RENE GUENON 
CARTAS A VASILE LOVINESCU (5)
 
 
facsimilEl Cairo, 27 de enero de 1936. 
Estimado señor, 

He recibido hoy su carta del 17 de enero, y se la agradezco; comenzaba a inquietarme un poco al no tener noticias suyas desde hace tanto tiempo. – Pienso que, por su parte, debe haber recibido hoy las líneas que le envié para comunicarle la respuesta de Sch. y darle su dirección actual. En su última carta, Clav. me dice que, después de haber esperado algún tiempo pensando que usted le volvería a escribir se ha decidido a devolverle su manuscrito, pues temía que, si tardaba más, ya no tuviera usted el tiempo suficiente para arreglarlo. 

Según lo que él me dice, parece que los nºs de febrero y marzo están ya prácticamente compuestos; sería pues en el de abril donde habría de poder comenzar la publicación de su trabajo; espero que esta vez no haya ya nuevas causas de retraso. 

En cuanto a la cuestión de su horóscopo, entiendo muy bien que lo que usted pide es bastante difícil y no puede hacerlo un astrólogo cualquiera; por el momento, no sé exactamente qué podría hacer yo al respecto, pero ya volveré a pensar en ello; en cualquier caso, siempre puede usted enviarme los datos necesarios, y yo procuraré entonces hallar un medio de darle satisfacción. 

Pienso que tiene razón respecto a Io, lo que, por otra parte, no excluye otras relaciones que más bien completen aquéllas. – A propósito de ciertos orígenes hiperbóreos, ha debido ver usted el artículo sobre la tradición helénica en el nº de diciembre; ¿qué piensa de las diversas observaciones que allí se encuentran sobre este tema? 

La gran importancia del papel político exterior de los príncipes rumanos no me parece una verdadera objeción, pues esta consideración es a fin de cuentas muy secundaria y puede incluso desaparecer por completo ante cosas de orden más profundo. – Lo que me dice de las relaciones de estos con los templarios es también muy interesante; todavía no me había hablado usted de este punto… 

La cuestión de la descendencia de Tamerlán tiene alguna importancia puesto que parece que también algunos miembros de esa familia hayan sido "comisionados"; ahora, me pregunto qué relaciones han podido tener exactamente con Rumania… 

Por lo que se refiere a la aparición de Maglavit, reconozco que la cosa es ciertamente muy extraña desde bastantes puntos de vista; yo había pensado también, como creo haberle dicho, en un parecido de esa figura con los ascetas del monte Athos; cierto es que, si estos son lo que puede suponerse, eso no implica que se trate de un "santo" en el sentido ordinario de la palabra. Seguramente es bastante sorprendente que el pastor no haya dado a su visión el nombre de un santo cualquiera, pues eso es lo que se produce habitualmente en un caso semejante; en el artículo de Vu, se dice que le llama "Dios", pero esto debe ser sin duda uno de los errores del periodista… por otra parte lo que usted observa con respecto al papel tan importante de la palabra "Viejo" es muy notable; evidentemente, este término debe referirse a la idea de "primordialidad". – La disposición en el centro de los cuatro elementos puede recordar ciertas figuraciones del Cristo rodeado de los cuatro animales; pero eso no se opone a las explicaciones que usted considera, muy al contrario. – En fin, está esa forma cúbica, cosa que yo no sabía todavía; con las alusiones al "fin del mundo" es cierto que se impone la comparación con la Jerusalén celeste. – Pero me pregunto cómo van a poder responder finalmente los teólogos, desde su punto de vista, a la cuestión de la naturaleza de esta aparición de aspecto tan inusitado… 

