VERS LA TRADITION : "QUELLE HUMANITE? DEMAIN..." 'Nouvel-age et Techno-nature ou les défis d'un monde crépusculaire'.1 Actes du colloque organisé à Reims du 31 août au 2 septembre 1991 pour le 40ème anniversaire de la mort de René Guénon. 288 págs. SOMMAIRE: PRELIMINAIRES: Jean Tourniac: Message; Roland Goffin: Propos inaugural; Abdal Wâhid Pallavîcini: In memoriam René Guénon; SITUATION: Daniel Cologne: Le symbolisme du Verseau et l'imposture messianique du New-Age; Michel Michel: Apocalypse et nature parodique de la publicité; Jean Pierre Sironneau: Légitimité et perversion des rapports de la rationalité et de l'imaginaire dans la connaissance de l'homme; Jean Tourniac: Prédictions, prophéties et révélations bibliques; Jeanne-Henriette Louis: Le Nouvel Age, caricature d'un christianisme intériorisé?; Roland Goffin: Nouvel Age et Techno-nature; EN ESPÉRANCE I. Perspectives chrétiennes: Roland Goffin: Le projet de Jean-Paul II, Nouvelle Evangélisation et procès de la modernité: rêve ou possibilité?; Jean Hani: La conversion intellectuelle, une nécessité pour l'Eglise; Jean Biès: Dieu dans l'école de demain; Nikos Vardhikas: Retour du religieux? Nikos Vardhikas: Quel rituel pour la fin?; Michel Van Parys: L'Orient de l'Occident: Byzance et Rome à la recherche d'une convergence spirituelle; Jean Borella: La Beauté, nourriture de l'Ame: II Autres perspectives: Dalil Boubakeur: Quelle humanité demain?; Abdal Haqq Ismaïl Guiderdoni: Aperçus sur I'eschatologie islamique; Michel Abdellah Grimbert: Immortalité et Eternité; Abdal Wâhid Pallavicini: Les confréries islamiques; Patrick Marcelot: La Franc-Maçonnerie Chrétienne face à la crise de l'Occident et au projet de Jean-Paul II; Dominique Devie: Le "Grand Véhicule" de la subversion moderniste ou la dérive du néo-bouddhisme occidental; Jean-Pierre Schnetzler: Le Bouddhisme en Occident aujourd'hui. Pourquoi?; REGARDS SUR LES FORMES: Aude de Kerros: L'Art chrétien et son avenir; Patrick Demouy: Les anges dans l'iconographie et la liturgie de Nôtre-Dame de Reims; Michel Abdellah Grimbert: Dès aujourd'hui: un autre regard; Henri Giriat: La voie du métier, voie de réalisation: Albert Gleizes; Philippe Vaillant: Sacré l'homme; MÉLANGES: Paul Barba-Negra: Christianisme et dérives sectaires dans les pays de l'Est, face au mythe occidental; Jean Biès: Apports et rappels de l'Eglise d'Orient à l'Occident; Shaykh Abd-al-Wâhid: Intervention; Shaykh Abd-al-Wâhid: Réponses. 

Con este nombre tuvo lugar en Reims el Coloquio organizado por la Asociación de los Amigos de VERS LA TRADITION, del 31 de Agosto al 2 de Septiembre 1991, en memoria de René Guénon, en el 40 aniversario de su muerte terrestre y donde se trató "del hombre del devenir o del hombre de la eternidad". Alcanzando su difusión pública a través de la revista Vers la Tradition quien ha editado las actas recogidas de lo que fuera dicho en Reims en aquellos días y a cuya lectura nos introduce el sumario, dividido en una serie de partes: Preliminares, Situación, En Esperanza (I Perspectivas Cristianas, II Otras Perspectivas que incluye las del Islamismo, Franc-Masonería y Budismo); finalizando con Mirada sobre las Formas y Mélanges. 

Partes en las que se coleccionan y articulan las diversas intervenciones de los asistentes, cuyos puntos de vista son respectivos a las formas tradicionales mencionadas. Sólo la tradición Judía no ha acudido a la convocatoria, pese a haber sido invitada. 

