SYMBOLOS
Revista internacional de
Arte - Cultura - Gnosis
 
 
EL NOMBRE EMMANUEL A LA LUZ DE LA TRADICIÓN PERENNE
(A través de la palabra velada y la letra escondida) (2)
ANA EMILIA AGÜERO DE CHAZAL

El Símbolo del Pan

El pan es un símbolo espiritual muy importante, además de símbolo eucarístico Jesús nació en לחם בית, Beit Lejem[23] (BT LJM) la casa del pan, Belén.

Primero quiero señalar con respecto al nombre Beit Lejem que la primera letra de Beit בית y la primera letra de Lejem לחם son bet  בּ y lamed ל, que juntas forman la palabra לב (LB) corazón. Esto me recuerda a que los cabalistas señalan que la primera letra de la Toráh es la bet (con Berishit) y la última es lamed (con Israel), y que ambas forman la palabra leb corazón, donde está comprendida toda la Toráh, ley de Dios. También quiero señalar que la segunda raíz que podemos encontrar en Beit Lejem בית לחם (BT LJM) es (JTM) חתם, raíz de jatum חתום (firmado) o jatimah חתימה (firma) y que entonces en el nombre Beit Lejem podemos encontrar las raíces de las palabra “corazón firmado” (LB JTM) o “firma del corazón” (JTM LB), palabras que nos aluden a la idea de pacto del corazón, del cual hablaremos más adelante.

Con respecto al pan mencionamos también la presencia del maná dentro del arca de la alianza sobre la cual se encontraba la presencia de Dios, dicha Arca estaba colocada en el lugar santísimo del tabernáculo, Kadosh hakadoshim, el lugar más sagrado donde solo podía ingresar el sumo sacerdote una vez por año. Este lugar estaba separado por un velo del lugar santo, Kadosh, allí los sacerdotes realizaban el servicio habitual, donde se encontraban el candelabro de oro puro (la menorá) y la mesa del pan de la proposición. En la mesa había 12 barras de pan servidos como ofrenda a Yahveh, por eso se llaman pan de la proposición o presencia לחם הפנים, (lejem hapanim), el pan era puesto sobre la mesa el sábado y comido por Arón y sus hijos en el lugar santo, frente a la presencia de Dios. Esto era símbolo de un pacto perpetuo con Dios.

Vemos la presencia del pan como maná en el lugar santísimo del tabernáculo, dentro del Arca de la alianza junto a la vara de Arón y las tablas de la ley. Y también en el lugar continuo separado por un velo, lugar llamado santo en la mesa del pan de la proposición o presencia, del cual solo podían comer los sacerdotes, como símbolo de pacto con Dios. En ambos casos el pan representa un puente entre Dios y los hombres.

Ahora vamos a analizar la palabra lejem לחם (pan) en relación con el nombre Emmanuel, debido a que entre ellas hay una analogía estructural muy importante. Porque en la misma estructura de la palabra lejem, pan, se puede encontrar el símbolo del puente, como en el nombre Emmanuel lo es el maná.

 Lejem, לחם (LJM) está compuesta por tres letras, lamed ל, jet ח, mem ם; y esta es la misma raíz (LJM) לחם, para la palabra “unir” “ligar”. Además el significado de unir y ligar, está presente también en la estructura misma de lejem (LJM) porque la forma del puente aparece en ella:

לחם

Si observamos la segunda letra de la palabra lejem (que está entre lamed y mem), חjet”, vamos a encontrar la forma de un puente.

Jet ח es la letra número 8 del alfabeto hebreo, el 8 es un número relacionado con las alianzas del hombre con Dios y el nuevo ciclo[24]. Tanto la palabra guesher, (puente) como Keshet (arcoíris) “puente celeste”, símbolo de la alianza con Dios son igual a 8. Como el nombre de Emmanuel y de Yeshua (Jesús en hebreo) porque el 8 simboliza la nueva alianza.

La jet ח que está en medio de lejem representa un puente en su misma forma, ya que es descripta por Isaac Luria como “una zain y una vav unidas por una jototeret (joroba) que conecta ambas letras”. Así como la jototeret de jet conecta la zain (ז) con la vav (ו), la propia jet ח en sí misma es un puente que conecta la letra lamed ל del comienzo, con la mem ם del final, que representan la orilla (del puente) del orden superior y la del orden inferior respectivamente. Entonces tenemos que la letra jet se relaciona con un puente tanto por su forma como su valor numérico.