En cuanto al argumento "contra-iniciático", es cierto también que no carece de valor, por las razones que dice usted; esta manera de adelantarse, por así decirlo, no tiene nada de inverosímil… Veo que el asunto B. Z. parece aún más serio de lo que pensaba hasta ahora; ¿cree usted que el grupo proyectado encuentre los elementos necesarios para su constitución? Eso sería realmente peligroso; por otro lado, me pregunto si debe usted romper enteramente con eso desde ahora mismo, o si no sería ventajoso que pudiese obtener aún otras informaciones… – Las banalidades de la correspondencia de B. Z. no me sorprenden nada; es una de las señales ordinarias de este tipo de cosas; ¡vea por ejemplo las comunicaciones espíritas! El diablo nunca puede evitar resultar ridículo por algún lado… No hay que olvidar, por otra parte, que el dominio espiritual está completamente cerrado para la "contra-iniciación". – Ahora, lo que dice usted del papel de la democracia es del todo exacto, eso va de suyo; pero esto no implica forzosamente que los hombres políticos más visibles sean conscientes de ello. Si lo que le han dicho al respecto procede realmente de B. Z. (sin duda puede usted, conociendo a D., darse cuenta de si es o no capaz de inventar ciertas cosas), quedaría por saber si éste dice la verdad. – No me sorprendería mucho por lo que respecta a Macdonald, debido a sus relaciones con Annie Besant (le había encargado a ésta un proyecto de constitución para la India); sé también que Lloyd George tiene personalmente relaciones muy estrechas con B. Z.; en cuanto a los demás, no puedo decir nada. – Del lado contrario (o lo que al menos parece tal), ha de reconocerse que tampoco está todo muy claro: Hitler parece haber sido "aconsejado" por personajes bastante sospechosos, y se me ha hablado de ciertas historias de "magia" que no son un signo muy favorable… En cuanto a Italia, ataca actualmente a un país que es la sede de un centro espiritual muy antiguo; ¡quizá sea por eso que Inglaterra quisiera disputárselo! – Podría uno preguntarse si, en el fondo, no estarán todos los gobiernos europeos dominados por las mismas "potencias", de tal suerte que, cualquiera que sea el resultado de sus luchas, siempre serían éstas las que ganarían… Pero, naturalmente, cada cual juega su papel en ello, unos en un lado los demás en el otro; esta manera de actuar ciertamente no es nueva. – En todo caso, lo más seguro, es que todo esto no es precisamente tranquilizador; hasta el momento, no se ve nada en el mundo occidental que pueda oponérsele de manera eficaz; ¿quién sabe lo que saldrá de todo ello…? 

Crea, le ruego, estimado señor, en mis mejores sentimientos. 

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facsimilEl Cairo, 24 de febrero de 1936. 
Estimado señor, 

He recibido su carta hace ya algunos días, y ya he comunicado su horóscopo a alguien que quizá pueda sacar de él alguna cosa, por lo menos a título de indicación, porque no creo que sea posible hacer más; en fin, ya le diré el resultado… 

He sabido indirectamente que Sch. había recibido su carta; está ahora en Amiens, y pienso que podrá quedarse allí, pero no tengo todavía su dirección exacta. 

Clav. me ha dicho que le había devuelto su manuscrito, y también que espera hallar usted una combinación para poder encargar los clichés; quiero pues creer que todo va a poder arreglarse ahora sin nuevas dificultades. 

En cuanto a los roquedales del monte Karaiman, es bastante probable, en efecto, que su disposición pueda relacionarse con constelaciones; creo que, para poder darse cuenta de ello más exactamente, habría que poder tomar fotografías aéreas, como se ha hecho con Glastonbury; tal vez, a pesar de su mal estado, algunas formas del conjunto aparecieran así más o menos claramente… Parecería también que, si el centro del que se trata se ha mantenido hasta tan tarde como tantas cosas lo dan a pensar, deberían haber sido conservadas las figuraciones, igual que las otras lo fueron por los monjes de Glastonbury; y según lo que me escribe usted últimamente, también los templarios podrían haber tenido un cierto papel en ambos casos… Otra cosa en la que eso me hace pensar en este momento: ¿sabe usted si en los roquedales en cuestión hay algún signo, en particular huellas de pies de hombres, de caballos, etc., tal como se encuentran en tantas regiones? (en el Sinaí son de pies de camellos). Es esta por otra parte una cuestión muy enigmática y que nunca he podido llegar a esclarecer bien hasta ahora; algunos también quieren ver en ello un simbolismo estelar; en todo caso, es algo tan general, en conexión con lo que podría llamarse los santuarios prehistóricos, que parece tener verdadera importancia. 

Las cosas que sigue encontrando sobre el Dios supremo de los dacios, sobre los reyes y los grandes sacerdotes, etc., son también muy interesantes y parecen aportar nuevas confirmaciones referidas a las características del centro en cuestión. 

En efecto, es en Baber y Akbar en los que yo pensaba; en cuanto al propio Tamerlán y a Gengis Khan, ciertamente no se equivoca usted al ver en ellos unas manifestaciones (no decimos encarnaciones) del "rigor"… Otro caso muy singular, en el mismo orden de ideas, es el del califa El-Hakim bi-Amri'llah, que fue un espantoso tirano, y a quien los drusos consideran una manifestación divina. Hay evidentemente en todo esto algo relacionado con un aspecto "destructivo" que se encuentra asimismo, en la India, ligado con ciertas formas shivaítas y tántricas. Todo esto es seguramente bien difícil de explicar de una manera completamente clara; y, para decir algo preciso desde el punto de vista histórico, habría que emprender unas investigaciones que ciertamente no carecerían de interés, pero que exigirían mucho tiempo… 

