Póster de la exposición titulada 'Maestro del Cambio: Imágenes de Hermes Trismegisto'. Del 6 de enero al 31 de Julio de 2015 en la Biblioteca Ritman de Amsterdam.

MAESTRO DEL CAMBIO: IMÁGENES DE HERMES TRISMEGISTO.
Reseña de la exposición en la Ritman Library. 6 de Enero - 31 de Julio 2015.[*]
El inicio de este viaje comienza en Ámsterdam, ciudad a la que se asiste siguiendo la pista al siempre presente Hermes. Manifestándose, esta vez, mediante una exhibición temporal en una de las mayores bibliotecas herméticas actuales, the Ritman Library. Situada en pleno barrio del Jordaan, frente a la torre de Westerkerk. Se encuentra en un barrio tranquilo y familiar, alejado del serpenteo de los turistas. Llaman la atención las cerámicas utilizadas a modo de onomástica en algunas casas del barrio, en especial resuena una de una torre de vivos colores desde la que se derraman monedas de oro, que enseguida nos recuerda al Arcano 16 del Tarot, la Torre de la Destrucción, símbolo del vaciamiento necesario para la fecundación posterior, Torre desde donde tiende el hilo Ariadna indicando la salida cenital al desorden horizontal; la destrucción o vaciamiento antesala de la construcción cósmica. Ya en la recoleta calle frente a la librería aparece el pelícano distintivo de la librería hermética y que liga inmediatamente con el mensaje de Hermes. Así, tras la destrucción de la torre y el vaciamiento que lleva tal disolución nacerá el Cristo interno, desgarro tras desgarro se va alimentado al neófito hasta quedarse sin nada, “Abandonad toda esperanza vosotros que entráis” [1].

Atanor del que salen monedas de oro. Pelícano entre el sol y la luna. Pelícano.

Al entrar, tras atravesar la doble puerta, aparece un continuo de paneles informativos desde donde se exponen de forma muy didáctica los distintos nombres que ha ido tomando esta energía-fuerza que hoy llamamos Hermes. Desde el Thot egipcio hasta el reciente descubrimiento de Nag Hammadi, pasando por los cabalistas del Medioevo, los Rosacruces y la Masonería. Y es que Hermes es la voz de la Cadena Áurea, luz inteligible solo audible para los puros de corazón, cadena compuesta por todas esas entidades que se han entregado al Ser y han dejado que sea la Providencia en ellos un camino en pos del Conocimiento. De hecho, Hermes toma todas las formas sin que esto excluya lo que no se forma, pues está en todas partes. Él viaja por los cuatro planos del Árbol Sefirótico tocando con su varita a los iniciados, enseñando que tras cualquier dualidad aparece la Unidad y que no hay multiplicidad que valga, pues como dice Federico González Frías [2] “Todo es Uno y Uno es Todo” tal y como sintetiza perfectamente la Tetraktys pitagórica 1+2+3+4=10=1+0=1.

Siguiendo con la exhibición, frente a los módulos informativos, nos encontraremos ahora con las primeras expresiones que este sagrado numen tomó al manifestarse, aunque como ya hemos dicho, si Hermes es el dios de la escritura, quien enseña la Tradición, a escribir, callar y oír, por fuerza tiene que ser anterior a esta. Centrándonos en los primeros grabados, nos encontramos en el antiguo Egipto cuando Thot es representado con cabeza de Ibis y con las manos a la altura de la boca, como indicando el silencio que promueve la iniciación en los misterios del Ser. Con frecuencia aparece representado con cabeza de can, y es que por un lado esta ligadísimo a Anubis, a la muerte, al descenso al inframundo y al constante renacer, así es llamado Hermanubis. Destaca que las primeras representaciones que adopta esta entidad sean mediante hermas, construcciones verticales análogas al Eje del mundo, tan sencillas como efectivas. Conviene decir que en la antigüedad tampoco se tenían las rigideces actuales para representar las deidades, númenes y demonios que pueblan el Ser, no existía la plástica actual fruto de la incomprensión y desvinculación del origen, por lo que una misma entidad podía ser representada de muy distintas formas.

Hermes cinocéfalo con el caduceo y lo que parece un sistro.Hermes cinocéfalo con caduceo y una rama quizá de palmera.

