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«Swer wil werden daz er solte sīn,
der muoz lāzen, daz er iezunt ist».
Meister Eckhart, Pfeiffer p. 606 |
![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() Ciertamente, es desafortunado que nuestra palabra "arrepentimiento"
traduzca Así pues, En otras palabras, la "gran comprensión" es un
tipo de síntesis y de acuerdo (sánscrito saṁdhi,
samādhi, saṁjñāna),
por el que se resuelve nuestro conflicto interno, o como lo expresan también
los textos sánscritos, en los que "se sueltan todos los nudos del
corazón". Si preguntamos, ¿un acuerdo de qué con qué?,
la respuesta será evidente: unanimidad ( Así pues |
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Dios "no es un hombre, de modo que
deba arrepentirse" (I Samuel 15:29, cf. Salmos 110:4, y Ezequiel 24:4).
La metanoia es un "cambio de mente" que difiere sólo en su implicación
más amplia del cambio de mente que ha tenido lugar cuando nos arrepentimos
de una intención. Cuando hacemos esto, ello se debe a que nosotros
mismos sentimos que ahora estamos "mejor aconsejados" y que somos capaces
así de actuar "aconsejadamente", o como lo expresaría Platón, ![]() Apenas necesitamos decir que Platón habla del Guía
( Nosotros todavía hacemos uso de expresiones tales
como ser "de mente o ánimo doble", "de mente fuerte o débil",
"de mente indecisa" (sobre un propósito), y "no conocer la propia
mente de uno"; nosotros también "componemos nuestras mentes"7,
y sólo cuando se ha hecho esto sabemos realmente lo que realmente
"estaba en nuestra mente o ánimo hacer". Usamos estas expresiones
(como tantas otras frases heredadas) sin una consciencia plena de su significado,
de la misma manera que hablamos del "gobierno de sí mismo" o del
"control de sí mismo" sin darnos cuenta que la "misma cosa nunca
hará o sufrirá cosas opuestas en el mismo contexto y con
relación a la misma cosa y al mismo tiempo. De modo que si nosotros
encontramos alguna vez estas contradicciones en las funciones de la mente,
sabremos que ello no era el funcionamiento de la misma cosa" (República
436B, cf. 431A, B, y Parménides 138B)8.
De hecho, todas estas expresiones derivan su significado de la antigua
doctrina de la dualidad de la naturaleza humana9,
expresada en los términos de una dualidad o bivalencia de mente
( Equivale a la misma cosa negar el nombre de "mente" a
las facultades estimativas del alma sensitiva, gobernada por sus voliciones.
Así, en Hermes, Lib. I.22, se pregunta, "¿No tienen
todos los hombres mente?" y se responde, "la Mente viene sólo a
aquellos que son devotos y buenos y puros" ( Hemos visto ahora que la noción de un "cambio de mente" presupone que hay dos en nosotros: dos naturalezas, una humanamente opinionada y otra divinamente científica; dos naturalezas que han de distinguirse ya sea como mente individual y universal, o como sensibilidad y mente, o como no-mente y mente, o como mente y "locura"; donde los primeros términos corresponden al Ego empírico, y los segundos a nuestro Sí mismo real, el objeto del mandato "Conócete a ti mismo". Concluiremos anotando brevemente los equivalentes de estas formulaciones en las fuentes indias. La formulación en los términos de dos mentes es explícita en Manu I.14: "De sí mismo el Auto-existente sacó la mente, cuya naturaleza es lo real y lo irreal" (sadasad-ātmakam)14; la mente, es decir, eso con lo cual uno piensa "tanto el bien como el mal" (puṇyam ca… pāpam ca, Jaiminīya Upaniṣad Brāhmaṇa I.60.1) y que, por consiguiente, es un medio "ya sea de esclavitud o ya sea de liberación" (Maitri Upaniṣad VI.34.11). "Se dice que la mente es doble, pura e impura (śuddhāśuddham): impura, por su relación con el deseo, pura por su separación del deseo15. …La dicha de quien mora en el Sí mismo es indescriptible, la polución de su mente lavada por la Auto-compostura"16 (samādhi-nirdhauta-malasya niveśitasya ātmani, Maitri Upaniṣad VI.34.6, 9). La distinción entre Mente y sensibilidad (entre En los textos indios nos encontramos también con la noción de una dementación mejorativa como se señala arriba. Pues cuando se considera la "mente" sólo como una parte del organismo psíquico, entonces ser "sin mente" e "inconsciente" es la condición superior, y la operación mental consciente la inferior. Así, "Cuando la mente ha sido inmolada en su propia fuente por amor de la Verdad, entonces cesan igualmente los falsos controles de las acciones hechas cuando ella era engañada por los objetos sensibles" (Maitri Upaniṣad VI.34.1, 2); "Nadie cuya mente no ha sido inmolada puede llegar a Él" (Kaṭha Upaniṣad II.24); a saber, a la Persona, que siendo desprovista de todo atributo limitativo es necesariamente "sin mente", aunque la fuente de la mente (Muṇḍaka Upaniṣad II.1.2, 3). Dios no piensa y no conoce según nuestra manera imperfecta de conocer en los términos de sujeto y objeto; nosotros podemos decir que Dios piensa, pero no hay