 Haciendo una analogía con el nombre Emmanuel, donde maná es el puente que conecta el pueblo con Dios, en la palabra לחם lejem el puente es jet ח la que conecta la mem ם, que es la segunda letra de la palabra pueblo, עם, (am) con la lamed ל que es la segunda letra de la palabra Dios אל (El), en el nombre Emmanuel.

“La letra mem representa las aguas que fueron divididas en el momento de la creación”, en aguas superiores e inferiores. Las aguas inferiores responden a todo aquello de orden temporal que es sometido a la muerte, por ello con mem final se escribe Adam (hombre), olam (mundo), dam (sangre), pueblo (am) términos que se refieren a un orden temporal dependientes del devenir. Con mem que se escribe mabet, o met “muerte”, y como dijimos antes, mem es la letra número 13 del alfabeto hebreo mismo número del arcano número 13, la muerte, en el tarot.

 Con lamed ל (lmd), se escribe Leolam (לעולם) “para siempre”, leolam es una lamed ל más (olam) עולם, mundo, entonces en este ejemplo vemos cómo eso que es temporal, olam, mundo, deviene eterno agregándole una lamed, la misma letra que dijimos es la segunda de la palabra (El) Dios.

Los cabalistas observan que lamed (ל) tiene la raíz de lamod (lmd) (estudiar, enseñar, instruir), y que es la letra del nombre de las tablas de la ley de Moisés, lujot habrit. Y ellos afirman que mientras la primera letra en la Torá es Bet (Berishit) la última es lamed (Israel), ambas letras forman la palabra (leb) לב, corazón, allí está comprendida toda la Torá, ley de Dios. Por eso es que lamed representa el estudio y la comprensión de un conocimiento que viene de lo superior, el cual solo se puede comprender desde el corazón.

En la palabra lejem (ljm) לחם vemos cómo la jet ח es un puente que conecta estas dos orillas, por un lado el mundo de orden temporal sometido al devenir, el mundo del hombre representado por mem (ם) y por otro lado, la otra orilla, de la comprensión de un conocimiento de lo superior que viene de Dios (El) representado en lamed ל. Cuando este conocimiento de orden supra humano llega a través del puente que constituye la letra jet ח, a la otra orilla de orden humano entonces es que se produce el verdadero alimento de la Vida, el lejem, el pan de vida, el cual tiene el poder de restaurar la vida eterna.

Dijimos que en ambas orillas del nombre Emmanuel, עמנואל, la segunda letra de pueblo עם (am) era mem ם y la segunda letra de Dios אל (El) era lamed ל, y que ambas letras estaban también comprendidas en ambas orillas de la palabra lejem לחם. Y que además ambas orillas estaban unidas por un puente, la ח jet en lejem, y por manu מנו[25 (man) en Emmanuel.

Ahora debemos observar la primera letra de pueblo עם (am) y de la palabra Dios אל (El), de ambas orillas del nombre Emmanuel. La primera letra de pueblo es (ain) ע, y en la otra orilla, la primera letra de Dios- אל (El), es alef אֵ.

 Ain ע y alef אֵ están muy relacionadas entre sí, se implican mutuamente, no solo porque la pronunciación es muy parecida, sino porque las palabras con una letra hacen referencia a palabras con la otra letra, por ejemplo:

La letra (ain) ע, significa ojo (עין), y con alef אֵ se escribe la palabra אור luz (or). Si revertimos la palabra “la luz” האור (haor), entonces tenemos la palabra רואה (roeh) “ve”. La luz (or) es la que da la visión al ojo (ain) עין, sin luz no ve, no (roeh) רואה. Por ello ciego (iver) se escribe con ain, עִוֵר (ain, vav, resh) si permutamos la ain  ע por la alef  אֵ, entonces ciego es (or) אור (alef, vav, resh) o sea, luz. Ain, vav resh es también piel עור  (or), y se pronuncia como (or) luz, con alef אור (alef, vav resh). La or con ainעור (piel) se refiere a lo corporal, orden material, y la or con alef, “אור (luz), a lo espiritual.

