SYMBOLOS
Revista internacional de
Arte - Cultura - Gnosis
 
La Virgen madre y el Niño-Dios en el cáliz.
LA VIRGEN COMO CASA DE DIOS
(Matriz donde se gesta lo divino)
ANA EMILIA AGÜERO DE CHAZAL*

La Casa de Dios

Los conceptos Virgen y “Casa de Dios” están profundamente vinculados entre sí, ya que la Virgen al ser portadora de la simiente de origen divino que contiene la potencia para la regeneración del ser, es la casa de Dios.

El nombre “Casa de Dios”, es el nombre anterior del lugar donde dio a luz la Virgen, así como el mesías nace de la Virgen, nace en “la Casa de Dios”.

En hebreo בתולה Betulah (virgen) y בית אל Beit El (Casa de Dios) comparten la raíz בתל (btl), y también el mismo valor numérico 443, al igual que la palabra באמת baemet “En la verdad” es 443. Porque en la verdad es anulada la muerte y por eso dice el texto bíblico que “el ángel de la muerte no puede penetrar esta ciudad”. Esta ciudad es “Luz[1], ese es el nombre original de la ciudad antes de llamarse Beit El (casa de Dios) o Belén, Beit Ljem (Casa del Pan), allí donde se produce el alumbramiento la virgen.

El Pantocrátor en la mandorla o almendra

Luzלוז el nombre de la ciudad significa almendra. Luz[2] es tanto el nombre del árbol de almendra, como de la flor, como del fruto, del hueso y la semilla, este término afirma Guénon significa todo lo que es oculto, envuelto y secreto. Como el hueso de la almendra el concepto de Virgen representa aquello que es inaccesible, impenetrable, inviolable del secreto sagrado, y es en aquel lugar secreto y sellado al orden profano donde se gesta la simiente de origen divino regeneradora del ser y del mundo.

René Guénon dice además que “Luz” es el nombre de una ciudad subterránea a la cual se entra a través del hueco en la base de un tronco de almendro, y también es el nombre de un pequeño hueso que la tradición judía ubica en la base de la columna[3].

La ciudad “Luz” será nombrada como Beit El “Casa de Dios”, por Iacob, cuando se le revela Dios en un sueño en el que ve una escalera por la que subían y bajaban ángeles, Iacob dice que ese lugar terrible es verdaderamente la casa de Dios y la puerta con el cielo.

icono escalera de Iacob.

Más adelante esta ciudad toma el nombre de Belén, “Beit Lejem” (Casa del Pan), lugar donde nacerá el mesías a través de una virgen dentro de una gruta.

La gruta representa el interior, la matriz de la montaña, la gruta donde nace el mesías es como לוז “Luz”, el nombre original de la ciudad, que simboliza la luz sagrada, oculta, envuelta y secreta, por ello gruta o caverna se dice en hebreo (מאורה) meora, concepto que lleva en su centro oculta la palabra אור (or), luz en hebreo. Esta ciudad Luz, que es nombrada luego “Beit El” (Casa de Dios) y más tarde Belén (Casa del Pan) donde da a luz la Betula (virgen) en la caverna o gruta, y que lleva implícito el concepto de almendra, como luz sagrada oculta y secreta, también refleja en ella el misterio de la letra בּ Bet.

La letra בּ Bet, es la primera letra del Génesis con la palabra Berishit, como también la primera letra de Beit El (casa de Dios), Beit Lejem (Belén) y Betula (virgen).

Nacimiento en la gruta

La letra בּ bet, presenta la forma de un punto interior que es rodeado por una estructura envolvente, como una casa, una gruta o caverna, y ese punto interior representa el punto luminoso del cual todo parte, simboliza el germen divino. Así como la forma de caverna es representada por la letra bet, también la forma de matriz se manifiesta en ella. Y es que esta letra bet, con la que comienza Betulah (virgen), es imagen de la virgen como matriz de lo divino y como “Casa de Dios”.

