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El hombre que se inició en el comercio vendiendo relojes, estaba destinado al derrotar al tiempo. Progresivamente fundó barrios, un pueblo, y una ciudad que lleva su nombre. Poco después publicó una novela en la que imagina todo un mundo. Este trabajo arroja nueva luz sobre una novela escrita por Francisco Piria
en 1898. Se demuestra que estamos frente a una obra con múltiples lecturas,
entre las que se destacan el socialismo utópico, la ciencia ficción
y la alquimia. |
El hombre, el empresario, el alquimista
Fue co-propietario de "La Tribuna Popular", diario "socialista" que hacía la oposición al gobierno. Además de ejercer el periodismo político, publicó una serie de libros, básicamente orientados a divulgar sus ideas. En algún momento ingresó en la masonería, pero se apartó rápidamente y muy molesto cuando le pidieron que aportara dinero. A los 72 años, en un intento por quebrar la hegemonía de blancos y colorados, fue candidato del partido "Unión Democrática", pero solo consiguió 658 votos. Falleció el 10 de diciembre de 1933, a los 86 años de edad, cuando tenía en mente crear una nueva ciudad, pero esta vez en Argentina, donde poseía algunas propiedades. A su muerte Piriápolis perdió el empuje que tenía y ya nunca lo recuperó. Tras una disputa, el administrador de Piriápolis asesinó al hijo mayor de Piria y posteriormente se suicidó. Según su biógrafo –el señor Luis Martínez Cherro– ellos eran los únicos que pudieron haber continuado la obra del gran empresario. Por concepto de impuestos y problemas contractuales y de herencia, el estado uruguayo se quedó con el puerto, el tren (que desmanteló rápidamente), e incluso el Argentino Hotel.
Piria y la Alquimia De hecho, el nombre que iba a tener en un principio la ciudad era Heliópolis (ciudad del sol), que de acuerdo a la mitología utilizada en alquimia, es el lugar donde renace el ave fénix. Floriano afirma, que con el mismo método que Fulcanelli empleó en sus libros, logró "leer" en Piriápolis los símbolos alquímicos. Estos son ostensibles en el castillo de Piria, la Iglesia, las estatuas, las fuentes, la forma física del Argentino Hotel y las ilustraciones de los vitrales. Incluso una foto aérea revela que uniendo con una línea los puntos donde se encuentran los principales símbolos, se aprecia una reproducción de la constelación de Acuario. La documentación me ha parecido de lo más convincente. El señor Julio C. Stelardo afirma que Heliópolis es además el nombre de "un grupo muy discreto y universal de alquimistas", que ha albergado tanto a laicos como religiosos. Por esta fraternidad –afirma– habrían pasado gente como "Champegne, Swaller, Dujols, Fulcanelli, Eugene Canseliet y Don Francisco Piria." Otros comentaristas estiman que Piria puede haber recibido conocimientos alquímicos directamente de su tío jesuita.
El Socialismo
Triunfante - Lo que será mi país dentro de 200 años
El Mundo del futuro A juzgar por sus otros libros, a Piria rara vez le interesó la literatura por sí misma, más bien la utilizó como un vehículo para exponer sus ideas. Por eso, no es de extrañar que como novela, "El socialismo triunfante" se limite a un paseo por Montevideo y distintos puntos del país, donde no se hace otra cosa que escuchar discursos, conferencias y reflexionar sobre la forma adecuada de conducir los asuntos públicos. El único elemento aglutinante, que de alguna manera construye una historia, aunque por desgracia muy débilmente, es el "romance" entre Fernando y Rosalba. No hay ninguna aventura –por elemental que sea– que pueda justificar a la novela como tal. Tampoco se aprovechan debidamente los inventos, o los elementos de ciencia ficción incluidos aquí, para trabajar con ellos en la elaboración de al menos una anécdota de interés; apenas se mencionan. Ni siquiera cuando se nos dice que un astrónomo va a disertar sobre los habitantes de Saturno que descubrió con su telescopio instalado en el observatorio del cerro Pan de Azúcar, el autor se siente tentado de dejar volar un poco la imaginación. En rigor, lo que intenta es crear una sociedad utópica, la del siglo XXI, para oponerla a la de su siglo XIX. "El siglo XIX fue un siglo de mentira, mientras que el siglo XXI es el siglo de la verdad". Aunque la acción se sitúa en Uruguay, el autor nos da un panorama de lo que ha ocurrido en el mundo. El socialismo que Piria denomina "anárquico", y cuyos fundamentos se remontan al siglo XIX, cae en el siglo XX, "dejándole a la humanidad una gran enseñanza". Las causas del fracaso fueron varias: porque instauró una nueva oligarquía, pretendió igualar a los hombres desconociendo sus diferentes valores y aptitudes, al atacar el capital destruyó el motor de desarrollo de la sociedad, y porque se eliminó la propiedad privada. Si el hombre hubiese tenido un pedazo de tierra, estima, el