Entonces vemos cómo en el nombre Emmanuel, en un extremo tenemos la palabra pueblo y al otro la palabra Dios, ellas están unidas por un puente, el maná. Y la primera letra de ambas palabras ain en am (pueblo) y alef en El (Dios) se refieren mutuamente. Así la luz que está en la alef de Dios, llega a la ain (ojo) del pueblo y es la que le da la visión, entonces ve רואה (roeh) y deja de estar ciego עִוֵר (iver). Esta luz es a través de la comprensión de la ley de Dios, comprensión de lo supra humano que se hace desde el corazón (lamed ל segunda letra de El, Dios).

Pero el camino para alcanzar esta luz y esta compresión requiere de una muerte previa a la que sucede la resurrección, con un nuevo nacimiento dentro de un nuevo estatus ontológico. Que es lo que dijimos significa la palabra maná, por ello es que está en medio, por ello es el puente. Y con esta resurrección, se produce la transmutación, la עור (or) piel con ע ain se transforma en אור (or) luz, con  א alef, lo que significa una espiritualización de la materia. Una vez que el ojo עין (ain) del ciego עִוֵר (iver), ve רואה (roeh) por medio la luz האור (haor) de Dios, entonces comprende la verdad אמת (emet)[26], la cual anula la muerte.

 Esta es toda una transformación de orden alquímico lo que vemos en el nombre Emmanuel, transmutación que se hace a través del lejem, el pan de vida, aquel que nos permite llegue esa comprensión de lo superior a la otra orilla del plano humano, y ese es el verdadero alimento de la vida, el que restaura la antigua y perdida condición original sin muerte.

Si ahora permutamos el orden de las letras que componen la palabra pan, lejem, לֶחֶם (LJM), en simetría espejo tenemos la palabra majol, מחל (MJL), cuyo significado es “perdonar”, “absolver”. Y si volvemos a permutar las letras obtenemos, jemel חֶמֶל (JML), que significa “compasión”, “conmiseración”. Tanto la absolución y el perdón, como la compasión, la conmiseración están incluidos en la palabra lejem, pan. Como está incluida la acción de unir, ligar en ella con lijam (LJM), pero también lajom לחם (LJM) que significa, combatir, luchar[27].

El pan es el que lleva consigo la unión, la compasión, la conmiseración de Dios, y con ella trae la absolución y el perdón de los pecados de los hombres. A través del conocimiento de la ley de Dios, conocimiento que se hace desde el corazón, e ilumina produciendo la transformación en el hombre, pero esta transformación no se realiza sin “lucha” sin una muerte previa a la resurrección.

Continuando con esta interpretación de Lejem, El mesías nacería en Belén, Beit Lejem, (bt ljm) בית לחם, la casa del pan según las escrituras. Pero también es todo lo que dijimos significa lejem, o sea, la casa de la compasión, de la conmiseración, de la absolución y el perdón. Mencionamos que la primera letra de Beit, es ב (bet) y la primera de Lejem es ל (lamed), juntas forman la palabra לב (lb), corazón. Y que la segunda palabra encontrada en Beit lejem era, jatum (jtm), firmar, sellar. Leb jatum, (lb jtm) “pacto del corazón”. Este es el nuevo pacto con Dios que estaría basado en lo que dijimos significa lejem, en la unión, la compasión, el perdón y la absolución. O sea un pacto basado en el amor, por ello Beit lejem y la palabra amor אהבה (ahabah) tienen el mismo valor numérico de 13[28], este número nos estaría indicando el centro sagrado del círculo, que representa al centro del mundo, así mismo también la imagen del corazón, contenida en el nombre Beit Lejem.

Las letras בְּ (Bet) y י (iud) de Berishit y el Nacimiento de Jesús

La Letra בְּ (bet, תבְּ) con la que comienza בית לחם, beit lejem es la segunda letra del alfabeto hebreo. Es la letra con la que comienza el génesis, primera letra de la Torá, con la palabra בראשית Berishit (en el comienzo). En la estructura de esta letra hay un conocimiento de orden superior, la estructura misma de una verdad.

Con la letra בּ (bet) se escribe la palabra בית casa (beit), y en la misma estructura de la letra בּ bet está contenida esa forma de una casa, para comprenderlo vamos a contemplar la palabra  בראשית Berishit (en el comienzo).