Sin moverse del sitio comienzan a desfilar un conjunto de deidades que acompañan a Hermes en sus distintas aventuras, pues cabe recordar que no solo hay alegrías en estos trabajos sino también fatigas, así como estados que al principio se consideran ajenos aunque con el tiempo se van asimilando como partes de uno mismo. Necesario es reconocer, nombrar y dejar ir. Junto a Él, en el reverso de una moneda [3], aparece Isis, generosa dadora de vida cuyo plumaje acoge todos los seres de la tierra, a quienes ama y guía en el ascenso del Nilo hacia el Eterno Oriente.

Cuatro cuadros dan acceso a la segunda sala de la exhibición, donde aparece un cuadro del Thot egipcio frente a otro del Hermes grecorromano, de nuevo la idea de Cadena Áurea inunda al visitante. La transmisión de la palabra en la espira temporal. ¿Cómo unas ideas que son esencialmente imperturbables pueden tomar formas tan distintas?, ¿cómo lo eterno se reviste de lo corpóreo?, ¿por qué lo invisible se hace visible?, o aún más, ¿cómo lo visible se hace audible? Así es Él. El que habita en la paradoja y la analogía, el que embiste con locura y alegría. Sagradísimo numen Hermes Trismegisto.

Porque es Él la entidad transmisora de Conocimiento, es el pequeño rayo fecundador que se produce de forma inesperada en uno mismo y revela realidades olvidadas hasta entonces. Olvidadas pero no perdidas, olvidadas porque ya se saben, estando toda posibilidad latente contenida en uno mismo desde siempre, esperando -de esperanza- ser recordada, nombrada y evocada. Sabiendo porque son, siendo porque siempre han estado aquí. Sin embargo son en uno pero no se tienen, no se poseen, porque ¿cómo poseer lo que por naturaleza es inconmensurable? No puede ser limitado lo que ya está consigo en Sí Mismo, lo que está en todas partes y a la vez en ninguna. Hermes está vivo y está aquí, nada existiría sin Él, porque Él está por encima del tiempo porque Él es quien hace la escisión en el devenir e insufla el azufre a la Gran Obra.

A continuación aparecen unos curiosos grabados esféricos que enseguida tejen el discurso hermético entre la antigüedad y la actualidad, si es que no se está viviendo en un ahora reiterado. “Porque no puede negarse que la belleza es circular, viva imagen de una perfección ascendente” [4] se oye en silencio en el templo de la Memoria, a la vez que todo el mándala que es la rueda, el círculo o esfera, según la dimensión con la que se mire, y que tan bien recoge Federico en su libro La Rueda. Se habla de un centro, que contiene en potencia todo lo que puede ser manifestado, y de una periferia, expresión inteligible y anecdótica del centro. Entre estas dos “realidades” o “puntos de vista” (si quiere llamarse así) se encuentra el Hombre, cuya función es la de unir cielo y tierra, encarnar esas dos realidades, ser a la vez creador y creado, “Lo de abajo es como lo de arriba y lo de arriba es como lo de abajo, para obrar los milagros de una sola cosa. Así como todas las cosas han sido hechas, así proceden de uno, por la meditación de uno, también todas las cosas nacen de esta cosa única por adaptación” [5]. Para finalmente dejarlo todo y trascender por la estrella polar o el cenit de la existencia hacia lo Misterioso y Desconocido, hacia lo que jamás puede ser nombrado, el Ein Sof de la cábala hebrea.

Continúa la exposición con un sin fin de preciosos grabados alquímico-cabalísticos de los que prácticamente es imposible expresar lo que está ahí vertido. Verdaderas esmeraldas encantadas brillantes como el primer día: los nombres divinos, la escala angélica, los cuatro elementos, las dos fuerzas que rigen el cosmos,… Resalta la constante aparición de las personas o entidades que han encarnado la Tradición: Anaxágoras, María la Hebrea, Ramón Llull, Pitágoras, Demócrito, Heráclito, Avicena, etc [6], como dando testimonio de la posibilidad real de realizar este viaje al Origen del Pensamiento, que al mismo tiempo es Destino. En este punto también hace aparición Ouroboros, advirtiendo que no es en el tiempo lineal o secuencial, signado por los planetas, las constelaciones y sus influencias, donde la meta de los estudios reside, sino en el estudio de estas jerarquías y la inmediata fuga por la clave de bóveda.

