SYMBOLOS
Revista internacional de
Arte - Cultura - Gnosis
 

CELEBRANDO LA MEMORIA DE NUESTRO DIRECTOR Y FUNDADOR: FEDERICO GONZALEZ (1933-2014)
 
PRESENCIA VIVA DEL MAESTRO
PABLO RIO

A propósito del primer aniversario de la muerte de Federico González, tan solo unas pocas líneas para dar testimonio de su presencia viva, en nuestro corazón, como Maestro y Teúrgo. La ausencia del Maestro, cuando éste ya no está presente en su individualidad manifestada es, para sus alumnos, una presencia mucho más interna e intensa, si así pudiera decirse. Y eso es así a consecuencia de la potencia germinal de su pensamiento, vida y obra; es decir, prueba palpable y viva de que su mensaje es el de un Hombre Verdadero; esto es, alguien que ha hecho de su vida un símbolo de la entrega al Conocimiento. Un maestro socrático en sentido arquetípico.

Nos ha legado una obra con un carácter verdaderamente universal que permite trazar un mapa de ruta para la realización espiritual, a todos aquéllos que la recorren. Pero si en aras a la brevedad debiéramos destacar alguna característica de su vida y obra, no dudaría en señalar que es la plasticidad y la capacidad de adaptación del mensaje tradicional a los signos de los tiempos: “simbolismo, literatura y metafísica”, como subtitula Francisco Ariza en un magnífico libro que hace un detallado recorrido por su obra.

Mención especial a sus obras de teatro, algunas de las cuales he podido vivenciar como actor y que han consistido para mí una herramienta esencial del trabajo interno. En ellas se despliega ese aspecto de teúrgo que mencionaba en el inicio: la alquimia del lenguaje, lo más excelso de la operativa simbólica en el alma, tanto en el actor como en el público atento. A simple vista su lenguaje es sencillo y actual, pero cuando se va extrayendo su elixir se desvela  –y vuelve a velar, pues así es el símbolo–  toda su potencia operativa en el alma de quien lo está vivenciando.

Pero si tuviésemos que destacar alguna parte de su obra que manifestase esa “proporción áurea” que desvela la relación entre el todo y la parte, escogeríamos, sin duda, por el impacto que nos causó y nos sigue causando cuando la releemos, el capítulo I de su libro Esoterismo siglo XXI, titulado “Religión y Metafísica en el Fin de Ciclo”. Donde hace una auténtica síntesis de los signos de los tiempos, con inteligencia y sabiduría, como un Príncipe de la Paz.

Para finalizar, al ritmo de la danza que ejemplifican las tres gracias, el triple ritmo: dar, aceptar y devolver, danza que nuestro maestro ejecutó con gran inspiración. Danzamos la vida con Federico en el Corazón.


"Qué alegría cuando me dijeron". A la memoria de Fede


Celebración

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