Los cabalistas describen el momento del génesis como un punto luminoso que era la cabeza, el punto de partida de todo, ese punto luminoso cabeza de todo es representado en la letra י iud (de la cual se forman todas las otras letras), ella era el germen. El punto luminoso, se extendió y formó un palacio para sí mismo, un templo, su casa beit בית, donde sembró la simiente sagrada. Así podemos ver cómo la letra בּ (bet, תבְּ) contiene a la י (iud) en la palabra casa בית (beit), entre las letras ב bet y ת taf que forman el nombre de la letra בּ (bet, בְּת). Esta misma estructura de la casa que contiene aquel punto primordial (letra י iud), que está presente en la misma estructura de la palabra casa בּית beit, se repite dentro de la misma letra בּ (bet). Podemos observar que la letra בּ posee un punto en su interior, que es rodeado por una estructura que la envuelve, la cubre.

De este modo dicen los cabalistas que en la palabra  בראשית Berishit, la primera y las dos últimas letras forman la palabra בית, (beit), casa, y esta casa contiene dentro de sí, tres letras ראש, que significan ראש (rosh) cabeza, donde está contenida también la palabra אור (or) luz, (al revés en las 2 primeras letras), es decir el punto luminoso, que era la cabeza del comienzo de todo, י  (iud). “Porque la combinación del punto supremo ראש, (rosh) cabeza, con la casa בית (beit) da Berishit  בראשית (en el comienzo)”. Así vemos también cómo entre la primera letra ב (bet בת), y la última ת taf (que forman el nombre de la letra bet) de la palabra יבראשת Berishit está contenida la letra י (iud) que es ראש (rosh) la cabeza de todo, aquel punto luminoso.

Esta estructura genésica está presente en Beit Lejem, casa del Pan, lugar del nacimiento del mesías, que era la antigua Beit El (casa de Dios). Porque con la letra ב (bet) y la palabra בית (beit) casa, comienzan tanto בית אל casa de Dios (Beit El), como בית לחם (Beit Lejem), casa del pan.

 Beit Lejem es lugar donde “da a Luz” la בתולה (betulah, virgen), palabra que también, comienza con בּ (bet), la betulah contiene en su vientre ese punto luminoso, el germen de luz, como la letra בּ bet, como la palabra בית beit casa, como también Beit lejem (casa del pan), por ser el lugar donde nace el mesías (el pan del cielo).

Esta misma estructura se repite de forma hologramática en el preciso lugar donde nace el mesías en Beit Lejem (Belén), “una gruta”, la palabra gruta o caverna en hebreo es meurah מאורה, palabra que contiene envuelta entre la primera y la última letra, la palabra אור (or), luz. En la misma estructura de la palabra gruta o caverna está contenida la idea de esa luz que es envuelta, oculta dentro de algo, como en la letra bet בְּ que es como la casa (beit) בית que contiene ese punto luminoso, el germen, como la betulah (virgen) que contiene la simiente divina en su vientre. Por ello con ב bet se escribe (leb) לב, Corazón, lo que nos alude a la caverna del corazón como centro del ser, y centro del mundo donde está contenida la luz. Recordemos que la palabra corazón está comprendida en Beit Lejem, porque con la primera letra de Beit y la primera de Lejem, se forma la palabra (LB) לב corazón.

En todos estos conceptos se repite la misma forma de la בּ (bet), la estructura que contiene en su interior el núcleo luminoso oculto en ella. Como en la beit בּית (casa) como en בּית לחם Beit Lejem (casa del pan), en la gruta מאוּרה, en la בְּתוּלַה betulah (virgen), y en el leb לבּ (corazón) contenido en el nombre Beit Lejem. Y todas estas palabras, salvo la gruta, contienen la בּ bet, que es la primera letra del génesis con la palabra בראשית Berishit (en el comienzo), donde está presente esta misma estructura.

Esta letra bet בּ con la que comienza el Génesis, y la Torá parece reflejar la estructura misma de nuestro mundo, de nuestra condición actual de existencia con la luz oculta, escondida, envuelta en algo que la contiene.

Además la palabra בְּתוּלַה betulah (virgen) es como la bet בּ que contiene en su interior ese germen luminoso, el núcleo de luz representado en la י iud, porque con esta letra comienza יֵשוּע Yeshua, el nombre del hijo que porta en el vientre, y también el nombre de Dios יהוה  el tetragrama, así también el nombre de su padre en la tierra יוסף Yosef. Como si esa simiente divina del nombre de Dios, la י (iud) estuviera contenida en el vientre בטן (beten) de la בְּתוּלַה betulah (virgen) en el cual retoña יֵשׁוּעַ (Jesús). Ella la בְּתוּלַה (virgen) es como la בית אל Beit El (casa de Dios), Y cuando esta simiente en el interior de la virgen germina entonces es Elohim[29] (Dios), porque Jesús es la simiente sagrada de origen divino en el vientre de la betulah (virgen).