Observemos que en la imagen que presenta el relato de la ciudad Luz, hay una forma que se repite una y otra vez hologramáticamente, como una muñeca rusa. Y esta forma es la de la luz sagrada, secreta, oculta y subterránea sobre la cual se levanta un axis vertical:

 Porque sobre la ciudad Luz se levanta la imagen de la escalera (del sueño de Iacob) que la comunica con el cielo, del mismo modo sobre el huesecillo llamado luz se levanta la columna, y como sobre la ciudad subterránea Luz de la tradición judía se levanta el tronco de almendro, así también como sobre la semilla luz (almendra) crece el tronco del árbol. De esa misma forma sobre la gruta en la que da a luz la Betulah (virgen) en la ciudad Luz, se levanta el axis de la montaña, o como sobre la Virgen se levanta la voluntad divina de Dios como axis sobre ella. Y todo ese misterio queda contenido en la letra בּ Bet, que representa la caverna de ocultación que es al mismo tiempo la matriz de gestación de lo divino. Letra que le sigue a la primera del alfabeto hebreo, la Alef, la letra polar, la cual representa el polo del mundo, porque que el nombre alef responde a 111, el valor del polo, el axis mundi.

Nacimiento en la caverna con un rayo de la estrella como axis.

La Matriz en el Génesis

Y profundizando más aún, podemos observar que la palabra בּראשית Berishit “En el comienzo”, primera palabra del Génesis y la Torá, lleva envuelta en su interior a la letra polar, א alef, que representa el centro sagrado del mundo, el polo, como a la י iud, que según el Zohar simboliza el punto luminoso del que todo parte, la cabeza de todo. Ambas letras, iud y alef están estrechamente vinculadas entre sí; así como la iud tiene la forma de un punto, y el punto es el centro de círculo, la alef, al estar relacionada con el concepto de polo, representa el eje de la esfera que es la forma tridimensional del círculo, o sea que alef es a la esfera, como la iud al círculo. Con la letra alef se escribe Elohim o El (Dios en Hebreo), mientras que con Iud, se escribe el nombre de Dios יהוה y el nombre del mesías ישוה (Yeshua).

Observemos que “En el comienzo” de todo, בראשית Berishit, si retiramos la letra alef y la iud encontramos la palabra ברשת Bereshet, es decir, “en la matriz”, porque la palabra רשת reshet, significa cuadrícula, red, malla, y esta es la forma por excelencia de una matriz, así como lo representa un telar.

“En la matriz” ברשת (Bereshet) de בראשית (Berishit) es donde se encuentran tanto la letra polar, א alef, como el comienzo luminoso, la י iud, es decir, en la palabra Berishit, se presenta la imagen de una matriz fecundada por el principio divino, aquello que representa la בתולה (Betulah), Virgen, como en la letra בּ Bet, de la cual dijimos representa el punto luminoso del que todo parte, contenido en una matriz. Entonces en la palabra Berishit, “En el comienzo”, así como está contenida la estructura que representa la Bet, también está contenida la idea que representa la Virgen, como casa de Dios, y matriz de lo divino.


La virgen tejiendo en telar

La Virgen tejiendo en telar

Es la presencia de la palabra reshet רשת (red, cuadrícula, malla) en Berishit בּראשית (en el comienzo), que representa la imagen de una matriz a la manera de un telar. Y la א alef que se encuentra inmersa entre la palabra Bereshet בּרשת (en la matriz), es la imagen de la lanzadera del telar, porque al ser como el alif, la letra polar, simboliza el axis, el eje al que atraviesan las fuerzas celestes, mientras la iud, representa el principio divino que se gesta en esa matriz a través de ese axis al que atraviesan las fuerzas cósmicas.

