige la atención de todas las partes hacia la mente, por la que Dios es venerado, puesto que cada una de las partes del espíritu es reducida a una sola mente, y ya el espíritu de muchos se ha hecho un todo que es uno. Hace falta además el tercer furor, que reduce la mente a la unidad misma que es la parte más importante del alma. Esto lo hace Apolo por la profecía. Pues cuando el alma se eleva por encima de la mente a la unidad misma, presagia las cosas futuras. Finalmente, después que el alma se ha hecho una, digo, unidad que hay en la naturaleza misma y esencia del alma, sólo queda que se reduzca a aquel Uno que está sobre la esencia, esto es, Dios. Esto lo cumple la Venus celeste, por el amor, esto es, por el deseo de la belleza divina y por el entusiasmo del bien. (Cap. XIV, trad. Rocío de la Villa Ardura).3
Absorbidos por estos furores y reunidos por amor, estos textos recogidos en esta nueva colección nos llevan a penetrar instancias más profundas o más altas. Contienen y revelan, esto es, vehiculan las energías de las diosas y dioses tutelares invocados en estas páginas, proporcionando un caudal de imágenes simbólicas en las que nos podemos reconocer para encarnar el cosmos.

Carlos Alcolea.

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NOTAS
1 Noche de Brujas. Auto sacramental en dos actos. Editorial Symbolos, Barcelona 2007. Federico González Frías.
2 Mujeres Herméticas. Voces de la Sabiduría en Occidente. “Himno a las Musas”, mtm editores, Barcelona, 2007. Mireia Valls.
3 Citado en el Diccionario de Símbolos y Temas Misteriosos. Entrada Furor. Libros del Innombrable, Zaragoza 2013. Federico González Frías.
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