Con la letra י (Iud) que representa el núcleo luminoso, cabeza de todo, comienza el nombre יֵשוּעַ Yeshua, (Jesús), es la misma letra también con la que comienza el tetragrama o nombre de Dios יהוה [30]. Porque יֵשוּעַ (Yeshua), que significa salvación viene del nombre יהושע Yahshua, que significa Yahveh es salvación, que tiene su origen en el nombre יהוה (Yahveh).

Yeshua (Jesús) es el nombre anunciado en las profecías como el nombre del mesías, como también lo es Emmanuel.

Tanto el nombre יֵשוּעַ Yeshua (Jesús), como Emmanuel y como el nombre de Dios יהוה posen un valor numérico 8:

יֵשוּעַ = 386 = 17     1 + 7 = 8

עמנואל = 197 = 17       1 + 7 = 8

יהוה = 26        2 + 6 = 8

El número 8 es un número relacionado a la Nueva Alianza con Dios y al ciclo de Redención. Pero el 8 de Yeshua viene de un 17 reducido, 1 + 7, como Emmanuel, representando la inauguración de un nuevo ciclo, uno más allá del 7, donde el número 7 representa un ciclo completo, terminado, anterior. El 8 es la inauguración de un nuevo ciclo, el de redención, por ello aparece vinculado a las distintas alianzas con Dios, y al nombre Yeshua, Emmanuel, mesías y Jesús en griego. Por eso también aparece relacionado al concepto de puente (guesher), y al arcoíris, puente celeste.

Pero el 8 de יהוה viene de un 26, si bien, 2+6 = 8 número del ciclo de redención. El número 26 contiene en sí el ciclo de la creación, como las cuatro letras que componen este nombre יהוה.

En este nombre יהוה está descripto el proceso de creación, los cabalistas dicen que la primera letra, la (י iud), representa la cabeza, ese comienzo, el punto luminoso, aquel punto del que todo parte, mientras que la letra ה hei representa las aguas primordiales y la ו vav en medio de ambas hei representa la división de las aguas primordiales en aguas superiores y aguas inferiores.

יהוה es = 26

El número 2 de 26, representa entonces la división de las aguas en superiores e inferiores que tuvo lugar el segundo día de la creación, también representa la dualidad, la separación de los contrarios, el bien y el mal. El 6 se relaciona con la creación misma, porque esta estuvo terminada al sexto día, y al sexto día Dios creó al hombre. Entonces veo que el nombre יהוה y el número 26 representan el ciclo de la creación y la dualidad misma impuesta en esta creación del mundo, del hombre, la cual lleva a la caída de su condición original.

Adam come del árbol del conocimiento del bien y del mal lo cual origina la separación de su condición original inmortal. En Adam no se manifiesta esa dualidad, hasta el momento en que come del árbol, y pierde su condición primordial. Razón por la cual comienza el proceso de redención con el fin de la restauración de esta condición adánica inmortal original, a través de los distintos pactos del hombre con Dios.

Entonces el nombre יהוה Yahvéh lleva en sí inscripto el proceso de la creación en sus letras y su número 26, pero también el de redención posterior que dijimos implica el número 8 porque 2 + 6 es 8.

Por ello el número 8 está presente en cada nueva alianza de Dios con Noé, Moisés, Abraham, Iacob, en cada uno de estos pactos. Por ello también tanto Yeshua como Emmanuel son igual a 17, 1+7, uno más allá del siete, inaugurando un nuevo ciclo más allá del anterior, el ciclo de la redención. Por ello también Jesús en griego es 888 y en meshiaj (mesías hebreo) se manifiesta doblemente el número 8.

Por lo cual también יֵשוּעַ (Yeshua), que significa salvación, viene del nombre יהושע Yahshua que significa Yahveh es salvación, que a su vez tiene origen en el nombre de Dios יהוה Yahveh. Porque Yeshua es el salvador del ciclo de redención de la nueva alianza con יהוה, Dios.