socialismo anárquico no hubiese fracasado. Tras un breve triunfo de la monarquía, se produce el auge del socialismo que el autor denomina "progresista", o en otras ocasiones "razonado" o "liberal". Se suprimen las aduanas y los ejércitos permanentes, se proclama el libre cambio y se prohíbe a cualquier nación emitir títulos de deuda pública. A la cabeza de los países se encuentra el "Supremo Consejo de Gobierno" compuesto por doce miembros –mayores de 60 años– elegidos por el pueblo. Los miembros del consejo se encargan de elegir al presidente, y los restantes once se reparten los cargos de un gobierno, que de acuerdo a las leyes, se renueva cada doce años. Las madres le "entregan" sus hijos al estado para que se encargue de su educación, desde que cumplen 5 hasta los 15 años. Algunos proponen, con una argumentación que nunca es rebatida, que para una mejor formación debería ser arrancados del seno materno al cumplir el año. El Superior Tribunal de Pública Moralidad, con ramificaciones y delegaciones en todos los países, y con sede en Roma (decretada capital moral del mundo), es el encargado de velar para que la gente –especialmente la juventud– no se precipite en el vicio. El Uruguay del futuro tiene 22 millones de habitantes, se llama Estado Cisplatino, y por la vía militar ha reconquistado los territorios que Brasil le usurpara cuando nuestro país era conocido como la Banda Oriental. La forma de gobierno –como en el resto de los países– es lo que el narrador denomina "socialismo progresista". Entre lo más destacable de su pensamiento, se encuentra la reivindicación que hace de Artigas (en la época de Piria todavía era una figura cuestionada), y la afirmación consecuente de que nadie debe poseer más tierra de la que puede trabajar. La novela se estructura en "jornadas", lo que no deja de tener su lógica, ya que como afirmaba, la acción se limita a los paseos. Los personajes son esquemáticos y poco creíbles. Temístocles es una especie de patriarca de larga barba blanca, y su hija Rosalba "una virgen beldad de dieciocho años". Todos los "personajes" piensan igual, es decir, son los portavoces del discurso de Piria. Incluso, para darle mayor autoridad a lo expuesto, las críticas más enconadas hacia el siglo XIX provienen por regla general de los habitantes del siglo XXI. Los blancos de sus críticas son los partidos tradicionales (blanco y colorado), el "socialismo anárquico", los militares (calificados de "parásitos"), la religión católica, los usureros, los latifundistas, y en un sentido general la moral de ese período. Un clima de moralidad exacerbada impregna toda la obra, salvo en un episodio aislado, cuando el protagonista es bañado por una criada de quince años, aunque obviamente sin ahondar en detalles y dejando en claro que eso es posible por la limpieza que tienen las mentes del siglo XXI. En el momento en que Fernando conoce a Rosalba, de acuerdo a la costumbre, deposita en su frente "el beso más puro y casto". Es sintomático que cuando ambos se estrechen en un abrazo amoroso, la novela se precipite hacia su fin.
La Ciencia Ficción Entre los adelantos podemos mencionar el aire acondicionado; uso de la energía solar; un carruaje aéreo llamado "volador"; vehículos con llantas de goma movidos sin caballos, algunos eléctricos y otros que funcionan por aire comprimido (que es la energía más utilizada en este tiempo); el teléfono (llamado telépalo portátil); la mototipia ("máquina notable que escribe, graba, imprime y encuaderna el periódico al tiempo que el director dicta sus artículos"); el "domina-olas" (para evitar los mares tempestuosos); etc. El aire también ha resuelto el problema del hambre. Existen aparatos de platino que funcionan con aire comprimido, "los cuales, por presión de muchos cientos de atmósferas, condensan las esencias alimenticias que se encuentran en el aire que respiramos...". La medicina también ha experimentado un importante desarrollo. Siguiendo el curso trazado por Pasteur, se ha descubierto que la mayoría de las enfermedades son causadas por determinadas bacterias. Se ha logrado un microbicida que protege al hombre de las enfermedades. En sucesivas oleadas de avances científico, se descubre el microbio de la tisis, la espinitis, la diabetes, y el de las enfermedades del corazón y "del cerebro: la meningitis". También tenemos la "vitalina", que tomada en pequeñas dosis regulariza el movimiento de la sangre. La pila eléctrica portátil, adaptada como un brazalete, nos protege de todos los microorganismos que pueden llegar a ser perjudiciales para nuestra salud. El gran desarrollo operado en los telescopios, ha posibilitado que se den charlas sobre la pluralidad de los mundos, y sobre "los habitantes de Saturno y sus grandes progresos". Al margen de las lenguas particulares, todos los hombres dominan un idioma universal llamado el "victorioso".