Por último, destacar la importancia de la corte de los Medici, de Ficino y de la Escuela Platónica, quienes rescataron e iluminaron los antiguos textos griegos con sus traducciones y reflexiones, haciendo de apóstoles, expandiendo la Palabra tal como lo hicieron los evangelistas en otro tiempo, pues como es sabido la Verdad es Una; “La Verdad os hará libres” [7]. Produciéndose consecuentemente el fulgor renacentista en toda Europa, incluyendo viajes utópicos hacia el nuevo mundo. Tres imponentes bustos dan Fe del agradecimiento a sus labores y oraciones.

Se puede completar el recorrido con una visita guiada que culminará en la tercera planta, donde se guardan todos los manuscritos, no ya de cuantioso valor económico (si es que eso le interesa a alguien a estas alturas es que no ha entendido nada) sino de un valiosísimo valor simbólico. Grabado tras grabado el alma se estremece de la gran belleza que rodea a todos los grabados, verdaderos mándalas del cosmos que aún hoy permanecen en toda su potencia. Uno da fe de que es posible vivirlos, sin saber muy bien cómo de pronto se encuentra rodeado de criaturas extrañísimas, jamás vistas antes. De pronto todo es nuevo y significante, cada paso es un mundo nuevo en el que aparecen otras mil puertas que aprehender y vivir. Por eso se dice de ir dejándolo todo, de ir abandonando todo lo conocido, pues al final con mayor o menor sutileza cualquier posesión, creencia o afirmación, se vuelve un lastre atándonos a innumerables tonteras. “Y otra vez os digo: es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja, que para un rico entrar en el reino de Dios” [8].

Dador de bienes, ¿quién es Hermes? ¿Cómo a la vez es recién nacido ladrón de ganado y sabio receptor de las tres cuartas partes de sabiduría? Él lo es todo, nada sería, es y será sin Él. Él maneja la nave que surca las aguas hacia un cielo y tierra nuevos, rumbo a El Dorado, a la Jerusalén Celeste, a la Eterna Morada; surcando los distintos cielos, nombrando a todos los seres. Desde arriba a abajo y de abajo arriba, sin cesar, tornando el extremo dual del compás en el diapasón de la existencia. “Hágase tu voluntad” [9] queridísimo Yo desconocido.

Alberto Pitarch

 
Alberto Pitarch (1987), economista colegiado en Barcelona, amante de la Tradición Hermética y de las formas en las que se expresa. Estudiante de culturas antiguas, filosofía y cábala como medio de intelección de la cosmogonía, así como de las vidas y obras de Moisés, Platón o Marsilo Ficino como viajes arquetípicos que se hacen en uno mismo. Actualmente estudiando en el Centro de Estudios Simbólicos de Barcelona, entidad creada por Federico González Frías donde son transmitidas las voces herméticas.

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NOTAS
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Reseña publicada en la página de la BPH. Images courtesy of Bibliotheca Philosophica Hermetica, Amsterdam. www.ritmanlibrary.com.

1 Divina Comedia, Dante. Mencionado en la pieza teatral Lunas Indefinidas de Federico González, disponible online.
2 Federico González Frías ha actualizado el mensaje hermético siendo uno de los más grandes cabalistas de nuestra época. Para enlazar con sus obras: http://simbolismoyalquimia.com/
3 Sobre la simbólica de la numismática y su relación con la Historia y Geografía de España, enlazar con el Blog de Francisco Ariza: http://rutasimbolicas.blogspot.com.es/
4 Lunas Indefinidas, ob. cit.
5 Tabla Esmeralda.
6 Dan testimonio de dicha Cadena Áurea Presencia Viva de la Cábala I y Presencia Viva de la Cábala II, firmados por Federico González y Mireia Valls.
7 Biblia de Jerusalén. Jn 8, 32.
8 Biblia de Jerusalén. Mt 19, 24.
9 Biblia de Jerusalén. Mt 6, 10.
   

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