La Casa de Dios y la Casa del Pan

Beit Lejem (casa del Pan), Belén, era originariamente, Beit El (casa de Dios), nombre dado por Iacob a aquel lugar donde se le presenta Dios en un sueño. Antes esta ciudad se llamaba לוז “Luz[31]”, mismo nombre en hebreo del almendro. Vemos cómo en el nombre Beit El aparece nuevamente la palabra corazón Leb (LB), en la primera letra de Beit y la última de El, como símbolo de centro sagrado, señalamos esta presencia también en el nombre Beit Lejem.

El ángel de la muerte no puede penetrar esta ciudad, o sea que está en relación con la “morada de la inmortalidad”. Esta ciudad “Luz” se relaciona con el nombre de un árbol de almendro en la tradición judía, por cuyo tronco se descendía a una ciudad subterránea también llamada Luz, “La luz, en sus diversas acepciones parece derivada por otra parte, de una raíz que designa todo lo que está, escondido, cubierto, envuelto, silencioso, secreto” manifiesta Guénon.

Esta Luz relacionada a lo velado secreto y oculto continúa presente en Beit Lejem, y el nacimiento del mesías. Si consideramos que en las distintas profecías se dice que el mesías nacería de una virgen (betulah), o como en la de Isaías de una doncella (almah), ambos conceptos aluden a lo escondido, secreto, oculto.

Betulah בתולה[32] (btl), virgen en hebreo, tiene relación con la palabra bitel בטל (btl), clausurar, cancelar, pero la primera palabra (betulah) se escribe con taf, y la segunda (bitel) con tet, la diferencia entre ambas “te” es que taf se utiliza en el lenguaje bíblico sagrado, no tanto así la tet (los nombres sagrados bíblicos que llevan t se escriben con taf y no con tet). La palabra clausurar, cancelar, está en relación con aquello que es inaccesible, representado por el hueso de la almendra en el interior de la fruta, y por la almendra misma en el interior del hueso. Por ello un símbolo de la Virgen como de Cristo es la almendra, cuyo nombre se pronuncia “luz”, en hebreo, לוז es valor 43.

Al mismo tiempo (virgen) Betulah בתולה  contiene en su raíz בתל las letras de תבי אל Beit El, casa de Dios, o Bat El בת אל, hija de Dios (menos la alef א). Lo que podríamos decir también que betulah más alef (la unidad), es la hija de Dios, y betulah más alef y iud es la casa de Dios. Realmente la Virgen es la Casa de Dios porque no solo comparte raíz con Beit El, sino que posee es mismo valor: 443.

בתולה    betulah = 2 + 400 + 6 + 30 + 5 = 443

תבי אל   Beit El = 2 + 10 + 400 + 1 + 30 = 443

Significa que la virgen es “la hija de Dios” (elegida de Dios) para ser la “casa de Dios” al portar en ella la simiente divina, como la letra bet בְּ (con que comienza betulah) contiene el punto de luz, el germen divino dentro de ella. Al ser elegida como portadora de la simiente divina, ella es un reducto impenetrable a todo lo que es de orden profano. Ella es como el hueso de la almendra, que es inaccesible y por eso está en relación con la palabra cancelar (bitel), como lugar cancelado a lo profano.

Por otro lado la palabra doncella עלמה, almah (alm) tiene la misma raíz de alom (alm), ocultar, esconder. Por tanto en la frase “la virgen (o doncella) dará a luz”, aparece la imagen de esa luz que tiene raíz en lo oculto, escondido, sellado, inaccesible, sagrado.

 Siguiendo con esta relación repetimos que esta virgen dio a luz en una gruta en Belén. Gruta o caverna, en hebreo es meurah, מאורה[33], en el corazón de esta palabra, entre la primera y la última letra se encuentra envuelta la palabra אור (or), luz. Como en la ciudad luz original hay una referencia a la luz que es oculta, escondida, subterránea[34]. La virgen en la caverna es la que contiene el germen de luz, la simiente que contiene a su vez toda la potencia para la restauración del ser, del hombre.

Guénon manifiesta que “ ‘el culto de las cavernas’ está siempre unido más o menos a la idea de ‘lugar interior’ o ‘lugar central’ y que, en este sentido, el símbolo de la caverna y del corazón están bastante próximos el uno de otro”, “la caverna o la gruta representa la cavidad del corazón, considerado como centro del ser y también como el interior del ‘Huevo del mundo’ ”, centro del mundo. Recordemos también que dijimos que la primera letra de Beit y de Lejem, (BL) forman la palabra leb corazón, aquí otra vez se manifiesta la relación del corazón y la caverna, que aluden al centro sagrado, portador de una luz oculta, centro del mundo, como el número 13, valor numérico de Beit Lejem, alude también al centro del mundo[35].