Participando en este coloquio, por orden de aparición, Jean Tourniac, Roland Goffin, Abdal Wahid Pallavicini, Daniel Cologne, Michel Michel, Jean-Pierre Sironneau, Jean-Henriette Louis, Jean Hani, Jean Bies, Nikos Vardhikas, Michel Van Parys, Jean Borella, Dalil Boubakeur, Abdal Haqq Ismail Guiderdoni, Michel Abdellah Grimbert, Patrick Marcelot, Dominique Devie, Jean-Pierre Schnetzler, Aude de Kerros, Patrick Demouy, Henri Giriat, Philippe Vaillant, Paul Barba-Negra. 

Todos los cuales han hecho sus aportaciones en respuesta a la cuestión "¿Qué Humanidad? Mañana... " 

Traducimos de la contraportada: "Dos tipos de humanidad se ofrecen a escoger: o bien la que renuncia a su Centro para devenir prisionera del Samsara y evolucionar en un perpetuo devenir, destino que le asignan la New Age y la Tecno-naturaleza; o bien aquella que tiende hacia su Centro, hacia lo absoluto, destino que le aseguran las tradiciones ortodoxas de Occidente y de Oriente." 

Para comprender la esencia de la cuestión debatida debiéramos dirigirnos al motivo o causa que ha reunido a los amigos de Vers la Tradition alrededor de esta "mesa". Y el motivo no ha sido otro que el de celebrar una "memoria viva" en su 40 aniversario, la de René Guénon, reconocida por los convocados como obra impersonal, en la que se brinda la posibilidad de iniciación en el conocimiento interior o esotérico y por lo tanto metafísico. Y ello a través de las diferentes formas tradicionales exotéricas, rayos de una sola Verdad Primordial, de la que son expresión manifiesta, cuya luz ilumina al mundo atento a recibirla. 

A la pregunta que abre el Coloquio responden los representantes de las formas tradicionales aquí presentes en forma unánime, simbolizándose la new-age como el signo que adoptan los tiempos en el día de hoy, edad profetizada por los libros sapienciales de la humanidad en los mitos del Antiguo y nuevo Testamento, en el Corán, en los mitos de los Purânas y en los de Platón. 

Edad de Sombra, de discordia y de perversión, donde parece predominar el "mi" sobre el "Sí mismo", y cuyos abanderados han decidido por su cuenta la muerte de dios y la glorificación del individualismo, prometiendo a sus seguidores la felicidad en este mundo basada en el placer de los sentidos amplificados por el poder de la tecnología hasta la vaguedad de una mera inconsciencia, donde los contornos del yo se borran, ignorando, que de ese modo, se cierra - para el ser que de esa manera pierde la configuración de su consciencia- toda posibilidad de trascendencia y de transformación. Hombre decapitado y descorazonado que va errante por el mundo como un fantasma, incapaz de reconocer identidad alguna fuera de la que le presta la satisfacción de sus solos deseos psico-corporales; propagador de toda clase de desórdenes y calamidades, constructor de una quimera "unitarista" o nuevo Frankenstein hecho a trozos de lo económico, político, cultural, mental y religioso. Imitación paródica del que, por no saber lo que imita, hace aparecer lo que no es -lo aparente- como si fuera y lo que es -lo real e íntimo- como si no fuera. 

Tal es el sofisma que conviene objetivar y denunciar: la apariencia del ser que pretende negarse a sí mismo -desconociendo que si el Ser no fuera ya, ni siquiera podría tener tiempo para comenzar a pensar en negarse. 

Frente al discernimiento de esta "situación", ¿Qué Humanidad? Mañana... Se propone el mensaje de Esperanza, fundado en las profecías de todas las tradiciones, que así como denuncian la existencia de la enfermedad o amnesia, expresiva de los estados inferiores del ser, anuncian también la revelación de la verdad interior o anamnesis, desde donde "todo queda centrado." 

La verdad de que el Ser es; y es, en todos los nombres y formas que El adopte. Principio insoslayable que está ya -en espíritu, alma y cuerpo- aún antes de poder ser negado. Porque, se dice, "sería aún el ser mismo de quien lo negara". La Vía de Conocimiento es atestiguada por todo esoterismo tradicional que es expresado según los nombres y símbolos "propios" de cada pueblo tradicional -que es todo aquel que reconozca la esencia de un Principio del que depende toda existencia- que configura la historia y geografía universal según las formas distintivas correspondientes. 