El eje simbolizado en alef, es una imagen tridimensional del punto que representa el centro íntimo del círculo[4], representado en la י (iud). Ambas letras, alef (de Elohim y de El) y iud (de Iahveh y Ieshua) se encuentran contenidas entre la palabra בּרשת Bereshet comprendida como “en la matriz”. La virgen es como la matriz que porta el germen divino, porque es atravesada por el eje de las fuerzas cósmicas, (representado en la lanzadera por la alef), a través del cual se manifiesta el principio luminoso (letra iud) en esta matriz de lo divino que es la Virgen.

בּ

O sea que en Berishit “En el comienzo” cosmogónico del Génesis, está representado el principio de gestación de Cristo, en aquella matriz fecundada con el principio divino, que nos muestra la letra Bet, con la que le escribe Betulah, virgen. Por ello esta matriz que encontramos “en el comienzo”, representa la imagen de la matriz semejante a la de un del telar (porque resht significa red, cuadrícula, malla), y es en el telar donde entre el hilo de la trama y el de la urdiembre que se cruzan perpendicularmente se manifiesta el principio de la Cruz.

Igualmente que en la palabra Berishit, como en la letra Bet, en el concepto Beit El “Casa de Dios” se presenta el símbolo de la matriz donde gesta el principio divino a la manera de la Betulah (virgen).

 

La Matriz de las aguas primordiales

Continuando con esta lectura de la palabra Berishit “En el comienzo”, donde encontramos la reshet como “matriz”, y “en la matriz” bareshet, encontramos contenidas las dos letras, que representan el principio activo masculino, en el axis de la (א) alef, y el germen divino de la (י) iud. Contemplemos que ambas letras, alef de valor 1 y iud de valor 10, responden al uno, la unidad, el centro, y que ambas suman 11, la unidad doblemente expresada, y la palabra יא (i) isla. Es la isla precisamente un símbolo del centro del mundo, como la montaña, la isla es la punta de la montaña que ha quedado sumergida en las aguas.

La isla como símbolo representa el elemento estable, inmutable, el principio diferenciado que se encuentra en el medio de las aguas, elemento mutable, virtual, principio indiferenciado. Las aguas representan la matriz de las posibilidades de existencia, el receptáculo donde se gesta el germen del que parte la creación. El agua es carente de forma, pero en ella se gestan todas las formas, en estado de pureza es símbolo de la Virgen. “En la matriz” de Berishit, “En el comienzo”, está representada la matriz de la creación que ha sido fecundada por el principio divino.

 “El agua es el símbolo de la indiferenciación primordial, la sustancia primigenia a partir de la cual son posibles todas las formas. El agua representa a los fluidos en general y a su indeterminación, donde se hallan en potencia los gérmenes de cualquier creación. Preceden por lo tanto a la génesis y son la base en que se sustentan las manifestaciones cósmicas, las realidades verificables. Es también el símbolo por excelencia de la fecundación y se encuentra estrechamente relacionada con la luna, la menstruación, la mujer y la lluvia (cuyas gotas se asemejan al semen).”[5]

 

La Matriz como simbolismo del tejido

El tejido es un símbolo de iniciación espiritual de la mujer, en la iconografía cristiana se suele representar a la Virgen tejiendo en un telar, el cual es la representación de la matriz divina de la Creación.

 El telar representa la matriz, como el elemento pasivo femenino, en la que se gesta en su interior lo divino siendo atravesada y fecundada por el principio masculino, representado en la lanzadera, que tiene la forma de un eje y representa el axis mundi. El tejido lo conforma una trama de hilos que cruzan perpendicularmente a través de la lanzadera los hilos de la urdiembre, manifestando la forma de la Cruz entre ellos.