Un sueño
auspicioso
Inmutabilidad, objetividad,
universalidad Con el objeto de crear la ilusión de que estamos en un mundo perfecto, le da a la ciudad un barniz de clasicismo. La arquitectura montevideana tiene influencias de Grecia, Roma y Pompeya, cuando no es francamente imitativa, como en el caso del edificio del Tribunal de Pública Moralidad, que es una copia del Partenón. Los personajes, que se visten con túnicas griegas, tienen nombres como "Telémaco Benítez", "Orestes Fernández", "Marco Aurelio Arteaga", "Heráclito Arocena", Eurípides Rosental", "Temístocles", etc.
Doble discurso y
errores Además de las contradicciones, hay también errores de todo tipo. Primero expresa que Fernando despierta el primero de enero, pero cuando este pregunta la fecha le dicen que están en el solsticio de verano. En la jornada primera a Rosalba la describe como "trigueña", pero en la segunda menciona sus "mórbidos y lácteos brazos". El narrador afirma que en 1988 Argentina, Uruguay y Paraguay confeccionaron un gran diccionario rioplatense, que incorporaba los modismos propios de estas zonas. Las "Repúblicas del Río de la Plata", hablaban entonces esta "nueva lengua muy distinta de la sancionada por la Academia Española". Por esta razón, afirma, a veces los habitantes del siglo XXI tenían dificultad en comprenderle. Sin embargo, lo que el lector de El socialismo triunfante percibe, es que todos hablan igual, con expresiones más castizas que rioplatenses. ("Apenas sabías imitaros" expresa Temístocles, quién supuestamente debería hablar un lenguaje rioplatense. En el mismo tono, Fernando pregunta "Y la iglesia Matriz ¿en dónde la habéis colocado?").
Un Mundo represivo El aparato educativo, que pretende apropiarse del individuo casi desde que nace, se apoya al principio en un paradigma fenomenológico (educación en valores), que en realidad oculta la religión que defiende el estado. Posteriormente va ir evolucionando hacia uno positivista (que incluye conocimientos y destrezas). Para lo que no hay lugar, ni puede haber, es para el paradigma crítico, ya que en el mundo de Piria no es conveniente el disenso. Su escuela, por lo tanto, privilegia la reproducción del modelo. Después de recalcar las bondades de la vieja idea de "cuerpo sano en mente sana", apunta: "Hoy ya los débiles y degenerados han sucumbido obedeciendo a una ley fatal, esa parte morbosa de la sociedad desapareció del escenario humano". Lógicamente el arte no podía escapar a esta visión represiva. A propósito del siglo XIX : "Todas las concepciones consideradas como artísticas, fruto de tu época, otra cosa no eran que fulgores de mentes enfermas, hijas de espíritus encarnados en raquíticos y degenerados organismos". En cuanto al siglo XXI, sabemos que el Teatro Dramático Nacional es subvencionado por el estado, y tiene por objeto "instruir al pueblo". Por esa razón, ningún drama puede ser representado hasta tanto no reciba "el visto bueno de la censura previa". Respecto a los indígenas, tiene una visión que sin duda choca contra los parámetros actuales en materia de respeto hacia otras culturas: "Los territorios de Misiones, Paraguay, Chaco, Bolivia, esas inmensas zonas, eran poco menos que desiertos poblados por elemento indígena, estacionario, sin iniciativa y refractario al gran período evolutivo". En un gesto magnánimo de su parte –ya que no era ni blanco ni colorado– el autor le dedica un monumento a Oribe y Rivera –los dos caudillos históricos de los referidos partidos. Después de todo, considera que los méritos de ambos fueron superiores a sus errores, y que estos últimos se justifican por la influencia del medio. Al parecer, a Piria no le parece tan terrible que Rivera haya exterminado a los charrúas en "Salsipuedes".