La Piedra y el Pan

Beit El”, casa de Dios, aquel lugar señalado con la piedra consagrada, mencionamos que deviene en Belén “Beit Lejem”, la casa del pan, donde nace Jesús.

Guénon señala una relación entre la piedra y el pan y cita la frase que el tentador le dice a Cristo: “ ‘Si eres el hijo de Dios manda a que estas piedras se conviertan en pan’…Cristo debía cumplir una parecida transformación, pero espiritual y no materialmente como lo pedía el tentador; ahora bien, el orden espiritual es análogo al orden material, pero en sentido inverso, y la señal del demonio es la de tomar todas las cosas al revés. Es el Cristo mismo el que, como manifestación del Verbo, es el «pan vivo que descendió del cielo»; y es este pan el que debía, en la Nueva Alianza, sustituir a la piedra como 'casa de Dios'”.

Entonces el cambio de nombre de Beit El (la piedra) a Beit Lejem (el pan), marca un nuevo pacto, donde el Pan caído del cielo debe remplazar a la piedra, como casa de Dios y este nuevo pacto está relacionado con que:

Beit lejem (bt ljm), esconde en su raíz:

 la raíz de leb jatum (lb jtm), corazón firmado, como también jatimat leb (jtm lb) firma del corazón. Lo que nos lleva a la idea de, “Pacto del Corazón”. Y es este, el nuevo pacto, la nueva alianza, que estaría basada en los significados que esconde la palabra lejem (pan) que son: unión, compasión, conmiseración, perdón y absolución, o sea el pacto basado en el amor, ahabah, que es como Beit Lejem valor numérico 13. El amor está íntimamente ligado al simbolismo del corazón[36] que a su vez está presente en la palabra Beit Lejem, señalándola como centro sagrado, el amor es el que habita ese centro íntimo misterio del círculo que dijimos antes implica el número 13, es el amor la sustancia que constituye el centro mismo.


Man, Maná, la porción, la medida y la estructura

NOTAS

[23] La primera letra de beit es bet (primera letra de la Torá), la primera letra de lejem es lamed (última letra de la tora) ambas forman la palabra leb, corazón. Los cabalistas dicen que en el corazón está contenida la toda la Torá ley de Dios. En Beit Lejem, encuentro dos palabras leb (LB) corazón y jatum (JTM) firmado. Sello o acuerdo del corazón, lo que me recuerda a circuncisión del corazón.

[24] Noé tenía 701 años cuando terminó el diluvio, otra vez vemos cómo aparece el 8 que deviene de un 7 + 1, y que dijimos significa un nuevo ciclo. Además fueron 8 fueron las personas que pudieron salvar su vida dentro del arca para comenzar este nuevo ciclo, con Noé, su mujer, sus hijos y las mujeres de sus hijos.

El Dios de Melquisedec quien bendice a Abraham es El Elion, valor numérico 197, 1 + 9 + 7 = 8.

Más tarde Dios hace un nuevo pacto con Abraham, todo niño judío debe ser circuncidado al día número 8 de nacido.

Cuando Dios se presenta a Iacob para realizar un nuevo acuerdo, Iacob marca ese lugar con una piedra ungida con aceite. Piedra אבן (eben) en hebreo es 8, shmoneh, y aceite es shemen, que contiene también la raíz de shmoneh.

Cuando Dios pide a Moisés hablar con el faraón para que libere al pueblo judío, Moisés tenía 80 años y el pueblo había estado prisionero en Egipto 340 años (7 significa un ciclo completo). Pasados esos 340 años, el pueblo es liberado y comienza un nuevo ciclo.

David el hijo menor de Isaí, es el número 8.

[25] La mem de pueblo, (am) y de manu se interceptan. Siendo la misma letra parte de dos palabras, por un lado pueblo, y por otro lado manu (man), esto constituye un velo.

[26] Emet, verdad, nuevamente tenemos dos letras de ambas orillas del nombre Emmanuel, mem y alef. Con mem dijimos se escribe met muerte. Como relata el cuento del “Golem”, si sacamos la alef de la palabra emet, (verdad) queda met (muerte). La Emet, verdad superior de la otra orilla del puente, es la que anula la muerte.