El reconocimiento de este vínculo que une al ser humano con el Ser Universal es lo que caracteriza al hombre verdaderamente tradicional, cuya alma es como la caja de resonancia, el espacio y el medio que tiene la verdad espiritual para resplandecer en ella. 

Mas no podría existir reconocimiento alguno a menos que el alma fuera "informada" por el conjunto de mitos, símbolos y ritos administrados al hombre por la forma tradicional exotérica a la que pertenece ya por nacimiento, transmisores de un despertar que, de potencial se convierte en virtual y que se hace efectivo por el amor del conocimiento mismo que le es dado recibir. 

Y ese conocimiento puramente espiritual y en sí inexpresable, se vuelve asequible a la mente o alma individual a través del símbolo que la configura, a imagen y semejanza de aquella esencia, idea o fuerza de la que el símbolo mismo es representante, así como portador de una presencia, que es capaz de espiritualizar al cuerpo. Lo cual "sacraliza" al hombre. Posibilidad ésta que nos conduce a uno de los puntos relevantes del Coloquio, la que podríamos llamar "Educación del alma", por medio de los símbolos fundamentales a través de quienes en el mundo de hoy la enseñanza de la Religión, de la Filosofía, de la Ciencia, del Arte y de la Literatura y de la Física, devienen vehículos y soportes de conocimiento. Este es un propósito constructivo para la humanidad del mañana, que es el niño de hoy; educación informadora del espíritu, restituyendo al ser en toda la dimensión de las posibilidades que residen en él y de las que es depositario natural, tanto en la forma individual como en la Idea universal. 

En el sentido de libros que conducen a las raíces de nosotros mismos -occidentales- se recomienda dirigirse a las formas de enseñanza platónica y neoplatónica del cristianismo oriental (Dionisio Areopagita y Padres griegos) y occidental (S. Buenaventura, Meister Eckhardt y Nicolás de Cusa), las que conducen al sentido de la interioridad, religando a través de la simbólica lo universal con lo individual, donde se corresponden hombre y naturaleza. y ello frente al racionalismo aristotélico en que derivó la enseñanza escolástica después del siglo XIII. 

La necesidad de la unión a un exoterismo que guarde las formas esenciales de la tradición a la que se pertenezca, es el puente o escala imprescindible que entreliga a la manifestación con su "principio". Sin él, la mente se pierde descentrada en un mundo de imágenes que la conducen al desbordamiento por la ignorancia y el desconocimiento de sus límites, por cierto "experiencia psico-oceánica" confundida con lo verdaderamente espiritual por la new-age, cuya principal característica es ignorar que toda glorificación y transformación verdadera del yo conlleva previamente su sacrificio. 

Se indica en cuanto a la Franc-Masonería, la restitución de su heredad cristiana, con especial atención al rito escocés rectificado, que tiene como uno de sus fundadores a José de Maistre, cuya obra conduce hacia las fuentes del cristianismo primitivo, enraizando en la Kábala y en el propio Hermetismo de la Orden Masónica. 

A todas los exoterismos les concierne la vigilancia, en cuanto que a lo que tienen de más exterior y en estrecho contacto con la versión new-age del mundo, lo que les hace aparecer como seculares, politizados, socializados, fundamentalizados, vulgarizados y psicoanalizados, términos referibles a las degeneraciones que hoy sufren ciertos sectores del cristianismo, judaísmo, islamismo, hermetismo y budismo, objetivables por el discernimiento. 

La Iglesia Católica tiene una responsabilidad en la enseñanza completa de la doctrina -como forma exotérica y religiosa que es- de restituirse en la intelectualidad y profundidad de su magisterio, en una verdadera interiorización del cristianismo, para así poder transmitir a la asamblea o pueblo de los fieles, el sentido de los mitos, símbolos y ritos en los que se expresa su liturgia, verdadero acto sagrado en el que se representa el Misterio regenerador del "Sacrificio". Restituyendo de este modo la significación a un devenir litúrgico vaciado de contenido simbólico, por acontecimientos producidos en la historia de Europa, que se remontan a los siglos XIV -donde empieza a perderse la operatividad del símbolo- y luego en el XVI con la Reforma, donde el símbolo termina por convertirse en meramente especulativo. 