Nunca he tenido la impresión de que hubiera algo lo bastante interesante en Gandhi, quien, en el fondo, siempre ha resentido mucho su educación europea y ha seguido siendo un ignorante desde el punto de vista tradicional; desde luego, eso no excluye que se hayan podido servir de él de cierta manera, y he oído también algunas alusiones a ello en otro tiempo; pero, en todo caso, parece que su papel haya disminuido ahora bastante… En cuanto a A. Ghosh, en otro tiempo estaba con Tilak, en una época en que Gandhi era aún completamente desconocido en la India; pero, desde entonces parece que se ha retirado completamente de cualquier actividad que de cerca o de lejos tenga que ver con la política. Desde otro punto de vista, lo que es algo lamentable en lo que a él respecta, es que hay en su entorno unos elementos franceses que son bastante sospechosos; además, parece que todo lo que se publica bajo su nombre estaría en realidad redactado por sus discípulos, e incluso se me ha asegurado que él no controlaba su exactitud. 

En cuanto a Vivekânanda es bien cierto que, como usted dice, no aparece ningún sentido metafísico en sus escritos, y por otra parte, si hubiera habido en él una verdadera comprensión no habría comenzado jamás esa especie de propaganda que implicaba todo tipo de concesiones a las ideas occidentales; es verdad que, según lo que me han dicho, lo lamentó mucho al final, y que se habría llegado a dar cuenta entonces, pero ya demasiado tarde, de que era un error. En cuanto a las enseñanzas de RâmaKhrisna, apenas se las conoce más que a través de él, y es más que probable que las haya "arreglado" en conformidad con su propia manera de encarar las cosas. 

Lo que quería decir a propósito del centro espiritual de Abisinia, es que algunos pueden tener interés, no solamente en destruir lo que aún subsiste, sino también en ocupar el punto mismo en el que se halla localizado, ya que la situación de los lugares tiene importancia en sí misma. Recuerdo, al respecto, que yo había observado en otro tiempo cosas singulares acerca de los puntos en los que los bolcheviques habían establecido sus principales "nudos" de influencia, especialmente en la parte de Asia central… Fácilmente podrían hacerse observaciones del mismo tipo por lo que se refiere a Inglaterra; piense por ejemplo en lo que habían sido antiguamente lugares como Malta, Chipre, etc. Ahora, hay que añadir que hay Estados occidentales que están manejados más directamente que otros por organizaciones pertenecientes a la contra-iniciación; y esto nos conduce precisamente a su historia de B. Z. – Comprendo que esta le inquiete mucho, según lo que me dice en esta ocasión, pues hay evidentemente algo anormal en esa manera de buscarle y de adelantarle cosas; como seguramente usted no ha hecho nada para provocarlo, la razón de esto no aparece claramente; pero ¿quién sabe si sus investigaciones sobre Dacia no tendrán algo que ver en ello? Lo que me parece que hay que temer sobre todo, en estas circunstancias, es que no vayan a intentar espiarle y seguirle a todas partes adonde vaya; creo que hará bien en ponerle atención a eso; ¿no ha observado hasta ahora nada al respecto? – En cuanto a lo que concierne a los políticos, creo que decididamente no hay que sorprenderse de nada; y lo que me dice en esta ocasión sobre las cosas que le han anunciado y a continuación se han realizado ¡me parece verdaderamente bien significativo! Hace mucho tiempo, por otra parte, que sé que el Agha-Khan es un agente importante de la contra-iniciación; la agrupación de la que es jefe incluso sirve aparentemente de "cobertura" a una de las "siete torres del Diablo"… Otro personaje, del mismo género que B. Z., es sir Henry Deterding, de la Royal Dutch; ¿no ha oído usted hablar de él en todo esto? Me pregunto también si, en la lista de B. Z., no figuran Lloyd George, Philip Sassoon, Venizelos; ¿lo sabe usted? – En cualquier caso, todo esto no es ciertamente tranquilizador por lo que se refiere al cariz que pueden tomar los acontecimientos; hay que decir no obstante que estas cosas no son algo completamente nuevo, pues hace ya más de 40 años que Clémenceau fue "iniciado" por Cornelius Herz como Herriot ha podido serlo por B. Z. (y es por eso que también ha estado siempre tan ligado a los intereses ingleses); pero no es menos cierto que esto toma actualmente una extensión mucho mayor que nunca… Evidentemente, si el Anticristo ha nacido ya, los acontecimientos deben precipitarse; las indicaciones más diversas concuerdan por otra parte para dar a pensar que todo debe ocurrir antes del fin del siglo XX; tal vez sería imprudente querer precisar más las fechas… – Otra cosa que recuerdo: un agente muy activo de la contra-iniciación era el príncipe Alberto de Mónaco; ¡ya ve también por ese lado la conexión con B. Z.! Soy de su opinión por lo que se refiere a los dictadores en comparación con las democracias; pero sería necesario también, para que fueran capaces de restaurar realmente algo, que se apoyaran sobre los verdaderos principios, lo que no parece ser el caso de los que vemos actualmente en Europa, detrás de los cuales incluso parece haber por el contrario cosas también bastante inquietantes … 