 Guénon nos dice que “…la urdiembre, formada por hilos tendidos en el telar, representa el elemento inmutable, mientras que los hilos de la trama, que pasan entre los de la urdiembre por el vaivén de la lanzadera, representan el elemento variable y contingente, es decir, las aplicaciones del principio a tales o cuales condiciones particulares. Por otro lado, si se considera un hilo de la urdimbre y un hilo de la trama, nos damos cuenta inmediatamente que su reunión forma una cruz, de la que son, respectivamente, la línea vertical y la línea horizontal; cualquier punto de la tela, al ser el lugar de encuentro de dos hilos perpendiculares entre sí, es por la misma razón el centro de una cruz. Por lo tanto, de acuerdo con lo que hemos visto a propósito del simbolismo general de la cruz, la línea vertical representa lo que une entre sí todos los estados de un ser o todos los grados de la Existencia, uniendo sus puntos correspondientes, mientras que la línea horizontal representa el desarrollo de uno de estos estados o de estos grados. Si se relaciona esto con lo que acabamos de indicar, podemos decir, tal y como hemos hecho precedentemente, que el sentido horizontal significará, por ejemplo, el estado humano, y el sentido vertical, lo que es transcendente con respecto a este estado; tal carácter transcendente…”

La virgen tejiendo una camisa

 

*
*    *

La Virgen un símbolo velado

La virgen y el niño

El velo es un símbolo relacionado con el tejido y con la Virgen, a la cual se la suele representar tejiendo los velos del lugar más sagrado del templo.

Todo aquello que representa la Virgen como madre de Dios, es un concepto inaprensible, porque virgen lleva en sí implícito algo que es inaccesible, impenetrable, inviolable a la mente profana (a la manera de לוז luz” el hueso de la almendra). El de la Virgen es uno de los más profundos misterios, por eso misterio en hebreo es רו raz, y equivale a 207 igual que la palabra luz “orאור. El misterio es como la luz representada en el nombre de la almendra, aquello que es secreto, escondido pero que tiene el poder de iluminar.

 Al mismo tiempo que lleva consigo la idea de impenetrabilidad, también Virgen, lleva consigo el significado de ser inmaculada (sin mancha), es decir, el de pureza. La pureza es precisamente la condición que hace que un corazón penetre en lo impenetrable, inviolable, inaprensible del secreto sagrado. Para ello se necesita de la extinción que implica el ser purificado tras la muerte al orden profano y el renacimiento en lo sagrado.

La Virgen es inaprensible e impenetrable porque es un concepto velado, la idea de mujer virgen va acompañada del concepto del velo, como el velo de la novia. El velo representa aquello que separa un espacio sagrado del espacio profano, el velo simboliza aquello que separa a la mujer como ser sagrado y la vuelve invisible, incognoscible a la mirada y al mundo profano. Solo a la manera del rayo del sol, que penetra atravesando el velo sin develar lo hace la mirada solar del hombre verdadero.

De esta forma el Arca de la alianza es colocada en el lugar Santísimo del templo, separada por un velo del lugar santo y este por otro velo del lugar al cual pueden acceder todos los fieles.

El manto que cubre a la Virgen, recuerda el “velo azul” de Isis, del cual se dice que, solo aquel que es purificado y puede levantar su velo es aquel que puede por fin contemplar su templo, cuando se levanta el velo de Isis se manifiesta su templo. El templo, es la misma Diosa que representa la “Casa de Dios” y para entrar en la casa de Dios hay que entrar antes en la caverna para ser purificado dentro de ella.

El manto azul de la virgen representa la reflexión sobre ella de la cúpula del cielo, lo divino superior, aquel principio que es gestado a su vez en su vientre.

 

El cáliz como matriz de lo divino

El cáliz o la copa presenta la forma de un triángulo invertido, el cual es un símbolo femenino, el cáliz eucarístico contiene en su interior la sangre de Cristo. En el cáliz sagrado encontramos otro símbolo de la Virgen como residencia de lo Divino, recipiente que contiene en su interior como una matriz la esencia de origen divino.

La virgen y el niño en un cáliz, nueva imagen.