La labor entonces del exoterismo religioso es dirigir así la mirada del alma hacia el interior y conducirla hasta la puerta de los misterios menores de la Iniciación, que conducen a la regeneración psíquica y segundo nacimiento; con lo que el ser se reintegra en el estado primordial de hombre verdadero, por la realización del sacrificio de su propia existencia en aras del nombre sagrado con que cada tradición evoca su Principio. 

Otro aspecto relevante suscitado en el Coloquio es el aspecto "teúrgico" y deificante que procura el ritual de repetición de la "palabra sagrada". Plegaria, no tanto en el sentido de petición, sino más bien en el de invocación o participación, y que el Cristianismo Ortodoxo guarda en la "oración del corazón", se dice, situada bajo el arquetipo de la "Sefira Tipheret". También llamada Filocalía o amor a la Belleza, en expresión platónica, "que se funda sobre la respiración y sobre el descenso del Espíritu en el corazón." Verdadero diálogo en lo divino, cuyo origen se encuentra en la parábola evangélica del ciego de Jericó (Luc. 18, 38): "Kyrie Iesou. Christe, eleison me." (Señor Jesucristo, ten piedad de mí). Cuya repetición conduce a la escucha o Hesequia, el callar y vaciarse para recibir en el silencio -el lenguaje más adecuado al espíritu. 

Lo que en el islamismo sería equivalente al Dhikr, la adoración a Allâh, se dice: "como si nosotros Le conociéramos, pues aunque nosotros no Le conozcamos, El nos conoce." "Como si Le viéramos, pues aunque no Le veamos, El nos ve". 

Lo mismo que en el budismo equivaldría al Nembutsu, del que se dice, que es el mismo Budha quien valiéndose de esta invocación, imprime su nombre en el corazón de quien lo repite. 

No queremos terminar este trabajo, que no ha pretendido ser más que introductorio, sin antes dirigir a los lectores de nuestra revista hacia la lectura "en directo" del coloquio Quelle Humanité? Demain... puesto que encontrarán en él exposiciones completas, precisas y abundantes acerca de temas doctrinales expresados por las diversas tradiciones representadas y que indudablemente contribuyen a situar en una posición justa, para este fin de siglo XX, a todos aquellos llamados a ser el germen del porvenir que llega. 

Nos permitimos recoger estas palabras de René Guénon en Oriente y Occidente:  "Por defectuosos e incompletos que sean los medios de los que se dispone hay que empezar sin embargo por ponerlos a la obra tal cuales, sin lo cual no conseguiremos nunca otros más perfectos; y añadiremos que la más mínima cosa conseguida en conformidad armónica con el orden de los principios lleva virtualmente en sí posibilidades cuya expansión es capaz de determinar las más prodigiosas consecuencias, y esto en todos los dominios, a medida que sus repercusiones se extiendan según su repartición jerárquica y por vía de progresión indefinida". 

Citando por último a Jean Tourniac, que en el artículo "Mensaje" con el que se inauguró el coloquio, recuerda, según antiguos rituales de construcción, "la última vigilia de la noche", "Noche de los sentidos, de la inteligencia, de la Fe y de la Caridad, aunque quizás no de la Esperanza, porque vosotros estáis aquí." 
 

NOTA
1 Este coloquio, que tuvo lugar en 1991, es el tercero de otros dos celebrados en 1986 y 1989 y en los que se trató respectivamente de "la Autoridad Espiritual y el poder político", y "Puntos de vista tradicionales sobre la Revolución Francesa". Editados por "Vers la Tradition" en número especial. Posteriormente ha tenido lugar un "Frente a los espiritualismos contemporáneos", cuyo contenido ha aparecido por el momento, incluido en los números 55, 56, 57, 58, y 59 de la revista "Vers la Tradition". 
 
 
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