[27] Después de cometido el pecado original, Dios le dice a Adán, “con el sudor de tu frente comerás el pan…”

[28] Beit Lejem es igual a 490, entonces 4+9+0 = 13. El número 13 según Guénon es el número sagrado oculto tras el número 12. Porque 13 son los apóstoles más Cristo, 13 las constelaciones del zodíaco más el centro solar zodiacal, 13 los rosacruces más Cristian, 13 los caballeros de la mesa redonda con el rey Arturo, como las tribus de Israel más su centro la Jesusalem 13.

Si el número 12 se refiere al “círculo más elevado, más cercano al centro misterioso”, círculo compuesto de 12 miembros, entonces el número 13 incluye a aquel centro misterioso del círculo representado por el 12. Por ello el 13 está señalando un centro sagrado, en Beit Lejem, y a Cristo como el centro mismo, recordemos que Beit Lejem es la anterior Bet El, Casa de Dios. Y este centro sagrado está en relación con el amor, ahabah, que también es 13. El corazón que es un símbolo del centro y está presente en el nombre Beit Lejem, el corazón se relaciona íntimamente con el amor. El amor es la substancia que constituye el centro sagrado mismo representado por el 13. En esta relación del centro único con el número 13 debemos mencionar que (ejad) אחד, uno en hebreo, la unidad, tiene valor numérico de 13: Alef 1 + jet 8 + dalet 4 = 13.

[29] En esta relación analógica con el génesis descripto por los cabalistas donde el punto de partida de todo, aquel punto luminoso representado por la letra iud, forma de sí mismo un templo una casa representada en la letra bet, donde siembra en ella la simiente divina, y cuando esta simiente germina entonces se llama Elohim.

[30] La pronunciación de este nombre se ha perdido, es secreta, según la Cábala.

[31] Debemos explicar que el nombre hebreo de esta ciudad es לוז, y se pronuncia “Luz” como la palabra luz en español, לוז es también el nombre del almendro. Entonces cuando decimos que esta ciudad se llama “Luz”, eso no significa que el nombre hebreo sea or, que es la palabra en hebreo que se usa comúnmente para luz. Entonces esta palabra לוז con la que se nombra a la ciudad como al almendro, posee como un sentido velado y oculto de la luz.

También debemos observar que en la tradición judía “luz” es el nombre de un hueso, que también es llamado Betuel (comentario de R. Yehuda Ashlag al Zohar), nótese que este nombre tiene la misma raíz de Beit El (casa de Dios) y de Betulah (Virgen). Este hueso es ubicado en la parte superior de la Columna vertebral (ref.1, ref.2), en la base posterior del cráneo, es pequeño como un grano de cebada e indestructible, es el único elemento incorruptible después de la muerte, y según los sabios a partir de él se produce la resurrección, todo el ser vuelve a regenerarse a partir de él.

[32] La raíz de Betulah (BTL) está en relación a la palabra Beit El (BT EL), casa de Dios, o BaT El, hija de Dios.

[33] Meurah, מאורה caverna en hebreo, refleja la estructura de este conocimiento, así como la caverna contiene adentro escondida, la luz, el tesoro, el oro. Meurah contiene la palabra luz, אור (or) en su centro escondida. La primera y la última letra representan la caverna que envuelve las tres letras en su interior que forman la palabra or luz.

[34] Como en las antiguas leyendas, está presente la relación entre la caverna y el tesoro, la caverna y la doncella.

[35] Cada centro sagrado, es la manifestación, del centro sagrado original y primordial, como lo es Beit Lejem, o Jerusalén con el monte Sion. Son manifestaciones de ese centro supremo sagrado primordial Salem, la Salem de Melquisedec.

[36] El simbolismo del corazón como centro del mundo está presente en todos los pueblos, que comparan al corazón con centro de mundo, y “residencia divina”, manifiesta Guénon en El Rey del Mundo pág. 26. Podemos observar como el centro del mundo, el corazón, y la “residencia divina”, confluyen en Beit El (Casa de Dios), ciudad que luego deviene en Beit Lejem (casa del pan), nombre donde se encuentra la palabra corazón, y nombre que tiene un valor numérico de 13, que también indica el centro del mundo.



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