Federico González dice sobre la copa: “Receptáculo por excelencia de las energías divinas capaces de colmarla. También es el cáliz cristiano y el Graal céltico –tallado en una piedra esmeraldina– vinculado con el corazón, cuyo esquema iconográfico es un triángulo con su vértice hacia abajo, Descripción: esquema de la copa basado en el del corazón, al que se agrega en este caso un apéndice y una línea horizontal para estabilizarlo.”

Al ser el cáliz un símbolo femenino, en algunas leyendas del Grial este es representado como el cáliz sagrado eucarístico, el cual es portado casi siempre por una Doncella, una virgen. Porque si Jesús representa el pan eucarístico, entonces el cáliz representa la matriz de la virgen que lo contiene.

La doncella del Grial.

Así como describimos que sobre la ciudad Luz se levanta un axis, la escalera, o como sobre la ciudad subterránea del mismo nombre se levanta el tronco de almendro, o como sobre la gruta se levanta el axis de la montaña, el Grial (que representa la luz secreta y oculta) casi siempre es representado portado por una doncella y acompañado de una lanza, símbolo axial, que representa el axis mundi.

Lo mismo sucede con la imagen de la espada en la piedra, esta piedra de las leyendas del Grial se relaciona con la piedra que Iacob unge con aceite para señalar el lugar donde se revela Dios en el sueño de la escalera, en la ciudad Luz a la cual el llamará Beit El “Casa de Dios”. Esta palabra es el origen de la palabra Betilo “la piedra caída del cielo”, aquella piedra que viene del cielo (generalmente un asteroide), sobre la cual se construye un templo. Betilo tiene también la raíz de Betulah (virgen) y además con respecto al tema del Grial, se dice que la copa fue tallada de la esmeralda caída del cielo. Y tanto sobre el cáliz, como sobre la piedra que representa la casa de Dios se levanta un axis, ya sea una lanza o una espada.


Novedades

NOTAS

* La autora es Licenciada en Artes plásticas por la Facultad de Artes de la provincia de Tucumán, Argentina, con especialidad en escultura; ha publicado también en nuestra Revista: ir al libro La Rueda en la página del autor"El nombre Emmanuel a la luz de la Tradición Perenne".

[1] Se pronuncia Luz en hebreo el nombre de la ciudad, y se escribe לוז, pero no se debe confundir con la palabra que significa comúnmente luz en hebreo, esta palabra es or (אור). La palabra לוז, es el nombre de la almendra, como el nombre de la ciudad, dice Guénon que indica todo lo que es oculto, envuelto y secreto. Entonces la pronunciación al insinuar el sentido de la luz (palabra de otra lengua), esta palabra parece indicar la luz que es envuelta, oculta y secreta.

[2] El Rey del Mundo, pág. 73. Ed. Cárcamo.

[3] Las referencias sobre el concepto de Luz como el nombre de la ciudad subterránea o como el nombre del huesecillo ubicado en la base de la columna se encuentran en la Enciclopedia Judía, volumen 8, pág. 219.

[4] Con respecto al eje y el centro: “El centro es pues la proyección horizontal de un eje vertical invisible que genera por difusión los límites del plano del mundo; inversamente es el lugar de reunión de las direccionalidades opuestas y contradictorias que conforman ese plano. Es así que Eje y centro son símbolos arquetípicos análogos; cualquier centro señalado por un ser, fenómeno o cosa que conforme una teofanía o una epifanía es el centro arquetípico y por lo tanto la emanación del Eje primordial, o Eje del mundo, por medio del cual se conecta con otros estados o modalidades de un Ser Universal cuyas distintas expresiones configuran la totalidad del cosmos. Este eje es la cadena áurea que atraviesa todos los estados del Ser Universal a la que se suele llamar la 'cadena de unión' que designa a la transmisión de la doctrina tradicional y la iniciación.” Diccionario de Símbolos y Temas Misteriosos de Federico González Frías.

[5] ir al libro La Rueda en la página del autorDiccionario de Símbolos y Temas Misteriosos de Federico González Frías.



No impresa


Home Page