Es bastante difícil decir hasta qué punto Annie Besant era consciente del papel que desempeñaba; sin embargo debo decir que yo tendería cada vez más a pensar, como usted, según todos los indicios que se acumulan, que verdaderamente hubiera podido recibir una contra-iniciación en el grado que fuere. En cuanto a Khrisnamurti, más bien da la impresión de no ser sino una especie de instrumento inconsciente; seguramente estuvo al comienzo en manos de Annie Besant y Leadbeater; la manera en que luego se les escapó es quizá lo más simpático que hubo en él; pero, cuando se ve la naturaleza de sus enseñanzas y su carácter "disolvente", hay que preguntarse si no se sirven todavía de él para que juegue un papel algo distinto del que al comienzo se le había destinado, y quizá más conforme a sus propias tendencias, pero que no deja de concurrir al mismo objetivo… 

Al mismo tiempo que su carta he recibido por fin una del Sr. Avr., quien desgraciadamente está aún lejos de haberse librado de sus enemigos y de sus dificultades; parece que hay como una verdadera persecución, aunque de una manera distinta a lo que le ocurre a usted mismo… Ese asunto de B. Z. parece efectivamente haberle aterrorizado, pero no veo exactamente por qué; por otro lado, parece reprocharle a usted ciertas "reticencias" con respecto a él. Confieso que esto me preocupa, porque pienso que lo que interesaría, sobre todo ahora, es que pudieran ustedes entenderse; tal vez así sería más difícil que se pusieran obstáculos a lo que tanto el uno como el otro quieren hacer… Voy a procurar hacerle comprender también a él, y espero que, si hay algún malentendido entre ustedes, muy pronto llegue a disiparse. – Me habla también del asunto de Maglavit, que parece considerar prácticamente del mismo modo que usted; ¿tiene el artículo que él ha publicado sobre este tema en Vrenna (8 de diciembre) tomando como pretexto el horóscopo de P. Lupu? 

Espero que me dará muy pronto noticias de usted y que tendrá a bien continuar teniéndome al corriente de lo que ocurra… 

Crea, le ruego, en mis mejores sentimientos. 

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facsimilEl Cairo, 14 de abril de 1936. 
Estimado señor, 

He recibido su carta el sábado; pensaba que no tardaría usted en escribirme, pero no obstante no sabía si ya habría vuelto a Bucarest. Suponía que su viaje se había decidido súbitamente; naturalmente, ya tuve noticias de él por los Srs. Burckh., Candr. y Clav., y me alegro de ver que todo ha salido bien. – Hace unos quince días que no he recibido nada de Amiens; sin duda todo el mundo debe de estar allí muy ocupado. Desgraciadamente, el asunto del diario parece que no inspira confianza a casi nadie, y mucho me temo que no llegue finalmente a nada. 

He recibido también estos últimos días una carta del Sr. Jenny anunciándome su retorno a Bâle; en resumen, esa expedición a Tahití ha sido más bien aciaga, y es lamentable que se haya emprendido sin suficiente reflexión y sin que a continuación se me haya consultado lo que yo pensaba de ello; en fin, creo que debe considerarse feliz de que esto haya terminado así sin más perjuicios… 

Por lo que respecta a usted, todo lo que me dice me parece en resumen muy normal y muy favorable; pero aunque comprendo demasiado bien su prisa por llegar a un resultado, hay que decir sin embargo que apenas es posible obtener inmediatamente realizaciones completas; y quizá incluso sea mejor, en un sentido, que esto llegue gradualmente; ¡no es por nada que se recomienda 72 veces la paciencia en el Corán! En todo caso, nada se pierde jamás, e incluso los estados que parecen ser sólo pasajeros dejan siempre una huella permanente en el ser, de suerte que preparan algo más definitivo, que se produce en ocasiones de una manera aparentemente repentina, y que sin embargo es la consecuencia de todo lo que lo ha precedido… Por otra parte, la práctica de los ritos no puede impedir en nada la meditación metafísica, sino que al contrario sólo puede ser para ella una ayuda y un soporte. Desgraciadamente, no es fácil explicar todo esto completamente, sobre todo por correspondencia; es lamentable en ese sentido que deba encontrarse usted tan aislado, pero eso casi no puede tener otro inconveniente que el de una cierta pérdida de tiempo, cosa que no es irremediable, sobre todo para usted que todavía es joven… No hay ciertamente ninguna tarîqah alauita en los Balcanes, y hasta dudo de que se encuentren representantes de otras turuq; incluso en Albania y Turquía, no sé muy bien lo que aún puede subsistir de ellas actualmente, después de todos los acontecimientos de estos últimos 20 años. 