una segunda cosa, otra que sí mismo, de la cual pueda pensar (Bṛhadāraṇyaka Upaniṣad IV.3.28, etc.)19. En este sentido, entonces, se dice que "cuando uno alcanza el estado de dementación (amanibhāva), eso es el último paso" (Maitri Upaniṣad VI.34.7), y nosotros reconocemos la misma doctrina en Santo Tomás de Aquino, Cum vero intellectus jam ad formam veritatis pertingit, non cogitat, sed perfecte veritatem contemplatur (Sum. Theol. I.34.1 ad 2). Sólo debemos cuidarnos de no confundir esta dementación superior de lo supraracional y lo supraconsciente con la dementación de los Titanes que son todavía irracionales y subconscientes; de la misma manera que distinguimos entre el no ser de la supraesencialidad divina y el no ser de lo que todavía no ha venido al ser o no podría ser. Resumiendo: en la primera parte de este artículo, nuestra intención era mostrar que lo que significa realmente el "arrepentimiento" es un "cambio de mente", y el nacimiento de un "hombre nuevo" que, lejos de estar abrumado por el peso de los errores pasados, ya no es el hombre que los cometió; y en la segunda parte, señalar la doctrina de la dualidad de la mente, dualidad de la que depende la posibilidad de un "cambio de mente", y demostrar su universalidad; en otras palabras, señalar que la noción y la necesidad de una "metanoia" están inseparablemente ligadas a las formulaciones de la Philosophia Perennis dondequiera que las encontramos. Traducción Pedro Rodea |
NOTAS | |
1 | Cf. Hans Pohlmann, Die Metanoia als Zentralbegriff der christlichen Frommigkeit (Leipzig, 1938); también, Fr. Tucker, Syneidesis-Conscientia (Jena, 1928). |
2 | Ver referencias en el PTS. Pali Dictionary, s.v. paticca-samuppāda; y Gerda Hartmann en Journal of the American Oriental Society, Vol. 60, (1940), 356 sig. |
3 | Para poner de relieve el significado distinguimos entre "sí mismo" y "Sí mismo", como se hace comúnmente en las traducciones del sánscrito para distinguir entre el sí mismo mortal y su Sí mismo inmortal; estos dos "sí mismos" corresponden al "alma" mortal e inmortal de Platón, y al "alma" y "espíritu" de San Pablo, donde la primera es ese "alma" que nosotros debemos "odiar" si queremos ser discípulos de Cristo. |
4 | «![]() ![]() |
5 | Es más bien extraño que en un contexto Sócrates suponga que "el signo daimónico ha venido a pocos o a nadie antes de mí" (República 496C), pero esto es contradicho en otras partes, notoriamente en Timeo 90D y Fedón 107D y cf. Odisea III.26. |
6 | Que "Nosotros (yo) tenemos la mente de Cristo"
(I Cor. 2:16) no es sino otro modo de decir la misma cosa, y se verá
que la mente nueva y el hombre nuevo son uno, o, en otras palabras, que
conocer la mente real de uno es lo mismo que conocer o amar el Sí
mismo real de uno (![]() ![]() ![]() ![]() |
7 | Esto implica un con-sentimiento de las dos voluntades implicadas. |
8 | Filón I.94 parece contradecirse, pero es un fallo; pues no es el mismo hombre quien "se rasca" y es también rascado; es, digamos, un dedo el que rasca y una pierna la que es rascada, y éstos no son el mismo hombre sino dos partes del mismo hombre. Subjetivamente, puede ser la parte mejor la que quiere rascar, y la parte peor la que necesita ser rascada; o la parte peor la que quiere ser estimulada y la parte mejor la que sucumbe. |
9 | Platón, República, 604B, etc.; II Cor. 4:16; Santo Tomás de Aquino, Sum. Theol. II-II.26.4; Upaniṣads, passim. |
10 | E. R. Goodenough, By Light, Light, pp. 382-86. |
11 | El plural ![]() ![]() ![]() ![]() |
12 | "La mente carnal es enemistad contra Dios" (Rom. 8:7). |
13 | Nosotros debemos entonces "verter como una libación la sangre del alma y sacrificar toda nuestra mente a Dios" (Filón I.76). El Maestro Eckhart dice "la mente debe ser dementada de sí misma"; eso no implica en modo alguno el anti-intelectualismo moderno (en favor del comportamiento instintivo) sino la "locura divina" de Platón, pues "Los hombres a quienes Él dementa, Él los usa como sus servidores… es Dios mismo quien habla por ellos" (Ion 534D). |
14 | Sat y asat son primariamente ser, realidad, verdad y sus contrarios. En la Identidad Suprema (tad ekam), sin otreidad (advaitam), éstos ya no son contrarios; pero considerados aparte, donde ens et bonum convertuntur, asat como "no ser" es "mal". |
15 | Como en Hermes, X.6, ![]() ![]() |
16 | Samādhi
(literalmente "síntesis", "compostura") es la consumación
del yoga, y es lo que entiende Platón cuando exhorta al alma a "recogerse
y concentrarse en su Sí mismo" (![]() |
17 | Taittirīya Saṁhitā II.5.11.5, VI.6.10.1; Śatapatha Br. X.5.3.1; Bṛhadāraṇyaka Up. V.5.6, etc. |
18 | Cf. Hermes, Lib. XII.1.13A, ![]() ![]() ![]() |
19 | Cf. Witelo, Intelligentia semper intelligit… (sed) si se ipsam cognoscendo non cognoscit alia (De Intelligentiis XXIV, XXVII, agregando el Comentario [id est] perceptionem non intelligit, sicut anima). |
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