Haz lo que yo digo,
no lo que yo hago También pretende en la obra defender los derechos de los obreros, pero hay que recordar que en 1903 perdió un pleito, cuando se le acusó de que a los empleados que tenía en las canteras de granito, les pagaba con vales que podían canjear en negocios que le pertenecían a él. Posteriormente, en 1916, enfrenta una huelga de sus trabajadores, la que recibe el apoyo de la FORU (Federación Obrera Uruguaya). La plataforma reivindicativa incluía el cumplimiento de la ley de las ocho horas, aumentos de sueldo y mejoras en las condiciones de trabajo. Según testigos, Piria despidió a los huelguistas con ayuda de la policía. El semanario anarquista "El Hombre" lo tildaba de explotador. Como se aprecia, Piria distaba mucho de ser un modelo de socialista; sí fue, y en eso no puede haber discusión, un gran empresario, dotado de un empuje y una visión extraordinarias. Cuando se fueron a repartir la herencia, los familiares se encontraron con que apareció una hija de Piria que hasta ese momento nadie conocía. No queramos saber lo que el Tribunal de Pública Moralidad hubiese opinado...
Las claves alquímicas
de El Socialismo Triunfante Hay dos formas de acercarnos a estas claves: considerando el escenario de la novela, y el proceso que vive el protagonista. En la primera vemos el triunfo de la alquimia en la sociedad, y en la segunda el triunfo del alquimista.
El Triunfo de la
Alquimia 1 - La alquimia pretendía ocupar un terreno intermedio entre ciencia y religión; establecer una vía paralela de conocimiento. "Es preciso obtener la razón, que es el espíritu" (A. H. van den Brul, en el prólogo de Las Bodas Químicas de Cristián Rosacruz, ediciones Mestas). Podemos afirmar, con Mariano J. Vázquez Alonso, que los rosacruces pretendían "desarrollar paralela y simétricamente el corazón y el intelecto, dando explicaciones racionales a la religión, y fundamentos religiosos a la ciencia". Entre las leyes de la Fraternidad Rosacruz se cuenta la del Renacimiento o de la Reencarnación, lo que permite la progresiva superación del espíritu.
2- La alquimia se extiende tanto en oriente como en occidente, lo que en buena medida explica su sincretismo. Los alquimistas citaban incluso a pensadores y filósofos de creencias y culturas muy dispares, pero a menudo colocaban a Cristo Jesús como figura central. Por ejemplo, en el prólogo de Las Bodas Químicas de Cristián Rosacruz, publicado en Mestas, se lee: "La obra de la Escuela Espiritual de la Rosacruz de Oro tiene sus raíces en una tradición espiritual, cuya base incontestable es la piedra angular única, Jesucristo". Dice Mariano J. Vázquez Alonso: "La Rosacruz utilizó en su 'Corpus philosophicum' no sólo el supuesto pensamiento de su fundador, sino también los contenidos de aquellas Ciencias o Artes más sustanciales de la corriente ocultista de Occidente, como la Alquimia, Kábala, Tradición Hermética o Simbología arcana".
3- Los antiguos alquimistas llamaban a la alquimia "lengua de los pájaros".
4- Los alquimistas identifican a los cuerpos celestes con metales. Luna: plata, Mercurio: mercurio, Sol: oro, Marte: hierro, Júpiter: estaño y Saturno: plomo. Los siete "planetas" de los siete metales alquímicos. Esto se apoya en la idea de lo macro se corresponde con lo micro y en la trascendencia que se le da a la naturaleza. El alquimista toma en cuenta incluso las estaciones del año para la realización de las operaciones alquímicas. Maneja así otra concepción del tiempo. En la Orden Rosacruz hay nueve grados; el noveno se celebra durante los solsticios de verano e invierno.
5- Los alquimistas consideraban que existía un principio que regía toda la creación al que llamaban "espíritu universal".