En cuanto al Sr. Avr., creo que ha abandonado decididamente todas esas cosas "psíquicas" de las que usted me habla, pero evidentemente puede que subsistan ciertos efectos durante un tiempo más o menos largo. Él ha hecho alusión a las circunstancias de la muerte de su hijo, pero sin insistir en ello; sea como fuere, seguramente tiene usted razón al pensar que ciertos ritos, cumplidos fuera de las condiciones regulares, pueden ser más bien peligrosos… Para él ya no es cuestión de ligarse al catolicismo, pues ha constatado lo suficiente la incomprensión que se encuentra por ese lado; e incluso esto ha sido para él la ocasión de una historia bastante desagradable: apareció, en una publicación francesa que se llama Choc, que no conozco por otro motivo, un venenoso artículo en el que, aunque el único nombrado soy yo, no he tenido que esforzarme para comprender que se trataba de él; se lo he comunicado, y se ha dado cuenta de que su "inspirador" no podía ser otro que un tal P. León Barral, de la orden de los agustinos; como me dice que usted lo conoce más que él, sea tan amable de darme alguna información sobre ese personaje, del que nunca había oído hablar. – En fin, ha vuelto a la idea de ligarse al islam, que ya había tenido hace 2 años, pero a la que había renunciado debido a que recibió una respuesta evasiva, ¡lo que en nada me sorprende de parte de aquél a quien se había dirigido! En estas circunstancias, no pienso que pueda usted disimularle su propia ligazón, ni por lo demás que pueda haber algún inconveniente en hablarle de ello. No sé si él ha escrito ya al Sr. Sch., pero podría muy bien ser que éste lo dirija a usted para que aprenda el ritual; esta no es, desde luego, sino una simple suposición por mi parte, pero encuentro que sería una cosa muy natural, ya que habitan ustedes en la misma ciudad y seguramente no hay en ella otra persona que no sea usted que esté instruida al respecto. Espero que todo ello acabará por arreglarse; hay que pensar, por otra parte, que desde luego hay algo que forzosamente está turbado por las condiciones que actualmente existen en Europa, y que dificultades como estas pueden no ser en el fondo más que una consecuencia de ello. 

No le vuelvo a hablar de su horóscopo, ya que el propio Sr. Candr. le ha dicho lo que había visto en él, y lo único que yo haría es repetir las mismas cosas. Aquí, sólo conozco un astrólogo (no profesional) que tal vez pudiera hallar algo más; pero no le he visto desde hace mucho tiempo, e ignoro totalmente dónde podría encontrarle ahora… 

Le agradezco la traducción que adjunta a su carta; sólo he tenido tiempo de leerla rápidamente, de modo que tendré que hablarle de ella una próxima vez; pero a buen seguro este texto es muy notable y significativo, y no creo que pueda hallarse un equivalente entre todos aquellos que están en uso "oficial" en el catolicismo. – A propósito de este, o más bien de la actitud de sus representantes actuales, el artículo de K. Thieme me parece asimismo un síntoma bastante inquietante; es verdad que ignoro totalmente qué importancia tiene realmente el autor, y no sé cuáles son sus relaciones en los medios eclesiásticos; ¿qué piensa usted que haya de exacto en todo ello? 

Por lo que se refiere al asunto B. Z., puede que la explicación que usted considera en relación con vuestro artículo sobre B. Y. R. sea exacta; pero ¿es que Die Säule se publica todavía? Debe hacer casi 3 años que dejó de recibirse en intercambio con Voile d'Isis, y ya no había vuelto a oír hablar de ella desde entonces. – Para mayor seguridad, no pondré ya mi dirección detrás del sobre; la pongo habitualmente para que me puedan devolver las cartas en caso de que no lleguen a sus destinatarios… 

