ESCUCHANDO LAS ARMONIAS SECRETAS. Cap. II de Harmonies of Heaven and Earth. Joscelyn Godwin. SYMBOLOS, Cuadernos de la Gnosis Nº 6, Guatemala 1995. 48 págs. 

Con este número, Cuadernos de la Gnosis presenta un vehículo de conocimiento musical que conduce y transporta hacia lo inaudible. 

El autor nos habla de una música que no es de este mundo: "Un canto sin palabras es tal vez la mejor imagen de las armonías secretas." 

Que son también las armonías del Alma, del mundo de la Imaginación, es decir de la Forma, como símbolo revelador de aquel Otro mundo, que está en éste, -mundo en el que habitamos- y del que la ciencia y el arte de la "música" es expresión, como muestran el "folklore" de todas las simbólicas tradicionales. Vehículos que corresponden a estados sutiles de la mente, recorridos por una fuerza o energía que conduce desde el origen hasta el fin de un acontecer más que humano. 

Muchos serán los temas en los que puede reconocerse el hilo conductor del conocimiento. De la mano de los seres, fuerzas o grados de consciencia intermedia entre nosotros y las Jerarquías Angélicas. Como lo son los genios elementales que presiden las virtudes de cada cosa.  

Otros caminos que conducen hacia allá son a través de la fantasía o imaginación activa en estado de vigilia, a través de sueños, trances o visiones. Los que pueden introducirnos al Cielo, Purgatorio o al Infierno, lugar este último "donde deberemos echar una mirada disuasiva antes de continuar nuestro ascenso". "También reino musical, que se caracteriza por invertir el propósito de la armonía que arrastra al alma hacia abajo, convirtiéndose en cacofonía horrenda que sólo se alivia con el silencio desesperanzado y más horrible aún de sus gélidos abismos". "El silencio de lo más bajo del infierno es un reflejo del silencio que colma lo más excelso del cielo como lo describiera Sinesio".  

También las leyendas del período Celta Cristiano Medieval, "cuyos hitos son equiparables a la atmósfera del "Paraíso musulmán con sus frondas y huríes, o la de los grabados alquímicos del Renacimiento con sus jardines formales y sus bestias fabulosas". Como es el caso del Viaje de San Brandán, s. IX, leyenda que da cuenta de la transición del Purgatorio al Paraíso de los Pájaros, que se recorre en "siete" años. O también en las Aventuras de los clérigos de San Columba, s. X, símbolos del paso desde las siete esferas planetarias a la esfera ogdoádica. 

"Imágenes simbólicas del infierno, purgatorio y cielo que presentes al Alma no se hallan en ningún sitio del universo físico, cuyas producciones sin embargo las simbolizan. Representaciones de otro estado u otro Mundo, como el Edén Perdido, las Islas Afortunadas, Shangri-La, Shambhala y otros sitios que los cartógrafos medievales señalaron confiadamente en sus mapas. Mundo de la Imaginación o del Alma. Mundo Imaginal referido por Henry Corbin remitiéndonos a fuentes que abarcan toda la tradición de Occidente y del Cercano Oriente. Imágenes arquetípicas autónomas formando una jerarquía de grados que varían según su respectiva sutileza o densidad relativa". 

Dice J. Godwin, "tanto la música interna como la externa pueden servir de psicopompos, o sea, de guía del alma hacia reinos más reales que la tierra". "Todas las tradiciones religiosas supieron esto y emplearon este conocimiento de diferentes maneras". 

El Canto Llano con el que todavía se celebra en alguna parte la liturgia católico-cristiana. La resonancia que adquiere en los templos tiene un efecto "sobre el cuerpo y la psiquis", pero todavía más, es un vehículo que puede elevarnos en el sendero de la identidad, por la identificación con la melodía interior, como lo hace quien la canta y también quien la escucha. El viaje a través de las siete notas es como el viaje de los planetas, que cubren el espacio intermediario para entrar en el pleroma, es el alma hermética que atraviesa la octava esfera. "El canto llano, como el misterio de la misa, ofrece a cada uno lo que cada uno es capaz de recibir." 

Recuerda M. Buber (1908) refiriéndose a la lengua hebrea: "La palabra es un abismo recorrido por la persona que habla. 'Uno debería pronunciar las palabras como si los cielos se abrieran en ellas. Y no como si uno retuviera la palabra en su boca sino más bien como si se entrara en ella. .En cada letra están los tres, el mundo, el alma y la divinidad' ". En un pasaje del Zohar, el rabino Eleazar es citado de la siguiente manera: pág. 38,"También se sabe y cree que los ángeles que cantan de noche son los guías de todos los otros cantores, y cuando nosotros, criaturas que vivimos en la tierra elevamos nuestros corazones con el canto, entonces aquellos seres celestiales logran tener acceso al conocimiento, a la sabiduría y a la inteligencia, de modo que pueden percibir asuntos que ni siquiera ellos jamás antes comprendieron." 

Hay también una tarea de redención colectiva para el judío hassídico, que corresponde a la figura del Bodhisattva en el budismo. Ayudando no sólo al retorno de su propia chispa interior a su Origen, sino también al de todas las demás aprisionadas en el mundo manifiesto. Práctica que abarca por igual los pensamientos, las palabras y las acciones.  

Por otra parte dice el sufí Suhrawardi, durante el sama -audición- el alma despoja al oído de su función auditiva y escucha ella directamente. Refiriéndose a lo que se oye en el estado que ya no se parece para nada a la música que tiene lugar. 

También en el hinduismo encontramos el uso de la música para obtener estados superiores, en la ciencia del sonido o Mantra-Yoga. Imagen auditiva y visual que fija a la mente. Mientras que en el Shabda Yoga se trata de descubrir el Sonido Interior e identificarse con la Corriente sonora Universal, sin otra herramienta. 

"El cabalismo expresa esto con la tarea de redención universal que corresponde a Israel. El budismo lo expresa de otro modo, considerando que el estado humano es el único estado desde el cual un ser puede alcanzar la Liberación de la Rueda de la Muerte y del Renacimiento. El cristianismo da su asentimiento, con el Logos que no encarna como ángel sino como hombre, y en la doctrina esotérica del Grial, mediante la enseñanza de que a través de la muerte de Jesús se redime toda la naturaleza. En el Islam, Alá hace que los ángeles reverencien al Adán recién creado." 

Además, Godwin cita por ejemplo a Blake, Messiaen o C. S. Lewis, nexos contemporáneos de lo intemporal.  

Armonías secretas, música que no es de este mundo, canto sin palabras; estados del ser, invisibles, a los que conduce el despertar al símbolo. J. M. Dolcet 
  
Acaba de aparecer en Cuadernos de la Gnosis Nº 7 (La Alquimia Musical) la continuación y final de este estudio de Joscelyn Godwin. (N. de la D.).

 
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