6- Los alquimistas se consideran a sí mismos integrantes de una fraternidad, y aspiran a que la misma sea universal, y regida por un principio de amor. ..."el ardiente deseo de Valentín Andreae de una verdadera Fraternidad cristiana, que estaría al servicio del mundo y de la humanidad y podría, por ello mismo, transformarla..." (prólogo de Las Bodas Alquímicas de Cristián Rosacruz, edición de Mestas). "Bien pronto vendrán tiempos felices en los que todos serán iguales; no habrá más pobres ni ricos" (Las Bodas Químicas...; en el día uno)
7- El cristianismo tradicional rechaza lo corporal y lo sensual, por oposición a lo espiritual. Por el contrario, los rosacruces y la alquimia toman lo interno y lo externo como un todo. La Fraternidad Rosacruz, que se autodenomina "Asociación de mística cristiana", tiene por lema: "Una mente equilibrada, un corazón tierno, un cuerpo sano".
8- La alquimia, correctamente entendida, supone no sólo la transmutación de algunos metales en oro, sino también una transmutación espiritual, que implica un perfeccionamiento moral.
9- La alquimia es el trabajo de una vida, por eso los maestros son generalmente ancianos.
10- Conforme a la importancia del cristianismo para los rosacruces, el número 3 (y sus múltiplos), que alude a la trinidad, tiene un valor simbólico, a semejanza de lo que ocurre, por ejemplo, en La Divina Comedia.
Contradicciones
sólo aparentes El narrador sostiene que todas las religiones defienden los mismos principios, para luego afirmar que "la idea divina de todos los siglos fue y será en el fondo la idea cristiana, reveladora de un Dios de amor que vivió con el pueblo, con la civilización y con la ciencia". Puntualiza que "nada hay de estable, fijo, inmóvil: la evolución continua es la ley del espíritu y de la materia". Pero estima que estamos en una "edad de oro", pone los destinos el país en manos de sexagenarios, y señala que en el siglo XXI ..."la humanidad entera se ha encontrado al fin en el camino de la verdad: todos los pueblos son cristianos". Solo en Montevideo existen 457 periódicos, pero ninguno de ellos es contrario al gobierno, ya que este ha sido elegido de manera popular. En buena medida, muchas de estos conceptos, que en un primer momento del análisis me hacían pensar en contradicciones del autor, quedan sin embargo resueltos en la lógica alquímica. Ella nos permite comprender no sólo el sincretismo religioso, sino también el hecho de que no haya desobediencia civil, ni crítica al gobierno, dado que existe una fraternidad universal. La inmutabilidad, el concepto de verdad, la universalidad, la importancia dada a la tercera edad, y el carácter de la educación, quedan también, sino justificados, por lo menos explicados.
El Triunfo del Alquimista
2- Los alquimistas creen que es posible alcanzar una longevidad extraordinaria.
3- Para los rosacruces, la verdadera patria está en Cristo, y a ella solo se accede por el renacimiento.
4- De acuerdo con la simbología que proporciona Stelardo, el "Esplendor - Resplandor del Sol en el cielo:" es el "Mensaje del Creador al hombre, el espíritu en la materia". El sol simboliza a dios. Heliópolis se ha realizado y expandido. A Cristián Rosacruz le entregan una moneda de oro que tiene la siguiente inscripción: "Deus Lux Solis" (Dios es la Luz del Sol). En Cristianópolis, Andreae sustituye la locución católica consagrada "dies dominica" (día del Señor) por "dies solis" (día del sol). Y escribe "... ¿qué será cuando vuelva Cristo, el Sol..."
5- Nuevamente de acuerdo con Stelardo, y por qué no con una simbología muy difundida, el agua representa la purificación y un renacimiento.
6- Para los alquimistas, la rosa simboliza la finalidad, el logro absoluto y la perfección. El desarrollo espiritual, la regeneración. El símbolo de la Gran Obra alquímica.
7- Para los alquimistas, el objetivo principal de la Gran Obra es la unión de los contrarios, es decir "Rebis" –la cosa doble, el andrógino– que conserva las particularidades de las dos iniciales, pero que crea una tercera.
En los rosacruces, el color de la rosa se corresponde con distintos grados de perfeccionamiento. La rosa blanca es el punto más alto, lo que posibilita que el iniciado se eleve hacia un plano superior de existencia (no corporal); es por eso que al abrazarse Fernando y Rosalba, sus espíritus literalmente se fusionan y vuelan sobre el mundo material.
¿Piria rosacruz?