En cuanto a la famosa lista, hay cosas en ella que no comprendo en absoluto: o ciertos nombres me son completamente desconocidos como a usted, o están deformados de tal manera que no llego a identificarlos. Sea como fuere, aquí van algunas observaciones al respecto: Nº 4: ¿no habría que leer F. Sforza? – Nºs 6 y 7: la relación entre los 2 nombres me hace pensar en Laurent-Eynac, pero entonces no se trataría de 2 personajes distintos. – Nº 8: lo que han supuesto los Srs. Clav. y All. me parece también bastante probable, pero ¿cuál puede ser la razón de esa deformación? – Nº 9: sólo conozco a uno llamado E. Point, es el gerente del "Loto Azul"; se trata pues de un teosofista, pero que no parece tener ninguna importancia particular. – Nº 11: me parece conocer este nombre, pero no puedo recordar nada preciso. – Nº 14: he pensado enseguida en Madariaga al leer la lista, antes de ver que usted había tenido la misma idea; pero, aparte de la deformación, me parece que su nombre de pila no es León, sino Salvador. – En cuanto a los nºs 10, 12 y 13, no los conozco en absoluto. 

No había oído hablar de la desavenencia de Venizelos con B. Z.; los proyectos de destrucción del Athos, ya sea por uno u otro gobierno, son también algo bien extraño… – En cuanto al anuncio de la guerra para 1940, ¡parece efectivamente algo un poco más serio que todas las previsiones de los astrólogos! 

Como no he querido retrasarme aún más días en responderle, voy a tener que dejar para la próxima ocasión lo que se refiere a la "geografía" de la c-in., etc.; sólo le pediré que me lo recuerde. – Igual con respecto a la última pregunta sobre Rumania, que exige alguna reflexión; es muy cierto que no se ve fácilmente una solución fuera de una intervención extra-humana; pero, en primer lugar, ¿en qué están ahora los acontecimientos de Maglavit? 

El Sr. Clav. me ha dicho que todo estaba arreglado para la publicación de su trabajo, de manera que sin duda va a poder comenzar muy próximamente. El tema en efecto es bien vasto, y veo que sigue encontrando usted nuevas confirmaciones; lo que me dice con respecto al Novi Voyvoda, en cuanto a que designa una función, y sobre esa tumba que se ha descubierto, es también muy interesante. – En cuanto a la Iglesia egipcia, no pienso que pueda tratarse de los bohemios1 (en cuyo origen indio no creo mucho); debe de tratarse de aquello de lo que los actuales coptos son descendientes más bien degenerados y generalmente muy ignorantes. Pero lo curioso, es que la antigua Iglesia celta o "culdea" de Irlanda también pretendía estar ligada, no a la Iglesia romana, sino a la Iglesia egipcia… – No olvide volverme a hablar de lo que piensa con respecto al Sto. Graal, con el cual la asociación que acabo de indicarle tiene quizá también algo que ver. 

Crea, le ruego, en mis mejores sentimientos. 
 
1 Bohémiens: bohemios, gitanos, zíngaros. N. t. 

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facsimilEl Cairo, 19 de mayo de 1936. 
Estimado señor, 

Acabo de recibir su carta, y he de decirle, a este respecto, que las cartas expedidas por avión no llegan por lo general más rápido que las otras; para que sea de otra manera, hay que tener la suerte de coincidir justo con un día de partida; unas cartas que venían de Francia por avión ¡han tardado 10 y 12 días en llegar! 

El Sr. Sch. me ha escrito que recibió una carta del Sr. Avr., pero no sé nada más sobre el tema. Al mismo tiempo, lamentaba no tener noticias suyas; según lo que me dice usted, la causa de esto es sin duda vuestra ausencia. Acaba de volver a Mulhouse, donde ha encontrado un puesto de dibujante, tras haberlo intentado vanamente en París; su dirección es ahora: 28, rue de Sierentz, Mulhouse (Haut-Rhin). En cuanto al periódico de Amiens, ¡parece que finalmente ha quebrado! 

Es muy cierto que, como usted dice, se han cometido hasta ahora bastantes imprudencias un poco de todas las partes; de ello han resultado incluso cosas enojosas que me han inquietado en estos últimos tiempos, pero que felizmente parecen arreglarse ahora mucho mejor de lo que hubiera creído; es de esperar que todo esto sirva de lección para el futuro. Estas contrariedades eran por otra parte casi inevitables al comienzo, en un medio tan desfavorable como es Europa, y quizá en Francia todavía más que en otras partes, pues parece casi imposible constituir allí un grupo, ni siquiera poco numeroso, que tenga alguna homogeneidad… Temo también mucho las tendencias a la "propaganda"; además, incluso aparte del peligro que esto representa, no se debe ir por delante de la gente, sino al contrario dejar que venga por ella misma. 