El Socialismo Triunfante
y Cristianópolis Hecha esta apreciación, ya que estamos considerando la posibilidad de que la novela de Piria tiene un trasfondo rosacruz, es interesante recordar que Andreae también escribió en latín, en 1619, una utopía conocida comúnmente como Cristianópolis. Precisamente, esta obra pertenece al período donde Andreae se vuelve hacia un cristianismo más tradicional, y por lo mismo más alejado de aquellos elementos herméticos que eran más del gusto de sus continuadores y que han llegado hasta los rosacruces actuales. En El Socialismo Triunfante se habla de reencarnación, y aunque se manifiesta la supremacía de Jesucristo sobre todo, se contempla la presencia de distintos dioses. En Cristianópolis no se puede hablar de reencarnación, sino de la resurrección de los cuerpos, y en el Templo solo hay sitio para las imágenes de la Biblia y únicamente espacio para la figura de Cristo. Sin embargo, hay conceptos que acercan a ambas utopías. Piria toma distancia del catolicismo, al igual que Andreae, que era protestante. La ciencia no sólo no se opone a la religión de cristo, sino que nos ayuda a comprenderla. La educación también es similar. En El Socialismo Triunfante los niños son llevados a un internado a los cinco años, en Cristianópolis sucede a los seis. La educación, por otra parte, hace más hincapié en inculcar la religión y los valores que en desarrollar otro tipo de conocimientos. El cuidado del cuerpo y de la naturaleza también se destacan. El arte está fuertemente condicionado a la censura del estado. La justicia civil está regida por una férrea moral cristiana. El tres, con sus múltiplos, es nuevamente un número recurrente: Cristianópolis es una isla triangular, el visitante es recibido por tres examinadores, el gobierno es un triunvirato, hay 24 senadores con doce sustitutos. Las salas de la ciudadela son doce, de 33 pasos de ancho, 33 de largo y 12 de alto. La oración se realiza tres veces por día. Uno de los capítulos, el 63, se llama incluso "Los números místicos", donde se deja sentado que Dios ha hecho todo con números. De acuerdo con el sentido de viaje iniciático que hay en el Socialismo Triunfante, el personaje despierta de un sueño de 200 años y renace a una nueva vida. Los Cristianopolitanos llaman "sueño" a la muerte. Al igual que el protagonista de El Socialismo Triunfante, el de Cristianópolis recibe, apenas llega, un baño que tiene el valor de un bautismo, y es "vestido con ropas nuevas". Por último, es interesante recordar que Fernando despierta en el estado Cisplatino cuando se está cumpliendo el solsticio de verano. El narrador de Cristianópolis señala "... lo más seguro de todo es que, si lo permite el cielo y no lo impide la tierra, y el mar está tranquilo, si es Cristo el mentor de la expedición y los compañeros están ávidos de una vida mejor, te subas a la nave cuya enseña es cáncer y tras una feliz travesía arribes a la misma Cristianópolis y, con temor de Dios, lo inspecciones allí todo con el mayor detenimiento". A propósito de "cáncer", Estébanez apunta: "Signo del zodíaco que simboliza el abandono de la tierra y el retorno al cielo". Ahora bien, a este dato, deseo agregar el siguiente: según el horóscopo, cáncer va del 21 de junio al 22 de julio. Precisamente, el solsticio de verano (para el hemisferio europeo) se cumple a partir del 21 de junio.
Finalmente, más allá de los puntos de encuentro existentes entre El Socialismo Triunfante y Cristianópolis, quiero reiterar la idea de que Piria está más cerca de los continuadores de Andreae, que del propio Andreae. O tal vez debiéramos decir "de lo que Andreae estaba dispuesto a admitir". La base cristiana, el sincretismo religioso, la tolerancia hacia otras religiones, la idea de reencarnación, el simbolismo de la rosa, y la tradición hermética de occidente en general, son todos conceptos que están presentes en los rosacruces actuales, y que también aparecen en El Socialismo Triunfante. En su Diccionario Esotérico, Zaniah señala a propósito de los Rosacruces: "El movimiento rosacruz propendía a una reforma universal de carácter religioso-social tendiente a la elevación espiritual del hombre. En su esencia era un cristianismo esotérico fuertemente impregnado de corrientes herméticas, neoplatónicas, gnósticas, cabalísticas y alquímicas". Todo parece encajar. Los nombres de los tres personajes principales no son casuales. Temístocles fue un destacado político y general ateniense (¿525-460?), jefe del partido democrático de Atenas. Rosa del Alba alude al ideal alquímico. En ellos quedan sintetizados los dos niveles principales de lectura que tiene El Socialismo Triunfante: el político y el metafísico. Fernando, como sabemos, es el primer nombre de Piria. Tal vez, esta fue la forma que el autor eligió para expresar su ideal rosacruz.
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