Lo que me dice usted del P. Barral y de su ignorancia de ciertas cosas puede aplicarse a buen seguro a la gran mayoría de los sacerdotes actuales; pero lo que es menos normal, es que haya pretendido que me conocía por uno de sus amigos que sería también uno de los míos (?), y que me conocía… ¡como teosofista! Me pregunto si esto no tendrá alguna relación con la historia del personaje que, en París, se hace pasar por mí, y que en efecto tiene relaciones con los medios teosofistas; es verdaderamente bien lamentable que no se pueda llegar a identificar a ese individuo para desenmascararlo como haría falta … 

No sé gran cosa de nuevo con respecto a Thieme, si no es que, al Sr. S. Lang que le señalaba algunas inexactitudes (él mismo se lo había pedido), le respondió de un modo totalmente agresivo, y también que ha escrito otro artículo que debe aparecer en la revista Irenicon; no conozco esta revista, pero supongo, según el título, que debe de ser un órgano de los benedictinos. Todo esto en efecto es bastante inquietante pero, en el fondo, pienso, mucho más para el propio catolicismo que para nosotros… 

La primera parte de su estudio, una vez impresa, me parece verdaderamente muy bien; pero, a este respecto, hay una cosa que no debo olvidar y es esta: me parece que hay cierto número de faltas de impresión en las palabras griegas y latinas; ¿querría tener la amabilidad de registrarlas exactamente y señalárselas a Clav. para que pueda indicarlas en los "errata"? Al no tener diccionarios aquí, no puedo verificarlas yo mismo, y el estudio de esas lenguas es para mí una cosa demasiado lejana como para que pueda estar totalmente seguro. 

La realización iniciática es desde luego una "conquista" por el hecho mismo de que es "activa", e implica pues esencialmente la iniciativa que procede del individuo; pero es muy evidente que éste no puede alcanzar por él mismo lo que le sobrepasa; se necesita pues una intervención de elementos supraindividuales, en respuesta a su aspiración, y es esta intervención, cualquiera que sea la forma que revista, la que constituye propiamente la "gracia". Naturalmente, si se quiere, puede hablarse aquí de los "Angeles", ya que ellos representan en definitiva los estados superiores; pero no hay que olvidar que, en el fondo, toda "personificación" tiene todavía un carácter "ilusorio". Puede también relacionarse con el "Maestro", desde luego, la acción de la barakah, puesto que es verdad que ésta proviene de él, pero eso no quiere decir que tenga que intervenir "en persona" para que esa acción se produzca; y esto se aplica incluso en el caso de que tome una forma tal que las apariencias puedan hacerlo creer así (la de una aparición por ejemplo). – Quede claro que, al hablar hace un momento de "respuesta", pensaba en la ley de las acciones y reacciones concordantes, que en efecto es aplicable, pero aquí entre diferentes estados, es decir, si lo prefiere, en sentido "vertical". Ya me dirá si todo esto está lo suficientemente claro; si no, le pediría que me precisara una vez más las preguntas. 

He releído más atentamente el Akatheistos, y, a pesar de la dificultad de un modo de expresión al cual estoy menos acostumbrado que a otros, pienso decididamente, del todo como usted, que hay en él algo muy notable y, en el fondo, mucho más iniciático que religioso; pero la cuestión sería saber quién lo comprende aún así actualmente… A propósito de esto, observo el empleo de unos términos que usted ha traducido por "jerarcas" y "misteriarcas"; ¿a quiénes piensa que puedan aplicarse de hecho? – Veo que ha observado usted con razón, por otra parte, la alusión al asno como referida a algo muy misterioso; ese papel del asno es en efecto bien extraño, sobre todo si se considera la importancia que tiene del lado de la contra-iniciación, en la que el "dios de la cabeza de asno" representa lo más siniestro. No sé si, a este respecto, ha visto usted mi artículo titulado Sheth, publicado hace ya algunos años (no puedo encontrar la fecha exacta en este momento). 

A propósito de la contra-iniciación, pienso que ha visto usted lo que escribí el año pasado sobre las "siete torres del diablo", en la reseña del libro de Seabrook donde se trata de la que se encuentra entre los yezidis, es decir en Iraq. En cuanto a las otras, se habla de ciertas regiones situadas en los confines de Siberia y del Turquestán; está también Siria, con los ismailíes del Agha-Khan y algunas otras sectas bastante sospechosas; después el Sudán, donde existe, en una región montañosa, una población "licántropa" de unos veinte mil individuos (lo sé por testigos oculares); más al centro de Africa, por el Níger, se encuentra la región de donde ya venían todos los brujos o hechiceros del antiguo Egipto (comprendidos los que lucharon contra Moisés); parece que con todo ello podría trazarse una especie de línea continua, que va primero del Norte al Sur, después del Este al Oeste, y cuyo lado cóncavo encierra al mundo occidental. Naturalmente, esto no quiere decir que no haya otros centros más o menos importantes fuera de esta línea; habla usted de Lyon, y seguramente hay algo también en Bélgica. En cuanto a América, el punto más sospechoso parece ser California, donde tantas cosas heteróclitas se reúnen; es cierto que sobre todo se trata de organizaciones pseudo-iniciáticas, pero hay seguramente alguna otra cosa que las maneja, incluso a pesar de ellas; la utilización de la pseudo-iniciación por agentes de la contra-iniciación, en muchos casos, parece cada vez menos dudosa, y me propongo hablar de ello próximamente en un artículo, aprovechando el asunto de unas organizaciones que se dicen rosacrucianas… – A propósito de Irak y California, hay una cuestión que me intriga bastante, porque procede evidentemente de un dominio que no es ciertamente el mío: es el de las relaciones que parecen existir entre esas localizaciones y las de las fuentes de petróleo; desgraciadamente, también hay de éstas en su país, y ¿no será por esto (aunque asimismo pueda haber otras razones) que atrae un poco demasiado la atención de cierta gente? Observe igualmente, a este respecto, que sir Henry Deterding, el jefe de la Royal Dutch, es un personaje totalmente comparable a B. Z.; se dice incluso que estaría designado para ser su sucesor… – En cuanto a la famosa lista, me preguntaba si no habría nombres que hubieran podido ser mal interpretados; pero, si está a máquina, la pregunta no ha lugar. He pedido informes con respecto a los nombres ingleses que desconocemos; no tengo todavía la respuesta; si obtengo alguna cosa, no dejaré de comunicársela. 

En cuanto a Maglavit, la visión de la que me habla es también del mismo carácter que las otras; pero, ¿no es un poco sorprendente que todo haya cesado este año? Y ¿cuál es ahora la actitud "oficial" del clero ante estos hechos? – Aquello de lo que siempre desconfío, en un caso semejante, es mucho menos del fraude (que verdaderamente apenas parece posible aquí) que de una "falsificación" procedente de una fuente sospechosa. Un caso típico de esta clase es el de las apariciones de la Salette; allí también, era mucho cuestión de penitencia, castigos, etc.; pero, desde luego, esto no basta para justificar una asimilación; me parece que una "falsificación" habría tomado preferentemente el aspecto de la aparición de un personaje conocido desde el punto de vista religioso, como la Virgen o algún santo fácil de identificar… 

Las observaciones que me hace sobre la leyenda del Graal son también una cosa muy curiosa; se ha intentado identificar a la ciudad de Saras con diferentes localidades de Egipto de nombre más o menos próximo a este, pero todo ello es muy hipotético; esos nombres no tienen por otra parte ninguna relación real con el de los sarracenos (saraceni), que no es más que una corrupción de sharqiyin, orientales. – Pero las relaciones que usted establece parecen mucho más significativas; en cuanto al sentido del "negro" en todo ello, pienso que a fin de cuentas debe ser el mismo que en la apelación de "tierra negra" (Kêmi) dada al antiguo Egipto, y la de "pueblo negro" o "cabezas negras" que los chinos se dan a sí mismos; hay ahí una idea de "primordialidad", si puede decirse; y esto explica también las múltiples localizaciones, aparentemente contradictorias, dadas a "Etiopía" por los antiguos (los etíopes son literalmente los "caras negras"). – En cuanto a las construcciones caballerescas, lo que usted dice me parece que hay que relacionarlo con lo que observé respecto a las de los templarios, situadas a menudo en la cercanía de los santuarios prehistóricos. 

Por lo que respecta a los seres que viven en las cavernas, etc. eso existe en Asia central, pero nunca he oído hablar de lo mismo en relación con Europa; por otra parte, incluso si el retiro de los Rosa-Cruz en Asia es simbólico, representa la reabsorción de un centro secundario por el centro supremo, al haber terminado su papel. – Ahora, por lo que se refiere al emplazamiento de los antiguos centros y lo que pueda quedar de ellos, pienso en otra cosa: existen historias sobre unos "talismanes" que habrían sido enterrados en ciertos lugares, y la resurrección de los centros correspondientes se hallaría vinculada a su descubrimiento; no pienso por lo demás que haya que tomar esto literalmente, pero a buen seguro hay ahí la indicación de algo importante. 

En cuanto al Athos, me parece que, a menos que unas circunstancias particulares le animen a regresar este año, quizá sería mejor esperar todavía un poco… 

Crea, le ruego, estimado señor, en mis mejores sentimientos. 

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René Guénon
 
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